tag:blogger.com,1999:blog-84263220297373919972023-11-16T03:30:08.175-08:00AREÓPAGO BISEl blog AREÓPAGO (www.zurrupia.blogspot.com)contiene todos los capítulos de un Libro que lleva por título ESPAÑA 2007 - UN PAÍS INACABADO.
En el blog AREÓPAGO BIS (www.pjgrases.blogspot.com)incluiremos temas diversos cuyo título será lo suficientemente explícito.PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-70834449039173578612008-08-10T08:22:00.001-07:002008-09-22T10:35:50.795-07:00APUNTES SOBRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA (Aportaciones novedosas - Fuente principal: "The Economist")<div align="justify"><strong>Cáncer y Células Madre</strong> (Septiembre de 2008)<br />Aunque durante las últimas décadas se han logrado avances significativos en la prevención y tratamiento del cáncer, ésta enfermedad continua siendo temida por la población general. Ya han transcurrido 37 años desde que el expresidente de los EE.UU. Richard Nixon declarara una guerra abierta facilitando recursos para combatirla. Desde entonces se han producido progresos en la comprensión de sus causas (el consumo de tabaco, por ejemplo), en las implicaciones de mutaciones genéticas, así como en la forma en que los tumores crecen y se diseminan. Resulta además evidente que las neoplasias tienen características comunes, pero al mismo tiempo hay muchas variedades así como matices individuales que dependen del paciente y requieren estrategias terapéuticas individualizadas.<br />Hoy en día hay evidencias de que una parte de la población celular que crece anárquicamente son células madre tumorales. Es su descendencia (células hijas) la que va creciendo infiltrando estructuras adyacentes, de una forma equiparable a lo que hacen las células madre para producir un tejido normal. Si esto llegase a comprobarse, hipotéticamente sería concebible erradicar las células madre tumorales con la consiguiente involución de una determinada neoplasia, y con el mismo razonamiento, si las metástasis a distancia fuesen también células madre tumorales, podría igualmente lograrse su erradicación.<br />Estos descubrimientos no son suficientes para poder hablar de curación pero significan un progreso en el camino de diseñar una terapia más efectiva que las disponibles. Por ejemplo, existen indicios de que las células madre tumorales son menos vulnerables a la radioterapia ya que los mecanismos para reparar el ADN son más eficientes. Se podría por tanto utilizar simultáneamente medicamentos que inhiban la reparación del ADN. No es tarea fácil porque seria necesario desarrollar medicamentes para lograr ese objetivo sin dañar los tejidos sanos. Como se ve, la profundización en el estudio de las células madre cancerosas resulta esencial y prometedora.<br />Hasta hace unos años, no se establecía distinción alguna entre la población de células tumorales. El objetivo de la terapia era eliminar todas las células (cirugía, radioterapia y quimioterapia en combinaciones diversas). Es posible que con este nuevo enfoque lo que habrá que hacer es atacar selectivamente la población de células madre tumorales que, incidentalmente, son minoritarias. Cabe advertir que no todos los oncólogos aceptan esta manera de ver las cosas, aunque hay evidencia de que con el tiempo, cada vez cuenta con más adeptos.<br />Los primeros en demostrar experimentalmente este novedoso enfoque fueron dos investigadores de la Universidad de Toronto utilizando como modelo una modalidad de cáncer hematopoyético (la leucemia mieloide aguda), identificando anticuerpos de superficie como marcadores de las células madre y logrando comprobar que sólo ese tipo de células, y no las otras, eran capaces de crecer al inocularlas a ratones. Años más tarde, un grupo de la Universidad de Michigan utilizó un procedimiento similar para identificar las células madre en cáncer mamario, con resultados similares. A partir de ahí, hoy por hoy, ya se han identificado células madre tumorales en un buen número de tumores diversos. Tómese en cuenta la implicación en el campo de la investigación oncológica; hasta ahora las muestras de un tumor determinado para estudio biológico se efectuaban obteniendo muestras representativas de la población celular total de la neoplasia, sin tomar en cuenta esta dualidad, es más, no olvidar que las células madre tumorales son minoritarias.<br />El diseño de maneras de comprobar cual es el significado práctico de este enfoque se ha iniciado, con adecuaciones y matices diversos, en el tratamiento del glioblastoma multiforme cerebral. Podríamos concluir diciendo que existen fundadas razones para continuar explorando el valor de estos prometedores hallazgos. </div>____________________<br /><br /><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong>Energía Solar. Brillar en la oscuridad.</strong> (Agosto 2008)<br />En el mundo vegetal, las plantas absorben luz solar, producen energía, consumen dióxido de carbono y exhalan oxigeno. Constituye un modelo difícil de reproducir pero que ha servido de inspiración para intentar mejorar el rendimiento de la energía solar fotovoltaica. Al ponerse el sol durante la noche se acaba la fuente de esa energía solar y es conocido que almacenar la electricidad producida puede resultar caro e ineficiente. Para lograr la máxima eficacia se requeriría acumular energía de otra manera para uso continuo. Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han encontrado un cóctel químico que puede resolver esa limitación.<br />Haciendo pasar una débil corriente eléctrica a través de una solución acuosa de cobalto y fosfatos mediante un electrodo de vidrio, puede fracturarse la molécula de agua y forzar al oxigeno a burbujear hacia la superficie. Los protones liberados del oxígeno migran hacia un segundo electrodo de platino y se incorporan al hidrógeno. Aunque en apariencia el proceso sea sencillo, no lo es en la práctica. Cuando se utiliza suficiente electricidad ya hay formas de fracturar el agua. El problema está en que la energía consumida excede a la que a fin de cuentas el hidrógeno puede generar. Los científicos ya habían ensayado agregar químicos para reducir la cantidad de electricidad requerida pero hasta ahora los ingredientes eran raros y costosos. Con la utilización de cobalto y fosfatos puede obtenerse hidrógeno directamente de celdas solares con un coste menor.<br />Se propone separar el oxígeno y el hidrógeno del agua durante el día, con el remanente de la electricidad generada por placas solares que no se necesite en ese momento para otra cosa. Durante la noche el hidrógeno podría emplearse para generar energía adicional. El proceso es similar a como funcionan las plantas. Cuando no requieren consumir energía de inmediato, la transforman en azucares y lo almacenan. Cuando hay demanda de energía, el azúcar se utiliza para generarla independientemente de que haya o no haya sol. Habrá que esperar varios años para valorar el potencial comercial de esta interesante propuesta.</div><div align="justify">____________________</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>XVII Conferencia Internacional sobre SIDA. Terreno ganado y perdido</strong> (Agosto 2008)</div><div align="justify">Se dió a conocer el monto del Plan de Emergencia (PEPFAR) firmado por el presidente Bush para los próximos 5 años, por un total de 39 billones de dólares, duplicando con creces lo asignado durante el quinquenio anterior.</div><div align="justify">Las Naciones Unidas confirmaron que se ha producido globalmente un moderado descenso de la tasa de muerte por SIDA: de 2,2 millones en el año 2005 (la tasa más elevada) ha descendido a 2 millones según consta en el informe de fines de julio de 2008. En buena medida, ello es el producto de las disponibilidad de medicamentos en paises más pobres y en la mejora de las medidas profilácticas. En cuanto a la disponibilidad de medicamentos se pretende ponerlos a disposición a todos aquellos que lo requieran para el año 2010 (¿será posible?).</div><div align="justify">Se presentaron los resultados de nuevas formas de prevención: microbicidas (sustancias de aplicación vaginal para reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual), profilaxis de infecciones herpéticas o promover la utilización del diafragma vaginal. Naturalmente el uso de preservativos, se enfatizó de nuevo y se discutió la conveniencia de la circuncisión como una manera efectiva de aminorar el riesgo de contamibación. Por lo visto el virus del SIDA tiene particular apetencia por células que se encuentran en abundancia en la piel del prepucio. A la vez se plantearon formulas para hacer variar los patrones de conducta promiscua, aunque ésta cuestión es mucho más compleja, en especial en la población africana.</div><div align="justify">El tema de la vacuna resulto poco alentador y se piensa que en el futuro debería promoverse el abandono temporal de los ensayos clínicos y utilizar esos recursos en ciencias básicas.</div><div align="justify">El problema del tratamiento continua siendo el siguiente: una vez mitigada o detenida la replicación del virus del SIDA con medicación antiretroviral, el paciente queda expuesto a infecciones oportunistas, especialmente la tuberculosis. Quiere decir que los pacientes con SIDA requieren de una supervisión, no sólo eficaz, sino permanente durante toda la vida. Todo aquello que permita utilizar terapia retroviral combinada de una forma precoz, disminuye el riesgo de diseminación de la enfermedad. Hay quienes incluso preconizan el tratamiento preventivo en grupos de riesgo, aunque aún no se conocen los resultados de los ensayor clínicos en esta materia.</div><div align="justify">___________________</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>Nuevos materiales de origen animal.</strong> (Julio 2008)<br />El reino animal no constituye una fuente habitual de nuevos materiales. Hay excepciones, como la seda de araña que es más fuerte que el acero, y se está utilizando en la confección de chaquetas a prueba de balas.<br />Dos investigadores de la Universidad de California, están estudiando mandíbulas de un gusano depredador (ragworm en inglés) que habita estuarios, pantanos y playas arenosas y que es utilizado por los pescadores como carnada. En ausencia de una traducción literal al español, equivale a un gusano de arena o de pantano. En su extremidad cefálica bulbosa y de color azulado, se encuentran ganchos curvos que utilizan para la captura y trituración de pequeños crustáceos.<br />Los ecologistas, en la búsqueda de tóxicos, encontraron que en las mandíbulas de estos gusanos hay cantidades considerables de zinc, como una etapa para deshacerse de ese metal que puede ser tóxico. Cuando fue encontrado en ragworms de agua dulce, se perdió interés.<br />Posteriormente se comprobó que esos ganchos mandibulares son más duros que el aluminio y no están altamente mineralizados como es el caso del hueso, los dientes o la cáscara de los crustáceos. En vez de una matriz proteica conteniendo cristales de sales inorgánicas insolubles (carbonato o fosfato de calcio), en el caso que nos ocupa se encontró una mezcla de proteína rica en histidina y iones de zinc. La resultante es un material muy fuerte y liviano, por tanto, particularmente atractivo en ingeniería aeronáutica. Se espera ahora ver si es posible producir cantidades apreciables de esa mezcla y probar si es susceptible de moldearse para ser aplicable como elementos estructurales. Si prospera esta iniciativa, en un futuro podríamos tener “gusanos volando”. </div><div align="justify">____________________</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><strong>Terapia génica para mejorar el rendimiento en competencias deportivas.</strong> (Agosto 2.008)<br />La terapia génica se fundamenta en la introducción en el organismo de copias extras de un determinado gen. Estas copias, también conocidas como transgenes están siendo probadas en más de 1300 ensayos clínicos con enfermedades diversas y aunque los resultados han sido por ahora exiguos, se considera un campo prometedor.<br />Para los deportistas, el primer lugar lo ocupa el gen que controla la producción de la eritropoyetina (EPO). Se utiliza para incrementar la producción de glóbulos rojos y mejorar el rendimiento de atletas que participan en competiciones de larga duración y esfuerzo, como es el caso de los ciclistas. El empleo de este tipo de drogas es ilegal y es posible distinguir con pruebas de laboratorio apropiadas, la diferencia entre la eritropoyetina sintética y la hormona natural. Se presume que la diferencia no será detectable cuando se utilice la terapia génica.<br />Ya se ha probado el Repoxigen, un producto que contiene el gen para producción de EPO, con la particularidad de que solo libera hormona cuando el organismo del atleta experimenta falta de oxigeno.<br />Hay otras sustancias que son potencialmente susceptibles de terapia génica (el factor del crecimiento del endotelio vascular, el factor de crecimiento IGF-1, el PPAR-delta, etc.). También se ensayan los que controlan la producción de endorfinas y de esa forma mitigan la percepción del dolor.<br />La Agencia Mundial Antidoping (WADA) está al tanto de todo ello y ha destinado ingentes recursos para poder detectar las diferencias entre los productos “naturales” y los resultantes de “terapia génica”, o en su defecto, identificar trazas del vector utilizado para que los transgenes lleguen al su destino y cumplir su cometido. </div><div align="justify">____________________</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="justify"></p><p align="justify"><strong>Enfermedad de Alzheimer. </strong>(Agosto 2.008)<br />Es una enfermedad neurodegenerativa que cursa con deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se desconoce un tratamiento efectivo.<br />En el Congreso sobre esta enfermedad que tuvo lugar en Julio-2008 en Chicago, un grupo de investigadores de la Universidad de Western Ontario presentó evidencias de que las placas que se depositan el cerebro pueden identificarse mediante Resonancia Magnética. Representa una novedad, ya que hasta ahora, la distinción de los cambios estructurales entre Enfermedad de Alzheimer y otras demencias seniles sólo eran posibles mediante estudio postmortem. En ese mismo evento se anunciaron progresos en las bases genéticas de la enfermedad confirmándose que hay alteraciones en al menos 70 genes. Ambas aportaciones pueden tener aplicaciones: la primera, para el diagnóstico más temprano de la enfermedad y la segunda sirviendo de base para nuevas terapias.<br />No hubo acuerdo sobre la naturaleza y el sitio preciso en donde se origina el material que se deposita. Desde hace años se presumía que se trataba de una proteína conocida como beta amiloide, ubicada entre las células nerviosas. Las diferentes terapias ensayadas se basaban en esta interpretación y hasta ahora no han demostrado su eficiencia. En cambio, hay quienes consideran que el daño estructural tiene lugar dentro de las neuronas como resultado de la conversión de otra proteína (TAU) formado verdaderas “marañas” causantes de la enfermedad. Hay un medicamento similar al azul de metileno que disuelve esta proteína, inclusive <em>in vitro</em> (en tubos de ensayo). Es posible que ambos mecanismos estén implicados y en consecuencia podría terminarse aplicando un tratamiento combinado. </p><p align="justify">____________________</p><p align="justify"><strong>Control del apetito. Hormonas que influencian la sensibilidad de las papilas gustativas al azúcar.</strong> (Julio 2008)</p><p align="justify">La percepción gustativa placentera de una sustancia dulce no es fortuita ya que está vinculada a la regulación de las necesidades nutritivas. Experimentación en animales de laboratorio y en humanos han identificado dos hormonas que influyen en la percepción de sustancias dulces que regulan la ingesta de azúcar al margen de la sensación de saciedad modulada por el cerebro.</p><p align="justify">Los estudios en ratones revelan que la hormona GLP1 (glucagon-like peptide-1)) se produce en las células intestinales como respuesta a la acción del azúcar y grasas. A su vez la hormona actúa sobre el páncreas y el cerebro regulando los niveles de glucosa en sangre y la sensación de saciedad, señalizando cuando debe detenerse la ingesta de alimentos. Tanto la hormona, como su molécula receptora se encuentran en las papilas gustativas.</p><p align="justify">Los estudios en humanos se fundamentaron en los niveles de leptina, otra hormona que regula el metabolismo y el apetito; estos fluctúan en un ciclo de 24 horas, llegando a ser más bajos durante la mañana y más altos en la noche. En voluntarios se comprobó que la sensibilidad gustativa a los dulces es mayor cuando los niveles de leptina son menores, en contraste con lo que ocurre cuando el nivel sube.</p><p align="justify">No se conoce aún que repercusión pudieran tener estos hallazgos en la búsqueda de una forma de reducir la ingesta calórica que explique el porque apetece tanto agregar montones de azúcar a los cereales del desayuno.</p><p align="justify">____________________</p><p align="justify"><strong>Nutrición cognitiva.</strong> (Julio 2008)</p><p align="justify">Fernándo Gómez-Pinilla, profesor de neurocirugía y de ciencias fisiológicas de la Universidad de California, Los Ángeles, está persuadido de que con cambios apropiados en la dieta pueden mejorarse las habilidades cognitivas, proteger el cerebro y mitigar los efectos del envejecimiento. Esta afirmación se basa en su experiencia y en la recopilación de 160 estudios sobre los efectos de los alimentos en el cerebro. Se llega al caso de alimentos cuyo efecto es tan profundo sobre la salud mental de algunos países, que podrían equipararse al de un agente farmacológico.</p><p align="justify">- Los suplementos del acido fólico, inclusive aquellos que utilizan las embarazadas, pueden ayudar en el declive cognitivo propio de individuos entre los 50 y 70 años de edad. </p><p align="justify">- Los antioxidantes como la vitamina E contenida en aceites vegetales, nueces, y vegetales de hojas verdes se han vinculado (en ratones), con la mejora de la memoria retentiva en edades avanzadas e inclusive con la prolongación de la vida. </p><p align="justify">- Dietas ricas en arándano tienen un fuerte efecto antioxidante y en particular los polifenoles que contienen, han demostrado en roedores, un incremento de la capacidad de aprendizaje y de la memoria retentiva.</p><p align="justify">- El polifenol curcumina también ha demostrado propiedades protectoras. Podría no sólo ser una coincidencia, que en la India, en donde se consumen cantidades importantes de este polifenol, la enfermedad de Alzheimer tenga una prevalencia comparativamente más baja.</p><p align="justify">A pesar de que no se conoce con precisión como actúan los antioxidantes, se presume que protegen las membranas sinápticas. El Omega-3 por ejemplo, provee membranas en sinapsis mediante un incremento de la capacidad de transportar señales (“fluidez”) a la vez que facilita su transformación ("plasticidad"). Estas dos variables tienen particular relevancia en el proceso de la memoria. </p><p align="justify">El Omega-3 se encuentra principalmente en pescado aceitoso como el salmón, en nueces y en kiwis. Se ha encontrado una correlación negativa entre la costumbre que un determinado país tiene de consumir pescado, y los niveles clínicos de depresión. En cambio se he comprobado en varios estudios que dietas ricas en ácidos grasos trans y ácidos grasos saturados, como los que se encuentran en alimentos fritos y en la mantequilla, tienen un efecto negativo en la capacidad cognitiva (particularmente en roedores). La incorporación en la dieta de niños de los diversos tipos de Omega-3, muy probablemente mejoran el rendimiento académico y el comportamiento escolar (incluidos la dislexia, el déficit de atención y la capacidad de coordinación).</p><p align="justify">En conclusión: alimentarse bien es clave para que el cerebro funcione bien, pero no se debe comer en exceso; ello condiciona un stress oxidativo y se corre el riesgo de perder lo logrado con los antioxidantes.</p><p align="justify">____________________</p><p align="justify"><strong>¿Porqué el SIDA es prevalerte en África?</strong> (Julio 2008)</p><p align="justify">La pregunta es relevante porque en África residen dos tercios de la población infectada por el virus. Es además controversial, porque algunas de las explicaciones se han vinculado al comportamiento de una población de raza negra y por tanto se corre el riesgo de connotaciones racistas. En el sentido más amplio se han propuesto tres explicaciones:</p><p align="justify">1ª. Si el SIDA comenzó en África, ha habido más tiempo para contagiar a más gente.</p><p align="justify">2ª. La poligamia, formal e informal, es más común en ese continente, y</p><p align="justify">3ª Existe una mayor susceptibilidad a la enfermedad y muy posiblemente ésta sea la variable más importante.</p><p align="justify">Investigaciones realizadas en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en San Antonio, han identificado una variante genética común en el África que condiciona que la población sea más susceptible a la infección y además hace que a partir del momento de la contaminación, permanezcan más tiempo libres de síntomas facilitando el contagio de la enfermedad, sin saberlo.</p><p align="justify">La variación genética reside en un gen llamado DARC (Duffy antigen receptor for chemokines). La mutación no pudo estudiarse en nativos africanos por disponer de una muestra poblacional con un control inadecuado. Pero en cambio se pudo investigar en un grupo de norteamericanos de la Fuerza Aérea, algunos descendientes de africanos, quienes participaron en un estudio durante 22 años. </p><p align="justify">Se confirmó la significación de esta mutación al encontrar que infectados con el virus del SIDA, que tenían en ausencia del receptor Duffy en la superficie de sus glóbulos rojos, tenían mayor probabilidad de manifestar más tardíamente los primeros síntomas de la enfermedad. Otra cuestión es porqué una mutación con consecuencias tan deletéreas se ha extendido tanto. Se presume que una variante del DARC sirvió en el pasado para impedir la infección con Plasmodium falciparum, causante de la variedad más grave de paludismo. El parásito logró escapar a ese control, y al mantenerse esa tara genética, ha sido explotada por el virus del SIDA.</p><p align="justify"><span style="font-size:78%;"><span style="font-size:100%;"></span></p></span>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-80190208630052026842008-07-29T02:47:00.000-07:002008-07-29T03:10:02.124-07:00MÉDICOS ESPAÑOLES EMIGRADOS A VENEZUELA<div align="justify"><strong>Situación de España y Venezuela (1933-1943)<br /></strong>Como consecuencia de lo ocurrido en España después de la victoria del Frente Popular (coalición de partidos de izquierda), en febrero de 1936 y del inicio de la guerra civil en julio del mismo año, el país vivió momentos convulsos y en ocasiones de extrema violencia y crueldad hasta la finalización de las hostilidades en abril de 1939. Se produce un exilio masivo de españoles, incapaces por razones diversas, de sobrevivir en esas condiciones. Hay que tener en cuenta que ya se habían producido hechos desestabilizadores durante el bienio radical-cedista (1933-1936), también conocido como “bienio negro” con insurrecciones, levantamientos, agitación social y el descontento de los campesinos al perder las tierras recibidas por la anterior reforma agraria. A ese saldo funesto hay que agregar los efectos de la represión del ejército nacionalista durante los primeros años de la dictadura del General Franco, los cuales fueron particularmente duros.<br />En Venezuela, la dictadura de Juan Vicente Gómez finaliza con la muerte del Caudillo en diciembre de 1935. Ya habían comenzado a llegar los primeros exiliados españoles a un país escasamente desarrollado, con una aparente fachada constitucional y democrática, que pretendía enmascarar el férreo control del poder por parte del benemérito General y sus allegados. Qué duda cabe que de los tres grandes caudillos que intentaron la creación de un estado nacional en Venezuela, fue el General Gómez quien dejó un país pacificado, más organizado y solvente; ni Páez, ni Guzmán Blanco lograron ese propósito. Sin embargo, sólo hizo resucitar un espíritu sin cuerpo, creó unas expectativas pero sin el respaldo de las bases doctrinarias fruto del conocimiento y de la reflexión.<br />Al morir Gómez, Eleazar López Contreras fue designado Encargado de la Presidencia hasta abril de 1936, y al año siguiente, fue electo Presidente Constitucional de la República por siete años. Su gobierno es recordado por la creación de organismos de protección y asistencia social, por la fundación de la Guardia Nacional con el fin de llenar el vacío que existía dentro del cuadro institucional del Estado, y por la fundación del Banco Central de Venezuela para modernizar las finanzas y administrar la bonanza petrolera. López Contreras tuvo la visión de nombrar algunos ministros bien preparados para ejercer sus funciones, y acertó en la contratación de expertos y técnicos extranjeros, entre los cuales se encuentran algunos de los médicos españoles que llegaron al país durante su mandato.<br /><strong>Condición de exiliado</strong><br />El exilio es la condición de hallarse lejos de la propia tierra y puede considerarse como la expatriación voluntaria o forzada de una persona. Esto tiene connotaciones diversas, y es necesario advertir que la expatriación forzada de un sujeto en ejercicio de cualquier actividad bien encaminada, con buenas expectativas y, en especial, cuando se encuentra involucrado su entorno familiar cercano, resulta dolorosa y, más de una vez, con consecuencias difíciles de sobrellevar.<br />Para el grupo de médicos que se vieron forzados a dejar España después de haber completado su formación, contando ya con una labor cumplida, seguro que habrá resultado un evento particularmente traumático. Además, con el agravante de tener que cambiar de rumbo sin tener la certeza de que fuera posible encontrar condiciones propicias en tierra extraña. Quizás, aquellos que se vieron obligados a interrumpir el desempeño de sus actividades en una etapa más temprana y con menos recorrido, el ausentarse, aunque fuese en condiciones forzadas, debe haber sido más llevadero. Para profesionales como Pi Suñer, Corachán, Sanchez Covisa, Ortega Durán o para el mismo Ruesta o Sahagún, el impacto psicológico debe haber sido forzosamente más traumático que para otros como Bengoa, Bofill, Benaiges o Isern, que se trasladaron a Venezuela en etapas más tempranas de su carrera profesional. No tengo información de la situación del grupo de Médicos Vascos que cita Bengoa, ya que, si bien es cierto que los que llegaron durante el primer período (1939-1945) lo hicieron en condiciones psicológicas y económicas muy precarias y más que todo por razones políticas, en ese grupo algunos se desplazaron en búsqueda de más oportunidades, como ocurrió con otros galenos vascos que llegaron para ejercer la medicina en diversos puntos del territorio venezolano a partir de 1947.<br />A continuación y por orden alfabético presentamos los médicos españoles que se destacaron por su actuación profesional y ejercieron su influencia trabajando en instituciones sanitarias o docentes. Valga la oportunidad para brindarles un especial reconocimiento por sus logros en la tierra que tuvo a bien darles acogida y brindarles apoyo. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">________________________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Benaiges Ferriol, Buenaventura</strong><br />Nació en Barcelona y estudio medicina. Al graduarse se le encuentra vinculado a la Escuela de Fisioiología de la ciudad, bajo la tutela de Augusto Pi Suñer. Posteriormente se interesó por temas nutricionales y endocrinológicos. Formó parte de la Unión de Profesores Universitarios Españoles junto a Carrasco Formiguera, Juan Bofill, Mario Cortés Lladó, y otros también emigrados a Venezuela pero no médicos, como mi padre Pedro Grases, Juan Antonio Vandellos y Domingo Casanovas.<br />Emigró a Venezuela y con su compañero Juan Bofill, también proveniente del grupo catalán de fisiólogos y dedicaron principalmente sus conocimientos médicos a asuntos de empresa (ver Juan Bofill Deulofeu). Le conocí bien cuando ambos residían en la Urbanización La Castellana de Caracas (eran vecinos). Se casó con Pilar Munné y tuvieron un hijo (Buenaventura) y una hija (Ana María). Pertenecían al grupo de amistades catalanas más íntimas y su padre (ebanista) acostumbraba a jugar La Manilla (un juego de cartas) en compañía de mi padre, de Juan Bofill y de otro emigrado no médico, Juan Abadía. Eran momentos de esparcimiento que recuerdo muy vivamente.<br />Benaiges, en colaboración con Bofill, fue pionero de los cultivos hidropónicos en Venezuela y los resultados llegaron a ser sorprendentes. Con la finalidad de ensayar su rendimiento a escala comercial, se montaron unas instalaciones en una finca de los Valles del Tuy, lamentablemente sin éxito por limitaciones en el proceso de comercialización de lo que allí se producía. En esa empresa participó el señor Abadías, suegro de Juan Bofill.<br />A Benaiges le recuerdo por su afición a la pintura y por su dedicación al huerto que tenía en su casa, actividad que alternaba con la lectura y el disfrute de escuchar música clásica. Falleció en Caracas, después de una larga enfermedad. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Bengoa, José María<br /></strong>Llega a Venezuela en Abril de 1938 teniendo 25 años y ejerce como médico rural en Sanare. Allí. Además de ejercer la medicina actúa como un verdadero promotor de la comunidad. De su experiencia en Sanare deriva su afición por la nutrición y por la medicina social. Estuvo allí 3 años (desde 1938 hasta 1940) y fue entonces cuando conoció al Dr. Ruesta. Nuevamente inquietud por la medicina social. Ruesta fue su maestro más directo, pero también tuvo contacto con Pi Suñer (sin haber trabajado con él en Instituto de Medicina Experimental). Para ese entonces se encontraba sin trabajo y el Ministerio de Sanidad le dio un contrato para el estudio del bocio endémico en los Andes venezolanos. Posteriormente estuvo en Irapa como médico rural para atender una epidemia de fiebre tifoidea (durante tres meses). Se convirtió en especialista en catástrofes (inundaciones, epidemias, temblores, etc.) y posteriormente hizo suplencias médicas en la Victoria y Villa de Cura (Estado Aragua).<br />En 1941 es llamado para organizar la Sección de Nutrición del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), con la incorporación posterior de los Drs. Guevara y Vélez Boza. En realidad el técnico que había seleccionado el MSAS estaba formándose en Bélgica: era el Dr. Rafael Cordero Malo (hermano del ex ministro) quien regresó al país en 1943 para hacerse cargo de la División de Bromatología y Farmacia. Bengoa quedo dependiendo de él.<br />Para esa época Bengoa continuaba liderizando todo lo que tenía que ver con nutrición y fue nombrado en 1946 Jefe de la División Técnica del Instituto Nacional Pro-alimentación Popular cuyo director era José Ortega Durán, gran organizador y tal como veremos más adelante vinculado al presidente Rómulo Betancourt. De hecho fue él quien llamó a Bengoa para que se incorporara al equipo.<br />En los años 1946-48 también tuvo vinculación con el Patronato de Comedores Escolares. Ocurrió entonces el golpe de estado que derrocó al presidente Rómulo Gallegos. Para ese entonces dirigía el Patronato el Dr. Gonzalez Puccini. Bengoa continuó como Jefe de Sección y es el momento en que se integra un grupo de gran mística y de la más alta calificación. Entre ellos los colegas venezolanos Drs. Liendo Coll, Planchart, Otto Lima Gómez, Páez Pumar, Guevara y Vélez Boza.<br />En 1949 se funda el Instituto Nacional de Nutrición (INN) y Bengoa es cofundador, al igual que cofundador de la Escuela de Nutricionistas y Dietistas y de los Archivos Venezolanos de Nutrición. En el INN desempeña la jefatura de la División Técnica desde 1949 hasta 1955. En 1953 el Instituto se traslada a su nueva sede en la esquina del Carmen de Caracas.<br />Para esa época se ejercía un liderazgo. Se inició una etapa en donde los profesionales se valoraban más justamente. El crecimiento del país coincidió, como era lógico, con la disponibilidad de gente mejor preparada. Bengoa organiza y preside la<br />Tercera Conferencia Latinoamericana de Nutrición. En vez de 30.000 Bs. como estaba previsto inicialmente, el Ministerio aportó finalmente 200.000 Bs. y fue así como el evento causó una muy buena impresión. Se prestó una esmerada atención a los delegados nacionales y extranjeros, se dispuso de traducción simultanea (Núria Pi Suñer, hija de Don Carlos Pi Suñer se hizo cargo de supervisar esa tarea). Como consecuencia, los directivos de las asociaciones promotoras del evento, quedaron impresionadas con la capacidad organizativa de Bengoa y le propusieron llevárselo a Suiza o Italia. Bengoa escogió Ginebra.<br />En 1955 inicio esa nueva etapa como Asesor Inter-regional de Nutrición de la OMS , con sede en Ginebra, Suiza. Se desplazó a ese país centroeuropeo con su familia. Se había casado en 1947 con la hija de un nacionalista vasco con quien tuvo tres hijos. Una hija que vivía en Venezuela con sus padres, un hijo médico especializado en salud pública que trabajaba en Copenhagen y otro hijo también médico que ejercía la gastroenterología en el Hospital Cantonal de Ginebra.<br />En Ginebra permaneció 5 años. Viajó mucho y valoró esa experiencia como gratificante ya que estaba encariñado con los programas que estaba promoviendo. En un momento determinado decidió concentrarse en el continente americano y se fue a Washington, para ocupar un cargo que también dependía de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Allí desempeño la función de Asesor General de Nutrición de la Organización Panamericana de la Salud desde 1960. En 1962 volvió a Ginebra para actuar como Jefe del Departamento de Nutrición de la OMS. Viajó a muchísimos lugares del mundo (especialmente a Asia y África), y en Ginebra se mantuvo hasta 1974. Al año siguiente, fruto de sus contactos y de su experiencia, publicó en colaboración con G. Beaton un libro intitulado “Nutrition in Preventive Medicine”. Al final de ese período se le presentó el dilema; irse a Bilbao o regresar a Venezuela. Eran las postrimerías de la España de Franco. Al final, se inclinó por Venezuela y regresó con su esposa y con los hijos solteros.<br />Lo pasó mal ya que no se cumplieron sus expectativas; esperaba el apoyo del presidente sin que pudiese lograrlo. Retomó sus actividades en el Instituto Nacional de Nutrición, al que según él encontró muy politizado. Renunció y se fue al CONICIT al frente del grupo de investigación sobre nutrición, involucrándose también a temas de salud y acción social. Había allí en ese momento un buen grupo de técnicos. En 1975 se llevó a cabo el Congreso de Ciencia y Tecnología. Recuerda la excelente labor de un Miguel Layrisse y de Matos Azócar. La valoró como una etapa de gran empuje y dinamismo: se publicó en ese momento una monografía sobre nutrición, sin duda la mejor que se había hecho en el país.<br />En 1974 se jubiló de la OMS y al año siguiente, también del CONICIT. En 1980 pensó dedicarse a asesorías pero en la realidad estuvo “flotando” sin hacer gran cosa. Recibió entonces una llamada del Presidente del Gobierno Vasco. Le ofrecía el cargo de Consejero de Sanidad del País Vasco y le contesto que se lo pensaría. La necesidad de volver a cambiar de nacionalidad no le pareció apropiado y se ofreció como asesor sin ser consejero (cargo equivalente al de Ministro en un gobierno autónomo). Conservando su nacionalidad venezolana, se traslado a Vitoria en 1980 para desempeñarse como asesor del Ministerio de Seguridad Social. Al completar esa etapa regresó a Caracas, donde habían permanecido sus hijos.<br />Al regresar participó en un Simposio sobre Políticas de Alimentación organizado por la Fundación CAVENDES (Octubre de 1983) y ese mismo año, le nombraron director ejecutivo de la Fundación. Tuve la oportunidad de conversar largo con él en su despacho y lo encontré contento. El balance de su actuación en la Fundación fue muy fructífero. En los 13 años de su ejercicio puso en marcha 30 programas, publicó 20 monografías, organizó numerosos talleres y dirigió dos revistas dedicadas a la nutrición. El año 2000 publicó el libro “Hambre cuando hay pan para todos”, en donde analizaba para ese momento las asimetrías existentes en el acceso a los alimentos. En el 2004 fue investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Alicante. En el 2007 recibió en Bilbao el Premio Sabino Arana.<br />Como se puede apreciar, entre idas y venidas El Dr. Bengoa dedicó una buena parte de sus esfuerzos a la promoción y desarrollo de la nutrición en Venezuela, a lo cual hay que añadir su exitosa actuación en organismos internacionales. Se le recuerda como un gran organizador y hombre de bien. No cabe duda que forma parte destacada del grupo de profesionales que en su condición de exiliado, contribuyó como hicieron otros, al desarrollo de la Venezuela de esa época.</div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><div align="justify"><br /><strong>Bofill i Deulofeu, Juan<br /></strong>Juan Bofill nació en 1905 en Santa Coloma de Farnes (Prov. de Barcelona), realizó sus estudios de Medicina enla Universidad de Barcelona y se graduó en 1928. Desde sus inicios como profesional tuvo especial inclinación por la investigación y además se destacó por su actividad docente en el Instituto de Fisiología de Barcelona bajo la tutela de Augusto Pi Suñer. Su carrera se vio truncada inicialmente por la guerra civil española, emigrando a Francia en donde tuvo oportunidad de actuar como histopatólogo haciendo alarde de su extraordinaria versatilidad e inteligencia. Posteriormente se trasladó a Alemania en donde se incorporó a una importante empresa de productos químicos, demostrando una vez más su sólida formación científica. Vive en Alemania los eventos trágicos que precedieron la II Guerra Mundial viéndose obligado nuevamente a emigrar, esta vez hacia tierras tropicales, incorporándose al numeroso contingente de refugiados españoles que llegaron a Venezuela a partir de las postrimerías de la década de los 40.<br />En Caracas se incorpora a la colonia de catalanes que se reunía en casa de los Grases-Vallmitjana, dos familias que decidieron vivir bajo el mismo techo en un alarde de convivencia digno de encomio. Con Abel Vallmitjana y Buenaventura Benaiges, ambos de origen catalán y el segundo, también médico de profesión, fundan los Laboratorios Derman, especializado en productos de uso dermatológico. Posteriormente se incorporó al grupo el Dr. Isern, otro de los médicos acogido con singular aprecio por los venezolanos de ese entonces.<br />Una Venezuela cuya capital, Caracas, tenía para esa época un cierto aire provinciano, propicio al intercambio amable y afectuoso de sus habitantes, conscientes de que en cierta forma, podían beneficiarse del contingente de emigrados principalmente españoles, italianos y portugueses que se instalaron en ese país. Los había de las profesiones más diversas y además de profesionales de la medicina, se incorporaron con ímpetu renovado, intelectuales, artistas, comerciantes, empresarios operarios, artesanos y trabajadores de muy diversas ramas, especialmente vinculados al sector de la construcción. De ahí que, como consecuencia de esa inmigración, el país experimentara un apreciable desarrollo de la industria de la construcción y un importante empuje del desarrollo de las actividades agrícolas. Se construyeron viviendas y edificios de muy buena calidad y el campo pudo dar sus frutos en cantidad y una calidad que no se ha repetido en la historia ya que el país no estaba sometido en ese entonces a los efectos “distorsionantes” de la producción petrolera. Transcurrió algún tiempo antes de que el flujo del llamado “oro negro” condicionase el declive de la producción agrícola hasta los niveles actuales en los cuales se ha hecho necesaria la importación de alimentos.<br />Bofill contrae nupcias con Pilar Abadias i Gasso, hija de quien fue mi profesor de matemáticas durante mis estudios de bachillerato y también nacido en España. Abadias fundó años más tarde con la decidida colaboración de su hija Pilar una Academia que ha educado a un contingente importante de alumnos de secundaria y a nivel de formación profesional en ramas diversas. Pilar, mujer hermosa y mucho más joven que Juan le encandiló para formar un hogar en donde crecieron tres vástagos: Nuria, Lina y Juan. La primera estudió arquitectura y después de residir unos años en Venezuela, vive ahora en Barcelona. La segunda, se graduó de médico y se especializó en infectología al igual que su esposo y viven ahora en Miami. Juan, después de una brillante carrera como físico teórico (llegó a trabajar en el Instituto Fermi de Chicago) un buen día decidió regresar a Venezuela para trabajar con su madre en la Academia y allí reside desde hace ya mucho tiempo.<br />Bofill fue para mí, y lo digo sin temor a equivocarme, la persona más inteligente que he conocido. Tenía una capacidad extraordinaria para entender cualquier disciplina, lo cual aunado a su prodigiosa memoria, le convertía en una persona capaz de conversar sobre cualquier tema como si fuese un especialista. Fue toda su vida un gran lector y tenía un don especial para explicar racionalmente cualquier tema. Tal era su convicción que cuando necesitaba enfatizar lo que a su juicio lo merecía, utilizaba un tono casi autoritario. Tuve el privilegio de charlar con él sobre lo mundano y lo divino, sin duda un privilegio.<br />Bofill probó de nuevo fortuna dentro del campo de la Industria Farmacéutica. Fundando con Benaiges los Laboratorios Protón con sede en Caracas y llegó a producir una diversidad de productos de aplicación médica entre los cuales se encontraba un extracto de hígado denominado Yacritón y un carbón activado para el tratamiento de afecciones intestinales con el nombre de Carbargal. No recuerdo el nombre de los otros productos pero en cualquier caso incluía una amplia gama de inyectables, tabletas, pomadas, cremas, grageas que fueron colocándose en el mercado con probada eficiencia. De esa época me viene a la memoria mi colaboración en las pruebas para el cultivo hidropónico de hortalizas y flores que se efectuaron en las instalaciones especiales colocadas en la terraza soleada del edificio sede de los Laboratorios. Fue una experiencia gratificante que formaba parte de la estrategia que mi padre utilizaba para que durante las vacaciones escolares no “perdiésemos” el tiempo.<br />Bofill sobrepasó los noventa años manteniendo la costumbre de pasearse a pie por la Urbanización en donde residía. A pasos cortos y con la mirada fija en el suelo para no tropezar, se le veía convencido de que ejercitarse le resultaba beneficioso. Falleció en Caracas rodeado del cariño de sus familiares y amigos. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Carrasco Formiguera, Rosendo</strong><br />Nacido en Barcelona en 1892 llegó a considerarse el más prolífico de los diabetólogos catalanes de la época. Se graduó de médico en su ciudad natal y desde muy jóven se inclinó por la investigación aplicada. Fue discípulo y colaborador de Don Augusto Pi Suñer, desempeñando los cargos de asistente del Instituto de Fisiología y también el de Profesor Agregado de Enfermedades de la Nutrición en la Universidad Autónoma de Barcelona en 1934. Fue miembro de la Unión de Profesores Universitarios Españoles junto a Bofill, Benaiges, Cortes Lladó, los Pi Suñer y Grases, todos ellos emigrados a Venezuela.<br />Inició su aproximación a la endocrinología con un trabajo sobre patología tiroidea (publicado en 1913). Años más tarde (1920) se ocupa de la dosificación de la glicemia en la diabetes. Después de completar una estancia en Argentina, se traslada a la Universidad de Harvard (Cambridge, EE.UU. -1921) para trabajar con Alter B Canon. Con su maestro colabora en el diseño de un procedimiento experimental sobre la secreción de adrenalina y al año siguiente tuvo el privilegio de ser aceptado para una estancia en el prestigioso New England Deconess Hospital de Boston, con la finalidad de profundizar sus estudios previos realizados en el Instituto de Fisiología de Cataluña, dirigido por Augusto Pi Suñer con la estrecha colaboración de Jesús María Bellido. Allí tomó contacto con las novedades sobre la metodología desarrollada en Canadá para la extracción de la insulina y de vuelta a Barcelona, en el Laboratorio de su colaborador Pere González consigue extraer suficiente cantidad de la hormona para poder realizar experimentos diversos. Esos logros fueron notificados al British Medical Journal y sirvieron de base para el tratamiento de pacientes diabéticos, sin duda una labor pionera en Europa. De hecho, desde 1924 hasta 1940 se dedica principalmente a la diabetología y en ese período escribe dos libros sobre insulina y diabetes.<br />Durante la Guerra Civil española lo encontramos actuando de voluntario con rango de Comandante encargado de las visitas al frente de Aragón. En febrero de 1939 se exilia a Francia encontrando acomodo en el laboratorio del Dr Soula.<br />Se casa en primeras con Solita Granados, hija del célebre compositor español Enrique Granados, quien falleciera trágicamente junto a su esposa, durante el retorno desde Nueva York como consecuencia de haber sido torpedeado el buque británico en que navegaban, por un submarino alemán. Con Solita tuvo varios hijos y desafortunadamente ésta falleció habiendo apenas cumplido 40 años. Se vuelve a casar en 1938 con una de sus cuñadas por parte de los Granados; era navarra y conocida como Viola.<br />Embarca en el puerto de Sete en mayo de 1939 rumbo a México. Cruzó el Atlántico en el primer barco alquilado por el Servicio de Emigración para Republicanos, organismo afín al presidente Negrín (por cierto fisiólogo de profesión). Veinte días después llega al puerto de Veracruz, con pasaporte mejicano y 500 pesos para llegar a destino. Carrasco llega al país y da clases de Fisiología General en la Escuela de Medicina Rural de la Ciudad de México, posteriormente da clases de Fisiopatología en la Universidad de Puebla, y a tiempo parcial, ejercía como diabetólogo. También figura más adelante integrado a la Sección de Fisiología de los nuevos Laboratorios de Investigación Científica en la Escuela de Medicina de la capital de ese país, promovidos y financiados por el Colegio de México y por el Instituto Rockefeller. Permaneció allí conjuntamente con Jaime Pi Suñer (hijo de Don Augusto) hasta su traslado a Venezuela en 1944. Estando en México Don Agusto Pi Suñer le propuso incorporarse a la Universidad de los Andes en Mérida (Venezuela), lo cual acepta tomando en consideración que de esa forma, económicamnete, podía atender mejor sus compromisos. En Mérida lograron montar un Instituto de Fisiología de menores proporciones pero siguiendo las pautas del Instituto de la Ciudad Universitaria en Caracas, en donde trabajó más adelante.<br />Fue en esa época cuando tuve el privilegio de conocerles. Y lo relato en plural por que en plena madurez, se había casado con Núria Pi Suñer, hija menor de Don Carlos Pi Suñer, economista, político e intelectual con una destacada vida pública. Mi padre fue su secretario privado cuando Don Carlos ejercía la alcaldía de Barcelona. Con su mujer Carmen Cuberta siguieron el camino del exilio en momentos muy comprometidos, primero fueron a Francia, luego a Inglaterra y finalmente a Venezuela.<br />El matrimonio entre Carrasco Formiguera y Núria tuvo lugar en México en septiembre de 1956. Él estaba por cumplir los 60 años y ella sólo tenía 28, pero se conocían desde España y se vieron esporádicamente en otras ocasiones, de hecho Carrasco siempre mantuvo una relación muy estrecha con varios miembros de la familia Pi Suñer. El matrimonio duró 34 años hasta la muerte de Rosendo en Barcelona en 1990.<br />Recuerdo a Rosendo como un hombre inteligente, culto, aficionado a la fisiología, a la montaña y a la música y con una estructura recia que le permitía extensas excursiones por la Montaña del Ávila al norte de Caracas. Solía decir “subo al pico Naiquatá o a la Silla de Caracas y vuelvo pronto”. Para un individuo común, eran caminatas que requerían descanso obligado y demandaban de un buen número de horas. No era el caso para este escalador incansable.<br />En el campo profesional, su interés por las células productoras de insulina en los islotes pancreáticos me permitió facilitarle muestras de ese órgano para sus estudios en un edificio cercano al nuestro dentro de la Ciudad Universitaria de la UCV en Caracas. Carrasco pasó de Mérida, a dar clases de Fisiología en Maracay (Estado Aragua) y entre 1963 y 1972, en la Universidad Central en Caracas.<br />Cuando Carrasco se instaló en Caracas, disfrutó del círculo de amistades y vínculos que Núria Pi Suñer y el resto de su familia Pi-Suñer tenían. Los Grases, la familia Vila, Mario Cortés y su esposa Ina Emberg, Antonio Moles, el matrimonio Gols, el escultor Ernesto Maragall, la familia Fernández-Shaw i Stuyk, Justino Azcarate y su esposa, entre otros. A su vez Carrasco incluye en ese círculo a Luis Quemada a quien conocía desde España, a Eduardo Brise, fisiólogo rumano que colaboró con él en Mérida y con quien compartía la afición a escalar picos diversos de la cordillera andina. Hay muchos otros amigos que no menciono para no excederme en el espacio destinado a este apartado. Lo cierto es que según relata su esposa Núria en su libro de publicación reciente, Rosendo disfrutó de una etapa llena de afecto y comprensión.<br />El fallecimiento de su suegro Don Carlos Pi Suñer en marzo de 1971 resultó una pérdida muy sentida. Carrasco tuvo un papel protagónico en asegurar que se hiciesen disponibles todos los recursos para atenderle. Años después (1980) acompañó el traslado de los restos de Don Carlos a España. Las emotivas ceremonias que concluyeron en Rosas en la provincia de Gerona, significó el final del exilio y la llegada de vuelta a casa de un hombre de bien que estimaba entrañablemente la tierra que le vió nacer. Rosendo regresa definitivamente a Barcelona, acompañado de Núria y se instalan en la ciudad condal hasta su muerte en 1990.</div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><div align="justify"><br /><strong>Corachán García, Manuel</strong><br />Corachán fue junto a Don Augusto Pi Suñer y Sanchez Covisa uno de los tres colosos de la medicina española que llegaron a Venezuela como consecuencia de la Guerra Civil española. Nació en Villa de Chiva, Provincia de Valencia en Noviembre de 1891. Comenzó siendo barbero como su padre aunque por poco tiempo, pues decidió trasladarse a Cataluña a estudiar en la Facultad de Medicina de Barcelona, licenciándose en 1905. Culminó su doctorado en Madrid en 1925 e hizo carrera quirúrgica de vuelta en Barcelona en donde logró ser Profesor Libre de Patología Quirúrgica en la Facultad de Medicina, cargo que ejerció desde 1933. Fue además Jefe de uno de los Servicios de Cirugía del Hospital San Pablo y de la Santa Cruz de la ciudad condal.<br />Estando en Europa completó su formación en Alemania y posteriormente tuvo oportunidad de participar en numerosos congresos vinculados con su especialidad. En Barcelona llegó a ocupar el cargo de Consejero de Sanidad de la Generalidad y una vez iniciada la contienda bélica fue movilizado al frente de Aragón en donde hizo gala de su habilidad quirúrgica en condiciones muy precarias.<br />Corachán quedo viudo de su primer matrimonio y tuvo un hijo que fue neurocirujano, fallecido en el frente de guerra. En segundas nupcias tuvo tres hijas: María Elena, Erminia y Margarita.<br />Estaba en Paris, representando a España en un evento de la Sociedad Internacional de Cirugía, cuando conoció al Dr. Enrique Toledo Trujillo, destacado médico venezolano, quien fuera primer ministro de Salubridad y Agricultura y Cría del gobierno del General Gómez. Más adelante conoció también a Rafael Ernesto López, Ministro de Educación del gobierno de Eleazar López Contreras quien le contrató para que se trasladara a ejercer en Venezuela. Llegó a Caracas el 22 de Mayo de 1937 y se instaló en la casa de la familia Grases.<br />Llegó al país con reconocido prestigio y avalado por su gran destreza quirúrgica. Su iniciativa de fundar un Instituto de Cirugía Experimental surge, según lo relató el propio Corachán, de un intercambio de ideas con el Ministro López, con el Rector de la Universidad Central de Venezuela Dr. Antonio José Castillo y con un grupo de profesores de la Escuela de Medicina de la universidad aludida. Ello ocurrió a mediados del año 1937 después de haber intentado sin éxito revalidar su título y por tanto sin posibilidades de ejercer la medicina privada. En ese entonces participó en dos proyectos: por una parte, modernizar la enseñanza de la anatomía y además crear el Instituto de Cirugía Experimental.<br />La actividad docente la inició por encargo del Profesor José Izquierdo, titular de Anatomía Descriptiva. Es contratado para dictar la Cátedra de Técnica Anatómica con la finalidad de dar énfasis a la anatomía funcional y al mismo tiempo participar en actividades vinculadas a la anatomía radiológica y anatomía topográfica.<br />El Instituto de Cirugía Experimental, fue inaugurado en San Martín, Caracas teniendo a Corachán como director, a Hernán de las Casas como subdirector y a Ricardo Baquero González y a Fernando Rubén Coronil como adjuntos. Allí se lleva a cabo, según expresión de los historiadores de la medicina en ese país “una titánica labor en pro de la Cirugía venezolana. Todas las tardes a partir de las dos, comenzaban las labores: demostraciones quirúrgicas, cirugía experimental y tutelaje de tesis doctorales con énfasis en cirugía experimental; las primeras realizadas en el país”. En el Acto de Graduación de 1940, que tuvo lugar en la Universidad Central, se leyeron algunas de esas tesis. Al comienzo el Instituto atrajo a muchos profesionales, pero luego de la natural decantación, quedaron como consecuentes asistentes los Drs. Montbrun, Beaujon y Calatrava.<br />Como ya hemos señalado, Corachán era hombre de extraordinaria habilidad quirúrgica y además se distinguió por ser disciplinado y metódico. Esa manera de ser y de hacer las cosas, y el ser consecuente con sus principios dejaron una huella indeleble entre sus discípulos. De ahí que se reconozca que Corachán dejo escuela en Venezuela. Por otra parte demostró interés para que su gente se superara. En su afán de mejorar la Cátedra de Técnica Anatómica logró convencer al nuevo Ministro de Educación Dr. Enrique Tejera, sobre la conveniencia de perfeccionar en el exterior a miembros de su Cátedra y fue así como los jefes de trabajos prácticos Drs. Montbrun e Izaguirre viajaron Francia y a los Estados Unidos.<br />Cuando el Instituto de Cirugía Experimental pasa a ser parte de la Facultad de Medicina, Corachán se hace cargo de la Cátedra de Técnica Quirúrgica, en sustitución de la de Medicina Operatoria. En esa etapa le acompaña el Profesor José Trinidad Rojas Contreras, con quien tuve oportunidad de cursar esa materia durante mis estudios de la carrera, y dar fe de su extraordinario nivel docente.<br />En sus comienzos Corachán estaba limitado a la práctica de disección en cadáveres y a la vivisección en perros, lo primero en la Escuela de San Lorenzo y lo segundo en el Instituto de Medicina Experimental. Por invitación practicó algunas intervenciones en los hospitales “Carlos J. Bello” de la Cruz Roja Venezolana, en el Hospital Vargas y en Instituto Oncológico “Luis Razetti” en donde fue designado asesor quirúrgico.<br />A comienzos de 1938 revalidó en Venezuela su título de médico español. En la casa que tenía el Prof. José Izquierdo en Naiguatá (litoral norteño del país) encontró la paz necesaria para preparar las materias. Presentó algunas por sorteo ya que otras, como la Patología Tropical eran obligatorias. El examen de Patología Quirúrgica tuvo lugar en el Hospital Vargas y como era de esperar, creó una gran expectativa entre colegas y estudiantes. La prueba tuvo lugar en la Sala 16 y el Jurado estuvo constituido por los Drs. Domingo Luciani, Miguel Pérez Carreño y Alfredo Borjas. Obtuvo una calificación de 18 puntos (sobre un máximo de 20). Pero al presentar la prueba de Medicina Tropical, figuraba el cólera entre los temas a elegir y previa autorización del Jurado le permitieron disertar sobre la epidemia de cólera en Barcelona (España), disertación distinguida como era previsible, con la máxima calificación.<br />Después de la reválida ejerció privadamente con mucho éxito en la Clínica Luís Razetti. Se recuerda como un profesional competente y prudente en el cobro de sus honorarios. Mantuvo siempre su interés por el Instituto de Medicina experimental y por sus labores docentes.<br />Regresó a España vía Nueva York en 1941. En el país del norte aprovechó para tomar contacto con los avances quirúrgicos y a su vez actualizar sus conocimientos de inglés. Por cierto que, desde Nueva York, prologó la obra de Dr. Carlos Travieso “Urgencias en Cirugía”. De regreso a España en Junio de 1941 reinició su práctica quirúrgica a nivel privado y se fundó en Barcelona una Clínica que lleva su nombre. Corachán falleció inesperadamente de tifus exantemático el 1 de Febrero de 1942 con 61 años cumplidos. Sus seguidores en Venezuela sintieron profundamente su desaparición y la Universidad en donde sentó cátedra, decretó un duelo en su memoria. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">___________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Cortés Llado, Mario</strong><br />Nacido en Barcelona en 1896 estudió medicina y se especializó en gastroenterología, llegando a ser profesor de esa disciplina en la Universidad de Barcelona. Cortés ya se encontraba en Venezuela cuando los Grases arribaron a ese país en 1937. Logró revalidar su título de médico y ejerció privadamente con éxito en la Clínica Luis Razetti de Caracas, con exclusiva dedicación a las enfermedades del Aparato Digestivo.<br />Casado en segundas nupcias con Ina Enberg, una catalana-escandinava, residían en una mansión de una de las Urbanizaciones de Caracas. Allí atendían a sus numerosas amistades con “sofisticación y las maneras formales de los países nórdicos” valoración acuñada a mi juicio muy acertadamente, por Núria Pi Suñer en su obra en catalán “L’exile manllevat” (Editorial Proa – 2006).<br />Marius, como se le conocía en el círculo de sus amistades, estuvo siempre al día en sus conocimientos médicos. Tenía buen ojo clínico y disponía de información muy bien clasificada y actualizada, muchísimo antes de que apareciese la informática e Internet. Era un hombre ordenado, afable y muy cercano a sus pacientes. No ejerció la docencia aunque si tuvo que ver con la formación del Dr. Madureri, estrecho colaborador, quien quedo a cargo de su consulta cuando el Dr. Cortes regresara a Madrid en 1963. Falleció 7 años más tarde. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Jaso Roldán, Leoncio</strong><br />El Dr. Jaso nació en la ciudad gallega de Vigo, Pontevedra en 1903. Estudió la carrera de medicina en la Universidad de Madrid logrando la licenciatura en 1925 y el doctorado en 1932. Se especializó en tisiología y cardiología y participo en actividades asistenciales diversas. Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, se le brindó la oportunidad de mejorar sus conocimientos en Munich, Viena y Estrasburgo. Su vinculación docente la llevó a cabo como ayudante de la cátedra de Patología General, regentada por el Profesor Novoa Santos.<br />Se traslada a Venezuela en el año 1929 y al año siguiente es contratado por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, ejerciendo como especialista en cardiología adscrito a la División de Tisiología de ese ministerio. Participo activamente en el Servicio de exploración funcional cardiorrespiratoria del Instituto Nacional de Tuberculosis, estuvo vinculado a varios dispensarios antituberculosos del país y también presto sus servicios en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Ejerció también la jefatura de sección en el Hospital José Gregorio Hernández de Caracas. En 1947 obtiene la reválida de sus estudios de medicina en la Universidad de los Andes y complementa su actividad hospitalaria con la práctica de la medicina privada.<br />El Dr Jaso era un buen conversador y tenía numerosas anécdotas que enriquecían los encuentros que privilegiaron mi relación con él. Cuando lo encontraba, me venía a la mente lo que hubiera sido de esos profesionales que por necesidad se vieron empujados al exilio. El argumentaba: “Pedro, no hay mal que dure cien años y por fortuna me siento apreciado por la gente de éste país”. Falleció en Caracas en 1992. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Mateo Alonso, Alberto<br /></strong>Mateo Alonso pisó tierra venezolana en 1940, poco después de Ortega Durán. Junto a José Solanes Vilapreño constituyen los médicos psiquiatras más destacados que llegan a Venezuela como consecuencia de la diáspora que originó la guerra civil española. Solanes llegó más tarde, no arribó hasta 1949 desde su exilio en Francia.<br />Mateo Alonso nació en Madrid en otoño de 1912, en el seno de una familia de clase media. Don Alonso Mateo, su padre, era oficial del Ejército español, y estaba casado con Doña Eufemia; Alberto era hijo único. Hay testimonios de que durante su infancia se destacó por su vivacidad y prodigiosa memoria, completando sus estudios de primaria y bachillerato en su ciudad natal. Se recuerda que demostró aptitudes excepcionales para la declamación desde temprana edad y siempre fue un amante de la buena música. Ingresó en la Facultad de Medicina, concluyendo su carrera en la Universidad Central de España en 1934 con sólo 21 años. Fue un estudiante entusiasta, aplicado y figuró entre los mejores de su promoción. Culminó el doctorado dos años después y siempre tuvo inclinación por la psiquiatría. Se tiene constancia de que anhelaba dedicarse a esa especialidad desde temprana edad.<br />Durante dos años a partir de 1931 ingresa en calidad de Alumno Externo a la Sección de Neuropsiquiatría de la Policlínica “Madrid”, dirigida por el Dr. Labora. Los dos años siguientes desempeñó el cargo de Interno por examen-oposición de los hospitales, General de Madrid y en el de San Juan de Dios, en los Servicios del Prof. Labora (Neuropsiquiatría) y de los Drs. Sánchez Covisa y Tabota (Dermatología y Sifilografía). Simultáneamente estuvo como Interno de la Clínica Universitaria del Prof. C. Jiménez Díaz en el Hospital San Carlos de Madrid.<br />En 1934 es normado Inspector Municipal de Sanidad y a la vez Médico Militar. Desde 1935 hasta 1939 desempeñó destacados cargos dentro del Cuerpo de Sanidad Militar llegando a ocupar la jefatura de servicios de la Clínica Psiquiátrica Militar de Cataluña dirigida por el Prof. E. Mira y López.<br />Al llegar a Venezuela, a partir de 1940 fue nombrado médico rural de la División de Anquilostomiasis, ejerció en la Medicatura Rural del Distrito Giradot del Estado Cojedes y fue director-fundador del Hospital de Emergencia de El Baúl. A partir de 1945 y hasta el año 1956 desempeño con brillantez varios cargos relacionados con la asistencia psiquíatrica en el país. En ese período fundó y dirigió la Colonia Psiquiátrica Experimental de Anare (Dpto. Vargas, Distrito Federal), estuvo encargado de la División de Higiene Mental y a la vez fue miembro del Consejo Técnico del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Ejerció dos años de docencia como profesor de “Psicología Aplicada y Psicopatología” en la Escuela de Servicio Social del Ministerio de SAS, en Caracas y Secretario General de la Liga Venezolana de Higiene mental (1953-69).<br />Durante esos años representó a la psiquiatría venezolana en numerosos Congresos (en el propio país y en exterior), ejerció como experto y asesor de numerosas iniciativas oficiales y ocupó cargos directivos de diversas Sociedades Científicas ligadas a su especialidad.<br />Su labor docente en Cursos orientados hacia la Higiene Mental, así como su colaboración en actividades de postgrado, culmina con su ingreso al profesorado de la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela de Educación, regentando la Cátedra de Antropología Pedagógica (1958-60) y en la Escuela de Psicología, funda las Cátedras de Psicología Diferencial y de Psicología de la Personalidad, actividades que desempeño hasta su prematuro fallecimiento, en el año1969.<br />Mateo Alonso era un profesional brillante y excelente docente. Su prestigio como expositor, la proyección de su labor social y la calidad de sus acciones, le llevaron a diversos países del continente americano, Europa e inclusive a algún país asiático. Como reconocimiento de su proyección internacional bastaría señalar que fue designado miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Mundial para la Salud Mental.<br />Nos dejó numerosas aportaciones en publicaciones periódicas de su especialidad, destacándose una aportación en la Revista SER (1955) con el atractivo titulo ¿Qué es la Salud Mental? ¿Quiénes estamos mentalmente sanos? Esta aportación fue traducida al inglés y publicada en revistas de Londres y Johannesburgo. La monografía “La Salud Mental de los Hijos”, escrito en colaboración, fue valorada por su discípulo Dr. Felix José Amarista, como “un incunable de la literatura psiquiátrica infantil”. El propio Dr. Amarista, publicó un sentido homenaje in-memoriam de su maestro, cuyos dos párrafos finales me permito reproducir textualmente: “Deja tras sí, pues, Alberto Mateo Alonso, una gran gestión, una obra trascendente, no sólo por su amplitud, sino por la variedad y riqueza en sus planes de acción, y la calidad humana con que las llevó a cabo. Su deceso representa una sensible y lamentable pérdida para la Psiquiatría. Creo que la forma más digna y cabal de honrar su memoria sería la de mantener vigentes y permanentes todas aquella actividades en las que intervino: la Cátedra de Psicología Diferencial, La Liga Venezolana de Higiene Mental y el Servicio de Higiene Mental del Instituto Pediátrico del 23 de Enero, a las que puso todo su calor y todo su afecto tal como era su norma en la vida ciudadana”.<br />“Así debieron ser los conquistadores españoles”, decía un amigo común el día de su muerte – refiriéndose quizás a la reciedumbre, la constancia y la capacidad de trabajo, pero olvidando que en este hombre, a esas cualidades se unía la mística, la bonhomía y el altruismo, propios de los seres excepcionales”. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Miret Monsó, José</strong><br />Llegó Venezuela en 1953 y desarrolló con éxito el servicio social y el asesoramiento psicológico en los distintos niveles de la educación, al igual que en el sector empresarial. Antes de trasladarse a Venezuela fue catedrático de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Barcelona y dio apoyo a los estudios de grafología del Dr. Augusto Vels. Llegó a ser miembro de honor y asesor de la Asociación Consultiva de Grafoanalistas de España. En Venezuela fue profesor de la Universidad de los Andes (Mérida) y en la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas). Regreso a España en 1982. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Nieto Caicedo, Miguel</strong><br />Oriundo de Almería, Nieto Caicedo arribó a Venezuela junto al grupo de exiliados entre los años de 1936-39. Era bacteriólogo y de ahí derivó su interés por el estudio del paludismo, incorporándose al grupo de colaboradores del Ministerio de Sanidad bajo la dirección del eminente malariólogo Dr. Arnoldo Gabaldón. Estuvo activo en campañas contra el paludismo en el Pampán y es recordado por haber corroborado con acierto, el tratamiento efectivo de la malaria por Plasmodium vivax mediante la utilización de una dosis única o sólo de un día con Hidroxicloroquina (Am Soc Trp Med & Hig Vol. 5, 1956.). </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br />Ortega Durán, José Luis<br />Nació en Ronda, Málaga, el 31 de junio de 1905. Cursó sus estudios de primaria y secundaria en su provincia y los dos primeros años de medicina en Granada. Completó sus estudios universitarios en la capital de España, obteniendo el doctorado en la Universidad de Madrid en 1929. Hizo el postgrado en psiquiatría en Barcelona, habiendo sido discípulo del maestro Emilio Mira y López. Aprendió con gran tenacidad, no sólo a hablar y leer el idioma catalán, sino a escribirlo. Fue médico de la Clínica Psiquiátrica Municipal de Barcelona, ayudante del Servicio de Psiquiatría del Instituto Psicotécnico de Barcelona y encargado por la Generalitat de Cataluña de la organización de los Servicios para la infancia anormal. En 1936 contrajo nupcias con una venezolana, Cristina Sánchez, cuñada del Dr. Isaac Pardo, médico tisiólogo venezolano, para ese entonces exilado en Barcelona como consecuencia de la dictadura de José Vicente Gómez en Venezuela.<br />También desempeñó labores docentes como profesor adjunto en la Cátedra que regentaba Mira y López y como profesor de la Facultad de Pedagogía de Barcelona. En 1935 obtuvo por concurso-oposición, la Dirección de la Clínica Mental Santa Coloma de Gramanet de la Generalitat de Cataluña. Sin duda un logro, tomando en cuenta que era andaluz y que le toco competir con hombres de la talla del Prof. Ramón Sarró, quién fuera años más tarde Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Viviendo en Santa Coloma, comenzó la Guerra Civil española y fueron años muy duros para la pareja Ortega-Sánchez. Aún estando designado para ocupar los altos cargos de miembro del Consejo de Enseñanza del Niño y para desempeñar la jefatura de la Sección de Psiquiatría e Higiene Mental del Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad de España, Ortega Durán atendía un Centro Psiquiátrico Militar de vanguardia. En el curso del primer año de la contienda perdieron el primer hijo a los cinco días de nacido y las penurias no cesaban. Ortega Durán era hombre de exquisita sensibilidad social y se sintió siempre ligado al compromiso de atender y desplazarse de un sitio a otro con los enfermos mentales. Del Hospital Base de Reus logró escapar en compañía de otros colegas atravesando a pié la frontera hispano francesa. Hay testimonios que dan fe de su intención de llevarse camino del exilio un archivo con datos sobre la psicosis de la guerra. Lamentablemente la carga era tan pesada que no pudo con ella, inclusive hubo un momento que prescindió de las carpetas para aligerar el peso, sin éxito. Se vio forzado a quemar la documentación antes de dejar España. Fue el Prof. Mira y López quien se encargó de que su esposa Dña. Cristina viajase a Francia para encontrarse con su esposo en París. Allí permanecieron un par de meses hasta que lograron trasladarse a Venezuela gracias a contactos familiares, encabezados por Don Manuel Segundo Sánchez, padre de Dña. Cristina.<br />La familia Ortega-Sánchez llega a Caracas en 1939 y Ortega Durán inicia sus actividades profesionales como Inspector en la Colonia psiquiátrica de Maiquetía. De ahí pasa a ser Técnico Asesor de la Dirección de Salud Pública. El Ministro de Sanidad García Álvarez le encomienda una gira de inspección a varias instituciones de atención psiquiátrica y el informe que presentó resultó ser patético. Llama la atención que habiendo sido Ortega Durán un hombre de sólida formación psiquiátrica no intentase revalidar para ejercer en propiedad en ese país de acogida. No sólo podía ser resultado del impacto de la Guerra Civil Española, sino también, las dificultades de una reválida del título de médico antes de poder acreditarse como especialista en psiquiatría. No era un trámite nada fácil. Afortunadamente, parecía haber encontrado un buen sendero para llevar adelante iniciativas en campos afines. Según testimonio de José María Bengoa, otro de los médicos reseñados en este escrito, Ortega Durán era hombre de extraordinarias dotes organizativas.<br />Fue nombrado Jefe del Servicio de Higiene Escolar, base para la creación de una División de Higiene Escolar que regentó hasta su jubilación en 1960. De todos fue conocido el alto nivel de los servicios prestados por esa dependencia en beneficio de la población infantil. Su prestigio y la confianza que le tenía Rómulo Betancourt, en ese entonces presidente de la República, le llevan a la Dirección del Instituto Nacional de Pro-alimentación Popular, logrando tener como colaboradores a nutricionistas de la talla de José María Bengoa, quien acepto la jefatura de la División Técnica. Ortega Durán también fue creador y Secretario General del Instituto Nacional de Comedores Escolares.<br />En cuanto a los servicios prestados por Ortega Durán en Venezuela en el campo de la Psiquiatría, la Psicología y la Higiene Mental, bastaría tomar en cuenta la valoración muy positiva hecha por el Dr. Alberto Mateo Alonso, su prestigioso colega, admirador y amigo desde España.<br />En 1943, el entonces Ministro de Sanidad Dr. Felix Lairet, creó la Comisión Asesora Psiquiátrica del SAS que presidió Ortega Durán y a la cual presentó no sólo el primer plan de Higiene Mental y Asistencia Psiquiátrica de Venezuela, sino un programa para la creación de una Colonia Psiquiátrica en la zona centro del país, la de Bárbula que ahora lleva su nombre.<br />Fue fundador y profesor de la Universidad Central de Venezuela en donde ejerció por muchos años diversas cátedras y además profesor de Psicología del Instituto Pedagógico y de las Escuelas Normales “Miguel Antonio Caro” y “Gran Colombia”. Según Mateo Alonso “el buen criterio y los vastos conocimientos de Ortega Durán le convirtieron en uno de los más preciados consejeros y asesor de numerosas organizaciones oficiales y filantrópicas, como el Consejo Venezolano del Niño, la Comisión de Prevención de la Delincuencia, la Fundación Eugenio Mendoza, la Liga Venezolana de Higiene Mental, la Federación de Instituciones Privadas de Asistencia al Niño, etc. Precisamente en el último año de su actuación profesional en el país, le fueron impuestas las condecoraciones de Orden de Andrés Bello y de Francisco de Miranda. A petición de sus compañeros el Ministerio en donde presto sus servicios, utilizó su nombre para rendirle homenaje en varias de las instituciones que se habían beneficiado de sus logros.<br />Ortega Durán falleció en Paris víctima de un repentino accidente cerebro vascular el 1º de diciembre de 1965 y sus restos fueron trasladados a Caracas para su sepultura el día 4 de ese mismo mes.<br />Antes de concluir quisiera dejar constancia de la colaboración prestada por su viuda a quien tuve oportunidad de entrevistar para contrastar los datos biográficos que había recopilado. Tuvo a bien ratificar y a la vez enriquecer con nuevas aportaciones lo que aparece en este apartado dedicado a un hombre de talento y fuerza vital realmente excepcionales. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Pérez Enciso, Guillermo</strong><br />El profesor Pérez Enciso, barcelonés de nacimiento, fue uno de los psicólogos fundadores de la más antigua Escuela de Psicología de Venezuela. Hizo escuela y se le recuerda como un brillante expositor, dotado de un conocimiento universal que le permitía comunicarse a todos los niveles. Formó parte de la directiva de la Asociación Venezolana de Psicólogos y falleció en Caracas en febrero de 2007. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><div align="justify"><br /><strong>Pi Suñer, Augusto<br /></strong>Nació el día 12 de agosto de 1879 en Barcelona. Miembro de una verdadera dinastía del pensamiento en el sentido más noble del término. En su juventud tuvo la oportunidad de enriquecerse con el ambiente cultural y espiritual de la Ciudad Condal de fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX. Finalizó la carrera de medicina y al inicio del ejercicio de la misma se nutrió del modernismo para desarrollar inquietudes literarias llegando inclusive a escribir para teatro.<br />Su carrera principalmente dedicada a la investigación científica comenzó en el Laboratorio Municipal del Ayuntamiento de Barcelona, conocido como el Laboratorio del Parque por su ubicación detrás del Parque de la Ciudadela. Trabajó bajo la tutela del Maestro Ramón Turó, hombre de una meritoria trayectoria con dotes intelectuales destacables. Las condiciones no fueron fáciles. Don Augusto había perdido a sus padres durante la adolescencia y en la adultez temprana tuvo que afrontar las consecuencias de una enfermedad pulmonar que le obligó a tomarse una pausa reparadora, primero a las montañas de Montserrat y luego un par de veces al Sanatorio de Davos en Suiza lo que le sirvió para tomar aliento y reponerse, dentro de lo posible y a pesar de ello, dio rienda suelta a sus inquietudes políticas participando con otros en la llamada Asamblea de Parlamentarios. Fue diputado a Cortes en representación de Figueras, exigiendo en todo momento que se tomara en cuenta lo que demandaba el sentimiento popular. A raíz de la primera dictadura de Primo de Rivera resolvió apartarse de la política activa para dedicarse plenamente al ejercicio de la medicina clínica y a la investigación científica. Como señala su hermano Carlos “fue el momento en que me pasó la antorcha”. Carlos, quien fuera muchos años más tarde suegro de Rosendo Carrasco Formiguera, fue como ya hemos señalado, economista, político e intelectual con una destacada vida pública. Su pasión por la música y sus relaciones con personalidades de ese mundo, llevaron a Don Augusto a la Presidencia de la Asociación de Música de Cámara de Barcelona.<br />Pi Suñer destaca como fisiólogo llegando a ocupar la Cátedra de esa disciplina en la Universidad de Barcelona (España). En 1920 funda en la misma ciudad, el Instituto de Fisiología, filial de la Sección de Ciencias del Instituto de Estudios Catalanes con sede en el Hospital Clínico. Allí llegó a crear escuela. Su hermano Santiago se formó a su lado y regentó más tarde la Cátedra de Fisiología en la Universidad de Zaragoza. Trabajaron También a su lado sus hijos Jaime y Cesar, Leandro Cervera, Carrasco Formiguera, Juan Bofill, Buenaventura Benaiges, Manuel Dalmau, José Puche (quien fuera Jefe de Sanidad del Ejército de Cataluña), Jaime Raventos y Alberto y Jorge Folch i Pi entre otros. La Escuela de Barcelona estaba bien relacionada con la de Madrid, dirigida por el Dr. Juan Negrín quien fuera Jefe de Gobierno Español durante la Guerra Civil. Este dramático evento, incluido el periodo de inestabilidad, incertidumbre y barbarie que antecedieron las hostilidades, significó una interrupción abrupta, un naufragio de las esperanzas de una generación. Terminada la guerra, se fue al destierro. Desde Paris, emigraron a Venezuela. Significó dejar atrás su tierra, para iniciar el tránsito de una ruta incierta que lo llevó a escuchar las palabras de Lord Tennyson “luchar, buscar, hallar… no rendirse” (cita tomada de Humberto García Arocha).<br />Arribó a Caracas contratado por el Ministerio de Educación con la misión expresa de organizar la enseñanza de las Ciencias Fisiológicas en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas. Con la incorporación de Pi Suñer en 1939, se inició una etapa de fructíferas reformas. Hay que tomar en cuenta que a la medicina puramente descriptiva, se añadió la importancia de conocer y comprender los complicados y a la vez fascinantes mecanismos del funcionamiento normal. Pi Suñer insistió en su momento, que para el conocimiento cabal de la función alterada, era esencial conocer los procesos fisiopatológicos, los cambios bioquímicos y también estructurales que tienen lugar en el curso de una determinada enfermedad.<br />Los primeros núcleos de trabajo en el Instituto de Medicina Experimental fundado por él en 1940 convirtieron la fisiología, la fisiopatología y la farmacología en ciencias experimentales. La inauguración estuvo a cargo del Ministro de Educación de Venezuela, con asistencia del general Eleazar López Contreras en su condición de Presidente de la República. Sus dos colaboradores más cercanos fueron Humberto García Arocha y Marcel Grabier-Doyeux. A ellos se sumarían entre otros Francisco de Venanzi, Armando Soto Rivera y José Avelino Cartaya.<br />La universidad Central de esa época era una institución con algo más de 30.000 estudiantes, con un profesorado de la Facultad de Medicina dedicado más que ahora a sus obligaciones docentes, con un campus de dimensiones holgadas, muy bien mantenidas y con edificaciones nuevas y bien construidas. El Hospital Universitario, orgullo de la medicina nacional, particularmente en el curso del primer decenio, se puso en funcionamiento un poco más de tres lustros más tarde.<br />Tuve el privilegio de conocer a Don Augusto en su ámbito familiar. Era natural, la colonia catalana en Caracas mantenía una relación muy estrecha. Doña Carmen Bayo, su esposa, se esmeraba en cultivar los contactos sociales de Don Augusto y a pesar de mi juventud en ese entonces, guardo un recuerdo entrañable de su hijo Pedro, economista de valía, siempre al lado de su esposa Teresa Peyrí, a Núria Pi Suñer, hija de Don Carlos Pi Suñer y futura esposa de Rosendo Carrasco Formiguera. Al profesor Pi Suñer tuve oportunidad de escuchar con devoción, alguna de sus clases. Su presencia era imponente e iba hilando con soltura su disertación con convicción y serenidad. A mi me tocó como titular de Fisiología al Dr. Humberto García Arocha, también excepcional como expositor, pero éste le reservaba algunos temas para que la presentación magistral estuviese a cargo de Don Augusto. Que duda cabe que tuve la fortuna de estudiar medicina en la “época de oro” de nuestra Facultad, en donde tuve más tarde la oportunidad de volcar mi vocación docente en el Instituto Anatomopatológico hasta mi jubilación en 1986.<br />En Venezuela, Augusto Pi Suñer publicó 10 de sus libros, las dos novelas, multitud de ensayos y monografías, así como aportaciones a publicaciones periódicas científicas y culturales. En 1962 la Editorial Paz Montalvo (Madrid) y en colaboración con su hermano Santiago, publico en dos tomos una obra titulada “Fisiología Humana”. También merece destacarse su libro sobre el Sistema Neurovegetativo impreso en México en 1954.<br />A lo largo de los años, fue objeto de numerosas distinciones en varios países y en 1955 fue distinguido, a propuesta del Gobierno de Venezuela, con el Premio Kalinga otorgado por la Fundación del mismo nombre, establecido en la India para propiciar la relación entre oriente y occidente, de los hombres de ciencia y pensamiento más notables en el mundo. Los nombres de Broglíe, Julián Huxley y Kaempfert honran, entre otros tan eminentes, al preciado galardón. Lo administra y adjudica la UNESCO.<br />Cuando por motivos políticos la Universidad Central donde trabajaba fue clausurada, algunos investigadores en torno a Francisco de Venanzi y el propio Don Augusto crearon la Asociación para el Avance de la Ciencia, institución de implantación nacional para la salvaguarda de la libertad de investigación y tolerancia hacia la ciencia. El grupo de 50 firmantes fundacionales llegó a tener con los años, más de 4000 miembros.<br />Con los años de desestabilización ciudadana que vivió Venezuela (antes de 1958), se produjeron desordenes y huelgas en la Universidad. Rememoraban episodios vividos por Don Augusto en España y los consideró como un mal augurio. Insistió para ese entonces que “la sociedad se constituye en el orden, en la ley, como hay orden y ley en la Fisiología, con el trabajo del los órganos del individuo”. Poco tiempo después se marchó a México, adolorido y buscando el calor del hogar de sus hijos. En ocasión de una visita de despedida al Dr. Enrique Tejera, quien fuera el Ministro que lo contrato para trabajar en Venezuela, Don Augusto le hizo la siguiente reflexión: “La vida es una trayectoria. Empieza, asciende, llega al acmé, evoluciona y termina. Cada fenómeno llega a su hora inexorablemente. Cada edad tiene su tiempo. Los diferentes períodos de la vida poseen cualidades que les distinguen y duran un tiempo determinado. Un día se es viejo, y de viejo nadie pasa”. Más adelante en una visita a Venezuela a él mismo le comentó: “El pensamiento, muchas veces, se extingue antes que la vida”.<br />El maestro Pi Suñer falleció en México el 12 de enero de 1965 en casa de uno de sus hijos. Como señaló acertadamente uno de sus discípulos, Humberto García Arocha: “murió Augusto Pi Suñer legándonos la plenitud de una obra y la pulcritud de un ejemplo. Al evocarlo, la memoria se recrea en su hermosa dimensión humana”. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Quemada, Luís</strong><br />Oriundo de Valladolid, fue junto a Moisés Broggi y Tudor Hart de Londres, miembro de las Brigadas de Sanidad que se estructuraron después de la Batalla de Guadalajara. En ese entonces preocupaba la alta mortalidad en las filas republicanas, durante su largo y penoso traslado a Madrid en carros tirados por animales. El Dr. Broggi era el jefe de ese equipo. A Quemada le sorprendió la guerra en Ciudad Real en donde se desempeñaba como cirujano y director del Hospital Provincial. Había contraído nupcias con una noruega de nombre Hedda. Al final de la Guerra Civil no logró encontrar trabajo en Noruega y decidió embarcarse como médico de un barco ballenero que le obliga a desplazarse a distintos puntos del océano. Cuando Noruega fue invadida por los alemanes obligaron a la embarcación a refugiarse en Gran Bretaña, en donde trabajo en hospitales distantes de Londres. Emigraron a Venezuela y allí fueron amigos muy cercanos de Núria Pi Suñer y Rosendo Carrasco Formiguera. El Dr Quemada fundó una Clínica Privada en Caracas y solía ser consultado para resolver los problemas que acusaban los emigrantes compatriotas que residían en esa ciudad. Se conoce su participación activa durante los quebrantos que condujeron al fallecimiento de Don Carlos Pi Suñer, padre de su amiga Núria.</div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">___________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Ruesta, Santiago</strong><br />Destacado sanitarista, Santiago Ruesta nació en Zaragoza, España, el 25 de julio de 1899. Cursó estudios de primaria y de bachillerato en su ciudad natal y culminó sus estudios de medicina en la misma ciudad graduándose en su Universidad en 1922. Después de culminar su doctorado en Madrid en 1924 ingresa en la Escuela Nacional de Sanidad Española en marzo de 1926.<br />Es nombrado Inspector Provincial de Sanidad de Huesca (España) en mayo del año siguiente y a partir de allí tuvo un rápido ascenso destacándose por su actuación en el control de un foco de fiebre tifoidea hasta su completa resolución.<br />Consiguió por concurso de méritos la plaza de Inspector General de Sanidad Interior de España en 1923 y la de Inspector de Servicios Sanitarios dos años más tarde. Al año siguiente alcanzó a ocupar el cargo de Subsecretario de Sanidad y Beneficencia.<br />Sus estudios de postgrado los inicia en la Universidad de Paris en donde obtiene el diploma en Malariología. De seguidas se desplaza a Roma para completar el curso de Paludismo organizado por la Sociedad de Naciones y más tarde en Sophie (Yugoslavia) culmina exitosamente el curso organizado por la Sociedad de Naciones en el Instituto de Higiene. En los años siguientes llegó a ocupar diversos cargos como asesor y consejero en diversas organizaciones sanitarias españolas.<br />A raíz de la grave situación política que vivió España como consecuencia de la Guerra Civil, en 1937 se desplazó a Paris en donde compartió alojamiento con Sánchez Covisa y Pi Suñer, compañeros de exilio que finalmente también se trasladarían a Venezuela.<br />Estaba en Paris cuando fue contratado gracias a las gestiones de Enrique Tejera como Asesor Técnico del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, llegando a Venezuela en 1938. Queda adscrito a la Dirección de Salubridad Pública y como actividad principal se le encomendó consolidar las Unidades Sanitarias, particularmente en el interior del país. Así comienza su labor sanitaria, permitiéndole conocer progresivamente las necesidades de tan importante disciplina en éste país del trópico. En 1940 es nombrado Médico Asesor Adjunto en la División de Unidades Sanitarias y al año siguiente, Técnico Asesor de Higiene de la Dirección de Salubridad. En 1942 fue reclamado para formar parte de la Comisión que dictó las pautas para el funcionamiento del Hospital Universitario de Caracas y en 1943 formó parte del cuerpo asesor en competencias técnicas, del Instituto de Puericultura.<br />Como docente fue profesor de la Escuela de Servicio Social desde 1941 hasta su muerte en 1960. Una de las promociones de egresados de esa institución, lleva su nombre. Además fue profesor de la Escuela Católica de Servicio Social y de la Escuela de Enfermeras.<br />Tuvo el privilegio de representar a Venezuela en la Conferencia de la OMS en Washington, DC (1949), actuar como asesor de la Delegación de un Congreso Sanitario en Chile y fue designado Secretario de la XIV Conferencia Sanitaria Panamericana que se celebró en Caracas.<br />Desde el ministerio influyó con empeño en el desarrollo y fortalecimiento de la organización sanitaria venezolana. Al mismo tiempo, muchas de sus iniciativas fueron tomadas en cuenta por José Ignacio Baldo a la hora de diseñar la estrategia para la formación de recursos humanos de postgrado en medicina. En resumen, un verdadero doctrinario de la filosofía sanitaria, cuyos consejos fueron valorados y apreciados en el curso de sus años de actuación profesional en Venezuela. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">___________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Sahagun Torres, Jesús<br /></strong>El Dr. Sahagún nació el 25 de mayo de 1892 en Cepeda de la Mora, Provincia de Ávila, España. Fue el primogénito de una familia de tres hijos, quedando huérfano a la edad de 5 años. Su padre era médico y en segundas nupcias tuvo 7 hijos más, por cierto que todos los varones, con excepción de uno, siguieron la carrera de medicina.<br />Sahagún hizo sus estudios de primaria y de bachillerato en pequeños pueblos de su Provincia natal y cursó estudios preparatorios de medicina en la Universidad de Salamanca. De allí se trasladó a Madrid donde estudió casi toda la carrera. En atención a sus obligaciones de hermano mayor de una familia numerosa y con la finalidad de evitar la interrupción de sus estudios universitarios para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, cuando cursaba el cuarto año decidió continuar estudios libres en la Universidad de Valladolid. Ello le permitió cuidar a su padre mientras estuvo enfermo y a la vez descargarle de trabajo en la atención de sus pacientes. Se graduó de médico en 1913 recién cumplidos sus 21 años, para eso momento fue el médico más joven de toda España.<br />Comenzó su actividad profesional como médico rural (llamado médico de partido) y aunque las exigencias del cargo eran fatigosas, no le impidió seguir estudiando con éxito, ya que logró en unas oposiciones bien reñidas ocupar la plaza de bacteriólogo del Instituto Nacional de Higiene. Más tarde prosiguió su carrera como sanitarista y tanto en Murcia como en Arévalo, trabajó como director de Centros de Higiene. Llego a desempeñar el cargo de Subinspector Provincial de Sanidad de Ávila. Tenía un indiscutible potencial para continuar cosechando éxitos, pero los fatídicos acontecimientos del año 1936 en España, como a tantos otros, truncaron sus aspiraciones.<br />Siendo republicano y habiendo quedado en territorio ocupado por el bando contrario, fue encarcelado salvándose milagrosamente de ser pasado por las armas, tal como ocurrió con todos sus compañeros de celda. Por suerte pudo contar con el apoyo de un tío materno que estaba del lado franquista. Con desconcierto se movió de un sitio a otro con toda su familia, pero fue perseguido con la intención de encarcelarlo de nuevo. Con las dificultades del caso, llegó hasta el País Vasco con la esperanza de poder cruzar la frontera hacia Francia. Por obra del destino, un encuentro fortuito con una persona vinculada al Gobernador General de la Provincia, le permitió proveerse de los documentos necesarios para atravesar a pie con la familia, un puente que separaba ambas naciones.<br />Desde Francia y desprovisto de todas sus pertenencias, pasó luego a Bélgica, en donde residían unos familiares de su esposa, Doña Teresa. Allí un bibliófilo judío le empleó en la traducción del francés al castellano de una obra enciclopédica sobre temas médicos. En visita a la misión diplomática de Venezuela en Bruselas, conoció al embajador Enrique Tejera y se hicieron amigos. Tejera era un bacteriólogo de prestigio y naturalmente compartieron el interés mutuo por temas médicos. Cuando en Venezuela se produjo un cambio de gobierno, nombraron a Tejera ministro y fue él quien concretó la contratación de Sahagún para trabajar en ese país.<br />Llega a Venezuela acompañado de su esposa y cuatro hijos en mayo de 1939. Una Venezuela con condiciones sanitarias muy precarias. En los primeros años actuó como Jefe de la Unidad Sanitaria de Santa Teresa del Tuy y luego como Médico Jefe de los Centros de Salud de El Valle y Petare. En 1949 y por méritos propios, es nombrado Médico Adjunto de la División Materno-infantil del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, convirtiéndose prontamente en la mano derecha del Dr. Pastor Oropeza, destacado pediatra, humanista y maestro de varias promociones de pediatras. Sus compañeros de trabajo en el Ministerio siempre apreciaron su actitud bondadosa y carácter afable.<br />Sahagún participó en actividades docentes en su condición de Profesor de Salud Pública de la Escuela de Enfermeras, como Profesor de Administración Sanitaria e Higiene Materno-infantil y estuvo vinculado al Postgrado de Médicos Higienistas y también en el de Puericultura y Pediatría en la Universidad Central de Venezuela.<br />Sahagún contribuyó a la bibliografía médica nacional con numerosas publicaciones relacionadas con su especialidad, sin embargo, tal como destaca Pastor Oropeza, su principal aportación está plasmada en los informes administrativos de rendimiento de los servicios de Higiene Materno-infantil del país. “Labor paciente y meticulosa, propia de un asceta castellano”. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Sánchez Covisa José</strong><br />Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que José Sánchez Covisa fue junto a la figura insigne de Don Augusto Pi Suñer, el médico inmigrante español que arriba a tierras venezolanas con el aval de destacadas actuaciones en España.<br />Nació en Huete, Provincia de Cuenca, España, el día 28 de junio de 1881. Fue miembro de una familia numerosa (9 hermanos), que quedo a cargo del hermano mayor y de las hermanas como consecuencia del fallecimiento del progenitor. Sánchez Covisa estudió bachillerato en la ciudad capital y culminó su carrera de medicina en la Universidad de Madrid, doctorándose en 1903. Dos de sus hermanos también fueron médicos.<br />Un año después fue nombrado médico de la Beneficencia Municipal y cuatro años más tarde, también por oposición, fue designado miembro de la Beneficencia Provincial. En ese momento da comienzo a su formación dermatológica bajo la tutela de quien fue su maestro, Don Juan Azua. En 1912 asciende a médico de número de uno de los Servicios especializados del Hospital San Juan de Dios y luego, por méritos propios, se encargó de la Consulta de Dermatología de la recién creada Beneficencia Municipal. Su actuación en esos dos Centros le permitieron acumular gran experiencia y es así como al faltar el maestro, Sánchez Covisa le reemplazo a la cabeza del Servicio del Hospital San Juan de Dios ya mencionado.<br />Su dedicación y constancia le permitieron publicar numerosos artículos sobre Dermatología y Sifilografía. Su sólida formación y dotes docentes, le llevaron a ocupar la Cátedra de Madrid. Es bien conocido lo que significaban en esos años unas oposiciones para optar a una Cátedra universitaria en España. Optaron a ese mismo cargo, los Drs. Navarro, Jimeno y Peyrí, este último de gran prestigio en Cataluña.<br />Su personalidad y don de mando le abrieron las puertas para que se destacara en otros campos. Fue presidente de la Sociedad Dermatológica Española, asi como miembro de innumerables Sociedades extranjeras. En 1920, sus colegas le eligieron Presidente del Colegio de Médicos de Madrid y tres años más tarde fue designado Presidente de la Academia Médico-quirúrgica Española. En 1928 resultó electo miembro de la Real Academia de Medicina y su trabajo de incorporación versó sobre el “Problema Social de la Lepra en España”.<br />En 1933, el claustro extraordinario de la Facultad lo eligió, por aclamación, Decano de la Facultad de Medicina de Madrid. En 1936 publica conjuntamente con el Dr. Julio Bejarano un libro intitulado “Tratado de Dermatología”. Cuatro años más tarde es distinguido con la Presidencia del Congreso Internacional de Dermatología que había de celebrarse en el año de 1940. La sede de ese evento fue trasladada a Nueva York, Estados Unidos, como resultado de la Guerra Civil Española y a fin de cuentas, pospuesto debido al comienzo de la II Guerra Mundial.<br />Iniciada la Guerra Civil, Sánchez Covisa se mantuvo en Madrid hasta noviembre de 1936. En ese momento se trasladó a Francia en donde estuvo viajando varios meses, y al finalizar ese periplo, regresó a España. Eran momentos de gran incertidumbre, pero afortunadamente él era hombre de reconocido prestigio y con numerosos contactos en varios países. Le llegaron ofrecimientos de Cuba, México, Perú y Argentina. La idea era dejar España por uno, o a lo sumo, un par de años. Resignado al exilio, el destino inicial era México, como fue el caso de la mayoría de los profesionales españoles que se habían visto obligados a emigrar. Haciendo escala en Nueva York, cambió de rumbo. Allí tuvo oportunidad de entrar en contacto con Don Augusto Pi Suñer y con su hijo Pedro. Fue Álvarez Mendizábal, ex Ministro de Agricultura de España, quien le consiguió un contrato para probar fortuna en Venezuela, gracias a la intermediación del Ministro Dr. Enrique Tejera.<br />Llegó a Caracas en mayo de 1939 acompañado de su esposa Teresa Hernando y dos de sus tres hijos: José Joaquín y Tere. En Venezuela fue acogido como se acostumbraba en esas circunstancias por dos dermatólogos de excepción: los Drs. Martín Vegas y Pablo Guerra. Sánchez Covisa no quiso revalidar, para ello tenía que cambiar de nacionalidad y no lo consideró oportuno. No hay que olvidar que en los años iniciales de un exilio, no se pierden de un todo las esperanzas de retornar a la patria aunque las condiciones no fuesen halagüeñas. Por otra parte ya era hombre maduro, sólidamente formado y figura destacada. ¿Qué más daba?<br />En Caracas participó entusiastamente en la organización del Dispensario Antivenéreo ubicado en pleno centro urbano (de Conde a Piñango), en su condición de Asesor Técnico de la División de Venereología del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Su afición por la docencia le mantuvo muy activo, participando en Cursillos y Conferencias. Llegó a ser Vice-Presidente del Comité Organizador de la 1ª Jornada Venezolana de Dermatología celebrada en Caracas en 1943 y luego ocupó la Vice-presidencia de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología.<br />Publicó varios trabajos y artículos en revistas venezolanas. Tal como ya dijimos, Martín Vegas, y sobre todo Pablo Guerra fueron sus colegas más próximos. Le permitieron examinar pacientes en calidad de consultante en la Policlínica Caracas, testimonio de la nobleza de ambos. De su actuación se beneficiaron dermatólogos en formación, como fue el caso del Dr. Juan DiPrisco.<br />Poco antes de su muerte estaba en trámite su designación como “Doctor Honoris Causa” de la Universidad Central de Venezuela. Ya contaba con la aprobación unánime de las diversas instancias pero lamentablemente no pudo hacerse efectiva. Don José falleció como consecuencia de una cardiopatía isquémica, el 23 de Junio de 1944. Una muerte inesperada y sin duda una pérdida muy sentida por sus colegas dermatólogos venezolanos. Qué duda cabe que Sánchez Coviza iba en camino de logros muy significativos en una tierra que no era la suya, pero que lo acogió como hijo ilustre. </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong>Solanes Vilapreño, José<br /></strong>El Prof. Solanes llegó a Venezuela en 1949, después de haber permanecido unos años exiliado en Francia. Nació en el Pla de Santa María en la Provincia de Tarragona en el año 1909. Se graduó de médico en 1932 y logró su formación psiquiátrica bajo la tutela de Mira y López trabajando en el Instituto Pedro Mata de Reus (población cercana a la capital de provincia, la ciudad de Tarragona). En Francia trabajó como médico en el bando republicano y perfeccionó su formación con un grupo de destacados psiquiatras, con destacada influencia del especialista polaco nacionalizado francés Eugène Minkowski, fundador de la fenomenología psiquiátrica lo cual dio base a Solanes para su concepción del hombre como “ser fundacional”.<br />Fue contratado, como tantos otros, por el MSAS del gobierno venezolano, donde trabajó sin descanso en la entonces moderna colonia psiquiátrica de Bárbula (Estado Carabobo), en donde llegó a ser director hasta su jubilación en 1977. Dos años después fue llamado para ocupar la jefatura del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carabobo, convirtiéndose en un símbolo y referencia obligada de esa Universidad. Contó con numerosos discípulos y logró la implantación de variadas técnicas de atención psiquiatrita (incluida la terapia ocupacional). Patrocinó la creación de una Publicación Periódica (Nanacinder 1954-1961) en la cual se aceptaban contribuciones de todos aquellos que estuviesen dispuestos a colaborar, incluidos los pacientes. Una iniciativa que resultó decisiva para estimular la llamada introspección curativa y calificada como “una revista en el manicomio” por Carlos Yusti. No sólo impartió docencia desde la Cátedra de Psicología Médica de la Universidad de Carabobo desde 1967, sino que antes (1951-1963) lo había hecho en la Escuela de Enfermeras, encargándose de las clases de Psicología e Higiene Mental.<br />El Prof. Solanes alcanzó la presidencia de la Sociedad de Psiquiatría Venezolana y fue distinguido como Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Carabobo. Fue apreciado por sus dotes de humanista y cultivó disciplinas afines a la ética, a la literatura, al arte y la semiótica. El 1989 reingresó a la Real Academia de Medicina de Barcelona. Poco después falleció en la Ciudad de Valencia (Estado Carabobo, Venezuela). </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">____________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><div align="justify"><br /><strong><span style="font-size:85%;">OTROS MÉDICOS EXILIADOS</span></strong><br /><span style="font-size:85%;"><strong>Aranguren Sabas, Gonzalo</strong> (1904-1975). Ejerció la cirugía en el País Vasco y organizó los servicios médicos en el sur de Francia, hasta que el avance Alemán sobre ese país, lo hizo emigrar a Venezuela. Como había logrado la reválida de su título y era cirujano, fundo la Clínica Aranguren dedicada a la cirugía privada. Regreso a España en 1958.<br /><strong>Bilbao, Luis</strong>. Trabajó como laboratorista.<br />del Olmo Barrios, Francisco.<br /><strong>Díaz de Recarte. José María</strong>.<br /><strong>Díaz Vásquez, Ángel</strong>. Contribuyó en la determinación de la extensión de la enfermedad de Chagas a escala nacional y estableció el daño producido por ese padecimiento en la población rural.<br /><strong>Espín Rodrigo, José</strong>. Histólogo, murciano, reconvertido en parasicólogo. Trabajo en diferentes instituciones públicas. Publicó en la Revista de la Policlínica Caracas varios trabajos sobre Bilharziasis.<br /><strong>Fernandez Albedín, Alfredo</strong><br /><strong>Gamboa Cuadrado, José.</strong> Responsable de la erradicación de la malaria en el Estado Miranda y quien dio a conocer que el Rhodnius prolixus tenía hábitats extradomésticos.<br /><strong>García Cubertoret, Humberto</strong>. Destacó por su actuación como médico rural en Tinaquillo, Estado Cojedes.<br /><strong>Goicochea, Luis</strong>. Ejerció la psiquiatría en Valencia y Maracay.<br /><strong>Gómez Alvarez, María</strong> (1914-1975). Es una de las pocas mujeres que ejercieron la medicina procedente del exilio republicano. Revalidó su título después de su llegada a Venezuela en 1958 y como consecuencia de un largo y difícil período en Francia junto a su padre. Trabajó en la Casa de Socorro de Maracaibo (Zulia) y falleció en esa misma ciudad.<br /><strong>Gómez Marcano, Antonio</strong>. Responsable del alto grado técnico que alcanzó la Escuela de Malareología y Saneamiento Ambiental en beneficio de estudiantes venezolanos y también del exterior.<br /><strong>Infante, Cesar</strong>. Se destacó como médico rural y lamentablemente falleció a temprana edad víctima de malaria.<br /><strong>Isern, Jaime</strong> (pendiente).<br /><strong>López Abadía, Luís</strong>. Oftalmólogo en Madrid y médico rural en el Estado Anzoátegui y en Río Orinoco.<br /><strong>López Gómez, Emilio</strong>. Ejerció la medicina en el momento de la Guerra Civil, se exilió primero en Francia (Los Pirineos) y luego se traslado a Venezuela desempeñándose en el ambiente rural como hicieron una buena parte de los exiliados españoles. Fue destinado al Estado Trujillo.<br /><strong>Llopis Recio, José María</strong>. Nacido en Madrid, fue profesor de Puericultura en la Escuela Nacional de Sanidad y médico de la Cruz Roja. Llegó a Venezuela en 1949 y desempeñó actividades diversas en el Ministerio de Sanidad, ocupándose principalmente de las unidades de educación sanitaria. Publicó numerosos trabajos en ese campo.<br /><strong>Mendicoa, Tomás</strong>. Ayudó con eficiencia probada a la interpretación de la epidemiología de la malaria en el occidente venezolano y fue responsable de la erradicación de esa enfermedad en varios municipios del Táchira.<br /><strong>Pardo Gayoso, José</strong>. Sanitarista compañero de ruta del Dr. Arnoldo Gabaldón en la<br />Universidad John Hopkins. Logró una significativa reducción de las tasas de mortalidad infantil en la Unidad Sanitaria de Trujillo.<br /></span><span style="font-size:85%;"><strong>Pingarón Hernández, Ángel<br />Surte Guasch, Jaime<br />Uya Besó, Federico</strong>. Natural de Málaga fue medico militar en España antes de exiliarse en Venezuela. Tarbajó como médico rural.<br /><strong>Vicente Martín, Segundo</strong>. Fue director de Sanidad Exterior en España y en Venezuela asumió responsabilidades en educación sanitaria y en salud pública.<br /><strong>Zarranz Arteaga, Lorenzo</strong>. No ejerció como médico hasta 1946, ya que la guerra lo sorprendió en España con los estudios médicos por concluir. Ejerció en Trujillo y Puerto Cabello. Trabajó como neumonólogo en la zona de Valera-Maracaibo (en la petrolera Shell) y terminaría como anestesista en Caracas. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:78%;">____________________</span></span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;"><strong>OTROS MÉDICOS VASCOS</strong><br />Entre los años 1938 y 1940 ingresaron en Venezuela un total de 29 médicos vascos. Posteriormente se logró identificar a otro grupo de 7 y luego fueron llegando uno que otro que se distribuyeron a lo largo de la geografía del país. Algunos de los hijos de esta emigración, estudiaron medicina y constituyen una nueva generación con raíces vascas (alrededor de treinta según estimaciones de J.M Bengoa). A los padres les tocó vivir en un país con carencias sustanciales propias de la marginalidad. Sin duda, con el correr de los años ha habido cambios, pero persisten en sectores mayoritarios de la población con problemas sociales y de salud pública que de alguna forma habrán de beneficiarse de la acción de esta generación de relevo. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:78%;">____________________</span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:78%;"></span><br /><strong>BIBLIOGRAFIA </strong><br /></span>- Bengoa J.M. Médicos vascos exiliados en Venezuela. Comunicación libre. Primera Reunión Internacional de Médicos Vascos. San Sebastián, España, 1982.<br />- Conmemoración del Centenari de la Naixença d’August Pi i Sunyer. Barcelona,1979.<br />“Diccionari dels catalans d’Amèrica. Contribució a un inventari biogràfic, toponímic i tamàtic”. Tres Vols. Generalitat de Catalunya, 1992.<br />- Garcia Camarero, E. La ciencia española en el exilio de 1939 (1978). En el “El exilio español de 1939”, Taurus Ediciones, Madrid, 1978. Vol. 5, pp. 189-243.<br />- Giral, F. El exilio de los cientificos españoles. En “Ciencia española en el exilio (1939-1989). Anthropos, Editorial del Hombre, 1994.<br />- Grases, P. Catalans a les Amèriques i altres escrits. Fundació Miquel Torres, Barcelona, 1990.<br />- Guerra, F. “La medicina en el exilio republicano. Madrid, Universidad de Alcalá de Henares, 2004.<br />- Pi Suñer, A. “Contacto con oriente” Terra Ferma. Patronat de Cultura del Centre Catala de Caracas. Caracas, 1980.<br />- Pi-Sunyer i Cuberta, N. “L’exili manllevat”. Editorial Proa, Barcelona, 2006.<br />- Terra Ferma. Patronat de Cultura del Centre Catala de Caracas. Augusto Pi Suñer. Caracas, 1974.<br />- Tinao Martín-Peña, J.F. Los médicos del exilio republicano en Venezuela. HAOL (Historia Actual Online), Num. 7, 2005, pp. 43-54<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-89230876907567131252008-07-14T08:36:00.000-07:002008-08-06T08:37:02.435-07:00IMÁGENES FOTOGRÁFICAS ( - II -)<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIxTDXA8BlP6tl5BeLDAGTEMuy7LX0rVsOP26dBXghwgA6a9wHN7siohrMel9fF-aeotQYXjXfp7fX0GPWoJ18Hn_yXNGhtSbeo_CJlKrwZsWyy6Hnv0j-HEXz6BgJC1NUpVn1IFn5tZUu/s1600-h/CASA+RURAL+ANDINA.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225566699859492098" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIxTDXA8BlP6tl5BeLDAGTEMuy7LX0rVsOP26dBXghwgA6a9wHN7siohrMel9fF-aeotQYXjXfp7fX0GPWoJ18Hn_yXNGhtSbeo_CJlKrwZsWyy6Hnv0j-HEXz6BgJC1NUpVn1IFn5tZUu/s400/CASA+RURAL+ANDINA.JPG" border="0" /></a><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Casa rural en los andes venezolanos </strong></span></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong></div><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong></strong></span><br /><span style="font-size:78%;"></span><br /><br /><div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPbBWgR0zvS0xR8w94iNkNzRQu-WzoXvhMkv-m0F7JHzDpYOrPsh5QTIslL5armtVNAW51SJwRMeK2rgsv3jyeLUNQZ2pYR7HiWTWutiqiaQcANNNppL2JIr8V4ZKV6EKdWmIihq4bwrCC/s1600-h/1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225440646831959922" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPbBWgR0zvS0xR8w94iNkNzRQu-WzoXvhMkv-m0F7JHzDpYOrPsh5QTIslL5armtVNAW51SJwRMeK2rgsv3jyeLUNQZ2pYR7HiWTWutiqiaQcANNNppL2JIr8V4ZKV6EKdWmIihq4bwrCC/s400/1.jpg" border="0" /></a><strong><span style="font-size:85%;">Posada Casa Lamadrid - Cantabria</span></strong></div><br /><div align="center"><span style="font-size:78%;"><strong>(mirador de los picos de europa)</strong> </span></div><br /><div align="center"><span style="font-size:78%;">___________________________________________________________________</span></div><br /><div align="center"></div><br /><br /><br /><div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9HLJkfT9NAFE_E50l8j5OUpQzuuhFAFhtduSnboThGbohCH893Hiar1_rwb5qoVO5sjLdX5E_7M0JUTKTBYQoQ1Ek9OoK0pIrg_zClWgtM9FGvrvTjnBe0F1aSJuuwtRaKnJpLwA4JeHH/s1600-h/CAYENA+EN+FLOR.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225436562532251634" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9HLJkfT9NAFE_E50l8j5OUpQzuuhFAFhtduSnboThGbohCH893Hiar1_rwb5qoVO5sjLdX5E_7M0JUTKTBYQoQ1Ek9OoK0pIrg_zClWgtM9FGvrvTjnBe0F1aSJuuwtRaKnJpLwA4JeHH/s400/CAYENA+EN+FLOR.jpg" border="0" /></a><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Cayena en flor </strong></span></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">_________________________________________________________</span></strong></div><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xWeyD-2zVMVrL1q-1wKGxB_Gcj2bq7xhwAAX5kGpnRcr4pASBT6mEUZOj5-xPi5MpKlJSBEjmXlJspjzhntyz0MNByNMkmfh9j0MxHHuL_3W-u8WCjSf543wamsIw6KkaOpIdWP3cLga/s1600-h/pablo-avi+.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225431904366655618" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xWeyD-2zVMVrL1q-1wKGxB_Gcj2bq7xhwAAX5kGpnRcr4pASBT6mEUZOj5-xPi5MpKlJSBEjmXlJspjzhntyz0MNByNMkmfh9j0MxHHuL_3W-u8WCjSf543wamsIw6KkaOpIdWP3cLga/s400/pablo-avi+.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Pablo con su Avi, en playa tropical venezolana</span></strong></p><p align="center"><span style="font-size:78%;">_____________________________________________________________________</span></p><p><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0q69CodKh99PI8_IsuiiDIkR9zmGRK2Zvk_PKKYZQpjHPPeCOnDb94TbvHzGDAzCbJw7XFzb1SQnFzBSc36kDWEMeS90SJ7ybQqhLXbJ0Q16Wi8D0rtwgfDJEGzWkFC0jQ1VrnpHJDaS5/s1600-h/REFLEJO+VIDRIO+SALA.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5225429411884721730" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0q69CodKh99PI8_IsuiiDIkR9zmGRK2Zvk_PKKYZQpjHPPeCOnDb94TbvHzGDAzCbJw7XFzb1SQnFzBSc36kDWEMeS90SJ7ybQqhLXbJ0Q16Wi8D0rtwgfDJEGzWkFC0jQ1VrnpHJDaS5/s400/REFLEJO+VIDRIO+SALA.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Piscina y toallas reflejadas sobre vidrio</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-C6D8IkIpG1mBX3oUqUKlQjohbdNkuSYHW-a5rwrfyTC7NYPm_f_XUyUDoTfglPh3YqDwtzZAYPLmcerFW34aNobi1KeKCcLNBtGDu-5ZV9B_35V_I9f6bqb0ulV-FGtgnK0P2CK_IJr/s1600-h/IMG_3166(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671813704096018" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-C6D8IkIpG1mBX3oUqUKlQjohbdNkuSYHW-a5rwrfyTC7NYPm_f_XUyUDoTfglPh3YqDwtzZAYPLmcerFW34aNobi1KeKCcLNBtGDu-5ZV9B_35V_I9f6bqb0ulV-FGtgnK0P2CK_IJr/s400/IMG_3166(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Maqueta pintada con pinturas vegetales</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></p><p><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjliXa4VDWLe-MWjemgq9eZ6_8UXDf9u283gTcSyqCbiW6je62Sm0UsSmN6RlnSEYbc02JarvTKk348dvHY_EcPTzkwtHd9LfxBE7PHc7lxYtfU3EVlA7UuNjgXGf_EOzxSLXfZN9jyCpdH/s1600-h/IMG_3246(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671812551702882" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjliXa4VDWLe-MWjemgq9eZ6_8UXDf9u283gTcSyqCbiW6je62Sm0UsSmN6RlnSEYbc02JarvTKk348dvHY_EcPTzkwtHd9LfxBE7PHc7lxYtfU3EVlA7UuNjgXGf_EOzxSLXfZN9jyCpdH/s400/IMG_3246(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Chapuzón no planificado</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihjsexYzx0UBs9yJLRYSsBlIDekgj56AvJ_3m3ybEcsvvijg7iplhixbYt2ZkIrbdJ5MIui392xuW1UWQanVPaZs2GHHXEgYVDnWFl76BzpvzFUupJI47zFHJj119lhPPmypki4wz_4PyF/s1600-h/IMG_3256(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671816712465730" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihjsexYzx0UBs9yJLRYSsBlIDekgj56AvJ_3m3ybEcsvvijg7iplhixbYt2ZkIrbdJ5MIui392xuW1UWQanVPaZs2GHHXEgYVDnWFl76BzpvzFUupJI47zFHJj119lhPPmypki4wz_4PyF/s400/IMG_3256(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Uva de playa floreada</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong></p><p></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs8QSle-_G4f_7cXbIFk90Uk1KuIZQRI_aEIaOEslTzpDvJwtRfxJaokKR_Fn-kb-wQ77STZ4sd5GkGzLdhB7CGcxy_l3pPSqGQhwYn2siEO4zNitMKzXEj1fTdYtGR5gR3XQU_guqGwdj/s1600-h/IMG_0032(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671267010772322" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs8QSle-_G4f_7cXbIFk90Uk1KuIZQRI_aEIaOEslTzpDvJwtRfxJaokKR_Fn-kb-wQ77STZ4sd5GkGzLdhB7CGcxy_l3pPSqGQhwYn2siEO4zNitMKzXEj1fTdYtGR5gR3XQU_guqGwdj/s400/IMG_0032(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Salón de Elías y Milagros Toro</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></div><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNw1etlk5HkfXyM2ay3EmKsKBXJjT4rO_ZALEn0shrD097RdE1f3krENe7VGUM4ltC1_HJevwIdku5h_liQ0EAwLuwtQmt9W5a2xB_JNafFNIhbjm0Hp72vlH25jfK1c2KxkEDXmC51m2L/s1600-h/IMG_0039(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671273192734114" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNw1etlk5HkfXyM2ay3EmKsKBXJjT4rO_ZALEn0shrD097RdE1f3krENe7VGUM4ltC1_HJevwIdku5h_liQ0EAwLuwtQmt9W5a2xB_JNafFNIhbjm0Hp72vlH25jfK1c2KxkEDXmC51m2L/s400/IMG_0039(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Detalle del mismo salón</strong></span></div><p align="center"><span style="font-size:78%;">_____________________________________________________________________</span><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGqLBM83032hH7hqrJjQVOiLIXZtLN1icj9ooOS-SNs1OuIpA7AbpNA4Spl4uMob9xYcza50ZPIdpPpkc3dr8ThiUTFLURFg69t6d4OeT6s9p4JUIsbLrRTlJv6DauSIH_p64yVWjj8AJa/s1600-h/IMG_3123(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223671270625475586" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGqLBM83032hH7hqrJjQVOiLIXZtLN1icj9ooOS-SNs1OuIpA7AbpNA4Spl4uMob9xYcza50ZPIdpPpkc3dr8ThiUTFLURFg69t6d4OeT6s9p4JUIsbLrRTlJv6DauSIH_p64yVWjj8AJa/s400/IMG_3123(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Anochecer en Ranchos de Chana (Isla de Margarita)</span></strong></div><br /><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></p><p><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></p><div align="center"><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbaSvByFKGiaYkGijgG9NpME-OTYhJKEMw1gXWMbQt3DbeIKjAbE_fCVx1W6O2yBOvBcYOolce4bDO3ayNnFDUnCfwnLKyOKWKdtuAMLxUDC9mMw7IhcVi2a2e-RDk391WXM73-eagecdW/s1600-h/LANZAROTE(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223657479336224370" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbaSvByFKGiaYkGijgG9NpME-OTYhJKEMw1gXWMbQt3DbeIKjAbE_fCVx1W6O2yBOvBcYOolce4bDO3ayNnFDUnCfwnLKyOKWKdtuAMLxUDC9mMw7IhcVi2a2e-RDk391WXM73-eagecdW/s400/LANZAROTE(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-size:85%;">Nieto inmerso en literatura (Cortesía de Rosa Domingo)</span></strong></p><p align="center"><span style="font-size:78%;">____________________________________________________________________</span></p><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb-hNED0PwHU5Rt4elt8ID7XArxfvc2X2OJWaPZT3LnOcr19aCdMypgyPGYgZ0_F21nLham9fMdLgNKeTXOTjonZzKbAAHjCefk7-5iOA3dkZdPJlrGUmjHVRz2ft0uh0LgRCW6yg1hgzI/s1600-h/MAGENTA8WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223657491116726210" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb-hNED0PwHU5Rt4elt8ID7XArxfvc2X2OJWaPZT3LnOcr19aCdMypgyPGYgZ0_F21nLham9fMdLgNKeTXOTjonZzKbAAHjCefk7-5iOA3dkZdPJlrGUmjHVRz2ft0uh0LgRCW6yg1hgzI/s400/MAGENTA8WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Floración entre rocalla granítica</strong></span></div><br /><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>__________________________________________________________</strong></span></p><p><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong></p></strong></span><div align="center"><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwMBCJEm7F45qijh46J9B9ErMeBFYeRcYM8t7x7A4wRZZMT-gw5dMpQ7OTiFQ__YursuSRVUiQJOlKTwUzr0FiOtEBJHUX6XD3RcTDfcCO7qyv1gcrGY_H43qHEIETKMVOl4Z9kV42bSH/s1600-h/IMG_0748(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656872977892834" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwMBCJEm7F45qijh46J9B9ErMeBFYeRcYM8t7x7A4wRZZMT-gw5dMpQ7OTiFQ__YursuSRVUiQJOlKTwUzr0FiOtEBJHUX6XD3RcTDfcCO7qyv1gcrGY_H43qHEIETKMVOl4Z9kV42bSH/s400/IMG_0748(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Vista del Puerto de Barcelona desde Montjuic</strong></span></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></div><p><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtznKyXzjJi808bp7IWurU6brNTy6X-Lre_KI1OPgg0h0QqLrWiLq2O-JTxnZ8qcLBc4pFRbhE0kgkDG_Rs7SBeZVijZUhiKMIlNxM7hIGWUZydor5FLB__LafvXNl39heZoZ8TNgAr4Tq/s1600-h/IMG_0730(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656875166456914" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtznKyXzjJi808bp7IWurU6brNTy6X-Lre_KI1OPgg0h0QqLrWiLq2O-JTxnZ8qcLBc4pFRbhE0kgkDG_Rs7SBeZVijZUhiKMIlNxM7hIGWUZydor5FLB__LafvXNl39heZoZ8TNgAr4Tq/s400/IMG_0730(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Preparado para una inmersión diurna</span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></div><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxSj2mPf1ue_kx4rpiYmfKrJRlmINoJXF1-t6PQI-YQWh3vz42ENG_baPJFXevP2_NEHQ-C0mujcG7cHF6d1VCm6p6DdqY8oXjZt0SL3b7l_6Ci1lDwqejw4aXkZ_M4o4V9lFqHF3fXzzv/s1600-h/IMG_0705(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656875077579394" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxSj2mPf1ue_kx4rpiYmfKrJRlmINoJXF1-t6PQI-YQWh3vz42ENG_baPJFXevP2_NEHQ-C0mujcG7cHF6d1VCm6p6DdqY8oXjZt0SL3b7l_6Ci1lDwqejw4aXkZ_M4o4V9lFqHF3fXzzv/s400/IMG_0705(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Textura lineal en madera</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong></strong></span></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong></strong></span></p><br /><br /><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong><br /></strong></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqRZTj620EcSs-qWD8kgqqjw0rRs6ixwbsdOqc8La_E0agbQWwVlWbMOMfPT_bLsLMOzhI6eMWZOlKIBGyXHM4HIehYQX4HfetHRseNXIHWSuMgssxHtwfbtwWniWEL971evfpFOm53VlQ/s1600-h/IMG_0703(WEB).jpg"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656880860993042" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqRZTj620EcSs-qWD8kgqqjw0rRs6ixwbsdOqc8La_E0agbQWwVlWbMOMfPT_bLsLMOzhI6eMWZOlKIBGyXHM4HIehYQX4HfetHRseNXIHWSuMgssxHtwfbtwWniWEL971evfpFOm53VlQ/s400/IMG_0703(WEB).jpg" border="0" /></span></a><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"> </span><br /><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Bólido de MacLaren</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></p><p align="center"></p><br /><p align="center"><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg4yv2HEyXyOvAwmSUnuLz0FI6lyarNQWgKd9sbr0kgKYcH996KM4MvipzlNy3VWYuG5DQvvMX6zwoXlcrezJEeEhXBsPdUQmiZhCVMQ0Sfsn9i0ObuhrRBGMpVRoUsq1aDbqlg43h2C0b/s1600-h/IMG_0851(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656076904849490" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg4yv2HEyXyOvAwmSUnuLz0FI6lyarNQWgKd9sbr0kgKYcH996KM4MvipzlNy3VWYuG5DQvvMX6zwoXlcrezJEeEhXBsPdUQmiZhCVMQ0Sfsn9i0ObuhrRBGMpVRoUsq1aDbqlg43h2C0b/s400/IMG_0851(WEB).jpg" border="0" /></a> </p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Portal de entrada de La Boquería</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">(Barcelona)</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">______________________________________</span></strong></p><br /><br /><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong></strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"></span></strong></p><br /><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>__________________________</strong></span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUHimx42WXSXRh1-iqzvmYDYHps2KIxYOZEgV8gAHnPsDHoHh2nviVtxv-vd3oMKoeclExiXOfDI_Oq5GgcmCCxmBp3_OOqj3Y-y-LvWaa9to79b1sg66d6Hu1iN9MLCWis8MXCshOp_Yi/s1600-h/IMG_0800(WEB)).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656074915271362" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUHimx42WXSXRh1-iqzvmYDYHps2KIxYOZEgV8gAHnPsDHoHh2nviVtxv-vd3oMKoeclExiXOfDI_Oq5GgcmCCxmBp3_OOqj3Y-y-LvWaa9to79b1sg66d6Hu1iN9MLCWis8MXCshOp_Yi/s400/IMG_0800(WEB)).jpg" border="0" /></a> </p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Venta de frutas y hortalizas (La Boquería)</strong></span></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>_________________________________________________________</strong></span></p><p align="center"></p><p align="center"></p><br /><br /><p align="center"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgahAs2VrKfXhnDIldhPkvAU3NWmjJk8sMQLllRwInAwRK49kLbbuNUw2V-7TI4njYDbSP6qmbAvDRR4_oU9i5lMskS2zTJz2G7bx-PF8Bx_BAeqeWTUaMDcEhyphenhyphenLfg1zlUXVXQ40w16INnR/s1600-h/IMG_0820(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223656082298344066" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgahAs2VrKfXhnDIldhPkvAU3NWmjJk8sMQLllRwInAwRK49kLbbuNUw2V-7TI4njYDbSP6qmbAvDRR4_oU9i5lMskS2zTJz2G7bx-PF8Bx_BAeqeWTUaMDcEhyphenhyphenLfg1zlUXVXQ40w16INnR/s400/IMG_0820(WEB).jpg" border="0" /></a><br /><br /><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Productos del mar (La Boquería)</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong><br /><br /></p><br /><p align="center"></p><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJzW-HI7pdZvIhnxJtj941F3aEN741hvHSpq2mDhwc2GLo2BOZfzjFtV96QLfCwNvnjhJLSmOQKECQdi_4nyFcb8-HC4ny8-4c_UDh7NxAfV7IdliEEQ69jpVUJu-BM0maiAKCiQ_h93At/s1600-h/IMG_1254(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223655373870014722" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJzW-HI7pdZvIhnxJtj941F3aEN741hvHSpq2mDhwc2GLo2BOZfzjFtV96QLfCwNvnjhJLSmOQKECQdi_4nyFcb8-HC4ny8-4c_UDh7NxAfV7IdliEEQ69jpVUJu-BM0maiAKCiQ_h93At/s400/IMG_1254(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Cepillo de botella</strong></span></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>_______________________________________</strong></span></p><p><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7KlbpNGqGuz12NMbPRDZaC7uUPAPuZ1AbBaoJBqVPQBlnBKl_X8BsQeS3W0PhlUGQGbDnAN_ANqMN0AWkSsSrrdjuhyi3PeoIo2sCbzQSM6H9fYUstmv1lo5bqP0lCHc33wcgGE8bEfCG/s1600-h/IMG_0844(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223655381813768818" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7KlbpNGqGuz12NMbPRDZaC7uUPAPuZ1AbBaoJBqVPQBlnBKl_X8BsQeS3W0PhlUGQGbDnAN_ANqMN0AWkSsSrrdjuhyi3PeoIo2sCbzQSM6H9fYUstmv1lo5bqP0lCHc33wcgGE8bEfCG/s400/IMG_0844(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Hongos comestibles (La Boquería)</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">_____________________________________________</span></strong></p><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong></strong></span><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoaIw39bVBO6dUeoLG2N-zg6ainhxo4H6WDUa7D9EoUXziBCWPRodYFxlBJkYLGfAx0Y-NDFcx8GCSVh1011wOqb1hx7sNqyJg-Q8ioRXC5GrZH8PH6mGJp8KBY4L7RaWL8TORcebrig_l/s1600-h/IMG_2705(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223654813462860722" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoaIw39bVBO6dUeoLG2N-zg6ainhxo4H6WDUa7D9EoUXziBCWPRodYFxlBJkYLGfAx0Y-NDFcx8GCSVh1011wOqb1hx7sNqyJg-Q8ioRXC5GrZH8PH6mGJp8KBY4L7RaWL8TORcebrig_l/s400/IMG_2705(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Disfrutando de la sesión de baño</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1UJLv3KXeWk_QrMkFqIo7B9OjZrLibDbm9JHYPEuiw5r3ayDXSXnLgPQF_KWfY5eUQDDhBTipFUY3WqNBv27c9gDc2o_lnBQD2HedWbQ2JJiVshdyJSih3EsZndAgnf-SKMIn83VcyC31/s1600-h/IMG_1673(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223654830010358834" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1UJLv3KXeWk_QrMkFqIo7B9OjZrLibDbm9JHYPEuiw5r3ayDXSXnLgPQF_KWfY5eUQDDhBTipFUY3WqNBv27c9gDc2o_lnBQD2HedWbQ2JJiVshdyJSih3EsZndAgnf-SKMIn83VcyC31/s400/IMG_1673(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Completando la faena</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">_______________________________________</span></strong></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong></strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></p><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCuvINBJ0IFxkTvjz6ehVX5uAQQk5W8Lq17SW77ZyoKXrYPwYZoDEXwjqhiTZYnl6CBWtiMzGZ6fUmeYjlytQea4zJC68wBz5iyDVQdgyNkorhDRDOKxelRjTsFLAB7ZMAvLlEIp0QHjAK/s1600-h/IMG_1296(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223654840087490578" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCuvINBJ0IFxkTvjz6ehVX5uAQQk5W8Lq17SW77ZyoKXrYPwYZoDEXwjqhiTZYnl6CBWtiMzGZ6fUmeYjlytQea4zJC68wBz5iyDVQdgyNkorhDRDOKxelRjTsFLAB7ZMAvLlEIp0QHjAK/s400/IMG_1296(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Flor de primavera</strong></span></div><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>__________________________________________________________</strong></span></p><br /><p></p><p></p><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcKVCgRydWKfXa5Xw3xasFQGGL3yOnnF2U2u7gSDfru-HRjvyRDnPPhEYtNShJ0vg5EVcGvX8Wn0gXcFaIxhbqagTmBdxBtZG9aC1DSPv2Oyvn9gHZeoZ_PUv-ZPmHX5a1TuWw8-5OzwhY/s1600-h/IMG_2915.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223654218781133042" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcKVCgRydWKfXa5Xw3xasFQGGL3yOnnF2U2u7gSDfru-HRjvyRDnPPhEYtNShJ0vg5EVcGvX8Wn0gXcFaIxhbqagTmBdxBtZG9aC1DSPv2Oyvn9gHZeoZ_PUv-ZPmHX5a1TuWw8-5OzwhY/s400/IMG_2915.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Al acecho (curiosidad infantil)</strong></span></div><br /><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>__________________________________________________________</strong></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtc80W2-9cx5cx_h_h3Wr4TGdu2Y1tC4D3k4ZB5asFofm6vyPrMcz4vlH_tiyzz9z__8lxNl0qF-PVG7NvGIKbXins-_Ih1mlVh9Bw1HGkpWmsqjDXC5PvNVJYIT_CnutZEtWsjmugyXMq/s1600-h/IMG_9685+(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222896258244275778" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtc80W2-9cx5cx_h_h3Wr4TGdu2Y1tC4D3k4ZB5asFofm6vyPrMcz4vlH_tiyzz9z__8lxNl0qF-PVG7NvGIKbXins-_Ih1mlVh9Bw1HGkpWmsqjDXC5PvNVJYIT_CnutZEtWsjmugyXMq/s400/IMG_9685+(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Intelectual precoz</strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">_____________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicunqaOMuz9zeqQc-08WTQyrvl7-9XizfdeydE8DKIFQ2r0wQC1g3siv_z6Tsp9D7h1glx9Z48SoZLH-jhmthg0DF0jGM62KMhgUrrP91UVkFatlov2b7eBxcpmzZQvSEt2WS-jGCSnywh/s1600-h/IMG_9978.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222895497516001298" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicunqaOMuz9zeqQc-08WTQyrvl7-9XizfdeydE8DKIFQ2r0wQC1g3siv_z6Tsp9D7h1glx9Z48SoZLH-jhmthg0DF0jGM62KMhgUrrP91UVkFatlov2b7eBxcpmzZQvSEt2WS-jGCSnywh/s400/IMG_9978.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Aprendiz de chef</strong></span></div><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:78%;">_________________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><p><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"></span></strong></p><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div align="center"></div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-35497478316223155182008-07-13T12:51:00.001-07:002008-07-13T12:51:15.665-07:00FlickrThis is a test post from <a href="http://www.flickr.com/r/testpost"><img alt="flickr" src="http://www.flickr.com/images/flickr_logo_blog.gif" width="41" height="18" border="0" align="absmiddle" /></a>, a fancy photo sharing thing.PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-4155366155477151342008-07-10T07:45:00.000-07:002008-07-17T08:02:41.846-07:00IMÁGENES FOTOGRÁFICAS ( - I - )<p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFir2NzE5p_CsSHLb_O9ENcERgQB9BmS5DYo6T2t6MexXs1lEPRB9NasGQ_zGOHcon7ksvkBCPr7FUDmXyPyWaiemF65Xnn3rgZZm57YIa9ukKAF4gtU2cWTz1pd8it6OAlgT_s7QcBD8/s1600-h/Roques-vista-playa.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222557446121037522" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFir2NzE5p_CsSHLb_O9ENcERgQB9BmS5DYo6T2t6MexXs1lEPRB9NasGQ_zGOHcon7ksvkBCPr7FUDmXyPyWaiemF65Xnn3rgZZm57YIa9ukKAF4gtU2cWTz1pd8it6OAlgT_s7QcBD8/s400/Roques-vista-playa.gif" border="0" /></a></p><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Playa con arena colarifera blanca</span></strong></div><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>(Archipielago de Los Roques)</strong></span></div><div align="center"><strong></strong></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________________________</span></div><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6IRUblLPHzOTtbycp7EIsWd4bD_HBlVgOAiN34VGtNzjCXPjDjStcHrCUWxiVGc-dzJi7SmwMLg90zLh65moUHv87YKXFcot63pRcTGlD9vxiN_tPedpQ6StXUA9BJ2XQKsYl-WiomrX/s1600-h/roques8.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222557246220988674" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6IRUblLPHzOTtbycp7EIsWd4bD_HBlVgOAiN34VGtNzjCXPjDjStcHrCUWxiVGc-dzJi7SmwMLg90zLh65moUHv87YKXFcot63pRcTGlD9vxiN_tPedpQ6StXUA9BJ2XQKsYl-WiomrX/s400/roques8.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Posada en el Archipielago de Los Roques</span></strong></div><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>(Caribe venezolano)</strong></span></div><div align="center"><strong></strong></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">_____________________________________________________________________</span></div><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxHRLSx095v1zZEyAvnvCGTZ8KcALXFJyASNT4FihIyDbpIumExjGOnd3KDO4ihQB96MAvh_IykNKhYMGMvwoVLGksS_Rt8k3uJNQkUFwUu9arqD-Bk0ILf9Lst2C4he3KcLQOZaKCytG8/s1600-h/Roques4.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222556778279093250" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxHRLSx095v1zZEyAvnvCGTZ8KcALXFJyASNT4FihIyDbpIumExjGOnd3KDO4ihQB96MAvh_IykNKhYMGMvwoVLGksS_Rt8k3uJNQkUFwUu9arqD-Bk0ILf9Lst2C4he3KcLQOZaKCytG8/s400/Roques4.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Catamaran</span></strong><span style="font-family:verdana;"> <strong>desplegando vela</strong></span></span></div><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>(Archipielago de Los Roques)</strong></span></div><p align="center"><span style="font-size:78%;">____________________________________________________</span><br /></p><p align="center"><br /></p><p align="center"><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDH-XAK8pLkbCjsUZ6JEaBMXEfcjAmt9op4kIZmme-q27d24zRKsFvM8M9JK1elORczl9yYelVvPeovnPLhHf8-NvuiAQn-BoD6FWDiLDZC59VeYbnbUACjB0Vf_vXivVb40zhXQAIpnQ1/s1600-h/Roques5.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222556777512288402" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDH-XAK8pLkbCjsUZ6JEaBMXEfcjAmt9op4kIZmme-q27d24zRKsFvM8M9JK1elORczl9yYelVvPeovnPLhHf8-NvuiAQn-BoD6FWDiLDZC59VeYbnbUACjB0Vf_vXivVb40zhXQAIpnQ1/s400/Roques5.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Convención de pelícanos</span></strong> </div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">(Archipielago de Los Roques)</span></strong></div><div align="center"><br /><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________________________</span><br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1cHfB1qs0hqEGrdApkpexPnYxwH_xBkdHgO09_KZI9ZNxRRGtSGAMT3XBY37uh6sYqmVTGjDCY02nyFCp5jCnxRJ1cijGL96RdyAqYYOxxacTXcY8tygUdbhnI_q2up4JLLltMpdL8sqf/s1600-h/IMG_0313(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507844150698130" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1cHfB1qs0hqEGrdApkpexPnYxwH_xBkdHgO09_KZI9ZNxRRGtSGAMT3XBY37uh6sYqmVTGjDCY02nyFCp5jCnxRJ1cijGL96RdyAqYYOxxacTXcY8tygUdbhnI_q2up4JLLltMpdL8sqf/s400/IMG_0313(WEB).jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Louis Vuitton (cortesía H. Grases)</strong></span></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;"><strong>__________________________________________________________</strong></span></div><span style="font-family:verdana;"></span><div align="center"><br /><br /></div><div align="center"><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2CCPzY0DQaaI6jxq4kXqWysVlbYHdL4lm1X4dAaLMV3hO5BEIkM5qUeMdAqMUgRjuTFKaf6vFSagt04zzuXaU0QX0w1zLlE_LiIUF5RAiWCKnerm1AcZq8dUZgZIxqpBqFiOwF38QMAuY/s1600-h/IMG_0319(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507848550956306" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2CCPzY0DQaaI6jxq4kXqWysVlbYHdL4lm1X4dAaLMV3hO5BEIkM5qUeMdAqMUgRjuTFKaf6vFSagt04zzuXaU0QX0w1zLlE_LiIUF5RAiWCKnerm1AcZq8dUZgZIxqpBqFiOwF38QMAuY/s400/IMG_0319(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Tienda de juguetes (N.Y.)</strong></span><br /></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________</span></div><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7UO9M0Q9N41aYg4aua5irGrB_2pWX9jNcn2qx5Y_kGcN8vQSl3f48qCJ0yYeQf5jZ-dR1gXERYl89QOPnDtOH9IV28Kt93U9Et9-lrCjBS5_P1aq7ln5V32fSpnl1IakeopLtsxq7VoW4/s1600-h/IMG_0510(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507852713458226" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7UO9M0Q9N41aYg4aua5irGrB_2pWX9jNcn2qx5Y_kGcN8vQSl3f48qCJ0yYeQf5jZ-dR1gXERYl89QOPnDtOH9IV28Kt93U9Et9-lrCjBS5_P1aq7ln5V32fSpnl1IakeopLtsxq7VoW4/s400/IMG_0510(WEB).jpg" border="0" /></a></p><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Close Up</span></strong></div><span style="font-size:78%;"></span><br /><div align="center"><span style="font-size:78%;">_______________________________________________________________________</span></div><div align="center"></div><div align="center"><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRbwpSjNibe3j5Euqk0n88SRPWkkrPVOhCmJjIal7v4sJCWvIYCrh6clRlX0TybnmF1C9JQrISmVddVIZEWEbqtrzCOFuYgPAJMxaA2ip4dfbXD9-qOonQGeGDgFcbatuRrI8yVMp4gt0m/s1600-h/IMG_0549(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507854925783410" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRbwpSjNibe3j5Euqk0n88SRPWkkrPVOhCmJjIal7v4sJCWvIYCrh6clRlX0TybnmF1C9JQrISmVddVIZEWEbqtrzCOFuYgPAJMxaA2ip4dfbXD9-qOonQGeGDgFcbatuRrI8yVMp4gt0m/s400/IMG_0549(WEB).jpg" border="0" /></a></p><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Bien acompañado</span></strong></div><div align="center"></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________________________</span></div><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQEMN6-FqtP97SNNA2aIb2goUSvLJO1-BIgWqK2hRROx8z02ztmvHA7MlQSwHfzj2ZnoJZrvF8LDQ4yXLPrXrLSD6vXwwEXYqML3fDhURSvjOQW2TIUmpqVKTmh9IQJ75mUZqwZsUlnKVP/s1600-h/IMG_0628(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507854761345970" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQEMN6-FqtP97SNNA2aIb2goUSvLJO1-BIgWqK2hRROx8z02ztmvHA7MlQSwHfzj2ZnoJZrvF8LDQ4yXLPrXrLSD6vXwwEXYqML3fDhURSvjOQW2TIUmpqVKTmh9IQJ75mUZqwZsUlnKVP/s400/IMG_0628(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Escultura-Reloj de vieja estación</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Museo D'Orsay (París)</span></strong></div><br /><div align="center"></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">___________________________________________________</span></div><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGx45eOajHn3RgU98OzC5HagU1O20I2o-DTXUD7xapJnuQJf8MPK6fIZHtuJ8Hp-_-_0ZKwlMBwcWa9sUKNEoKGGd3WAuZm2-OzPx1Eof8U46aTDUFF7zyLtS5ugaNw7qGnHa7gvXJ8OCW/s1600-h/IMG_0291(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507010586779890" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGx45eOajHn3RgU98OzC5HagU1O20I2o-DTXUD7xapJnuQJf8MPK6fIZHtuJ8Hp-_-_0ZKwlMBwcWa9sUKNEoKGGd3WAuZm2-OzPx1Eof8U46aTDUFF7zyLtS5ugaNw7qGnHa7gvXJ8OCW/s400/IMG_0291(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Noticias preocupantes</span></strong></div><div align="center"><span style="font-size:78%;"></span></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">_____________________________________________________________________</span></div><span style="font-size:78%;"></span><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcXwvkHUgkBxbIS9PMsEBWSAu0BScEO79457Bwy-ag4sdFzwGyFT6GVqoyze0THKRcoMM-SpW-NcbByII6PF2CfU-tk0ly47PRk38PZIgR0PpHnx4Dv4z3h2Q43AOAVl8mFBl_ME45seM/s1600-h/IMG_0300(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507011945841954" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcXwvkHUgkBxbIS9PMsEBWSAu0BScEO79457Bwy-ag4sdFzwGyFT6GVqoyze0THKRcoMM-SpW-NcbByII6PF2CfU-tk0ly47PRk38PZIgR0PpHnx4Dv4z3h2Q43AOAVl8mFBl_ME45seM/s400/IMG_0300(WEB).jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Desde Boston hacia el norte</span></strong></div><br /><div align="center"><span style="font-size:78%;">___________________________________________________</span></div><p><br /></p><p><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2LIdvGhQY60WHN_YRe6wRwCH4PRZjknfPCLXeqB8c2jVXlGXdByaqxyKf3FxikqNXB90fT_XkMV4dw7qLbH75XLM5w10_kWWum14w-ltZJ8PdNva9IVefsarZdRKaEsGQp99BT4Pi1B_B/s1600-h/IMG_0310(WEB).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222507017174974370" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2LIdvGhQY60WHN_YRe6wRwCH4PRZjknfPCLXeqB8c2jVXlGXdByaqxyKf3FxikqNXB90fT_XkMV4dw7qLbH75XLM5w10_kWWum14w-ltZJ8PdNva9IVefsarZdRKaEsGQp99BT4Pi1B_B/s400/IMG_0310(WEB).jpg" border="0" /></a></p><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Gaviota en la costa de Nueva Inglaterra (EE.UU.)</span></strong></div><div align="center"></div><br /><div align="center"><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________________________</span></div><br /><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"><br /><br /></div><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaZ_DBL3uQB6F_UeewgGoWB40OZO31ZLUJQtB384lk6PNkX35sAPlorVKUNEYO_z2l1BYKwVwlYccjr5cbHdhO5LFLHRKiLWGaA0iI2yxF6-5zLQ_4YBVyKpQpIl7sasKBiFYhZLoRABTO/s1600-h/VIOLIN.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222166460959591570" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaZ_DBL3uQB6F_UeewgGoWB40OZO31ZLUJQtB384lk6PNkX35sAPlorVKUNEYO_z2l1BYKwVwlYccjr5cbHdhO5LFLHRKiLWGaA0iI2yxF6-5zLQ_4YBVyKpQpIl7sasKBiFYhZLoRABTO/s400/VIOLIN.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Taller-museo de un Luthier en el sur de Alemania</strong></span></p><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">_______________________________________________</span></strong></div><div align="center"><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYT50cdFn9XAPA_yLWz8kGDVYsf3YA3wYWJGUnHmFIt94ItJcwoPrB8-9rMhWvJ08NsTf4rGnNmtbPV7X6TyK2w03V3j0WQJFDCGc2JIdB0AI1k2yJaIhp_A5NJB0KQ7fJ0J4bTtZ3DsqN/s1600-h/MUNICH.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222029602417739618" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYT50cdFn9XAPA_yLWz8kGDVYsf3YA3wYWJGUnHmFIt94ItJcwoPrB8-9rMhWvJ08NsTf4rGnNmtbPV7X6TyK2w03V3j0WQJFDCGc2JIdB0AI1k2yJaIhp_A5NJB0KQ7fJ0J4bTtZ3DsqN/s400/MUNICH.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-size:85%;">Centro de la Ciudad de Munich</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-size:78%;">____________________________________________________</span></strong></p><br /><br /><br /><br /><br /><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXzb6OSm4rMtQsrU6B2tV8mT38wCmCdX-lYYD5f7GZON8uasSVLcqvqFvAu-GYdt6qoJGseMvji2rssPi0CO2JkiVDrVbz8fCLusbNDzw5Gq3mfhZTLEQ3EE8tn5zjbSoMLSeCa0saLVDA/s1600-h/OXFORDSHIRE.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222029609708451314" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXzb6OSm4rMtQsrU6B2tV8mT38wCmCdX-lYYD5f7GZON8uasSVLcqvqFvAu-GYdt6qoJGseMvji2rssPi0CO2JkiVDrVbz8fCLusbNDzw5Gq3mfhZTLEQ3EE8tn5zjbSoMLSeCa0saLVDA/s400/OXFORDSHIRE.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Paisaje otoñal en Oxfordshire (Inglaterra)</span></strong></p><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">___________________________________________________________</span></strong></div><div align="center"><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXGMZaBp1fOilKT9pKz0YxoVJT2fRbggz1LCu2-dguLsxQMtIaTfTyjk3mJPW2gTOplsUysHgu6JZVQzngOvgnmfvI6FYghhK29jHnRtxitWzEU_5OTnssD2c1V33rfbfNJQwF1fT84ixP/s1600-h/NUBES.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221799026012664562" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXGMZaBp1fOilKT9pKz0YxoVJT2fRbggz1LCu2-dguLsxQMtIaTfTyjk3mJPW2gTOplsUysHgu6JZVQzngOvgnmfvI6FYghhK29jHnRtxitWzEU_5OTnssD2c1V33rfbfNJQwF1fT84ixP/s400/NUBES.gif" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Nubes efimeras (condición cambiante de las cosas)</span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMjNRX9gHUfhxRTaEXagTEALcA8TuCt5CAO1rt24_OzBuK8OH2eB-cxdyy7mEbrzQ8G3gjg30ERKoCbBEUWfIHicEOgOeSzGX6E7cdG7_OJYJrbHy92NvoxLsspx-u57jX29wJnRkCFR6M/s1600-h/OPORTO.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221799043089267826" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMjNRX9gHUfhxRTaEXagTEALcA8TuCt5CAO1rt24_OzBuK8OH2eB-cxdyy7mEbrzQ8G3gjg30ERKoCbBEUWfIHicEOgOeSzGX6E7cdG7_OJYJrbHy92NvoxLsspx-u57jX29wJnRkCFR6M/s400/OPORTO.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Oporto desde el otro lado de la rivera</strong></span><span style="font-family:verdana;"><strong> </strong></span></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;"><strong><span style="font-size:78%;">__________________________________________________________</span></strong></span></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;"><strong></p></strong></span><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgax0yRxC2Rq2Pt5PT-CQSa7NB-fPyLIvqaOkjG0wxKRj2Mjfo7xuCMI1__CDtZkfqxAvB_vZXGf5mezfJP6kwG9-Joc2K3iOLDLnCPw07H3dZwCjCgzKwW6LgeQgfwYm8pNO2zKFmqb-Cd/s1600-h/mallorca+(Seu)+2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221795360324839762" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgax0yRxC2Rq2Pt5PT-CQSa7NB-fPyLIvqaOkjG0wxKRj2Mjfo7xuCMI1__CDtZkfqxAvB_vZXGf5mezfJP6kwG9-Joc2K3iOLDLnCPw07H3dZwCjCgzKwW6LgeQgfwYm8pNO2zKFmqb-Cd/s400/mallorca+(Seu)+2.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:Verdana;">Luna llena en la bahía de Palma de Mallorca</span></strong> </span></p><p align="center">________________________________________<br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3KVmb5nzoF0DY3O7_guuQr5E9ip1o_qHaOGNGlOE3nS6KICESH3xeKN6Ki_8R3lTl2aPd_nSBepEiG086bsX9qDaU26sAPj_YLF_jDBOr5a9m4eZtmafU6y-N3LCjYLAL3ZVXctqV88uK/s1600-h/Imagen11.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221793290822835730" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3KVmb5nzoF0DY3O7_guuQr5E9ip1o_qHaOGNGlOE3nS6KICESH3xeKN6Ki_8R3lTl2aPd_nSBepEiG086bsX9qDaU26sAPj_YLF_jDBOr5a9m4eZtmafU6y-N3LCjYLAL3ZVXctqV88uK/s400/Imagen11.gif" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;"></span></strong></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">Flor tropical exhuberabte</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;">________________________________________________</span></strong></p><p align="center"><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTbbEby4ORGBJlUng_jXJJktnd_-nPPkJViIi_ynL0CG61M9FcSPfSfCebEQt0Yk_jVnibjRFkoQSV6HettIgz6VOi1PF6yB4b0f9nr0KVbXj6TzCH9YnN2l1a93U0OKz2YSWl9iKjkKam/s1600-h/Imagen12.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221793300018904722" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTbbEby4ORGBJlUng_jXJJktnd_-nPPkJViIi_ynL0CG61M9FcSPfSfCebEQt0Yk_jVnibjRFkoQSV6HettIgz6VOi1PF6yB4b0f9nr0KVbXj6TzCH9YnN2l1a93U0OKz2YSWl9iKjkKam/s400/Imagen12.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-size:85%;">Floración lila</span></strong></p><div align="center">__________________________________________<br /><br /></div><div align="center"><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivJHdGiLiWzaK1zfi4apLMFzWB2ymIyWlLPf8JgLdTvPJiQIeAyM2jen-6oCYUzJb-aMFsBp2y4FF3fVR9LzWfqjZxLlHmJZCklROAZy5PLmBosspq-YXcGujkE8ohrMd6Mx4VWIz2yZ-O/s1600-h/NUREMBERG.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221790508432671426" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivJHdGiLiWzaK1zfi4apLMFzWB2ymIyWlLPf8JgLdTvPJiQIeAyM2jen-6oCYUzJb-aMFsBp2y4FF3fVR9LzWfqjZxLlHmJZCklROAZy5PLmBosspq-YXcGujkE8ohrMd6Mx4VWIz2yZ-O/s400/NUREMBERG.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Estatua en la ciudad de Núremberg (Alemania)</span></strong> </span></p><p align="center"><span style="font-size:85%;">_________________________________________________<br /><br /></span><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6gfx3UGOMmLisQ9LEkqpdpmOlJkx7F9i1liZCMT9bNYdZu5byqio0wjOeEBPM3FgVjtKSmj-s04m26FlcCaYRJJiPjWNFOrzvt_yAUqg2pupY85TJoIolNWUDAPlVb_fs_KQT5uVBPmoz/s1600-h/LAGO-SUR-ALEMANIA.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221788023932180274" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6gfx3UGOMmLisQ9LEkqpdpmOlJkx7F9i1liZCMT9bNYdZu5byqio0wjOeEBPM3FgVjtKSmj-s04m26FlcCaYRJJiPjWNFOrzvt_yAUqg2pupY85TJoIolNWUDAPlVb_fs_KQT5uVBPmoz/s400/LAGO-SUR-ALEMANIA.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Navegando en un lago del sur de Alemania</span></strong> </span></p><p align="center"><span style="font-size:78%;">_____________________________________________________________________</span><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEdLVpC4ldwtK8XB8RRts5FW0nIStoPKDAK1HP479a8TK-7rpyGsDpv9pj7QUN64W-jv8NCoiYSkh0K3uXlhFvQHxmEWFL0A0zpXNVTbAG7xMEN1iWNI81R4bT9y8rjs1c0hVY9zG4Lw20/s1600-h/VEGETACION-EN-ROCA.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221782458935871122" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEdLVpC4ldwtK8XB8RRts5FW0nIStoPKDAK1HP479a8TK-7rpyGsDpv9pj7QUN64W-jv8NCoiYSkh0K3uXlhFvQHxmEWFL0A0zpXNVTbAG7xMEN1iWNI81R4bT9y8rjs1c0hVY9zG4Lw20/s400/VEGETACION-EN-ROCA.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Vegetación silvestre sobre roca (Aracena. Huelva)</span></strong> </span></p><div align="center">_____________________________________________<br /><br /></div><div align="center"><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9pAmadcmHtfx-tKflfvhyphenhyphen2ZgtRBBmnNajJvIEzUwrY2XByRbVOoUl2BCMwLXn_JQNS1_ZAw9qoj2ghts4Udw3RIhQrHOR-k33iknYvNbKM33Y8Y4hYzCx_zMCz6-M812oJvZX_RitsYvw/s1600-h/COCOTERO.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221768996509078338" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9pAmadcmHtfx-tKflfvhyphenhyphen2ZgtRBBmnNajJvIEzUwrY2XByRbVOoUl2BCMwLXn_JQNS1_ZAw9qoj2ghts4Udw3RIhQrHOR-k33iknYvNbKM33Y8Y4hYzCx_zMCz6-M812oJvZX_RitsYvw/s400/COCOTERO.gif" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Cocotero en el trópico caribeño</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">________________________________________________</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></p><p align="center"><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtGW3BqWXvkvhQ_QE6KF07Kfy5WpcTuvlY7w5dAo23hvhv6xXJRl8xGsqIAvcHF1yPHniASa7bk-QjkytB7eQEmkR3yrfvqMhK2xEgJLLQ-puwmJy53BPWV6lmN6Vy_tELFHe31k2Irf5B/s1600-h/BARCAS+SETUBAL.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221768098224735042" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtGW3BqWXvkvhQ_QE6KF07Kfy5WpcTuvlY7w5dAo23hvhv6xXJRl8xGsqIAvcHF1yPHniASa7bk-QjkytB7eQEmkR3yrfvqMhK2xEgJLLQ-puwmJy53BPWV6lmN6Vy_tELFHe31k2Irf5B/s400/BARCAS+SETUBAL.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Embarcaciones en reposo (Setúbal, Portugal)</span></strong> </span></p><p align="center">__________________________________________<br /><br /></p><p><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF9NEmWcqhHw0nJvHjyl7frK6g6P40gRfpkNO1_jLX3xmqQ3IvH_tfjmX0ls7IMIWJyCuMybG3N59CBFEhQbQscaa3hTaoDskNFR1Z9gurmbvCq-ohM1Y3tRGimumpFGHz4GxdDyoYa1kA/s1600-h/IMG_0024+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221433124529193970" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF9NEmWcqhHw0nJvHjyl7frK6g6P40gRfpkNO1_jLX3xmqQ3IvH_tfjmX0ls7IMIWJyCuMybG3N59CBFEhQbQscaa3hTaoDskNFR1Z9gurmbvCq-ohM1Y3tRGimumpFGHz4GxdDyoYa1kA/s400/IMG_0024+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Busto clásico esculpido en piedra</span></strong> </span></p><p align="center">___________________________________<br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2bMpnq6hgrSKvMc6pul6QccRvLXlF5pNHv4m0XXcnhyphenhyphenuh0MErRnaGEsFE_Ds_mbqxDgcLh2BPO2dF1ITuyRuG3L8hj-QpQsKLYsUXgxEljEmpWcl-9ZwFQzFBHL04gJ-jFyCerogt2NGE/s1600-h/IMG_0059+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221433144102469570" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2bMpnq6hgrSKvMc6pul6QccRvLXlF5pNHv4m0XXcnhyphenhyphenuh0MErRnaGEsFE_Ds_mbqxDgcLh2BPO2dF1ITuyRuG3L8hj-QpQsKLYsUXgxEljEmpWcl-9ZwFQzFBHL04gJ-jFyCerogt2NGE/s400/IMG_0059+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Vitrina espléndida de atuendos femeninos. </span></strong><strong><span style="font-family:verdana;">(cortesía H. Grases)</span></strong> </span></p><p align="center">_______________________________________________<br /><br /></p><p align="center"><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0_N3smE7E4tm3AJkezYxSUQVewa_eD_E3h-sO5ogDCUKIagwH943EGj3r6-qDludpafSON0E9GW9dY-90ZhWZfdj83eHS008_zQMHx6os8fkNKvgKTzDK5vnYoHH-ueZr5O1qxgTEtmTJ/s1600-h/IMG_0068+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221433150282685922" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0_N3smE7E4tm3AJkezYxSUQVewa_eD_E3h-sO5ogDCUKIagwH943EGj3r6-qDludpafSON0E9GW9dY-90ZhWZfdj83eHS008_zQMHx6os8fkNKvgKTzDK5vnYoHH-ueZr5O1qxgTEtmTJ/s400/IMG_0068+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Relojes en tres tiempos</span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">________________________________________________</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><p align="center"><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU4tMbsLV_FJjCKib5c53MH13CAFst887OL7dzsDrNDvi8RRrFnmLRN8Tglxc1UcQTQ-z5FF1j2s3m0Ftfr85vj1VPF-zxXle7yywfA3f6bmDMMlWowlgWiFooD3RVb8Q3zQXBGobOj5xw/s1600-h/IMG_0001+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221432823460265922" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU4tMbsLV_FJjCKib5c53MH13CAFst887OL7dzsDrNDvi8RRrFnmLRN8Tglxc1UcQTQ-z5FF1j2s3m0Ftfr85vj1VPF-zxXle7yywfA3f6bmDMMlWowlgWiFooD3RVb8Q3zQXBGobOj5xw/s400/IMG_0001+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Estación de tren Grand Central (N.Y.)</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">___________________________________________________</span></strong><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6gIyGldE1xG1BeDw8kGXD_22bbsUF3W00HXeJ8Fxg_CMSLNyGrGyL-dG499XV6A9Zld9_-mlonrUqWBS3gM2mE_RzwGmsa7tt_ffbC_NpN_QifTJ94mri_T7fQKthRucY-FKVkiS1nPvH/s1600-h/IMG_0022+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221432830982844594" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6gIyGldE1xG1BeDw8kGXD_22bbsUF3W00HXeJ8Fxg_CMSLNyGrGyL-dG499XV6A9Zld9_-mlonrUqWBS3gM2mE_RzwGmsa7tt_ffbC_NpN_QifTJ94mri_T7fQKthRucY-FKVkiS1nPvH/s400/IMG_0022+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:verdana;">Cristalería antigua </span></strong><strong><span style="font-family:verdana;">(cortesía H. Grases)</span></strong> </span></div><br /><div align="center"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="center"><span style="font-size:85%;">______________________________________________________</span></div><br /><p><span style="font-size:85%;"></p></span><br /><br /></span><br /><br /><br /><br /></span><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvAiOGYqs0eqoWnEGyip8_w-JLGHwB-YMcirSngL4HHpjkwsPsNmlf8ONVt6OzPexuH76jbZeVGfO0XrOgRce9U-Oqmpxm7wkPNEVIOJYNLF2BHWk7zIxmuiNLCa0y3liRb6LaeaqKU8-v/s1600-h/IMG_0410+(Large).jpg"><span style="font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221431746113285298" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvAiOGYqs0eqoWnEGyip8_w-JLGHwB-YMcirSngL4HHpjkwsPsNmlf8ONVt6OzPexuH76jbZeVGfO0XrOgRce9U-Oqmpxm7wkPNEVIOJYNLF2BHWk7zIxmuiNLCa0y3liRb6LaeaqKU8-v/s400/IMG_0410+%28Large%29.jpg" border="0" /></span></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-family:Verdana;">Parque Central (N.Y.)</span></strong><br /></span></div><br /><div align="center"><span style="font-size:85%;">_____________________________________________________</div></span><strong><span style="font-family:Verdana;"></span></strong><br /><p align="left"></p><p align="left"></p><p></p><p><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPNYdlOkNsxIKYt8_pc6dfUOAQVNaSWAWSw774vXTl5C-VHZyGL8J8AW37toYR6fOM9BZXaMK0Xhb0UfcFijKFN2cF8oLMTa7-tew4izDbJ1rvTrkCIEjtCinsLRXDNFcSFTN4EacOKC3V/s1600-h/100_0009+(Large).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221431161822739746" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPNYdlOkNsxIKYt8_pc6dfUOAQVNaSWAWSw774vXTl5C-VHZyGL8J8AW37toYR6fOM9BZXaMK0Xhb0UfcFijKFN2cF8oLMTa7-tew4izDbJ1rvTrkCIEjtCinsLRXDNFcSFTN4EacOKC3V/s400/100_0009+%28Large%29.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><strong>Canguro (Baby-Sitter) por obligación </strong></span><span style="font-family:verdana;"><strong>(cortesía R. Domingo)</strong></span></span></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">___________________________________________________</span></strong></div><div align="center"><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKUe-lCfVHBQuRr3DAHFG8o1Juc52piLjv9rbyBg_0OOVdMqujMaj9wPqjDoQhM67RP5kalcqIC_dvTUqO4iophixsEh7E66yvZ-4FhavIU0LkYSY6jGGaMcCwvaX_oxL-clM3aVUt575K/s1600-h/100_0011+(Large).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221431163179825682" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKUe-lCfVHBQuRr3DAHFG8o1Juc52piLjv9rbyBg_0OOVdMqujMaj9wPqjDoQhM67RP5kalcqIC_dvTUqO4iophixsEh7E66yvZ-4FhavIU0LkYSY6jGGaMcCwvaX_oxL-clM3aVUt575K/s400/100_0011+%28Large%29.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Desayuno "a la reina" (cortesía Rosa Domingo)</span></strong></div><br /><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">_____________________________________________</span></strong></div><div align="center"><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhRGvx1ZgSrcc0WTOO3YiVkPfWPkYb_g5rRuO2ochBv97sZZe-y-5EHHtJ2l9dfJ_ff2zfET9XoW4rz399FIHPFbT8IPFbHqhvFbvw8stoPi8P_2qBFP7MLFgkPmCvlGppuLo3v0K2vWPw/s1600-h/IMG_0379+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221431167328123378" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhRGvx1ZgSrcc0WTOO3YiVkPfWPkYb_g5rRuO2ochBv97sZZe-y-5EHHtJ2l9dfJ_ff2zfET9XoW4rz399FIHPFbT8IPFbHqhvFbvw8stoPi8P_2qBFP7MLFgkPmCvlGppuLo3v0K2vWPw/s400/IMG_0379+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Reloj otoñal (Nueva Inglaterra, EE.UU.)</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">___________________________________</span></strong></div><div align="center"></div><p></p><p><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3LC4gIFXgE10AaI-AViHNpBmvFv1D9TQuL2bHVPWKKa0laZ1iCkrJyhNcjZwEvDCtXXu89_Mi7hAF4SoHjPjYNIkoWlbO7nGUYt9BrEUTGnr_OieGH5meGVakOr2Fh4i_1fKjuT9H8WAi/s1600-h/IMG_0258+(Large).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221430836559552258" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3LC4gIFXgE10AaI-AViHNpBmvFv1D9TQuL2bHVPWKKa0laZ1iCkrJyhNcjZwEvDCtXXu89_Mi7hAF4SoHjPjYNIkoWlbO7nGUYt9BrEUTGnr_OieGH5meGVakOr2Fh4i_1fKjuT9H8WAi/s400/IMG_0258+%28Large%29.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Pie mágico (Campus de la Universidad de Harvard)</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">_____________________________________________</span></strong><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVLvsw_RdNnWGf-xSnOvXRHnnDpDVdgt0FJOV3y3YtsBbLzc4bvmJ4cBN9Otdt1CDurvt95qFbWNoZ2lDTJKzk3sTr9bDc-eAT4wH1kysxVoeGa7RXf5J5IT1ihrZgPZNNkpXTdgbKqCVr/s1600-h/IMG_0282+(Large).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221430836459746594" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVLvsw_RdNnWGf-xSnOvXRHnnDpDVdgt0FJOV3y3YtsBbLzc4bvmJ4cBN9Otdt1CDurvt95qFbWNoZ2lDTJKzk3sTr9bDc-eAT4wH1kysxVoeGa7RXf5J5IT1ihrZgPZNNkpXTdgbKqCVr/s400/IMG_0282+%28Large%29.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">Peinado a la moda, cafetería de la Biblioteca Pública </span></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">de N.Y. (cortesía H. Grases)</span></strong></div><br /><div align="center">__________________________________________<br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlHspXxLULkN1hOxjkuT3Aqfsa7wy0-B4xOHzdqJYqUIDB_wld-oGrpSXb7osMwWdMRzn5i4PzxpPbMb-SR9E9C5YNuPuElBDw2LWa55wotdjyNHC6IsaRlQJuqkDIRHMS8K1Fwhc8X0Qk/s1600-h/25+AE+en+teleférico+La+Pinilla+22ene06+(Large).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221430842824337234" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlHspXxLULkN1hOxjkuT3Aqfsa7wy0-B4xOHzdqJYqUIDB_wld-oGrpSXb7osMwWdMRzn5i4PzxpPbMb-SR9E9C5YNuPuElBDw2LWa55wotdjyNHC6IsaRlQJuqkDIRHMS8K1Fwhc8X0Qk/s400/25+AE+en+telef%C3%A9rico+La+Pinilla+22ene06+%28Large%29.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Listo para el descenso (cortesía A. Grases)</span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"></div><div align="center">____________________________________________<br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEdzuPrVudKIBVx7crl_RABnCdg-mcTDvS8gi5d-IVCG7y3zQ172L3-mzfW3Pw65gvRHVnk-Z7ICCTl873GCNIc6IiQ1PIluGMFqHDpPCksw1_CppLR4IsALv2h0l6K8e1wdQMarYa3NNn/s1600-h/IMG_0232+(Large).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221430441626447778" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEdzuPrVudKIBVx7crl_RABnCdg-mcTDvS8gi5d-IVCG7y3zQ172L3-mzfW3Pw65gvRHVnk-Z7ICCTl873GCNIc6IiQ1PIluGMFqHDpPCksw1_CppLR4IsALv2h0l6K8e1wdQMarYa3NNn/s400/IMG_0232+%28Large%29.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Atención hospitalaria al paciente</strong></span></div><div align="center"><br />___________________________________________<br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWxmDp61n2OMkyfTPHyyL_uFyERY7hOHV-NIf9oRzmHoihnIElrZBc41-o0TB9lu-ncRpNm5EDi_cTcYrkPTbxJqbNLks_SSPe8UJRuc0jmdzIbILPSR3sFmGOH3RWuxNspVwh6HlCyBeJ/s1600-h/IMG_0183.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221426067634785666" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWxmDp61n2OMkyfTPHyyL_uFyERY7hOHV-NIf9oRzmHoihnIElrZBc41-o0TB9lu-ncRpNm5EDi_cTcYrkPTbxJqbNLks_SSPe8UJRuc0jmdzIbILPSR3sFmGOH3RWuxNspVwh6HlCyBeJ/s400/IMG_0183.JPG" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">De todo un poco</span></strong> </p><p align="center">______________________________<br /><br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSRDRtZTcRDIvNssFUKouibJM6_lngwdyz_rQ2uVRVCCjf4rwtX5-VRNUhG1gd23Rviw93FgPjmfbpYG0efG34QYHxysu3n9R3dVNR_Xw_DVFYSLaXjdLOqGNyuTcSI_k2QHBStYd1SkEx/s1600-h/IMG_0164+(Large)+(2).JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221424404404094626" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSRDRtZTcRDIvNssFUKouibJM6_lngwdyz_rQ2uVRVCCjf4rwtX5-VRNUhG1gd23Rviw93FgPjmfbpYG0efG34QYHxysu3n9R3dVNR_Xw_DVFYSLaXjdLOqGNyuTcSI_k2QHBStYd1SkEx/s400/IMG_0164+%28Large%29+%282%29.JPG" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Mathew and Senna (padre e hijo)</strong></span></p><p align="center">____________________________________________<br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpP0SeFcFqYPQJnLDmFuXNLGhk5fNGzulzbAqYnnAFnT9r8rF35_0XsnfmD9VxyyEWZ3VL5bYlfyMbFAS0Zlg_ChQb30TteVT4P-M4TN1zTWGwsKWLU7qyCQ6cILKG76BOBK37Y1x3tsnu/s1600-h/IMG_0149.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221416998692046114" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpP0SeFcFqYPQJnLDmFuXNLGhk5fNGzulzbAqYnnAFnT9r8rF35_0XsnfmD9VxyyEWZ3VL5bYlfyMbFAS0Zlg_ChQb30TteVT4P-M4TN1zTWGwsKWLU7qyCQ6cILKG76BOBK37Y1x3tsnu/s400/IMG_0149.JPG" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;">Vista desde el interior del Museo de Arte Moderno (N.Y.)</span><br /></span><br /></strong>_______________________________________________ </p><p align="center"></p><p align="center"><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwwdKB2B75eGYMwYJ_XXJD6UZa-tq5HLj-15EpN781lBtu7WMEGAjPbI-XFMT2AzqC7gqRvOlW10FVKjx9pFrO5eWpr_KK1gVZ5mikoz2pjGIKwCkqgQEJAvd0lMjePFQgh5TfGWSEccXr/s1600-h/IMG_0117.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221415535959036482" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwwdKB2B75eGYMwYJ_XXJD6UZa-tq5HLj-15EpN781lBtu7WMEGAjPbI-XFMT2AzqC7gqRvOlW10FVKjx9pFrO5eWpr_KK1gVZ5mikoz2pjGIKwCkqgQEJAvd0lMjePFQgh5TfGWSEccXr/s400/IMG_0117.JPG" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Rascacielos en Manhattan (N.Y.)</strong></span></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;"></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">____________________________________</span></strong></div><br /><p align="center"><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQMbaFCsnrsLIl_WHGgvRymWjD7ZLySXDI24oAhVZVCm65jYwywlfsWvwcIJoVS_RKHMJ3ooRKBCAQu1eSeZo3PDllGg_g_IQ24FzeGPP-NNqNXcC_kPF95lH3Ylf-_1INGPJNmEsIwa8q/s1600-h/IMG_0130.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221412428883136274" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQMbaFCsnrsLIl_WHGgvRymWjD7ZLySXDI24oAhVZVCm65jYwywlfsWvwcIJoVS_RKHMJ3ooRKBCAQu1eSeZo3PDllGg_g_IQ24FzeGPP-NNqNXcC_kPF95lH3Ylf-_1INGPJNmEsIwa8q/s400/IMG_0130.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><strong><span style="font-family:verdana;font-size:85%;">Desde dentro hacia afuera (cortesía H. Grases)</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Verdana;font-size:85%;">_________________________________________________</span></strong><br /><br /></p><p align="center"><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcK3TWZ1Srou7pJb4tSt-aZ5ymxZGvLJNcoAxkxsgy9QbjkuvXvJ5h6qvVQMqDBkH1oMFvilOPDmwxG3rTXWvp2obWO23mewdxRF76z6gTelZYEexrjuWQiStUC7-IDQ35a9C8bC5YTPVs/s1600-h/IMG_0080.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221410416730136962" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcK3TWZ1Srou7pJb4tSt-aZ5ymxZGvLJNcoAxkxsgy9QbjkuvXvJ5h6qvVQMqDBkH1oMFvilOPDmwxG3rTXWvp2obWO23mewdxRF76z6gTelZYEexrjuWQiStUC7-IDQ35a9C8bC5YTPVs/s400/IMG_0080.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:verdana;"><strong>Casa de Nueva Inglaterra (EE.UU.)</strong></span><br /></span><br /><span style="font-size:78%;">_______________________________________________________________________</span><br /><br /></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRbucg3Ase8xcT5TFHrfgsvwUcEKbhNI2Vd4VR4uZZcsj3e5YuVLH9ouwWuIwIkPgp02Syq0aJogjW5d-8j5Z9k_snFQfEFL2_SeG-0Cwiorwp-6jQgGo2UO_qAXLuLE-P6v5psuxnKL4Y/s1600-h/IMG_0070.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221409208980607378" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRbucg3Ase8xcT5TFHrfgsvwUcEKbhNI2Vd4VR4uZZcsj3e5YuVLH9ouwWuIwIkPgp02Syq0aJogjW5d-8j5Z9k_snFQfEFL2_SeG-0Cwiorwp-6jQgGo2UO_qAXLuLE-P6v5psuxnKL4Y/s400/IMG_0070.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Manos de poeta (cortesía de H. Grases)</strong></span></div><br /><div align="left"><span style="font-family:Verdana;"><strong></strong></span></div><p align="center"><span style="font-size:78%;">____________________________________________________________________</span><br /><br /><br /><br /><br /><br /></p><p align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLcNKVtG9Q6kiwXSVw1PtS5U9Et8qvHW-AbR3j2O_r7GEINRjC3_iHAgihdCxgdkXPUAP7Ky3VW8ScnmnexmvSLopeBoGz_1pZ7fPs3jlNlln8WWk3HEv_0GTjIyLa-JpEEVMZt17pOxEq/s1600-h/IMG_0069.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221408419879493698" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLcNKVtG9Q6kiwXSVw1PtS5U9Et8qvHW-AbR3j2O_r7GEINRjC3_iHAgihdCxgdkXPUAP7Ky3VW8ScnmnexmvSLopeBoGz_1pZ7fPs3jlNlln8WWk3HEv_0GTjIyLa-JpEEVMZt17pOxEq/s400/IMG_0069.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:verdana;"><strong>Memorábila</strong></span><br /><br /><span style="font-size:78%;">_________________________________________________________________________</span><br /><br /><br /><br /><br /></p><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div align="center"></div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-43875135266348827502008-07-10T07:39:00.000-07:002008-07-10T07:41:33.284-07:00ESPAÑA Y SU EQUIPO DE FÚTBOL<p align="justify">Inicio de la segunda mitad del año 2008 con la merecida y apasionante victoria de la Copa de Europa por parte de la selección española de balompié. Quisiera exteriorizar mis impresiones preliminares sobre este evento para destacar la actuación de un equipo formado por integrantes de las diferentes regiones o autonomías españolas que ha desplegado, sin lugar a dudas, un juego emocionante y de extraordinaria calidad.<br /> Mientras seguía las incidencias de los encuentros por televisión, vi claro que estábamos en presencia de algo paradigmático. Dos porterías en cada extremo del campo y dos equipos con sus integrantes dispuestos como un solo hombre a desplazar sus ataques en dirección contraria a la del rival. Pero obviamente todos, no sólo unos cuantos, sino todos.<br /> Si hay alguna cosa que tengo bien clara, como una limitación importante de la democracia que se ejerce en la mayoría de los países occidentales (independientemente del partido que ejerza el poder), es de que nada va a ofrecérsele como ayuda efectiva al partido de gobierno, aunque ello lleve implícito lograr beneficios para la colectividad. Para quien ejerce la oposición, contraponerse quiere decir hacer todo aquello que haya que hacer para que los que mandan no lo hagan bien, ya que de ser así, se trataría de un logro que distancia las posibilidades de la alternancia en el poder.<br /> Como ciudadano de a pie no veo más camino que una gran coalición entre los dos partidos mayoritarios con Pactos de Estado para resolver los problemas más apremiantes, que a fin de cuentas hay que resolverlos para beneficio de todos los españoles sin excepción. De entrada resulta urgente una nueva Ley Electoral que racionalice la representatividad del voto y así desterrar para siempre noticias recientes como esta: CIU (Convergencia i Unió en Cataluña), PNV (Partido Nacionalista Vasco) y BNG (Bloque Nacionalista Galego) deciden coordinarse para hacer pasar por el aro al Presidente y tumbar los presupuestos del estado. Una amenaza a mí entender impropia entre otras cosas por irrespetuosa. Y conste que ha habido y continúa habiendo actuaciones de la misma tesitura por parte de algunos partidos regionales que con una representación minoritaria y desproporcionada en las Cortes, pretenden erigirse en árbitros para decidir en una u otra dirección sin contar con un respaldo numéricamente importante. A lo sumo un poder de decisión puntual y efímero que los ha llevado a afirmar (“ojo, que ahora decidimos en Madrid).<br /> También habría que cambiar de alguna forma el sistema constitucional y estatutario de distribución competencial de las Comunidades Autónomas. En mi opinión se han extralimitado las competencias y en parte explica que los gobiernos autonómicos tengan demasiada libertad para ejercer sin posibilidad de enmienda una acción de gobierno mediocre, ineficiente y desconcertante.<br /> Coaliciones de gobierno ha habido en otros países con resultados y perspectivas positivas. ¿Por qué no en España? Si los dos grandes partidos mayoritarios estuviesen en la disposición de unirse en torno a un gran Pacto de Estado, estoy convencido de que habría progresos en materia antiterrorista, podrían optimizarse los gastos del Estado, actuar sin dilación en temas económicos (Pacto Social con la actuación de un Gobierno Coaligado), reforma y modernización de la justicia, educación, sanidad, investigación, desarrollo e innovación, y otros tantos renglones que necesitan ajustes en manos competentes. En suma aprovechar mucho mejor los recursos financieros y humanos disponibles y si se diese el caso de que no hubiese suficiente gente preparada, prepararlos. En una meritocracia, quienes deciden en materias específicas son los profesionales preparados y no son siempre los políticos. No es el caso de España.<br /> Para concluir, pienso que la actuación del equipo español constituye un ejemplo a imitar, en el sentido de que ha llegado el momento de que todos los ciudadanos españoles empujen en una sola dirección en aquellas materias que se beneficiarían de ello y sin menoscabo de su libertad individual. Será esta reflexión una utopía.<br /> </p>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-54745727113359784322008-07-10T01:14:00.000-07:002008-07-14T08:36:29.548-07:00TALLER DE NARRATIVA (Tutor - R. García Cebollero)<ul><li><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>Juan Rulfo en su cuento</strong> <span style="font-family:georgia;font-size:130%;"><strong>Luvina</strong></span> <strong>incluye el siguiente diálogo</strong>:<br /></span><em>-¿Dices que el gobierno nos ayudara, profesor? ¿Tú no conoces el gobierno? Les dije que sí.<br />- También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno. </em><br /></div></li></ul><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>Propuesta Grases para continuar el diálogo entre el profesor y un interlocutor en nombre de un grupo</strong>.<br /></span>- Bueno profesor, un gobierno puede tener muchas madres. Cuando se utiliza el término madre en sentido figurativo, la madre no tiene por que ser forzosamente única. Por cierto.¿De que gobierno estamos hablando profesor? De un gobierno dictatorial, de aquel cuyas decisiones las toma un caudillo, de una democracia, de una plutocracia o de un reinado constitucional.<br />- Cualquiera de las mencionadas. Da igual. Lo único que he afirmado es que el gobierno ayudará y que conozco a sus integrantes, responde el profesor.<br />- Madres, con mayor o menor grado de influencia, replica con convicción el interlocutor, pueden ser los medios de comunicación, el poder de los Bancos y de las grandes empresas, la hegemonía de los políticos, la influencia de los sindicatos, la supremacía de los militares y por último, el poder legítimo de la mayoría de la opinión de la ciudadanía mediante el ejercicio del sufragio universal. Quiere decir que son tantas las variables que tendrán que ver con esa ayuda, que en cierta forma resulta impredecible.<br />- De acuerdo, lleváis la razón. Es por ello que se hace necesario estudiar de cual forma y a quién debe solicitarse esa ayuda que necesitáis. Para eso hay empresas asesoras que pueden indicar el camino más expedito y la mejor forma de obtener resultados positivos a corto plazo. Manos a la obra y suerte, mucha suerte.<br />______________</div><div align="justify"></div><ul><li><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>Inventa un diálogo entre dos "falsos impostores" a partir del siguiente fragmento de</strong> <strong><span style="font-size:130%;">Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos</span>, de Philip K. Dick</strong>:</span></div></li></ul><div align="justify"><em>- Esta historia de los simios me hace pensar en algo, ¿sabéis que? Parece que no sólo existen impostores, sino también falsos impostores. Vi a uno en la tele diciendo que él era un impostor famoso en todo el mundo. Se había hecho pasar por un gran cirujano de la Escuela de Medicina John Hopkins, por un físico de Harvard, por un novelista finlandés premiado con el Nobel de literatura, por un depuesto presidente argentino casado con una estrella de cine...</em></div><div align="justify"><em>-¿Y nunca lo descrubieron?</em></div><div align="justify"><em>-No, te he dicho que era un falso impostor. El tipo nunca suplanto a nadie. Trabajaba de barrendero en Disneylandia hasta el día en que leyo un artículo sobre un famoso impostor, y se dijo: "Mierda. Yo también podría hacerme pasar por toodps esos tipos tan extraños y hacer lo mismo que ellos". Pero luego lo meditó mejor y pensó: "¿Para qué hacerme mala sangre? Lo único que haré sera hacerme pasar por un impostor". Y con eso hizo fortuna. Casi tan grande como la del auténtico impostor de fama mundial. Y quizás ahora hay gente que se hace pasar por él.</em></div><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Diálogo inventado por Grases<br /></span></strong>- ¿Has leído entre “dos falsos impostores” que aparece en la obra del prolífico escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción Philip Kindred Dick intitulada “Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos”?<br />- Si, y casualmente hace poco. Debo confesarte que encontré en ese diálogo una contradicción. La condición de impostor es la de una persona que finge ser otro, se hace pasar por otra. Es un engaño o es falso. Adjetivos que califican lo que no es verdadero o sea que no se ajusta a la verdad.<br />- Llevas la razón, cuando leí el fragmento pensé que equivale a lo que pasaría en un coche circulando por una ciudad en manos de un falso conductor. Un falso conductor no puede sentarse ante un volante siendo “falso”. ¿Os imagináis lo que podría ocurrir?<br />- Si, lo entiendo, pero el autor hace referencia a un sujeto que vio en la televisión diciendo que él era un impostor famoso en todo el mundo, y que nunca fue descubierto porque su condición de hacerse pasar por otra persona era falsa. ¿No sería más bien un mentiroso? La diferencia está en que los mentirosos no siempre son fáciles de emular en el sentido literal de imitar procurando igualarles y aún superarles. Es por ello que son poco rentables.</p><p align="justify">__________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Inventa un diálogo entre una pareja a partir del siguiente fragmento de <span style="font-size:130%;">El sueño eterno</span>, de Marlowe:</span></strong></div></li></ul><p align="justify"><em>-¿Le he hecho daño en la cabeza? -pregunta el detective.</em></p><p align="justify"><em>- Usted y todos los hombre con los que me he tropezado -contesta la mujer.</em></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>Diálogo inventado por Grases</strong></span></p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong></strong></span></p><p align="justify"></p><p align="justify">- Bueno Sebastián, una vez más no me comprendes. Llevamos tiempo sin que logremos encontrar un punto en común y estoy convencida de que yo ya he hecho todo lo que puedo ofrecer de mi parte para resolver esta situación tan incómoda.<br />- No es cierto Patricia. Yo lo que noto es que el problema no es sólo conmigo; tu insistes una y otra vez que la gente con quien te relacionas, tampoco te comprende. Tienes por tanto que plantearte la posibilidad de que seas tu quien cambie la actitud hacia el prójimo. Quejarte, diciendo que cada vez que tropiezas te haces daño en la cabeza y de que eres una incomprendida, de que nadie te ayuda y de que cualquier cosa que tu no controlas directamente te sale mal, puede ser una fantasía. Si no logras disposición para aceptar que el daño que experimentas en tu relación, muy especialmente con los hombres que forman parte de tu entorno, puede ser culpa tuya, estás perdida.<br />- Si eso fuese así, replica Patricia, tendría fácil arreglo. Pero piensa mi querido Sebastián que en buena medida los esfuerzos que he hecho para cambiar de actitud y mostrarme más comprensiva han resultado fallidos. No queda más remedio que resignarme y esperar el curso de los acontecimientos. Ahora bien yo así no sigo. Me siento incomprendida y necesito recibir la estimación, respeto y cariño de quienes tengan trato conmigo. Cierto es que en la sociedad actual la sumisión de la mujer hacia el hombre nos ha llevado a tener que aguantar sin paliativos lo que venga sin posibilidad de ningún tipo de respuesta racional. No es justo y por tanto hasta que Uds. los hombres se distancien de ese comportamiento machista, no será posible vivir en armonía. De hecho pura prepotencia, prejuicios y superioridad. ¿Qué remedio? </p><p align="justify">_______________</p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Escribe un monólogo a partir de la siguiente frase del cuento Palabras Textuales del libro <span style="font-size:130%;">Parpadeos</span>, de Eloy Tizón:</span> </strong></p><p align="justify"><em>Hace ya demasiadas voces que no te oigo</p><blockquote></blockquote><blockquote></blockquote><p align="justify"></em><strong><span style="font-size:85%;">Monólogo Grases</span></strong></p><p align="justify"></p><p align="justify">No te oigo…. Hay demasiadas voces y no oigo. ¿Qué pasa?<br />Hay veces que estoy convencido que no quiero oír, estoy negado. Aunque físicamente percibo que llega un mensaje, un reclamo, una advertencia, me coloco en la posición de que falta el sentido auditivo. Se que me hablan y no escucho; tal cual como si estuviese sordo.<br />Otras veces estoy consciente de que no conviene oír lo que me dicen y aunque el mensaje sea reiterativo tiene todos los ingredientes de un reclamo genuino. Mi interlocutor lleva la razón y yo me niego a aceptarlo. Oigo voces, pero me niego a percibirlas. No me conviene oírlas.<br />Más grave aún, a veces oigo y aunque entiendo lo que me dicen, me pregunto ¿Igual de que sirve? Que hago con algo que soy incapaz de instrumentalizar en beneficio mutuo. Es como en el mundo de la biología; hay dos partículas orgánicas que no interactúan sin una enzima catalizadora y para de esa forma generar un producto distinto. Realización que como se ve, requiere la intervención de un tercero. La concibo como una variante de la invalidez afectiva. Neuroquímica pura. ¿Cuántas voces no se oyen por ese motivo? Como dice Eloy Tizón: demasiadas.<br />En más de una ocasión oigo lo que me dicen pero no lo entiendo. Pido que me lo repitan y sigo sin entenderlo aunque lo repitan con matices que pretenden aclarar el significado del mensaje. Lo siento, trato de ser comprensivo, me esfuerzo por entender pero no lo logro. Pienso que probablemente pueda atribuirse al tono destemplado y agobiante, o al revés, un susurro que contiene segmentos inaudibles. Uno y otro tienen remedio, puede pedirse amablemente que repitan. Lo que no tiene remedio es el tono agresivo, hiriente y crispado que no merece ser oído. </p><p align="justify">_______________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Inventa una historia a partir del microrrelato <span style="font-size:130%;">Eustace</span>, de Tanith Lee.</span></strong></div></li></ul><p align="justify"><em>Amo a Eustace a pesar de que me lleva cuarenta años, es totalmente mudo y no tiene dientes. No me importa que sea completamnete calvo, excepto entre los dedos de los pies, que camine jorobado y a veces se caiga en la calle. Cuando él cree necesario emitir un corto y agudo sonido silbante, morder el sofá o dormir en el jardín, acepto todo eso como algo batante normal. Porque lo amo.</em></p><p align="justify"><em>Amo a Eustace porque es el único hombre a quien no le importa que yo tenga tres piernas.</em></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>Texto inventado Grases</strong></span></p><p align="justify"></p><p align="justify">Cuando el amor es profundo, incondicional y sin barreras, todo es posible. Eunise llego a amar a Justino sin exigir nada a cambio y contrajo nupcias mientras cumplía condena después que la justicia consideró con bases deleznables lo que estimó como un delito grave, nada menos que una violación de una impúber. Ella supo perdonarlo porque en el fondo nunca llegó a creer en su culpa. Su convicción era inquebrantable y apostó por ello. Casi tres lustros después, se comprobó la inocencia de Justino, como culminación de numerosas peticiones de indulto. Cuando el reo condenado erróneamente por la sociedad logró su justa libertad, aparecieron en él otras facetas de su valer, puestas de relieve al encontrarse libre de sospecha. Eunise pudo finalmente disfrutar a plenitud y con serenidad de lo que fue siempre su única pasión vital.<br />________________</p><ul><li><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><strong>La técnica de la "recreación".</strong> <strong>Escribe un texto a partir de <span style="font-size:130%;">un relato mítico o antiguo</span> que suceda en un espacio y tiempo actuales.</strong></span></div></li></ul><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Escrito Grases</span></strong><br /></p><p align="justify"><br />África se encuentra inmersa en una batalla campal fratricida que compromete su integridad como continente, ya que hay que aunar a la intensa sequía de algunas regiones (en donde no llueve desde hace años), el despotismo y corrupción de un buen número de sus dirigentes regionales y nacionales y el padecimiento de enfermedades contagiosas agravadas por una pavorosa desnutrición. Impresiona la prevalencia de SIDA en parejas heterosexuales que han contaminado a la descendencia y condicionado la desaparición de pequeñas poblaciones. De todo ello, lo más impactante, son las luchas tribales que recuerdan por su crueldad, relatos antiguos de las campañas de Hernán Cortés durante la conquista de México. En Ruanda los Tutsis vs. Hutus han sido protagonistas de una de las matanzas más horripilantes ocurridas en fechas recientes. Unos y otros salían a diario en procura de una cuota de víctimas, cumpliendo horarios como si trabajasen en una oficina. Provistos de machetes salían en la búsqueda de sus aterrorizadas víctimas. Se cuenta que a partir de una hora determinada de la mañana y hasta no haber cumplido con la cuota diaria de descuartizados, no regresaban a sus viviendas satisfechos por la labor cumplida. La única variante de esta monstruosa e irracional batalla que duró hasta sobrepasar la cifra de un millón de fallecidos, era que a los sectores profesionales de la sociedad (médicos, abogados, empresarios y empleados de la administración) se les autorizaba a utilizar un arma de fuego para cumplir son su cometido y por lo visto para ellos no existía un régimen de cuotas. De la época de Hernán Cortes recordar que la ofrenda más estimada entre los guerreros era una joven virgen o un corazón arrancado latiendo en la mano ensangrentada del oferente como culminación de un ritual de sacrificio en donde la gracia era obtener el trofeo arrancando la víscera estando la víctima aún viva. </p><p align="justify">_________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Describe el espacio que te inspire el siguiente fragmento de <span style="font-size:130%;">El Antropólogo inocente</span> de Nigel Barley (pág 125): </span></strong></div></li></ul><p align="justify"><em>durante la temporada que estuve en Äfrica quizá pasé un uno por ciento del tiempo haciendo lo que había ido a hacer. El resto lo invertí en logística, enfermedades, relacionarme con la gente, disponer cosas, trasladarme de un sitio y, sobre todo, esperar</em>.</p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Descripción inspirada en el fragmento - Grases</span></strong></p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;"></span></strong></p><p align="justify">En el fragmento de “El Antropólogo Inocente” de Nigel Barley , llama a reflexión la enorme cantidad de tiempo que dedicó en su viaje al África, a esperar. Desde la niñez hasta la madurez avanzada, el quehacer vital de cualquier ser humano experimenta, con grados variables de resignación y a veces perplejidad, una sucesión de esperas, pausas y silencios con el agravante de que consumen una parte apreciable del tiempo disponible.<br />La acción de esperar equivale a tener esperanza (de algo) y es equiparable a dar tiempo a que suceda o llegue algo que en el mejor de los casos, permite alcanzar un objetivo, resolver una situación o sirve de apoyo para seguir adelante. A fin de cuentas, se desea. Se tiene esperanza cuando se vive el sentimiento que nace de considerar como probable lo que se anhela o ambiciona.<br />Ahora bien, lo que cada quien espera no se resuelve u obtiene cuando se quiere o necesita. Constituye el escenario propio de cualquier gestión en una dependencia de la administración pública, a modo de ejemplo. La mayoría de las veces se produce un silencio desconcertante, se recibe una respuesta destemplada que no se entiende, o simplemente hay que acudir a otro sitio para superar el trámite. En el peor de los casos ese silencio es permanente.<br />Cuántas veces se envía una nota, o se inicia una gestión en espera de una respuesta, sin que ésta se produzca. El emisario queda un tanto desconcertado porque no llega a entender los motivos de esa pausa. ¿Qué puede costar atender la llegada de una misiva dándose por enterado? Muchas veces se tienen dudas de si en efecto ha llegado a buen puerto. Ya sería algo salir de dudas. Es comprensible que el protagonista del viaje al África tuviese la impresión del escaso rendimiento del tiempo invertido en logística, padecer enfermedades, relacionarse con la gente o trasladarse de un sitio a otro ya que lo que principalmente hizo fue esperar, y esas esperas suelen ser notablemente aburridas. No siempre pero si muchas veces. </p><p align="justify">________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Escribe una historia con lo que dice John Cheever en sus <span style="font-size:130%;">Diarios</span> (Emecé, Barcelona, 2006 - pág 441): </span></strong></div></li></ul><p align="justify"><em>cuando era joven, desperté una mañana entre las sábanas impuras de un sórdido cuarto de pensión, pobre, hambriento y solitario, y pense que algún día despertaría en mi propia casa, abrazado a una bella esposa, y por la ventana llegarían desde el amplio jardín las voces de mis amados hijos. Así sucedió. Pero había en el aire un murmullo profundo y continuo que no había imaginado, y al ir a la ventana para ver si llovía, descubrí un día radiante, y que el ruido venía del arroyo: un premio que no había aparecido en mis fntasias mas desesperadas. Como suele suceder, la realidad había sido más prodiga que mi imaginación. Asi despierto esta mañana. Nuevamente oigo el murmullo del arroyo. Últimamente duermo sólo, desterrado de mi cama, mi ropero y mi cuarto de baño por una esposa perturbada. Lo único que tengo para abrazar es el recuerdo de la chica de las cajas de puros Murad. Pero mis hijos, guapos, afectuosos, dueños de si mismos, andan por las partes del mundo que les interesan. Una vez mi hija me dio un beso y me dijo:"No siempre se gana, Papá". tenía razón.</em></p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Historia escrita por Grases</span></strong></p><p align="justify">Siendo joven decidió seguir el camino de sus sueños y se dedico a la vida bohemia sin prestar atención a los consejos de quienes le insistían sobre la necesidad de hacer un esfuerzo y prepararse para afrontar el futuro. En un comienzo le fue bien y se sintió con libertad para dedicarse a escuchar música, leer y cultivar sus inquietudes artísticas o simplemente a no hacer nada. Su afición por la escultura utilizando retazos de materiales diversos ensamblándolos sólo cuando le apetecía, no le llevó demasiado lejos. Aunque se sentía inspirado y visionaba formas con texturas curiosas, en ningún momento, ni él se sintió realizado, ni los que le rodeaban valoraron sus creaciones como merecedoras de concederle valor artístico alguno.<br />Esa frustración reiterada le fue alejando de sus familiares y amigos al extremo de que comenzó a considerar que debía haber algún culpable de esa carencia de logros y llegó a instalarse en una solitud preocupante cada vez más acentuada. Un buen día, se percató de que quizás su fracaso se debía a no haber formalizado sus estudios de arte e ingresó en una Escuela de Artes Plásticas en la búsqueda de un camino que pudiese enderezar su rumbo vital. Lo hizo poniendo a disposición de esa iniciativa casi todos sus recursos con la convicción de que la única forma de encontrar el camino de la felicidad familiar convencional, sin tener demasiado claro lo que ello significaba. Se enamoró de una talentosa compañera de estudios, con quien formalizó una relación suficiente para iniciar una vida en pareja como un camino para lograr la felicidad plena.<br />Con el correr de los años lograron juntos avanzar en el laborioso camino de vivir del arte y llegaron a tener dos retoños que alcanzaron la adolescencia temprana con una rapidez asombrosa. Justo al inicio de esa etapa se encuentra con la infausta noticia de que su mujer padece un proceso cerebral irreversible que perturba su conducta y rompe su vida afectiva, llevándolo al aislamiento irracional dentro de su propia casa. Recordó en ese momento, que alguien le había señalado que tuviese presente que en la vida no siempre se gana, es cierto, y también los hay que no ganan nunca.<br />________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Escribe un texto a partir del microrrelato Destino de las explicaciones (<span style="font-size:130%;">Un tal Lucas</span>) de Julio<br />Cortázar.</span></strong></div></li></ul><p align="justify"><em>En algún lugar debe haber un basural doncde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir ell día en que alguien consiga explicar también el basural.</em></p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Texto de Grases</span></strong></p><p align="justify"></p><p align="justify">Ante todo es casi seguro que debe haber más de un sitio en donde se amontona todo aquello considerado como desecho y que se necesita eliminar. Cabe por tanto analizar que quiso decir Cortazar en su microrrelato “destino de las explicaciones”. Ante todo decir que la gran mayoría de las explicaciones, al ser formuladas en lenguaje oral y no escrito, no llegan a amontonarse en ningún lado. Es más, algunas quedan en poder de quienes las formulan sin que nadie se entere, una especie de pertenencia íntima, algo que se intenta explicar sin llegar a comunicarse, casi podría hablarse de explicaciones o esclarecimientos mortinatos, que no llegan a ver la luz del día.<br />Si prescindimos de estos preliminares y nos limitamos a las explicaciones escritas que se amontonan, bastaría acudir a los archivos de las oficinas de atención al público para verlas y tomar conciencia de la magnitud del problema. Funcionarios que piden explicaciones de la más diversa naturaleza por escrito, para cumplir con un trámite y luego de superado, pasar al próximo peldaño. Luego pueden aparecer exigencias distintas o complementarias, también por escrito, hasta que llega un momento que se logra un grosor apropiado para calificarlo de expediente. Concluídos los trámites, el solicitante está autorizado a hacer lo que fuere y los formularios y documentos anejos pasan a formar parte de lo que Cortazar irónicamente califica como basural lleno de explicaciones y como no…. lo inquietante en este justo panorama, es que cuando alguien necesite explicar una minúscula parte de ese basural y lo consiga, se de cuenta de que el esfuerzo será inútil, porqué era tal el volumen del basural con explicaciones amontonadas que fueron pasto de unas máquinas trituradoras para hacer espacio a una nueva generación de explicaciones que a fin de cuentas tendrán un destino similar. ¿A dónde van a parar las toneladas de papel cortado en cintas? Que no se inquiete Cortazar desde su tumba. Al menos sobre este basural no creo que nadie tenga demasiado interés. No se requiere explicación alguna. </p><p align="justify">________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Escribe un texto a partir del microrrelato <span style="font-size:130%;">Yo no me considero un funcionario corrupto</span>, de Armando José Sequera</span></strong></div></li></ul><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><em>¡No, yo no soy, yo no me considero un funcionario corrpto, porque un funcionario corrupto es un individuo que no tiene vergüenza, que carece de moral y que ha perdido el sentido ético....! ¡Yo no, yo todavía me sonrojo, cuando me sobornan ...!</em></span></p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Texto Grases</span></strong></p><p align="justify"></p><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;"></span></strong></p><p align="justify">Que duda cabe que un funcionario corrupto es un sin vergüenza, deshonesto e inmoral. Pero tal condición no se pierde por la aparición o no de una facies congestiva cuando le sobornan con dinero o regalos para conseguir de él una cosa. Quien acepta esa transacción ilegal parte de la premisa de que va a quedar impune. Muchas veces incurre en esa conducta irregular cuando siendo un funcionario público dispone de un excesivo poder discrecional y la mayoría de las veces no actúa solo, sino en connivencia con el corruptor y casi siempre inmerso en una sociedad en donde otros también lo hacen (de ahí debe venir el sinónimo cohecho).<br />Entre las causas que tienen que ver con el individuo se encuentran la falta de valores humanistas, la carencia de una conciencia social, la baja autoestima y, como elementos exógenos hay una diversidad de factores que propician en menor o mayor grado ese proceder irregular. En una Sociedad que premia los valores materiales y en donde suele hacerse ostentación de lo que representa tener éxito, resulta comprensible que se tenga que hacer trampa para estar a la altura de los que más tienen, independientemente de que se produzcan o no manifestaciones indicativas de un posible cargo de conciencia exculpatorio (el enrojecimiento de la cara). Por tanto resulta inaceptable la disculpa que ofrece el funcionario corrupto descrito por Sequera en su microrrelato. </p><p align="justify">________________</p><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Técnica de la mezcla. Busca más de <span style="font-size:130%;">3 periódicos distintos</span>. Elige noticias diferentes. Recorta frases al azar. Combinalas. Escribe un texto a partir de la combinación efectuada.</span></strong></div></li></ul><p align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">Combinación Grases</span></strong></p><p align="justify">Noticias sobre el incremento del precio de los combustibles pero de todas maneras, coches, camiones, maquinaria agrícola, trenes y aviones continúan transitando sin aparentes restricciones. No es excepcional un puente vacacional en España con una estimación de algo más de 10 millones de desplazamientos de vehículos automotores. Los economistas señalan que la escalada vertiginosa de la cotización del petróleo se explica por una burbuja especulativa, como lo es invertir en la bolsa de valores, en el negocio de la construcción o en cualquier otra operación a corto plazo que ahora ya no son rentables. Lo nuevo, lo que da rendimiento en estos días, es invertir en comodities (mercancías) que obtengan plusvalías en el futuro. Se compra petróleo con previsiones al alza y con el compromiso de que se entregue a meses vista (compra de reserva); al ser un producto que escasea progresivamente es previsible que cotice al alza. Hoy en día hay que invertir en comodities aún sabiendo que se corre algún riesgo. Por tanto apostar por la compra de alimentos, para sólo citar un ejemplo, con la previsión de que valdrán más en el futuro… es más de lo mismo. De eso se trata y como los que así apuestan van sobrantes de recursos, que más da. Total hoy no necesitas desplazarte para cerrar operaciones – se enciende el ordenador, que de todas formas está siempre operativo (o sea encendido) y a miles de kilómetros de distancia se cierra una operación de 7 ú 8 dígitos en dólares, euros o en yenes (da igual), y si es de noche y en el entorno inmediato la gente duerme (incluidos aquellos que manejan las finanzas), da igual, nos conectamos con las antípodas y allí están despiertos y operativos. Cero limitaciones, todo son facilidades para los que menos lo necesitan. Euribor, hipotecas, intereses de préstamos, factura médica, dentista, vencimiento de giros para completar el pago del coche, da igual, eso es calderilla. Mientras unos se blindan sin misericordia, otros van tirando y dando bandazos. Lo de la crisis, según el presidente Zapatero “es opinable”. Claro que si, unos la padecen más que otros pero sólo se salvan unos cuantos, y claro, para entenderlo hay que hablar el mismo idioma. Si unos han aprendido el castellano, el inglés y comprenden a medias algún otro idioma minoritario que entre otras cosas no les apetece utilizar, es difícil que se entiendan con los que solo hablan bien el catalán, el euskerra o el gallego rancio que es lo quieren los mandatarios de Cataluña, el País Vasco y Galicia. Como eso no puede ser y vivimos en un País llamado España, se proponen medidas para que no haya que discutir tanto y esforzarse desmesuradamente para lograr que una determinada Comunidad Autónoma, situada dentro del territorio español, pueda enseñarse razonablemente a los chavales el idioma castellano. A propósito de la recogida de firmas, el presidente una vez más nos dice que el mejor manifiesto de la lengua es la Constitución, pero la educación es una competencia transferida a gran mayoría de los Gobiernos autonómicos y no sólo es cuestión de que se decanten por la lengua propia al margen de lo que diga la constitución, sino que también Ibarretxe decide poner urnas y desde el gobierno se le advierte por activa y por pasiva que si las urnas son para depositar votos, que ni lo piense. Así estamos.<br />Mezclar las noticias distintas de tres periódicos diferentes, recortadas y ensambladas al azar, no da para más, sobre todo si se tiene en cuenta de que las combinaciones posibles son muchísimas. Lastima que las declaraciones esperanzadoras de Muhammad Yurus de Bangla Desh, mejor conocido como el “Banquero de los Pobres”, sólo fueron emitidas por la televisión y de que la liberación de Ingrid Betancourt se haya producido después de haber concluido este escrito.<br />_________________</p><ul><li><span style="font-size:85%;"><strong>Concéntrate en una persona que te tiene manía, una persona a la que no le caes bien o que tal vez te odia y pónte en su lugar, mírate cómo crees que ella te mira, y</strong> <strong><span style="font-size:130%;">escribe algo sobre ti mismo</span> desde su punto de vista.</strong></span></li></ul><p><strong><span style="font-size:85%;">Texto Grases</span></strong></p><p align="justify">No resulta nada fácil decidir en carne propia cuáles son los atributos de una determinada persona que generan en otros sentimientos de manía u odio. Qué duda cabe que no puede caer bien a alguien, a quien se le tiene manía (aversión) y mucho menos si se le tiene odio, animadversión, rencor, antipatía, tirria u ojeriza. Mucho más difícil aún presentarlo en primera persona, como si el agraviado tuviese la obligación puntual de autoanalizarse y decidir lo que a un tercero le pueda resultar inexcusablemente odioso. Lo intentaré.<br />Quien escribe este ejercicio es producto de una familia de emigrantes españoles, acogidos por un país con una historia de corto recorrido y con un nivel de civilización propio de naciones inmaduras. Nuestros padres nos formaron en un régimen disciplinado, dando relevancia al rendimiento estudiantil y a guiarse por una programación vital en donde la puntualidad, el hacer cosas y el compromiso serio era muy distinto a lo que, salvo meritorias excepciones, podía encontrarse en el entorno. Es decir, que de entrada, vas estructurando, se va construyendo a un ser humano distinto al resto, que contrasta con lo que podríamos considerar los otros valores de la sociedad en donde se vive.<br />Podría resumirlo asi: oye, este individuo, además de graduarse de médico siendo un chaval, se casa con una mujer guapa y encima se va al Norte a especializarse en uno de los centros pioneros de su especialidad, regresa, y pronto se incorpora a sus actividades docentes en la primera universidad del país, y encima lleva un apellido famoso y su familia le apoya económicamente. Que pasada. Pero no solo eso, comienzan los logros a base de esfuerzo (madrugonazos durante más de tres lustros) y junto a otros profesores va consiguiendo cosas que llegan a generan una gran angustia en su entorno. Da clases y los estudiantes le aplauden (¡Qué se ha creído … esto es un show!!, textualmente) comienza a publicar, publica libros en ingles en los Estados Unidos, es invitado como profesor visitante en la Universidad de Friburgo, en la ciudad homónima del sur de Alemania, en la Universidad de California del Sur y años después también como profesor atiende una invitación para trabajar en la Universidad de Oxford y todo ello va condicionando el sentimiento de que es alguien que se escapa de los controles de una sociedad en donde el ejercicio del poder (político o profesional) esta justamente para evitar que eso ocurra. Por otro lado, tampoco el protagonista hizo ningún esfuerzo para minimizar las consecuencias de esas ejecutorias exitosas y culmina consiguiendo un trabajo en el mejor Clínica de Barcelona para cerrar su carrera profesional, jubilándose cuando aun tiene ganas de hacer cosas.<br />He intentado dar cumplimiento a las instrucciones de la Propuesta: “Concéntrate en una persona que te tiene manía, una persona a la que no le caes bien o que tal vez te odia y ponte en su lugar, mírate como crees que ella te mira, y escribe sobre ti mismo desde su punto de vista”. No encuentro otras razones y conste que esto esta escrito así y ahora, en fiel cumplimiento del ejercicio propuesto, ya que valoro lo que me han encomendado hacer en este Taller y e intentado cumplir una vez más. También he pensado en una alternativa: ¿no será acaso envidia?</p><p align="justify">__________________</p>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-59844879601195925312008-07-01T00:04:00.000-07:002008-07-10T04:52:15.008-07:00ESPAÑA Y LOS LOGROS DE SU EQUIPO DE FÚTBOL<div align="justify">Inicio de la segunda mitad del año 2008 con la merecida y apasionante victoria de la Copa de Europa por parte de la selección española de balompié. Quisiera exteriorizar mis impresiones preliminares sobre este evento para destacar la actuación de un equipo formado por integrantes de las diferentes regiones o autonomías españolas que ha desplegado, sin lugar a dudas, un juego emocionante y de extraordinaria calidad.<br />Mientras seguía las incidencias de los encuentros por televisión, vi claro que estábamos en presencia de algo paradigmático. Dos porterías en cada extremo del campo y dos equipos con sus integrantes dispuestos como un solo hombre a desplazar sus ataques en dirección contraria a la del rival. Pero obviamente todos, no sólo unos cuantos, sino todos.<br />Si hay alguna cosa que tengo bien clara, como una limitación importante de la democracia que se ejerce en la mayoría de los países occidentales (independientemente del partido que ejerza el poder), es de que nada va a ofrecérsele como ayuda efectiva al partido de gobierno, aunque ello lleve implícito lograr beneficios para la colectividad. Para quien ejerce la oposición, contraponerse quiere decir hacer todo aquello que haya que hacer para que los que mandan no lo hagan bien, ya que de ser así, se trataría de un logro que distancia las posibilidades de la alternancia en el poder.<br />Como ciudadano de a pie no veo más camino que una gran coalición entre los dos partidos mayoritarios con Pactos de Estado para resolver los problemas más apremiantes, que a fin de cuentas hay que resolverlos para beneficio de todos los españoles sin excepción. De entrada resulta urgente una nueva Ley Electoral que racionalice la representatividad del voto y así desterrar para siempre noticias recientes como esta: CIU (Convergencia i Unió en Cataluña), PNV (Partido Nacionalista Vasco) y BNG (Bloque Nacionalista Galego) deciden coordinarse para hacer pasar por el aro al Presidente y tumbar los presupuestos del estado. Una amenaza a mí entender impropia entre otras cosas por irrespetuosa. Y conste que ha habido y continúa habiendo actuaciones de la misma tesitura por parte de algunos partidos regionales que con una representación minoritaria y desproporcionada en las Cortes, pretenden erigirse en árbitros para decidir en una u otra dirección sin contar con un respaldo numéricamente importante. A lo sumo un poder de decisión puntual y efímero que los ha llevado a afirmar (“ojo, que ahora decidimos en Madrid).<br />También habría que cambiar de alguna forma el sistema constitucional y estatutario de distribución competencial de las Comunidades Autónomas. En mi opinión se han extralimitado las competencias y en parte explica que los gobiernos autonómicos tengan demasiada libertad para ejercer sin posibilidad de enmienda una acción de gobierno mediocre, ineficiente y desconcertante.<br />Coaliciones de gobierno ha habido en otros países con resultados y perspectivas positivas. ¿Por qué no en España? Si los dos grandes partidos mayoritarios estuviesen en la disposición de unirse en torno a un gran Pacto de Estado, estoy convencido de que habría progresos en materia antiterrorista, podrían optimizarse los gastos del Estado, actuar sin dilación en temas económicos (Pacto Social con la actuación de un Gobierno Coaligado), reforma y modernización de la justicia, educación, sanidad, investigación, desarrollo e innovación, y otros tantos renglones que necesitan ajustes en manos competentes. En suma aprovechar mucho mejor los recursos financieros y humanos disponibles y si se diese el caso de que no hubiese suficiente gente preparada, prepararlos. En una meritocracia, quienes deciden en materias específicas son los profesionales preparados y no son siempre los políticos. No es el caso de España.<br /><strong>Para concluir</strong>, pienso que la actuación del equipo español constituye un ejemplo a imitar, en el sentido de que ha llegado el momento de que todos los ciudadanos españoles empujen en una sola dirección en aquellas materias que se beneficiarían de ello y sin menoscabo de su libertad individual. Será esta reflexión una utopía. </div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-48625028399746289522008-06-12T07:21:00.000-07:002008-06-12T07:23:36.556-07:00UNA PAUSA EN EL CAMINO<div align="justify"><span style="font-size:85%;">SENTARSE Y REFLEXIONAR (BARCELONA - 2005)</span><br /><br />Realizar, o sea convertir en real un proyecto de vida constituye una tarea personal que en apariencia significa – si es positiva – un logro propio, cuando en realidad depende de una conjunción muy compleja y a la vez “mágica” de circunstancias fuera del control de cada cual.<br />En la madurez del ciclo vital de un ser humano, se hace aún más difícil encontrar el “punto dulce” de una decisión acertada, porque depende en buena medida de la manera en que repercute en lo personal, en el entorno familiar, en el trabajo – cuando se tiene la suerte de mantenerse activo – y, en general, en el papel que cada quien desempeña en la sociedad en que vive.<br />Nos encontramos en una etapa convulsa que no es nada fácil de entender por más que se hagan concesiones. El acontecer diario en el país en donde se reside y la inmediatez “brutal” de lo que ocurre fuera de las fronteras, inclusive en lugares remotos, incide muy desfavorablemente en cada individuo e impone una reflexión que cada día se percibe más inútil, ya que se tiene la convicción de que somos incapaces de cambiar las cosas para bien.<br />Los dirigentes políticos de acá y los de otros lugares también, dedican una considerable proporción de su “tiempo útil” en disputas pueriles y estériles, en vez de empeñarse en la solución de los problemas del colectivo que dirigen. Esta especie de crispación sostenida y creciente incide desfavorablemente en las relaciones interpersonales ya que casi obliga a “tomar partido” a favor o en contra de una determinada posición, sin dejar espacio para actitudes genuinamente reflexivas o de compromiso. Este ejercicio insensato de una profesión como la del político, que en teoría debería ser respetada por la colectividad, se ha convertido en una batalla campal llena de gestos despectivos, improperios, insultos y también mentiras. Podría concluirse que tal como vamos, vamos mal.<br />En medio de este panorama un tanto desolador, el acontecer vital sigue su marcha. Los que han tenido la suerte de tener una posición que cubre sus expectativas pueden ver todo esto con indiferencia o más bien como una de las tantas limitaciones que nos proporciona la vida. La economía se mantiene más o menos estable, la forma de vivir a la europea hasta ahora ha aguantado pero queda por ver hasta cuando, y en fin, volviendo de nuevo al planteamiento inicial...... realizar un proyecto de vida constituye una tarea personal cuya próxima etapa quiero desglosar en las páginas que siguen. Olvidaba decir que de momento, y mientras lo soporte, he decidido ingresar en un especie de “convento de clausura” en donde se considera muy poco recomendable hacer uso de los medios de comunicación de masas. De momento nada de periódico, ni revistas (con lo que me gusta The Economist), nada de noticias televisadas y me limito a escuchar sin demasiada atención, algún comentario aislado a través de la radio una vez silenciados los noticieros y anuncios, en especial estos últimos.<br />Como profesional liberal, hasta hace muy poco autónomo, disfruto del ejercicio de mi especialidad en el Instituto Universitario Dexeus en donde comenzó la última etapa de mi carrera en Mayo de 1990. He vivido en compañía de mi esposa Haydée y de mi hijo menor Pablo, también médico. en varios sitios de Barcelona y sus suburbios. Desde hace unos años mis otros dos hijos Pedro Ignacio y Andrés con sus respectivas familias se desplazaron desde Venezuela para radicarse cerca de nosotros en Sant Cugat del Valles. En su conjunto el balance ha sido positivo aún teniendo en cuenta las dificultades encontradas para lograr un modus vivendi estable. Desde hace unos meses mi segundo hijo Andrés se trasladó con su familia a Madrid en donde ha conseguido un trabajo más acorde con su formación y trayectoria profesional.<br />En un ensayo que de momento ha visto la luz en una versión preliminar, he desglosado los sitios en donde hemos tenido oportunidad de vivir. En “Habitat, techos y moradas” describo las viviendas que he compartido con mi familia y la forma en que ésta ha ido creciendo y madurando. Trata sobre las peculiaridades de una convivencia que incluye las relaciones con otras familias. Al mismo tiempo aprovecho para dar unas pinceladas relativas al entorno cercano. Constituye un testimonio muy personal, que enfatiza la diversidad de sitios en los cuales hemos tenido la oportunidad de compartir techo. Una experiencia enriquecedora que no ha concluido aún y que esperamos continúe siendo gratificante, siempre que se tomen decisiones atinadas.<br />Estamos en pleno verano de 2005. Yo ya he cumplido y celebrado mi septuagésimo primer aniversario y mi esposa Haydée ha recorrido un trayecto algo más corto que el mío y continúa cumpliendo con sus funciones de timonel con las limitaciones propias de esa tarea. Reconozco que no es nada fácil seguir mi ritmo, pero una vez más, hay motivos sobrados para poder valorar en su conjunto esta experiencia que hemos compartido durante más de 46 años como muy positiva.<br />Continuo vinculado al Servicio de Anatomía Patológica de la Dexeus que ha dejado de ser una Unidad Diagnóstica de mi propiedad al quedar integrada a la estructura administrativa de la Clínica y, de momento, con el mismo personal, los mismos equipos y los archivos de soporte de mi propiedad. Ahora todo está bajo la tutela de mi compañero de ruta durante la última década, el Dr. Francisco Tresserra. Mi condición de consultante asalariado, me permite un horario más flexible, aunque reconozco que no es nada fácil cambiar de ritmo. Percibo que aún puedo ser útil y que cada vez que se me brinda la oportunidad de participar en actividades docentes, en reuniones científicas y prestar colaboración al Dr. Tresserra en su afán de continuar publicando en revistas diversas, lo hago a plenitud y con satisfacción. Durante esta última etapa he iniciado colaboraciones vinculadas a mi especialidad con la Revista de la Sociedad Venezolana de Obstetricia y Ginecología con sede en Caracas. Todo esfuerzo para mantener el vinculo con mi querida Venezuela es particularmente gratificante.<br />Creo que lo que en propiedad toca a estas alturas, es una jubilación en el sentido integral del término. Hay que dar paso a las nuevas generaciones, pero en mi caso ha sido necesario adecuarlo a condiciones muy personales que no viene al caso detallar aquí. Hasta ahora me he referido a mi condición de ciudadano de la tercera edad cumpliendo con actividades profesionales a un ritmo menos trepidante, pero siempre atento y empeñado en ofrecer mi máxima colaboración.<br />¿Qué toca ahora hacer? ¿Cuáles son las alternativas? Me atrevo a decir que no son demasiadas. No hay que engañarse. Desde luego que en buena medida dependerá de la posibilidad de tomar decisiones razonadas, ponderar los pros y contras en cada caso, aunque como es natural, siempre se aspira a tomar el camino que permita cumplir unas expectativas.<br />En estos momentos todo gira en torno a lo que más convenga hacer con nuestra vivienda en Bellaterra. Ya veíamos mientras se construía esa casa ubicada en la Calle Margetat 11 de esa urbanización, que iba quedando espaciosa y muy bien acabada. En el momento de contemplar si era o no conveniente ajustar a la baja, prevaleció el criterio de darle un “valor añadido” si en un futuro tuviese que venderse. Esa no fue mi concepción inicial, pero me sometí, sin ofrecer demasiada resistencia, al criterio del equipo integrado por mi esposa Haydée, el arquitecto Miguel Batet y mi hijo mayor Pedro Ignacio, encargado, entre otras cosas, del control administrativo de la obra. Pensamos también, y es justo reconocerlo ahora, que la vivienda tal como terminó acabada, tendría las dimensiones ideales para acoger a toda la familia más próxima y a la vez nos permitiría alojar, como ha sido el caso, algún otro familiar o amigo. Estas premisas han servido para cubrir los máximos, pero en la práctica, las cosas no funcionan así. Resulta ineludible un mantenimiento costoso en varios renglones que excede las previsiones y no se justifica cuando en la vivienda solo estamos mi señora y yo. Resumiendo: la casa es deliciosa pero nos ha quedado grande. Hay que aceptarlo y a fin de cuentas no es nada nuevo. Nos lo advirtieron algunos conocidos y amigos residentes en “Las Lunas• de Sant Cugat del Valles, de edad algo más avanzada que la nuestra aunque con un patrimonio mucho más holgado. Recordar que allí tuvimos el privilegio de residir mientras construían la vivienda nombrada.<br />La decisión de vender la casa y cambiar de rumbo está tomada. Toca ahora lograr un consenso sobre lo que es más conveniente para todos. Quisiera aprovechar este escrito para considerar en primer lugar exponiendo lo que yo haría si estuviese solo, o dicho de otra manera, su tuviese la fuerza persuasiva para convencer a los demás y se nos permitiese a mi mujer y a mi probar durante un tiempo.<br />Alternativa utópica: Desde hace muchos años vengo insistiendo de que una de mis grandes ilusiones en esta vida sería poderme construir una vivienda de madera con mis propias manos sin renunciar a la ayuda que fuese necesaria para mitigar mi ignorancia y falta de experiencia en la materia. Vislumbro la realización de este sueño en medio de una parcela de terreno bien protegida (cercada y con la posibilidad de construir por encima del nivel del suelo) y de preferencia a la orilla del mar. Tendría que ser forzosamente en un lugar con buena sombra y por tanto ya arbolada y de preferencia con palmeras de especies diversas, acacias y un gigantesco bambú. Pienso que sembrar ahora para esperar que crezcan los árboles luce extemporáneo y a la vez estoy consciente de la dificultad de encontrar un lugar con la vegetación propuesta. Un proyecto de esa índole me permitiría acondicionar un jardín al estilo oriental (japonés) modificado en función de la disponibilidad de arbustos y plantas pequeñas que estén adaptadas al microclima del sitio elegido. Si se me permitiese decidir sobre su ubicación tomando en cuenta los lugares que ya he visitado, me decidiría por algún punto de la costa caribeña de Venezuela.<br />¿Es que nuestro amigo Grases se ha convertido en ermitaño? De ninguna manera. No aspiro a vivir en soledad y sin trato con los demás. Todo lo contrario. Lo que quisiera es tener lo mínimo indispensable para vivir confortablemente, con facilidades para leer sin apremio y disponiendo de un equipo reproductor de música. Estoy seguro que podría prescindir tanto de la televisión como de un ordenador personal a no ser que resultase indispensable disponer de correo electrónico.<br />Una vez completada la vivienda tocaría buscar la forma de que alguien de confianza y absolutamente fiel, se encargara de cuidarla durante el tiempo que mi esposa y yo estuviésemos fuera de ella (visitando familiares y amigos o viajando). Luego volveré sobre este punto en concreto.<br />¿Cuales son las objeciones primordiales a un proyecto de esta naturaleza? La primera: que hacemos con el resto de nuestra familia que esta instalada en España. De momento no disponemos de una salida sensata y por lo tanto constituye una objeción de mucho peso. Hay motivos legítimos para predecir que la privación va a ser mutua; además, nosotros tendremos la sensación de que le “hemos fallado” a nuestros hijos y nietos. En cierta medida cabría percibirlo como un abandono en buena regla..<br />¿Qué riesgos conlleva un cambio brusco del ritmo de vida, para colmo de males, en un lugar inseguro? Cambiar de ritmo, aunque fuese temporalmente, podría ser una experiencia interesante aunque no libre de riesgos. ¿Dónde queda ese tan necesario ambiente académico, los museos, las salas de concierto, los parques, en fin todo aquello que constituye el paradigma del mundo desarrollado? Pues muy probablemente en el mismo sitio. Será por lo tanto cuestión de desplazarse cuando podamos y disfrutarlo a plenitud. ¿Y si el no haber tenido en cuenta los riesgos de robo, asalto o secuestro, para citar algunos, lleva a una situación de peligro como consecuencia de esa actitud temeraria? Pues es cierto, cuesta afrontarlo. ¿Qué ocurriría el día que necesitemos atención médica y no la encontremos oportunamente o en el mejor de los casos, lleguemos a tiempo pero no sea de la calidad esperada? Otra limitación que es importante.<br />Quiere decir que esta primera alternativa que de entrada he aceptado como utópica, lo es por tratarse de un proyecto bueno, inclusive exótico, pero irrealizable. La pretendida tranquilidad de vivir a la orilla del mar, con sol y sombra, aire puro, alejados del mundanal ruido y con tiempo libre para leer, escribir o escuchar música, no es nada fácil de lograr. ¿Qué pasaría si quien escribe estas líneas, que presume de haber vivido a “toda vela” de repende le faltan cosas por hacer y comienza a aburrirse? Es materia imprevisible, pero insisto, cuando resultase deseable acudiríamos al encuentro de familiares y amigos. No olvidar que mi madre aún vive en la residencia familiar de la Castellana en Caracas y sentirme cercano a ella puede para mi ser importante en esta etapa de mi ciclo vital. De alguna manera organizaríamos visitas a diferentes lugares. Para esto último, puede hacerse uso de planes de turismo interno supervisado y en grupos. También existiría la posibilidad - por que no - de visitar otros países (incluida por supuesto España), en la medida de que dispongamos de un fondo bien administrado para cubrir los gastos. Hoy en día hay muchas maneras de viajar y que duda cabe que si se planifica con antelación, pueden lograrse tarifas muy atractivas para desplazarse y alojarse en el lugar de destino. Quiero mencionar aquí, aunque sea de una forma tangencial, que esta alternativa utópica podría tener además un margen a nuestro favor en virtud un beneficio cambiario. El Euro es una moneda fuerte que permitiría resistir los embates de un incremento en el costo de la vida en Venezuela. No digo más nada, por ahora.<br />Alternativa convencional: vendemos la casa de Bellaterra y compramos otra vivienda en un lugar cercano. Quizás Sant Cugat sea la ubicación más idónea por las siguientes razones: Si todavía continuo por un tiempo ejerciendo en la Dexeus, gano en proximidad. En Sant Cugat vive uno de mis hijos y aunque el otro que reside en Cataluña vive en el centro de Barcelona; el traslado en coche o en tren permite mantenernos en contacto. ¿Otra casa o un piso? Que duda cabe que la revalorización de las viviendas unifamiliares en Sant Cugat o en Barcelona ciudad, no permiten ni pensarlo. En cambio pisos si se encuentran con un precio de compra que varía en función de la ubicación, tiempo de construcción del inmueble, superficie habitable y otras dependencias como plazas de estacionamiento, trastero, tipo de jardín, si hay o no hay piscina y en consecuencia, el monto de las cuotas de condominio. Mi esposa en estos momentos esta realizando visitas frecuentes para tener una visión de conjunto de cómo está el mercado inmobiliario. Se le ve muy motivada y después de haber valorado propuestas en la comarca del Valles Occidental y aledaños (lo cual nos llevo hasta las cercanías de la ciudad de Vic), un piso ubicado en Barcelona ciudad esta cobrando mucha fuerza.<br />Esta solución es quizás la más sensata y cumple con otra ventaja. Nuestros muebles y otros enseres podrían al menos en parte utilizarse para poner en marcha esta nueva vivienda. Eso preocupa más a mi esposa que a mí y es natural que así sea; las mujeres como amas de casa, valoran estas cosas de una forma diferente. Como queda claro, la alternativa es viable y en modo alguno despreciable.<br />Alternativa de cara a nuestro futuro: cuando hablamos de estos temas me pregunto ¿Por qué no comprar algo en Las Lunas Club & Casa?. Nuestra permanencia en esa residencia está descrita en “Habitat, techos y moradas”. No quiero repetirme. Simplemente hacer énfasis en la calidad humana de sus gentes. Tanto el personal de gerencia, de la recepción, enfermería y mantenimiento, como en su conjunto los residentes del complejo nos trataron con un afecto excepcional. Hemos mantenido una relación continuada atendiendo invitaciones para compartir mesa, cuando hay celebraciones o conciertos. Como resultado de todo ello Las Lunas deben incluirse como una alternativa atractiva. En Barcelona hay muy pocas residencias comparables. El jardín, incluida el área en donde esta ubicada la piscina, las sala de estar, la sala de lectura y de juego, al igual que los locales destinados a enfermería y gimnasio son regios. El local del restaurante es espléndido y está bien atendido. Hay además un sitio reservado para atender a invitados especiales. Las facilidades para parking y los trasteros son adecuadas. El complejo esta a escasos 100 metros de un supermercado y las comunicaciones se facilitan con un servicio de transporte que te lleva hasta la estación del tren de Sant Cugat. A la hora de que haga falta atención médica, puede conseguirse más rápidamente que en ningún otro sitio y cuenta con enfermeras entrenadas. Ha surgido algo que habíamos subestimado: el monto de la cuota de mantenimiento. Es natural que sea elevado, pero cuesta asumirlo si se cumplen nuestros deseos de estar ausentes durante largas temporadas.<br />Alternativa de transición expectante: ¿Qué necesidad hay de tomar una decisión inmediatamente después de vender nuestra casa? ¿No sería acaso preferible abrir un compás de espera y decidir de una vez la jubilación para comprar tiempo? Quedaría entonces por decidir en que sitio, durante cuanto tiempo y en que tipo de techo. ¿No es acaso una manera de diferir la decisión sobre el destino final durante esta etapa de nuestras vidas? La verdad es que estamos creando una incertidumbre innecesaria. Personalmente creo que bien valdría la pena abrir un paréntesis, y de momento, lo que haría falta sería resolver que hacer con todas nuestros muebles, con los libros y en fin con todo aquello que se encuentra actualmente en nuestra vivienda de Bellaterra. Esta claro, hay que desembarazarse de lo que no haga falta y almacenar el resto.<br />Sirva lo que expongo a continuación como modelo de visita a otras regiones del país. En el futuro podríamos disponer de más tiempo y comenzar probando en aquellos sitios en donde tengamos contactos personales cercanos.<br />Hace apenas unos días hicimos una corta incursión a Cantabria en plan más o menos distendido y hemos vuelto a Barcelona encantados con la experiencia vivida. El paisaje es realmente muy bello y diverso. Aunque no hicimos el periplo en las mejores condiciones climáticas - las precipitaciones pluviales en estos últimos meses no han sido demasiado generosas - los bosques, praderas y valles siguen siendo verdes. No es un verde tierno ni “húmedo” pero que duda cabe que Cantabria debe ser una región del país en donde hay explotaciones madereras ya que ven bosques enteros con árboles recién puestos allí por la mano del hombre. Hemos encontrado poca agua en los ríos, es cierto, pero aún se encuentran con una naturaleza exuberante y frondosa a lo largo de las carreteras secundarias de esa región. El desfiladero de Hermida, para llegar a Potes y al Parador de Fuente De, es precioso y como habría de ponderarse el espectáculo de la cordillera cántabra y de los picos de Europa vistos desde lo alto de la región de Liébana en un caserío llamado Cahecho. Allí conocimos a Gregorio (Goyo) el dueño de la Posada Casa LaMadrid. Que paraje para ser armónico, que bellas casas con la combinación de piedra y madera, y a su vez la alegría de las flores que se ven llenas de vigor con una espléndida combinación de tonalidades rojizas, fucsia, blanco y amarillo. Ese sitio en concreto, es de una pulcritud impecable y el aire de una pureza fortificante. Esa gente, acostumbrada a vivir de una forma sencilla, debe tener sus problemas como cualquier ser humano, pero en apariencia ofrecen su cara amable y risueña de una forma convincente.<br />Hay valles rodeados de colinas ondulantes en buena parte cultivadas. En los poblados o caseríos hay cierta armonía que viene dada por el tipo de vivienda propia de casi toda la cornisa cantábrica, quiero decir incluido el País Vasco, Asturias y Galicia. Viviendas sólidas construidas con paredes gruesas de piedra con muros mixtos de mampostería caliza y piedra de arenisca finamente labrada. Muchas de esas casas tienen áticos en forma de gran buhardilla. Casi siempre se aprecian tejas de arcilla y en ocasiones se distinguen espléndidos balcones de madera. Las “mansiones” de los indianos, tienen jardines cercados, arbolados y con un césped que corta la respiración.<br />La arquitectura tradicional del campo de Cantabria es una delicia. Casas de planta rectangular con cubierta a dos aguas y caballete paralelo a la fachada, orientada en función de los puntos cardinales. El balcón, generalmente cubierto por un alero prolongado, se apoya en poderosos cortafuegos de sillería. Este espacio adicional se utiliza para quehaceres hogareños. Hay también balconadas convertidas en galerías acristaladas y construcciones con balcones volados apoyados o no sobre machones laterales. La diversidad es muy grande y especialmente atractiva.<br />Es la tercera vez que visito la ciudad de Santander, merecidamente calificada como “la perla del Cantábrico”. Abierta al mar, la zona más atractiva tiene una disposición lineal a lo largo de la costa y se distingue por los edificios monumentales (en particular la catedral), por las residencias privadas de ensueño, por las plazas y en especial por su paseo arbolado y por la exquisitez de sus jardines. La policromía y abundancia de flores, aunado a su impecable estado de conservación, contribuyen a la elegancia y toque aristocrático de esa parte de la ciudad. Mención aparte, el esplendor de un día soleado con las playas pletóricas de bañistas disfrutando de una arena que impresiona por su limpieza. Otra cosa es la temperatura más bien fría del mar cantábrico.... tampoco se puede tenerlo todo. El Palacio de Festivales y el de la Magdalena son centros culturales y de enseñanza de renombre internacional. Para el visitante temporal causa una genuina envidia porque lo que allí se programa esta reservado con muchísima anticipación. En síntesis, este nueva oportunidad de disfrutar de Santander, aunque haya sido fugaz, bien vale por si sola la escapada que hemos realizado.<br />El Parador de Limpias se encuentra rodeado de varias hectáreas de bosque. La edificación central es el “Palacio de Eguilior” construido a principios del siglo XIX y recientemente restaurado. Allí se celebraban los Consejos de Ministros en la época de Alfonso XIII y fue propiedad del Ministro de Hacienda de esa época. Limpias en el siglo XVI tuvo una actividad portuaria importante. Es la primera población que se encuentra remontando el rió Ansón y de allí se llego a exportar gran cantidad de fruta a Inglaterra y Flandes. Más adelante era por donde salía el trigo de Castilla hacia América.<br />Sería demasiado largo detallar las visitas a San Vicente de la Barquera, Laredo, Colindres o Castro Urdiales. También nos acercamos una vez más a Bermeo, en donde nos encontramos con una merma importante de embarcaciones debido a veda para la pesca de anchoa.<br />Conclusiones provisionales: Ilusión no falta. Tengo la percepción de que estamos en buen camino y que puede augurarse una etapa interesante. Continuaremos disfrutando de nuestra actual residencia hasta que sea posible, y a la hora de cambiar de rumbo, habrá que afinar los sentidos para actuar con sensatez. Recuerdo ahora que en párrafos anteriores hacia mención expresa de asuntos cuya explicación ofrecía para más adelante. Este es el momento de solicitar que se acepte un aplazamiento, ya que quedan cosas por clarificar. En esta materia hemos dado muchos tumbos hasta que hemos logrado afinar los sentimientos y las posiciones de cada cual. Yo puedo decir algo que a los pocos días me doy cuenta que debía rectificar en bien de todos (recuerdo mi delirio con la vivienda que vi en Cascáis – Portugal). Nuestros hijos contribuyen también a modular las decisiones y no haremos nada que a estas alturas pueda tomarse como una deslealtad. Con el transcurrir del tiempo sabremos si hemos escogido el camino acertado. </div><div align="justify"><br />FIN DEL INICIO DE LA PAUSA<br />Mediados de Agosto/2005<br />__________________<br /><br />En estas semanas de “abstinencia informativa”, he aprovechado para hacer una incursión en el pasado. He leído sobre religiones, sobre Las Cruzadas, he repasado con aprensión el tema de La Santa Inquisición y estoy por finalizar la lectura del libro “Hernán Cortés” escrito por Salvador de Madariaga. ¡Por Dios! Cuanta crueldad, barbarie, desenfreno y fanatismo. Percibo que se aproxima mi retorno a lo cotidiano en materia informativa y me planteo con incertidumbre si de algo me ha servido esta escapada. Puede ser que nos toque aprender a leer, escuchar y ver las noticias de una forma selectiva. A fin de cuentas, es quizás lo más razonable.<br /><br /></div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8426322029737391997.post-87396749734070610372008-06-12T02:26:00.000-07:002008-06-12T03:32:41.859-07:00HÁBITAT, TECHOS Y MORADAS (2008)<div align="justify"><strong>TEXTO INTRODUCTORIO</strong><br />Desde épocas remotas el ser humano ha tenido la necesidad de ocupar un lugar para vivir. En esa “vivienda” mantenía a buen recaudo sus pertenencias, se protegía de las inclemencias del tiempo, daba cobijo a su gente cumpliendo actividades cotidianas propias de un núcleo familiar y poco a poco, a medida que se fue estructurando la sociedad, le servía para relacionarse con el prójimo.<br />Con el correr de los años y a lo largo de diversas etapas se impuso la conveniencia de agruparse para disfrutar de servicios compartidos que facilitaban la relación individual y de los grupos familiares entre sí, estructurándose pequeños colectivos, aldeas, pueblos (agrupados en comarcas) y más tarde, con el advenimiento de núcleos urbanos, se consolidó la necesidad de disponer de alojamientos mejor estructurados para el disfrute de los habitantes de cada lugar.<br />Dependiendo de la disponibilidad económica de cada quien, se fueron construyendo viviendas para uso en propiedad o en régimen de alquiler (pisos, apartamentos o casas). En todas partes, la disponibilidad de una vivienda apropiada constituye un desideratum legítimo para individuos o familias y suelen tomarse como algo prioritario en el momento de calcular el costo de la vida. Por razones principalmente económicas y en especial cuando el monto de los intereses para préstamos destinados a la vivienda es razonable, hay sitios del mundo en los cuales vale la pena el esfuerzo de disfrutar de “techo” propio. Ser propietario constituye una ventaja y, para algunos, un signo de estatus.<br />Durante las diversas etapas de mi vida, primero durante mi infancia y adolescencia y más tarde durante mi etapa adulta, en la madurez y la vejez, he residido en muchos sitios diferentes y lo he tomado como motivación para escribir estas líneas a propósito de una muy peculiar situación que se presenta ya cumplidos los 70 años y que ha generado una sana polémica en el seno de mi familia.<br />Necesario es advertir que aparte de aquellos sitios en los cuales he residido desde que me independicé de mis padres y por motivos profesionales, en el resto, ha sido mi esposa Haydée la encargada de tomar las decisiones en esta materia. También ha sido mérito de ella, el haber tenido buen olfato para las operaciones inmobiliarias que nos han permitido vivir en ambientes acogedores, decorados dentro de las limitaciones de cada etapa, pero con confort y especialmente con buen gusto.<br />Por mi parte, con el correr de los años me he ido adaptando a las mudanzas de rigor y he desarrollado un especial gusto por todo aquello que tiene que ver con embalar y aprovechar al máximo los espacios disponibles. Por otra parte, debo reconocer que mi afición por lo que los franceses han bautizado con el término “bricolaje”, no sólo me ha servido de mucho, sino que por añadidura lo he disfrutado. No recuerdo ninguna de nuestras viviendas sin la disponibilidad de un buen número de herramientas, pinturas<br />y brochas de todo tipo, material eléctrico diverso, escaleras y demás enseres, sin mencionar una mesa de trabajo con la herramienta de mayor utilidad, el llamado tornillo de banco.<br />Quiere decir que inicio este relato con la convicción de que se trata de un asunto banal, muy personal, y que me va a permitir relatar sumariamente, los sitios en que he habitado, cómo eran sus techos (de eso se trata, de tener un techo) y en ciertos casos haré referencia al entorno inmediato: al barrio, urbanización o localidad. </div><div align="justify"><strong><em>INFANCIA<br /></em>PASEO DE SAN JUAN, BARCELONA</strong> (lugar de nacimiento)<br />Nací la madrugada del 14 de febrero de 1934 en un apartamento del Paseo de San Juan (intersección con la Calle de La Industria). Era un séptimo piso y la comadrona asistió a mi madre durante las primeras horas del día. Allí mismo se celebró mi bautizo en compañía de un grupo numeroso de familiares. Era un edificio prototipo de la época, sin rasgos arquitectónicos relevantes donde la familia vivía confortablemente. Lamentablemente no conozco más detalles y no tengo a quién acudir para lograrlos. Lo único que aparentemente está claro es que no estuvimos allí demasiado tiempo, entre otras cosas, porque yo era muy inquieto y mis padres consideraron que los ventanales no ofrecían suficiente seguridad. Por ese motivo decidieron mudarse al Barrio de Gracia.<br /><strong>BARRIO DE GRACIA, BARCELONA</strong><br />La calle era estrecha y se trataba de la planta baja de una casa pequeña, propiedad de un familiar de mi madre. Se accedía por unas cortas escalinatas y el entorno era el propio de ese barrio. Su ubicación le permitía a mi padre atender sus múltiples obligaciones. La proximidad con los sitios de trabajo le permitían regresar cómodamente al hogar por encontrarse ubicada en un lugar céntrico y de esa forma estar juntos el mayor tiempo posible. Las actividades cotidianas de mi madre se limitaban a hacer la compra en el mercado, ir de tiendas, salir de paseo con algún familiar o conocidos y atender a su primer vástago de la mejor manera posible. Fue allí en donde tuvieron lugar los acontecimientos que ocurrieron en Barcelona, antes de la monstruosa guerra civil. Lo que sobre el particular yo conozco, ha sido explicado por mis padres y lo he relatado con anterioridad.<br /><strong>ÉPINAL – LA CHAPÉL au BOIS, FRANCIA</strong><br />En el libro “A toda vela” relato con cierto detalle el camino seguido durante la emigración de la familia Grases Galofré, desde Barcelona a Caracas. El contacto para nuestra llegada a La Chapéle au Boix se logró por intermedio de la familia García, conocidos de un amigo de mi padre, Modesto Rivera y de un tío de mi madre, tío Ángel. Me entero de que probablemente hubo de por medio un cruce de favores; mi padre, logró para algún miembro de la familia Rivera un visado para poder salir de Barcelona con el compromiso de permanecer temporalmente en algún lugar de Francia.<br />Justo enfrente de la familia Montie, había un pequeño castillete que se conocía como le Château des Spagnoles, propiedad de la familia García. Me he enterado recientemente que fue allí en donde estuvimos los primeros días de nuestra estancia en esa localidad y también donde tuve una caída por una escalera de madera, con el infortunio de una fractura del antebrazo. Ahora entiendo porque asocio esa etapa de mi vida con una escalera. Es un hecho que la familia García Cuartiella aún recuerda, así como una complicación que yo no conocía y es que padecí una alopecia areata como consecuencia del shock traumático. Esa familia me ha relatado recientemente la angustia de mi madre ante ese inesperado evento; se me caía el pelo a mechones.<br />En Épinal a 14 km de la Chapéle au Boix fue en donde mi padre tenía contacto con los comerciantes de fruta mallorquines que en su momento le respaldaron en esa difícil etapa de su vida y en donde mi hermano Pepe nació en manos del equipo del obstetra doctor Laflot. Épinal, al este de Francia, a unos 70 Km. al sureste de Nancy, está dividida en dos partes por el rio Mosela. No sólo se conoce por ser sede del Museo Internacional de Imagenería Popular, sino que además allí se asienta una próspera industria de imágenes, litografías y grabados. También se conoce como un centro artesanal de algodón y fibras artificiales.<br />Tal como he dicho, a los pocos días nos mudamos a la casa de los Montie que quedaba justo enfrente del Château des Espagnols y que fue posteriormente adquirida por los dueños de una de las fruterías. Era una casa con planta baja, primer piso y desván, con techos de pizarra negra soportada por vigas de madera. Esa casa sufrió, años después, un incendio y se perdió íntegramente.<br /><strong>VENEZUELA - MARACAY<br /></strong>La ciudad de Maracay es la capital del estado Aragua (Venezuela). Se encuentra localizada en los fértiles valles del centro-norte del país y los terrenos donde hoy se encuentra el centro urbano, fueron otorgados originalmente al conquistador español Sebastián Díaz de Alfaro en el siglo XVI. Esas tierras se utilizaban en ese entonces como terrenos de pastoreo y para cultivar la caña de azúcar y cacao.<br />Andrés Bello en su Resumen de la Historia de Venezuela se refiere a Maracay como apenas una aldea, que gozaba para ese entonces de todas las apariencias y ventajas de un pueblo agricultor. Agregaba, que sus inmediaciones anunciaban desde muy lejos al viajero, el genio activo de sus habitantes.<br />Los inicios de su transformación urbanística y económica tuvieron lugar durante la administración del General Gómez, quien residió en la ciudad desde los comienzos de su gobierno. En 1917 pasa a ser la capital del estado (previamente lo era La Victoria). Durante las décadas de los años 20 y 30 se instalan numerosas industrias manufactureras, se construyen centros asistenciales, hoteles, lugares de recreación y se aprecia una mejora sustancial de la vialidad urbana.<br />Nuestra llegada a la ciudad a fines de la década de los 30 fue previa a la migración interna procedente de los Andes y de los llanos originada por las oportunidades de trabajo. Hago referencia a esta circunstancia porque Maracay presentaba para ese momento los rasgos propios de una pequeña ciudad con los encantos de una vida sosegada, sin prisas, sin edificios y sin las molestias de la contaminación visual y acústica. Es cierto que era una población calurosa y húmeda, pero aún no se habían construido edificios, la vegetación era abundante y tenía el esplendor y el vigor propios del clima tropical.<br />A nuestra llegada nos instalamos en la casa de unos familiares. Jaume Pou y su esposa Angelina (prima de mi madre), protagonistas de excepción para la decisión que tomaron mis padres de trasladarse a Venezuela en busca de nuevos horizontes. Llegamos al puerto de La Guaira en agosto de 1937 e inmediatamente nos trasladamos a la vivienda que Jaume y Angelina tenían en Maracay. Yo apenas tenía algo más de tres años y medio, y aunque resulte poco creíble, los meses que estuvimos en Maracay, dejaron una huella imborrable.<br />La vivienda en referencia era la típica casa colonial de clase media, de una sola planta, con tejado de terracota rojiza, con patio central y un zaguán de entrada, es decir, un corto corredor entre la puerta principal y la puerta de acceso a la vivienda. Se llegaba a unos porches internos, algunos techados con caña amarga y con travesaños de madera redonda, que servían de distribución para acceder a las dependencias de la vivienda. Que duda cabe que se trataba de una típica casa colonial.<br />Primera impresión: mucho sol con una luz vivaz propia del trópico y muchas plantas de un verdor vigoroso y refrescante. Como hubiese sido el caso de cualquier otro niño, para satisfacer la curiosidad lo primero que se me ocurrió fue ir al patio posterior en donde había un gallinero a “régimen abierto” (eso sí lo recuerdo sin ninguna duda) y además unos árboles frondosos. Entre ellos debía haber un mango, porque también lo asocio con mi primer desarreglo digestivo como consecuencia de haber consumido el fruto antes de su completa maduración; una imprevisión por desconocimiento del tema.<br />Otras cosas las he escuchado en conversaciones familiares sobre esa etapa en Maracay y que ahora aprovecho para comentar. Jaume era dueño de una próspera quincalla en donde se vendía de todo, incluidos víveres y se facilitaba la compra de bebidas (incluyendo las alcohólicas). Era un buen negocio y Jaume tenía la pinta de ser un comerciante próspero y generoso. Recuerdo su mirada franca, sonreía con facilidad y vivía acompañado de un buen puro habano. Angelina, la prima de mi madre era una mujer muy hermosa y a la vez atractiva. He escuchado comentar una de esas anécdotas no aptas para niños que con el tiempo he logrado confirmar. El dictador Gómez, famoso por su afición a las mujeres, logró un día verla paseando por la calle y quedó prendado al extremo que ordenó averiguar de quien se trataba con la finalidad de “invitarla a palacio”.<br />Algún otro recuerdo impreciso. Una visita de fin de semana a una playa del litoral aragüeño a través de un parque de ensueño, repleto de árboles gigantescos y frondosos, con lianas al estilo de las películas de Tarzán. De la playa, la viva impresión de un mar muy movido con olas “gigantescas” y también de muchas palmeras muy próximas al agua. No podría decir cual fue la localidad. Ha debido ser Choroní, Cata o Turiamo (tampoco lo recuerdan mis padres) pero lo que si es fácil, es darle identidad al frondoso bosque, el Parque Henri Pittier, nombrado así en honor del célebre botánico alemán que se dedicó durante muchos años al estudio de la flora y de la fauna de esa región montañosa en el norte del estado Aragua.<br />¿Es acaso posible que un niño de poco más de tres años y medio, pueda haber experimentado esas vivencias y tenerlas como recuerdos propios? No lo sé. Puede que haya algo de fantasía, y luego, lo que se logra al revivir esas experiencias es que sirvan para afianzarlo. De más está decir que he vuelto a Maracay muchas veces y que siendo joven la recuerdo con algunos cambios pero con el mismo esplendor de la naturaleza tropical.<br />Más adelante me referiré a la arquitectura colonial con mayor detalle, a propósito de la construcción de la casa que habitamos durante algo más de dos décadas en las Lomas del Club Hípico de Caracas.<br />Como resultado de los contactos de mi padre en Caracas, la posibilidad de suspender las actividades comerciales que nos daban sustento, por otras vinculadas al ejercicio de labores docentes, trajo como resultado nuestro traslado a esa ciudad.<br /><strong><em>NIÑEZ Y JUVENTUD TEMPRANA<br /></em>CARACAS<br /></strong>La capital de la Venezuela de esos años era de una ciudad pequeña que conservaba su núcleo central integro. Su población a finales de la década de los 40 y comienzos de los 50 era de unos 400.000 habitantes. Ubicada en un valle de unos 11 km de longitud y a casi 1.000 metros de altura, el núcleo urbano terminaba por el este en lo que constituye hoy la plaza Venezuela y por el oeste, en la urbanización El Paraíso. Sabana Grande y La Vega podían considerarse como suburbios y el río Guaire servía de límite por el sur y las faldas del Ávila por el norte. Para los que conocen la ciudad del siglo XX y a comienzos del XXI, no sorprenderá que relate el recuerdo de la Hacienda Ibarra como una hacienda productora de caña de azúcar en los terrenos actuales de la Ciudad Universitaria, o que mencione la existencia de un “puente de tablillas” que daba acceso a tierras que ahora corresponden a Las Mercedes, camino hacia Baruta y El Hatillo, esta última, localidad para ir a temperar en busca de aire puro. Prados del Este eran colinas cubiertas de gamelote y vegetación baja, excepción hecha de algunos árboles dispuestos al azar. Aún recuerdo de esa época los viajes en tranvía desde San Bernardino a lo largo del valle, pasando por Chacaíto y en dirección a Petare con paradas en Chacao y en los Dos Caminos. Lo que ahora son La Castellana y Altamira eran bosques repletos de mangos y había varias quebradas con aguas impolutas.<br />La temperatura correspondía a la del clima tropical modificado por la altura, con neblina matutina en las faldas de las montañas y en las colinas del sur de la ciudad, períodos lluviosos (en ocasiones torrenciales) alternando con épocas generosamente soleadas y con signos evidentes de sequedad. Estos cambios cíclicos producían contrastes notables en el verdor de la vegetación baja de la ciudad, aunque siempre quedaban los árboles frondosos, particularmente abundantes en la parte noreste del valle. Todo ello podía percibirse desde puntos diversos de las partes elevadas de la falda del Ávila con accesos por senderos diversos. Era la visión reconfortante de un paisaje que fue cambiando a partir de los años 50 y de ahí en adelante, en virtud del desarrollo de numerosas urbanizaciones y con la creación de una vialidad vertebrada por la autopista del este (incluidos sus distribuidores) que permitían conectar las urbanizaciones del este con el centro urbano.<br />Todo ello coincidió con períodos de bonanza económica y por lo tanto con el incremento significativo del poder adquisitivo de una parte de la población, con la adquisición de vehículos particulares y el funcionamiento de medios de transporte colectivo y con la construcción no sólo de viviendas unifamiliares, sino también de edificios, tanto en el centro urbano como en los suburbios.<br /><strong>LA FLORIDA<br /></strong>En esta urbanización al noreste de la ciudad, sucesivamente vivimos en cuatro casas diferentes. Eran sitios residenciales propios de la clase media y una buena parte de los amigos de la familia residían relativamente cerca. De todos ellos recuerdo a los Vallmitjana (Abel, Pepis y Marta), los Esclasans (Ramón, Fina, Juan Ramón y Pepe), los Lluch (Luis, Montse y Montsita), los Vila (Marco Aurelio, Josefina, Eudaldo, Elisenda y Eulalia, más tarde llegó Enrique), Pepe Roig (y más tarde Helen Simón). Había además un destacado gastroenterólogo catalán, Mario Cortés, casado en segundas nupcias con una noruega de nombre Ina y su hija Inita, que vivían en una hermosa casa ajardinada, en una colina de la misma urbanización. Eran, como si dijéramos, los mecenas de ese grupo de refugiados con la mejor disposición para ayudarnos en lo que hiciese falta.<br /><strong>QUINTA COSCORRÓN</strong><br />Nuestra primera vivienda en Caracas, llevaba el nombre de Quinta Coscorrón. Era pequeña, armónica, tenía un pequeño porche de entrada y el recuerdo que tengo es de un sitio acogedor, con un espacio justo para la familia (mis padres y dos criaturas), con un jardín muy pequeño y un garaje independiente. Eso sí, siempre llena de gente y en conversación animada. No podían faltar los temas económicos. Bastaría recordar que era una época de “vacas flacas” y se notaba. Ello hacía que viésemos con alguna envidia la manera de vivir de ciertos vecinos en comparación con la nuestra. Aunque no eran los más adinerados, disfrutaban de una holgada posición económica como era el caso de la familia Franceschi. Por cierto, como el mundo es “un puño”, hay una nieta que vive ahora en Barcelona. En dirección opuesta y haciendo esquina, se encontraba una auténtica mansión de una familia cuyo nombre no recuerdo pero que apabullaba, no sólo por la casa, sino por el número de criados (incluidos chofer y jardinero) y por la fastuosidad de las fiestas que celebraban.<br />Así arrancamos, siempre con la convicción de que las cosas irían mejorando. Para tener una idea de lo que significaba el valor de la moneda en esa época (1938-1939), un amigo de la casa hacía referencia a la compra de un flamante automóvil por 2.000 bolívares. Lo que hoy en día se paga en Caracas por comprar el periódico y tomarse un café.<br />Mi padre inició su actividad dando clases particulares, el el Instituto Pedagógico de El Paraíso y también en el Liceo Fermín Toro de Caracas. Poco tiempo después se vinculó a la Biblioteca Nacional. Mi madre, como siempre, estuvo al frente del hogar y estaba encargada de hacer malabarismos con los recursos disponibles. Parece mentira que desde tan corta edad hubiese sido capaz de percibir matices de ese tipo y que les recuerde como si hubiesen ocurrido ayer. Se trataba de un ritmo de vida realmente austero y la familia disfrutaba de cosas no necesariamente vinculadas con el dinero. Comentaré más adelante lo que ocurrió en el momento en que mi padre comenzó a comprar los libros que requería para sus investigaciones humanísticas. En la Quinta Coscorrón no había sitio para una biblioteca en forma, dependencia que se convirtió en indispensable más adelante, como luego veremos.<br /><strong>QUINTA KETTY<br /></strong>La Quinta Ketty era una vivienda de dos plantas, más amplia para dar cabida a una experiencia que habría de resultar muy enriquecedora. La familia Grases Galofré decidió vivir bajo un mismo techo con la familia Vallmitjana Alemany. Por nuestra parte continuábamos siendo mis padres y sus dos hijos (mi persona y Pepe) y los Vallmitjana Alemany tenían solo una hija, Marta. No tengo recuerdos de la vivienda, fuera de que esta se encontraba en una calle con pendiente y de los altercados que se producían con uno de los vecinos, debido a las travesuras de mi hermano Pepe. Este tenía la extraordinaria habilidad de “tirar la piedra y esconder la mano”. Mi condición de “más tranquilo” traía como consecuencia que siempre cargaba con las culpas por cuenta ajena. También recuerdo, que viviendo con los Vallmitjana aún había más visitantes e inclusive llegamos a tener algún refugiado español como huésped. Su apellido era Casanovas y de ahí la relación con otros peninsulares como era el caso de Casulleras. Helen Simón continuaba siendo cortejada por Pepe Roig hasta que la petición de mano fue considerada y aprobada al cabo de un tiempo por “el colectivo” en sesión plenaria (Quinta Aránzazu). De hecho en Venezuela, Helen no tenía familiares que pudiesen dar respuesta inmediata a la petición de mano formulada por Pepe Roig. Este era un hombre educado, buen comerciante, de trato afable y porte elegante. Jamás llevaba encima vestimenta con arruga alguna y sus trajes y zapatos eran realmente envidiables. De esa época también recuerdo la llegada de Juan Bofill, de la familia Benaiges y de los Isern, a quienes me referiré más adelante.<br />Recuerdo vagamente otros detalles. Los pequeños íbamos al Colegio América ubicado en La Florida. Marta y yo fuimos siempre excelentes alumnos a juzgar por las calificaciones y por la valoración de nuestros maestros. Yo tenía una gran afición por el dibujo y recuerdo haber salido en la portada de una revista del Ministerio de Educación, en una pose que daba fe de mi aplicación por esa disciplina. De esa época también recuerdo que uno de los Esclasans (Jorge) tenía en su casa, muy cerca del colegio, un laboratorio de química que disponía de una muy diversa cristalería, mecheros, balanzas, tubos, alambiques, toda clase de papeles de filtro y especialmente, un surtido de productos químicos que eran nuestra delicia. Cuánta ilusión no me hacía obtener permiso para quedarme a la salida del colegio, experimentando en aquel laboratorio maravilloso. Jorge era bastante mayor que yo y tenía paciencia para enseñarme cosas nuevas. Años después íbamos juntos todos los domingos al Centro Catalán a jugar tenis.<br />No quisiera olvidar el relato de mi condición de paciente con difteria. Como es sabido se trata de una enfermedad infecciosa aguda de la faringe y de la laringe, originada por una bacteria capaz de causar un exudado blanquecino que en un momento determinado compromete la permeabilidad de las vías respiratorias. El llamado crup diftérico está descrito como una complicación grave de la enfermedad que puede requerir de una traqueotomía. La fiebre me hacía delirar y la sensación de molestia en la garganta era un martirio. En ese entonces aún no había antibióticos. Recién se había descubierto la sulfamida como agente antimicrobiano de aplicación clínica. Recuerdo vivamente la pinta del pediatra que tuvo a su cargo tratarme (el Dr. Angulo). Era un hombre enjuto, de piel aceitunosa y de talante severo. Pero lo cierto es que utilizando sueroterapia específica, logró mitigar mis molestias y curarme. Como consecuencia de ese tratamiento, quedé sensibilizado de por vida al suero de caballo. Esas proteínas extrañas las recuerda mi sistema inmunológico y cada vez que las encuentra, mis defensas se activan porque son dañinas. Cada vez que he necesitado de una vacuna antitetánica (obtenida inmunizando un caballo), tengo una reacción indeseada en el sitio del pinchazo, fiebre, malestar y en una ocasión compromiso leve de mis glomérulos renales.<br /><strong>QUINTA ARÁNZAZU<br /></strong>De nuestra permanencia en la urbanización La Florida, fue en esta casa en donde más tiempo vivimos. Algo más espaciosa, sirvió para alojar cómodamente a ambas familias. Además vivían en casa mi tía Angelina y Helen Simón.<br />Aquí sí tengo el vivo recuerdo del despacho de mi padre con numerosos libros y papeles. Por primera vez recuerdo que disponíamos de ayuda para las tareas domésticas, señal de que la situación económica había mejorado. Mucho espacio no debía haber, porque los más pequeños (Pepe, Marta y yo mismo) dormíamos en el mismo cuarto. Parte de los desencuentros eran producto de ver a quien le correspondería<br />levantarse para apagar la luz. A mi hermano Pepe le aterrorizaba la oscuridad y cuando le pedían que fuese a buscar algo en algún sitio a la penumbra o en lugar oscuro, siempre encontraba alguna excusa; prefería escabullirse, antes de correr el riesgo de no encontrar el interruptor. Viviendo en esta casa nació mi hermana María Asunción. Un verdadero misterio, ya que nunca tuvimos una explicación satisfactoria a la hora de indagar por qué mi madre tenía el vientre prominente. Había indicios de que algo tenía que ocurrir, porque logramos detectar debajo de la cama de mis padres una gran palangana que presagiaba la llegada de un nuevo inquilino.<br />Fueron años deliciosos. Tal como ya he relatado en otras ocasiones, la Quinta Aránzazu era el sitio de encuentro de artistas, escritores, poetas, músicos y muy en especial, era el sitio en donde ensayaba la Coral Catalana. El viejo Gols era su director, y realmente era una delicia disfrutar de la música coral a cuatro voces, escuchada furtivamente desde el último peldaño de la escalera que conducía al piso de arriba. Recuerdo que la disciplina obligaba a cenar antes que los mayores y en mesa aparte; desde luego que ir la cama estaba regido por un horario riguroso que impedía a veces participar en las tertulias de los mayores. Quizás esa disciplina sirvió de algo a pesar de que no llegábamos a entenderlo. Contábamos con los amigos de la urbanización y ocasionalmente obteníamos permiso para disfrutar de nuevas experiencias visitando sus hogares. En la esquina de abajo recuerdo a la familia Matos. Gente muy adinerada que tenían una mansión llamada Campanario. Más abajo había una casa de abasto que a pesar de quedar relativamente cerca, resultaba todo un martirio a la hora en que se nos encargaba alguna compra. Se llamaba “La Nueva” y allí había de todo.<br />De vecinos en la casa colindante tuvimos a la familia de José Antonio Vandellós. Este había llegado a Venezuela un poco antes que los Grases Galofré y su condición de abogado, economista y experto en estadística, dio pie para que contribuyese muy positivamente en diversos temas económicos de la nación. Estoy enterado de que en 1945 dejó Caracas con dolencias cardíacas, residenciándose en Nueva York donde falleció posteriormente. Su hijo Ramón, algo mayor que yo, también ha fallecido.<br /><strong>VILAFRANCA DEL PENEDES (PROV. DE BARCELONA ESPAÑA)<br />CALLE MARTIRES 11<br /></strong>Cuando mi padre se desplazó a Washington en el Distrito de Columbia para disfrutar de una beca de la Fundación Rockefeller en la Biblioteca del Congreso, nos encontramos con una insalvable limitación. El año 1945 había concluido la Segunda Guerra Mundial y regresaban a los Estados Unidos, no sólo los soldados que habían tomado parte en los frentes de la guerra, sino que los primeros contingentes del personal militar y civil que prestaba apoyo logístico también retornaron a su patria. Conseguir vivienda se convirtió en algo sencillamente imposible. Fue por ello que después de permanecer unas semanas en el Hotel Colón de Washington, se decidió que papá permaneciese en Washington y el resto de la familia viajara a España. Aún era invierno y recuerdo los rigores del clima frío, especialmente en la escala del vuelo en Terranova en previsión para atravesar el Atlántico con destino a la Península Ibérica. En el aeropuerto había verdaderas “montañas de hielo”, como resultado de la limpieza de las pistas de aterrizaje.<br />Esta etapa de transición en Vilafranca del Penedès, tierra natal de mis padres, tenía varias ventajas. Por una parte disfrutamos de vivienda libre de cargos, ya que nos alojamos en casa de mi abuelo por parte de madre, José Galofré y en la vivienda de mi abuela paterna, Mercedes González. Por otra parte estar entre familia y conocidos de mis padres, significó un valioso apoyo. Pépe, María Asunción y quien escribe éramos unos chavales. Yo estaba por cumplir los 12 años, mi hermano era dos años menor y mi hermana, también menor, era un “terremoto” en el buen sentido de la palabra.<br />Al llegar nos repartimos: mi hermano y yo nos instalamos en la casa de mi abuela Mercedes y mamá y María Asunción en el apartamento de mi abuelo Galofré. Eran hogares disímiles en cuanto a confort y régimen de vida. Mi abuelo era un próspero comerciante que se dedicaba con mi tío a la venta de telas y género de punto. Vilafranca era un pueblo grande que servía a los habitantes de pequeños pueblos de la comarca del Penedés. El mercado de los sábados era el día para el intercambio de productos de la más diversa naturaleza. Contemplarlo era una “gozada” ya que uno se sentía transportado al pasado. Ese día, libre de tener que asistir al Instituto en donde estudié mi primer año de bachillerato, me dedicaba a ayudar a mi abuelo en la confección de paquetes para los clientes a la vez que dedicaba una buena parte del tiempo disponible a hacer de cajero con un rigor digno de empleado bancario. Aún recuerdo el cierre de caja al concluir cada jornada y afortunadamente siempre cuadraron las cifras.<br />La casa de mi abuela Mercedes (viuda de Pablo Grases) era una de las tantas que fueron inicialmente propiedad de “La Rosa”, una de mis dos bisabuelas. Era una mujer extremadamente lista que se dedicaba a comerciar con ganado vacuno y lanar. Llegó a amasar una considerable fortuna que invertía en propiedades. En el pueblo se comentaba que llegó a ser la propietaria de más de cincuenta inmuebles. Esa fortuna se fue perdiendo con el correr de los años a medida que pasó a manos de los descendentes.<br />Como he mencionado la casa de Mártires 11 fue heredada por mi abuelo Pablo y muy cerca había otras que pertenecían a la misma familia incluida la casa “pairal”. Había además muchos corrales y otras propiedades ubicadas en la calle de la Beneficencia que también fueron repartidas. A mi abuelo le tocó el corral de las ovejas. Esta vivienda (en Mártires 11) tenía muy poca fachada y a ella se entraba a través de un portón que daba al piso de entrada. Constaba de tres pisos y un desván y de ella recuerdo el frío intenso del invierno, la escasa iluminación, el patio trasero con su pozo y un portón posterior que daba a otra calle y muy en especial un cuarto muy bien amueblado llamado el “cuarto del obispo”. Por lo visto, allí durmió un obispo y sólo era utilizado para esos menesteres. De ese ambiente envidiaba un baño muy bien provisto, pero se daba el caso de que ninguna de las dos dependencias se podían utilizar. Era la España de la posguerra con las limitaciones propias de esa etapa y necesariamente sujeto a un régimen de gran austeridad para que los recursos alcanzaran. La España de esa época todavía funcionaba con las limitaciones que precedieron a la influencia norteamericana que habría de llegar más adelante.<br />La cocina funcionaba con fogones de leña, la nevera era un cajón que en su parte superior tenía un espacio destinado a la colocación de una panela de hielo y las tareas de limpieza se cumplían sin el beneficio del famoso “mocho”, que por cierto, fue ideado por un español. El suelo se fregaba arrodillándose y la disponibilidad de agua caliente era exigua. La higiene personal se limitaba a un baño con ducha de tanto en tanto y el aseo personal se lograba a base de una esponja con jabón de aceite y con el recurso de agua templada en los fogones.<br />A pesar de las limitaciones, que eran particularmente severas durante el final del otoño y del invierno, guardo muy gratos recuerdos de esa casa. Vivimos allí con mi abuela Mercedes, con mis tíos Antonio y Rosita y con mis primos Antonio y José María. Pepa, la encargada de colaborar en las labores de limpieza y de la cocina, así como la responsable de hacer las compras diarias en el mercado, era una mujer de mal genio pero en el fondo un alma de Dios. Pequeña, enjuta y con una voz aflautada, infundía respeto cuando había que ponerse a tono ante alguna travesura o indisciplina.<br />Esa casa fue heredada por mi primo Antonio y su familia (Sagrario y sus tres hijos). Cuando la derribaron, han debido encontrar dos de las cosas que mi abuela había escondido con gran sigilo. Por una parte había una cubertería de plata para el servicio completo de 24 personas que nunca llegué a entender porqué no se usaba. Cuando yo le preguntaba, me insistía en que esas pertenencias no eran para ser usadas y que formaban parte del patrimonio de cada familia. También me insistía en voz baja, y con las precauciones propias de una muy delicada confidencia, que tenía tapiadas un buen número de “duros de oro”. Se da el caso que durante la guerra civil, no atendió el primer llamado de las autoridades franquistas imponiendo la entrega de los objetos de oro, aunque sí lo hizo más tarde cuando solicitaron los de plata a instancia de mi abuelo José Galofré. Éste le hizo ver que si no lo entregaba tendría dificultades porque conocía de alguien que estaba dispuesto a denunciarla. Quiero dejar constancia de que nunca llegué a ver con mis ojos lo que mi abuela supuestamente había guardado con tanto celo, pero por otra parte, no existía en ese momento motivo alguno para que me lo hubiera contado con tanto secreto y exigiéndome silencio al respecto.<br />Por último, quiero hacer referencia a lo que estaba guardado en las desván. Habían libros, papeles con recortes diversos, grandes provisiones de papel de fumar, latas con decorados diversos al igual que su contenido (una de ellas tenía monedas de diversa procedencia y algunos billetes de banco antiguos). Se encontraban también, soldaditos de plomo, una colección de cromos con banderas de diversos países y fotografías en tono sepia de gentes y lugares que para mí eran un verdadero enigma. También cachivaches de latón, madera o de peltre e inclusive utensilios viejos de cocina. En honor a la verdad, por la manera como estaban dispuestas las cosas, tenía todo el aspecto de un trastero en donde algunos utensilios se encontraban en aparente orden y otros estaban más bien arrumbados con intención de someterlos al olvido eterno. Pasé allí muchas horas hurgando en un mundo de utensilios y objetos desconocidos que incitaban mi curiosidad. Al mismo nivel y a través de una pequeña puerta, se tenía acceso a un balcón desde donde podía disfrutarse de la luminosidad del sol en días de invierno y contemplar los patios internos de algunas viviendas colindantes.<br /><strong>CAMBRIDGE (MASSACHUSETTS, EE.UU.)<br /></strong>Estando mi padre en Washington y a punto de finalizar su estancia en el Biblioteca del Congreso, recibió de la Universidad de Harvard una oferta para trabajar como profesor visitante en el Departamento de Lenguas Romances. Harvard pertenece al Ivy League. Este término se utilizó para englobar a un grupo de universidades con equipos de football americano y por extensión se utiliza también para referirse a un grupo exclusivo en el que se incluyen centros de enseñanza universitaria americana de primer nivel. Harvard figura conjuntamente con Columbia, Brown, Darmouth, Yale, Cornell, Princeton y la Universidad de Carolina del Norte, entre las instituciones de alto prestigio, ingentes recursos y usualmente ubicadas en pequeñas ciudades con escasa población.<br />Al aceptar ese cargo académico y trasladarse a Cambridge, culminó nuestra permanencia en Vilafranca del Penedés. Coincidió con la llegada a este mundo de mi hermano menor Manuel, quien viajó vía aérea desde Madrid a Boston con el resto de la familia teniendo apenas un par de semanas. Por cierto que se trataba del recién nacido de menor edad que había cruzado la ruta del Atlántico Norte en un avión de cuatro hélices con presurización precaria. Este hecho está registrado en la prensa de la capital del estado de Massachusetts como un verdadero acontecimiento.<br />En Cambridge, ciudad sede de la Universidad, nos alojamos en Irving Terrace, en la casa de Miss Golding. Una típica matrona americana entrada en años pero con un extraordinario vigor. La familia Grases Galofré se instaló en la planta baja, en la siguiente planta y con entrada independiente vivía la dueña y en la buhardilla nos alojábamos mi hermano Pepe y yo. Era una casa propia de la clase media baja, construida íntegramente de madera, con un pequeño jardín delantero y un patio con tendedero en la parte posterior. Tengo el recuerdo de muchas manos de pintura superpuesta en las maderas y tuberías exteriores. También una escalera exterior que daba acceso a nuestra habitación y que emitía toda clase de ruidos a nuestro paso. Nuestras guerras de almohadas los fines de semana, perturbaban la tranquilidad de Miss Golding y en más de una ocasión se vio obligada a poner orden acudiendo a nuestro dormitorio, obligándonos a serenarnos bajo amenaza de severas amonestaciones.<br />De esa etapa tengo muy buen recuerdo, pero en las dos oportunidades que he vuelto a visitar la casa, no logré ubicar ni la vivienda de Irving Terrace, ni el colegio en donde estudié el septimo grado de bachillerato.<br />Del Longfellow School en la calle Broadway me vienen a la memoria algunas cosas. Era el típico high school de esa época, sin los desmadres de ahora y con un alto nivel educativo. La instrucción que recibíamos estaba destinada a grupos relativamente pequeños y a pesar de tratarse de una institución educativa pública se contaba con muy buenos recursos (laboratorios, biblioteca, auditorio y patios de juego). De todo, lo que recuerdo con mayor aprecio, eran las clases de carpintería que impartía Mr. Fletchner. Un taller de primera con toda clase de herramientas, con un celo muy especial para que aprendiéramos a trabajar sin riesgos y con instrucciones precisas para protegernos. Jamás llegue a pagar un céntimo por la madera o por los accesorios que utilizamos en la confección de cada una de las piezas. Al terminarlas las llevábamos a casa. Recuerdo que mi primera pieza fue un colgador de trajes. Después le siguieron taburetes, estanterías, un atril, un trineo y finalmente un columpio con la silueta de un caballo que colgué a un árbol en el jardín de la casa de Arlington. También recuerdo mi participación en una obra de teatro de corte histórico en donde mi intervención consistió en entrar a escena y decir “What about Delawer”. Como puede verse lo mío era la carpintería. Por cierto, me he enterado que el colegio como tal (primaria y secundaria) ya no existe. A pesar de las protestas de la comunidad, fue clausurado y el edificio está destinado a actividades culturales y cívicas.<br />A pesar de mi corta edad (12 años) recuerdo vivamente muchas cosas de la Universidad de Harvard. Claro está que lo que voy a relatar ahora incluye vivencias posteriores. De todas maneras, debo decir que, haciendo uso de mi memoria visual, y muy en especial, habiendo prestado atención a los señalamientos de nuestro padre cuando visitábamos con él el campus y las edificaciones más emblemáticas, mucho de lo que he percibido en visitas posteriores ha refrescado mi memoria. Lo digo porque el campus, con césped bien cuidado y numerosos árboles, muchas veces era lugar de encuentro de mi padre y sus alumnos. Hay que decir que a él lo veneraban por su valía y por tener un talante abierto. Lógico era que a sus hijos los trataran con especial afecto. Recuerdo entre otras muchas cosas la ceremonia de Comencement (final de curso), acompañarle a la Widener Library a consultar algún libro o documento, ir al Fogg Museum en donde por cierto vi mi primer Picasso, o ir a comer al Harvard Club. Disfrutar de todo aquello me parecía un privilegio. Ya para ese entonces y aunque aún no había definido mi vocación profesional, sabía del prestigio de la universidad en temas médicos y de que existían hospitales y bibliotecas de mucho nivel. Pero no llegué a visitarlas porque estaban ubicadas a mucha distancia de Harvard Square.<br /><strong>ARLINGTON (MASSACHUSETTS, EE.UU.)<br /></strong>Mientras estuvimos en Cambridge se presentó la oportunidad de ocupar la casa de un filólogo de gran prestigio, de origen navarro y emigrado a Argentina, el profesor Amado Alonso. El y su esposa Joan eran muy amigos de mi padre y en el momento que, en disfrute de un año sabático viajaron al exterior, le ofrecieron a nuestra familia ocupar su vivienda en Arlington a las orillas de un pequeño lago (Spy Pond). Una delicia, yo supongo que lo que para nosotros fue un privilegio, tuvo la contrapartida de que le cuidáramos y mantuviésemos la vivienda. Fue una operación beneficiosa para ambas familias. La vivienda era regia y con aires de country house. Techo negro, fachada blanca, amplios balcones, sala comedor y habitaciones confortables. El jardín consistía en una suave pendiente y el acceso al portón principal tenía una bifurcación que permitía acceder a la despensa. Por primera vez en la vida experimenté lo que significa hacer compras de víveres y comestibles con descuento. Desde el automóvil hasta la despensa, nos disponíamos todos formando una cadena humana y de mano a mano terminábamos colocándolo en su sitio.<br />Nuestro vecino era aficionado a las tareas de jardinería y bricolaje. Yo venía de España en donde los hombres no solían dedicarse a esos menesteres y llegó el momento en que le pregunté a mi padre quién era y por qué dedicaba los fines de semana a tales tareas. Resultó ser el Decano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard.<br />¿Que más puedo relatar de esos meses idílicos?. El aire puro, los días soleados, el entorno tranquilo y con la sensación de vivir en un lugar seguro. Nadie echaba llave a los coches o a las puertas de la casa. Las bicicletas y juguetes permanecían en el jardín e inclusive en plena calle durante toda la noche. Recuerdo los paseos en una barca en las claras aguas del Spy Pond y en general una vida al aire libre llena de gozo.<br />Desde esa vivienda iniciamos el regreso a Venezuela. Aún recuerdo que entre nuestras pertenencias, regresamos con un automóvil Chrysler de parachoqes cromados imponentes. Ese vehículo llamó la atención en Caracas y no tengo el más mínimo recuerdo de cúal fue su destino final. Que duda cabe que todas estas vivencias van marcando y de alguna manera resultan un auténtico privilegio. Recordar estas cosas constituyen un motivo de regocijo, hay que aceptarlo.<br /><strong><em>ADOLESCENCIA<br /></em>CARACAS - LA FLORIDA<br />PENSIÓN LOS JARDINES</strong><br />A nuestro regreso nos instalamos en La Pensión los Jardines, propiedad de la familia Kamitzer, emigrada desde Alemania como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Allí sufrieron los rigores de la persecución nazi por ser judíos. Eran gente de bien y como los padres ya eran mayores, el hijo Miguel ejercía las funciones de encargado del negocio con gran eficiencia y profesionalidad.<br />La pensión propiamente era una vieja casona con muchas habitaciones, acondicionada para dar alojamiento a los huéspedes de muy diversa procedencia. Los Vallmitjana tuvieron la suerte de alojarse en una casita vecina a la cual se tenía acceso por el jardín y utilizaban las instalaciones centrales del salón-comedor. Mis padres y mi hermana María Asunción estaban alojados en habitaciones confortables, en cambio a mi hermano Pepe y a mí nos asignaron en una mini-habitación del traspatio que apenas servía para pasar la noche. No obstante, guardo un recuerdo grato, en particular porque desde el inicio de nuestra estancia, tomamos conciencia de que se trataba de un acomodo transitorio.<br />De hecho no sólo era una pensión con los atributos propios de un trato afable entre unos cuantos vecinos cuya relación era muy estrecha por razonas de “proximidad física” ; funcionaba además como un restaurante vegetariano de cierto renombre. Quiero decir con ello que nuestro menú no vegetariano era el resultado de un trato de excepción. No por ello probábamos de vez en cuanto platos “disfrazados” con nombres que simulaban su procedencia animal.<br />Miguel era un buen conversador y tenía un espléndido repertorio de chistes y cuentos alemanes que eran muy apreciados durante los ágapes. No por ello dejaban de tener por la forma de contarlos y por la manera en que se esperaba una respuesta del interlocutor cierta “gracia criolla”. Los Kamitzer vivían en su residencia de Los Palos Grandes y se desplazaban en un Peugeot indestructible que era ponderado a diario como el vehículo más eficiente, fiable y confortable en comparación con otros del mismo tipo. Miguel era aficionado al tenis y a pesar de ser un soltero empedernido, en el corto tiempo que vivimos en la pensión se le conocieron varias novias atractivas.<br />No he tenido noticias sobre el paradero de esa familia. El padre murió poco después de nuestra partida. Era un cardiópata de pronóstico reservado. Su mujer era una típica matrona alemana. Cuando hablaban entre ellos o cuando por algún motivo daban instrucciones, resultaba evidente la rudeza del idioma.<br />Nos mudamos a una nueva vivienda el la avenida San Miguel de La Alta Florida, principalmente para disponer de más espacio.<br /><strong>ALTA FLORIDA (AVENIDA SAN MIGUEL)<br />QUINTA JACOSELA<br /></strong>Esta nueva vivienda sirvió para ampliar espacio ya que llegó desde España un hermano de Abel Vallmitjana, de nombre David, en compañía de su esposa Elvira y de Víctor, un joven dos años mayor que yo. Decidieron hacer “piña” y claro, la quinta Aranzazú quedaba pequeña. Si lo que he relatado en cuanto a ambiente “artístico” ocupaba parte de nuestras vidas (además de estudiar y jugar), con David tuve el privilegio de vivir muy de cerca las delicias de un taller de orfebrería de muy buen nivel, en un espacio relativamente reducido, pero suficiente para llevar a cabo sus tareas artísticas. Su habilidad para la elaboración de joyas, medallones, placas y toda clase de ornamentos metálicos le llevó a una situación de privilegio, ya que recibía encargos de todo tipo y se mantenía muy activo.<br />Recuerdo muy gratamente el taller, así como los instrumentos y materiales que utilizaba desde la maqueta o bosquejo dibujado a mano suelta, hasta el encargo de los estuches en donde se colocaban las obras para su entrega. El mesón de trabajo guardaba un estricto orden; lo que necesitaba lo encontraba enseguida y no se cansaba de insistir en que ése era un elemento fundamental para que le rindiera el trabajo. Por un lado tenía dispuestos en estantes o colgados en una superficie de madera los instrumentos. Mi curiosidad hacía que le preguntara qué utilidad tenía cada uno y ver luego la manera como los utilizaba dependiendo de la obra que estuviera creando. Había buriles, cinceles, mazos de madera o martillos de cincelar, limas, treficas, trépanos, una terraja para hacer roscas, sierras muy finas que colocaba con esmero en el porta sierras, así como una prensa, una pulidora de banco, crisoles para fundir metales, un tas, una trefica y un soplete de acetileno para las soldaduras de rigor. Había además una estufa y una centrífuga para el vaciado de metales fundidos en los moldes de cera. La cera de dentista, era eso, la misma cera rosada que utilizaban los dentistas de esa época y que aún hoy se usa. Se usaba además ácido bórico, ácido sulfúrico, bora brea (o pez) y una piedra pómez.<br />En su taller se trabajaba principalmente con plata, oro, cobre y también con aleaciones de diverso tipo. En ocasiones combinaba los metales con diferentes tipos de madera (algunas muy duras) y con piedras de color y texturas muy diversas. Muy raramente utilizaba piedras preciosas. Ahora bien, no se limitaba a la orfebrería, David también esculpía aunque en su gran mayoría eran piezas pequeñas. Yo vivía todo aquello con deleite. Las obras en barro, si era menester se llevaban a fundir en bronce en otro lugar, en donde se preparaban los moldes de yeso para el vaciado del metal y finalmente se retocaba en donde hiciese falta para lograr el acabado final. En el taller que más tarde se montó fuera de nuestra vivienda, David llegó a hacer una réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar y también un vistoso collar de perlas que el presidente Rómulo Gallegos le llevó de regaló a la hija de Truman, en su visita oficial al país del norte.<br />Abel Vallmitjana tenía su taller fuera de la casa y principalmente se dedicaba a la pintura, aunque fue pionero en el empleo de materiales diversos que combinaba con acierto. Del empleo del óleo, cambió luego a la pintura con acrílicos llegando a utilizar materiales distintos al lienzo (cartón piedra, madera y papel grueso de envolver). Más tarde realizó obras combinando la pintura con tela e inclusive agregaba arena o material granulado de origen mineral con lo cual se sentía muy a gusto. Abel era además un excelente escultor y prueba de ello es que hay obras suyas que han quedado como legado de sus habilidades artísticas no solo en Venezuela sino también en Italia. En su madurez, se separó de su mujer Pepis Alemany y se casó en segundas nupcias con una sobrina de Miguel Otero Silva. Con éste adquirió un palacete en Arezzo, corazón de la Toscana, en donde pasó sus últimos años rodeado de un ambiente artístico, literario y musical. Vivió para el arte y tenía una especial sensibilidad por todo aquello relacionado con la cultura y la música. Sus restos descansan en el cementerio de Arezzo.<br />Victor, el hijo de David y Elvira Vallmitjana, era un joven disciplinado y buena gente. Con él hice una buena amistad que más tarde nos llevó a viajar juntos a Buenos Aires para continuar nuestros estudios de medicina. A ello me referiré más adelante.<br />El modus vivendi en la quinta Jacosela estaba en manos de las “mastresas” de la casa. Se turnaban cada semana. El régimen era austero ya que la situación económica no era boyante. Los más jóvenes aprendimos a reconocer cuál de las tres era la más tolerante en el régimen de consumo de los refrescos y golosinas, principalmente helados. Si lo recuerdo bien era nuestra madre, pero en todo caso fue una experiencia digna de mención ya que no es fácil convivir en armonía con otras personas y en nuestro caso éramos tres familias. Ese régimen se vio interrumpido por razones que no recuerdo con detalle pero lo cierto es que jugó un papel fundamental la decisión de mis padres de hacerse un techo propio en la Urbanización La Castellana. La escogencia del sitio fue considerada como un arrebato de locura porque el solar para llevar adelante la construcción de esa vivienda se encontraba ubicado en medio del “monte”. El este de Caracas en ese entonces estaba constituido por pequeñas poblaciones (Chacaíto, Chacao, Los Dos Caminos, Petare y otros) que se encontraban separadas unas de otras por zonas baldías o fundos repletos de vegetación silvestre. En ese sitio de La Castellana, residencia de la familia Grases Galofré hasta el momento en que escribo este relato, solo había otra casa, la de una familia alemana de apellido Aue, que es actualmente sede de la Mutual de Asistencia Médica Sanitas. Está superpoblado y ha dejado de ser una zona residencial.<br /><strong><em>ADULTEZ</em></strong><br /><strong>CARACAS – LA CASTELLANA<br />AVENIDA MOHEDANO 9 / QUINTA VILAFRANCA<br /></strong>Como he señalado, nuestra casa de La Castellana fue la segunda construcción en un paraje que aún siendo frondoso, tenía todo el aspecto de encontrarse distante de la ciudad. Se bautizó con el Nombre Quinta Vilafranca en homenaje a Vilafranca del Penedés, pueblo natal de mis padres en la comarca del Penedés de la Provincia de Barcelona.<br />Lo más próximo era el pueblo de Chacao, que en ese momento era más bien un pequeño núcleo suburbano con viviendas unifamiliares de cierto aire colonial, una iglesia con su plaza, un mercado, la sede del Concejo Municipal, una escuela y la sede del cuartel de policía. A lo largo de la calle principal que constituía el eje viario desde Chacaíto a Petare, había varias tiendas, casas de abasto, una farmacia y uno que otro consultorio médico u odontológico.<br />Lo único que recuerdo es que ya existía el trazado de las calles y avenidas de la urbanización y que se disponía de agua y electricidad. En diagonal con la esquina de nuestra parcela había un altísimo chaguaramo y por ello esa calle se denominaba calle Los Chaguaramos. Enfrente de nosotros estaba una solitaria vivienda, la de la familia Aue.<br />Nuestra casa fue diseñada y construida por un aparejador catalán de apellido Valls, estimado como un profesional competente dentro de la colonia catalana. Recuerdo que en las labores de limpieza y acondicionamiento del terreno para hacer las fundaciones se consiguieron unas enormes galerías subterráneas de origen algo enigmático. Como es natural fue necesario rellenarlas para comenzar la obra. En la parcela contigua, que años después fue adquirida por mi padre, había varios caballos pastando, según recuerdo.<br />No quiero ni pensar lo que costó la vivienda aún sabiendo que esa cifra en bolívares de los años 40, no tenía nada que ver con el valor de la moneda que circula ahora. De todas maneras lo recuerdo como algo asumible y de enorme significación. Pensemos que era nuestro primer techo en propiedad y que ha sido hasta la fecha nuestra vivienda familiar. Los materiales utilizados eran los de esa época. Una estructura de hormigón (concreto armado), paredes y cerramientos de ladrillo rojizo (arcilla cocida), techos inclinados recubiertos de tejas, un tanque para agua en la parte superior (entre ambas aguas), salón comedor, estudio, tres habitaciones, dos baños, cocina, pantry, patio de secado, cuarto de servicio y un garaje. El jardín pequeño pero bien cuidado. Tanto el césped como los árboles se dan con facilidad en el trópico, máxime si se dispone de un suelo con abundante tierra negra, como era nuestro caso. En sus inicios la separación con la acera era una valla de poca altura, que más tarde fue reemplazada por una valla de concreto de considerable altura para mitigar la contaminación acústica y por razones de seguridad.<br />Mi padre tenía un despacho-estudio muy acogedor en donde recibía la visita de sus amigos, compatriotas, colegas, políticos (algunos en ejercicio de sus cargos, incluidos varios ministros y algún presidente)- Igualmente acudían visitantes del exterior, quienes venían por recomendación de algún conocido en busca de información y consejos. Ese despacho, a partir de mediados de 1949, fue sede de la Comisión Editora de las Obras Completas de Andrés Bello y durante varias décadas trabajaron allí dos secretarias y los miembros de la Comisión se reunían para llevar adelante sus tareas.<br />Dos años y medio después fue necesario ampliarlo y se construyó una biblioteca grande en el segundo piso con una habitación adicional, un baño y un pequeño trastero. Allí me instalé yo. La construcción de las estanterías para ese nuevo ambiente se encargaron al Sr. Prades, ebanista español que emigró a Venezuela y que ya había construido los muebles del despacho. Por cierto, fue él mismo quien me ayudó con los pares de cañahuato cuando años más tarde construimos nuestra casa de las Lomas del Club Hípico.<br /><strong>BUENOS AIRES (ARGENTINA)<br />CALLE CHACABUCO<br /></strong>Cuando en 1951 se produjo una revuelta importante con participación estudiantil contra el dictador Pérez Jiménez, este clausuró la Universidad Central de Venezuela y muchos escogimos a Buenos Aires, la capital de Argentina para continuar nuestros estudios. Inicialmente mis padres contemplaron la posibilidad de que viajase a los Estados Unidos, pero la situación allí para la juventud comenzaba a dar muestras de deterioro en lo referente al consumo de drogas y a la falta de disciplina. Se consideró preferible que viajase hacia el sur en donde mi padre tenía buena relación con un impresor, el Sr. José María López, a quien acudió para que me acogiese y orientara durante el tiempo que hiciese falta.<br />Así fue, me inscribí en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires y en ella cursé los primeros tres años de mi carrera. Viajé a esa capital en compañía de Víctor Vallmitjana y coincidimos allí con un número considerable de estudiantes venezolanos, quienes cursaban medicina y otras carreras.<br />Mi primer techo en Buenos Aires estuvo ubicado en una de las principales arterias de la ciudad, la calle Corrientes. Era célebre por su actividad constante hasta altas horas de la madrugada. En esa misma pensión vivían otros compañeros de la Facultad un poco más adelantados que yo y que provenían de ciudades de la provincia.<br />Buenos Aires era para ese entonces una gran urbe con una población autóctona que se había mezclado con numerosos emigrados europeos (mayoritariamente españoles e italianos, aunque también habían inmigrado importantes grupos de ingleses, franceses, alemanes y polacos). Estos grupos contaban con prensa en el idioma nativo e inclusive llamaba la atención, porque tenían hospitales propios que fueron creados inicialmente para atender a los miembros de esas nacionalidades. Todo esto, aunado a las características de sus edificios, de la vialidad, de la existencia de numerosas plazas y parques y en su conjunto por el ambiente que se respiraba, hacia que Buenos Aires fuera llamada “París de Sur América”. Había además multitud de teatros (entre los que destacaba el prestigioso Teatro Colón), salas de cine y una red de bibliotecas distribuida estratégicamente por toda la ciudad y encabezada por la espléndida Biblioteca Nacional. La calidad de sus hoteles y tiendas y la multitud de restaurantes de muy buena calidad, eran igualmente elementos diferenciales que le conferían un sello de distinción.<br />En esa época el puerto de Buenos Aires, uno de los más activos del mundo, había servido para las exportaciones de alimentos que habían mitigado las penurias de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, Argentina en su condición de potencia agropecuaria durante esos años se conoció como el “granero del mundo”. Recuerdo haber hecho un par de viajes a las provincias del interior. Se podían hacer por carretera o por tren centenares de kilómetros a través de campos repletos de siembras de trigo y otros cereales y de una cantidad impresionante de ganado, principalmente vacuno y lanar.<br />Mis años en Buenos Aires coincidieron con el mandato de José Domingo Perón y de su esposa Evita. Era impresionante el magnetismo que el dictador ejercía sobre la población y la verdad es que hizo llegar al pueblo un bienestar sin precedentes, aunque fuese a costa de un régimen duro y mal administrado.<br />En otro libro, “A toda vela”, he descrito con más detalle el nivel de los estudios médicos. Buenos profesores, muchos hospitales y facilidades para prepararse bien. En los hospitales públicos, en comparación con las clínicas privadas, había ciertas limitaciones en la disponibilidad de equipos e insumos modernos. Pero en cambio había inquietud para investigar y en general se tenía acceso a información bibliográfica. Argentina conjuntamente con México iban a la cabeza en la publicación de libros y revistas sobre temas biomédicos.<br />A los tres meses de mi llegada, decidimos que el “régimen” de la calle Corrientes no era el apropiado para estudiantes. Recuerdo por ejemplo que después de medianoche, al concluir la sesión de repaso de las materias del pensum, salíamos a cenar por segunda vez a algún restaurante de la calle Lavalle para degustar un delicioso bistec de carne de res al punto, con papas soufflé y morrones. Nos cambiamos a otra pensión en la calle Chacabuco. Ahí el nivel de vida era más austero y recuerdo que la habitación que compartía con Víctor Vallmitjana estaba construida sobre la terraza y parte de sus paredes eran de vidrio. Resulta superfluo mencionar que el frío invernal era muy intenso y el calor del verano sofocante. De cualquier forma guardo gratos recuerdos de esa época. En efecto, la familia López cumplió el papel supervisor y de soporte que mi padre le había encomendado, aunque mucho no podía hacerse con la asignación mensual de 70 dólares que se había convenido con mis padres. Esto contrastaba con la situación de otros estudiantes venezolanos, que haciendo uso del valor cambiario del bolívar de ese entonces vivían como “reyes” en apartamentos alfombrados y rodeados de toda clase de lujos. Aunque muchos de ellos no llegaron demasiado lejos en sus estudios.<br />Cuando me tocaba iniciar el cuarto año de la carrera, estuve de vacaciones en Caracas y por razones que no viene al caso relatar en este momento, decidí quedarme para continuar en la Universidad Central de Venezuela. Como en Buenos Aires no me convalidaron todas las materias del primer año cursado en Venezuela, quedé rezagado un año en comparación con mis condiscípulos que se quedaron en el país y prosiguieron en universidades del interior sin perjuicio académico. Es por ello que en mis últimos años hice contactos con compañeros distintos. En la práctica aunque celebro los aniversarios de graduación con los que acudimos juntos a recibir nuestro título profesional, también he mantenido relación con unos cuantos colegas que me llevan un año.<br />De regreso a Caracas viví con mis padres en la Quinta Vilafranca de la Avenida Mohedano de La Castellana, hasta mi boda con Haydée Briceño en mayo de 1959. Nuestra luna de miel nos llevó a visitar varios países de Europa y a los tres meses regresamos a Caracas.<br /><strong>CARACAS – LA CAMPIÑA<br />APARTAMENTO DE PEPIS<br /></strong>De regreso de nuestra luna de miel residimos por unos meses en un apartamento propiedad de Pepis Vallmitjana, ubicado en una primera planta con acceso directo desde la calle y en un edificio convencional en la Urbanización La Campiña de Caracas. Durante la travesía de regreso en barco, Haydée no se sintió bien durante casi todo el trayecto. El diagnóstico estaba entre un aborto en evolución o una gestación tubárica ectópica. Mi experiencia como ayudante en intervenciones quirúrgicas me llevó a considerar la posibilidad de que fuese yo mismo el encargado de actuar como primer cirujano en caso de que la situación empeorara. La pinta del médico a bordo era tan lamentable (propia de un aficionado a la bebida) que no me quedó más recurso que mentalizarme en esa dirección, después de haber agotado la búsqueda de algún pasajero con habilidades quirúrgicas mas fiables que las de un recién graduado. No fue el caso y por fortuna llegamos a desembarcar con una leve mejoría que llegó a darnos falsas esperanzas en el momento de comenzar esa nueva etapa de nuestras vidas. Recuerdo que subí a mi flamante esposa en brazos hasta su lecho en el apartamento y la visita a uno de mis profesores en la Facultad, para que nos diese su opinión experta sobre la situación. No fuimos afortunados y nos tocó resignarnos con entereza y con la convicción de que sería necesario intentarlo de nuevo. Nuestra ilusión por tener un crío era muy grande y fue así como “encargamos” a nuestro vástago Pedro Ignacio, antes de viajar a los Estados Unidos.<br />Fue una época de arranque con recursos muy limitados. Es necesario recordar que nos habíamos casado la estricta intimidad familiar, solicitando que los regalos de boda fuesen en efectivo y claro, al regresar, no teníamos nada. Fuimos equipándonos muy modestamente, ya que yo había decidido prepararme para una carrera docente y había desestimado desde el inicio de mi actuación profesional, la vinculación con una clínica privada para obtener ingresos adicionales. Por cierto que tardé más de quince años antes de aceptar dicha opción.<br />Continué con mi trabajo en el Instituto Anatomopatológico de la Universidad Central de Venezuela hasta que logré una beca y una posición de residente de anatomía patológica en los EE.UU. para continuar con mis estudios de especialización.<br /><strong>ELOISE (MICHIGAN, EE.UU.)</strong><br />Nuestra corta permanencia de una pequeña población entre Detroit y Ann Arbor en el estado de Michigan, estuvo directamente vinculada con el traslado al país del norte para trabajar como residente de Anatomía Patológica en el Wayne County General Hospital, ubicado en esa población. Con motivo de la visita a Caracas del Dr. Emmanuel Gould, jefe del Servicio de Anatomía Patológica y atendiendo la propuesta suya de que continuase mi segundo año de entrenamiento en su servicio, la acepté con gran ilusión. Yo había solicitado una beca que me fue otorgada por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social de Venezuela, con la finalidad de continuar formándome como patólogo en el exterior.<br />Fue así como viajamos a Eloise (Estado de Michigan) y alquilamos una pequeña casita aparejada con el mínimo espacio necesario. Antes de alquilarla, estuvimos unos días viviendo en el apartamento de Jesús Enrique González y su esposa Mariela. Su acogida y orientación para encontrar alojamiento fue para nosotros un gesto que siempre hemos recordado con agradecimiento. Henry, como era llamado, ya era residente de Patología en el mismo Hospital en donde yo me incorporé.<br />Recuerdo esa etapa por lo ajustado de nuestro presupuesto, a pesar de que además del sueldo como médico del hospital, teníamos el monto adicional de la beca. El entorno no era demasiado atractivo. A fin de cuentas Detroit era una ciudad predominantemente industrial. Por fortuna el hospital estaba afiliado a la Universidad de Michigan y en Ann Arbor, ciudad sede de esa prestigiosa universidad, las cosas eran distintas. El ambiente estaba fuertemente condicionado por el campus universitario, más armónico, relativamente tranquilo y con mucha vegetación por todos lados. Al principio nos desplazamos hasta allí con frecuencia, más tarde con el rigor del otoño-invierno y por el embarazo de mi esposa se nos hizo más difícil movilizarnos.<br />Guardo un recuerdo enternecedor de esa etapa. Éramos literalmente unos críos. Una pareja muy joven, esperando su primer hijo y abriéndose paso en un país extraño, con la finalidad de optar por una preparación profesional más sólida, siempre pensando que al regresar a Venezuela podía ser especialmente importante. Cuando recuerdo que nuestra mesita de noche era el baúl empleado para el traslado de nuestras pertenencias y que nuestra decoración eran reproducciones de obras de pintores clásicos que formaban parte de colecciones de impresos sueltos, que sin ni siquiera enmarcar, habíamos colocado en alguna de las paredes desnudas. El mobiliario era realmente minimalista, no por ser de esta tendencia artística, sino porque contábamos con lo indispensable para comer y ver la televisión sentados. No es necesario que haga referencia al tipo de construcción. Las paredes eran de cartón piedra, los pisos de linóleo y el techo era también de material sintético imitando la piedra de pizarra. En pleno invierno, con nevadas copiosas, llegamos a acumular nieve con un espesor que superaba el metro y en muchas ocasiones estuvimos a menos 10 o 15 grados centígrados. Aparte de las inclemencias del frío en sí, había que agregar la tarea de despejar a punta de pala la nieve de la entrada, sacar la que se había acumulado encima del automóvil (no teníamos garaje) y luego afrontar los 10 minutos de conducción al hospital en medio de calles llenas de una mezcla de sal, polvo negro y agua nieve. Para compensarlo aprovechábamos los fines de semana y días festivos para hacer excursiones a un sin número de parques situados a corta distancia, con mucha agua y una vegetación espléndidamente cuidada.<br />Al cumplirse los primeros seis meses tomé la decisión de que ésa primera etapa de mi formación podía mejorarse. Fui admitido en el Instituto de Patología en Washington y allí iniciamos una nueva etapa. Yo tenía allá contactos con gente que me dio apoyo y entendió que era el momento de proseguir de una manera más ordenada. Me aceptaron para cumplir con un programa rotativo por las diversas secciones especializadas de esa prestigiosa institución y de esa forma se me dio la oportunidad de profundizar en cada materia. Cierto es que esa decisión no contó con la aprobación de mi jefe en el Wayne County y me dolió más que a él, un traslado en apariencia intempestivo pero que visto a la distancia fue derminante para mi futuro.<br />Para la llegada de nuestro primer hijo, viajamos a Caracas y yo regresé antes que mi esposa. Estimamos prudente esperar al menos los cuarenta días que en aquella época se tomaban como pauta para el cuidado del recién llegado. Claro está, que en ese momento, padecí la nostalgia de tener la familia a muchos kilómetros y por el conocimiento limitado del medio. Lo cierto es que estas son experiencias que dan temple y seguridad en uno mismo. A la distancia, reconozco que hay que ser valiente para emprender con decisión y empeño, una etapa como la que he descrito. Una oportunidad única para crecer dentro del marco de responsabilidades compartidas con la pareja.<br /><strong>WASHINGTON (DISTRITO DE COLUMBIA, EE.UU.)<br /></strong>Washington es la capital de los Estados Unidos y del Distrito de Columbia. Es una gran ciudad en donde residimos al trasladarnos desde Eloise en el estado de Michigan a mediados del año 1960. Yo estaba asignado al Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas (AFIP) dentro de los “grounds” del prestigioso Hospital Walter Reed en la parte norte de la ciudad, muy cerca del límite con el estado de Maryland. Tuvimos la suerte de conseguir un apartamento en Luzon Avenue, muy cerca de la calle 16 y de la entrada lateral del hospital. Para mí era especialmente importante vivir cerca por dos razones: la primera tenía la sensación de que convenía estar próximo a mi mujer y a mi primer hijo en su tierna infancia. Vivían solos en la planta baja de un edificio de comienzos del siglo XX, con salida directa a un pequeño jardín y enfrente de una pequeña plaza arbolada. La segunda, tenía la posibilidad de partir mi jornada de trabajo con una pequeña siesta reparadora después del lunch.<br />El suburbio era tranquilo y aparte de su ubicación con respecto al hospital, estaba muy cerca de un parque nacional de ensueño, el Rock Greek Park. Era un sitio privilegiado para cortos paseos a lo largo de sus senderos, muy especialmente en el otoño. Durante esa estación, había una diversidad de árboles con hojas de tonalidades diversas, que constituían un verdadero festival de ocres, amarillos y rojos de muy diversa tonalidad. También había un riachuelo que le prestaba su nombre, con agua corriente y cristalina en medio de una vegetación muy bien cuidada. Durante el primer año de nuestra permanencia en Washington se consideraba un lugar seguro. Más adelante ocurrieron un par de incidentes que causaron alarma social entre el vecindario.<br />La ciudad es la sede del Gobierno (Capitolio Federal y Casa Blanca) y cuenta con numerosas dependencias federales, monumentos imponentes, museos de diverso tipo, galerías de arte, la famosa Biblioteca del Congreso, salas de conciertos y numerosos parques. La movilidad se logra a través de amplias avenidas y en general el centro de la ciudad tiene un trazado cuadriculado con vías diagonales, en una de las cuales se encuentran las sedes de la mayoría de las embajadas y algunas residencias señoriales verdaderamente majestuosas. La existencia de un río, el Potomac con varios puentes le confieren un atractivo añadido, al igual que el cementerio de Arlington y un suburbio denominado Georgetown, sede de la prestigiosa universidad del mismo nombre.<br />Tuve el privilegio de trabajar durante algo más de dos años en el Instituto de Patología más prestigioso del mundo. Un edificio a prueba de incendios y de ataques atómicos, con numerosas dependencias y una plantilla de más de 80 patólogos (para aquel entonces) de la más alta competencia. Siendo una dependencia del Departamento de la Armada, una vez admitido se cuenta con apoyo irrestricto para la utilización de material de enseñanza y toda clase de facilidades para asistir a los numerosos cursos que se dictan. La condición de un médico civil en “Tour of Duty” es obligante en cuanto al régimen de trabajo y la disciplina. Se permite utilizar un gran volumen de información de primera línea con todos los casos que son estudiados en los hospitales de las fuerzas terrestres, navales y aéreas que los americanos tienen distribuidos en todo el mundo. Cito aquí la biblioteca por tratarse de un sitio excepcional por el gran volumen y la calidad de la documentación disponible. Por otra parte la conexión ínterbibliotecaria y las relaciones con la Biblioteca Nacional de Medicina en Bethesda, Maryland constituían una ventaja de primer orden, en una etapa previa a la disponibilidad del Internet como vehículo para obtener e intercambiar información.<br />Nuestra permanencia en Luzón Avenue se vio interrumpida por un hecho que ocurrió a una velocidad inusitada y por lo cual decidimos mudarnos. Se dio el caso de que repentinamente los habitantes de raza negra comenzaron a comprar en “cadena” una vivienda tras otra hasta llegar a ocupar casi masivamente todo el vecindario. Resultaba increíble lo que significaba para el propietario de una vivienda. Al venderse una propiedad a un miembro de otra etnia, el valor inmobiliario caía inexorablemente y era el momento de vender de inmediato antes de que continuase bajando. Lo que relato causó tal alarma que los propios vecinos y los colegas del AFIP insistieron en la conveniencia de que cambiásemos de residencia. Hubo pues que sacrificar la proximidad del sitio de trabajo y nos mudamos a un gran complejo residencial en Silver Springs, Maryland.<br /><strong>SILVER SPRINGS (MARYLAND, EE.UU.)<br /></strong>Poca cosa puedo agregar en cuanto a nuestros escasos 8 meses en el apartamento de Silver Springs. En la práctica continuábamos viviendo en Washington, pero residíamos en un suburbio. Perdí el privilegio de la proximidad al trabajo y ya no era posible ir a casa para el lunch y la mini siesta. Como compensación, estaba mucho más tranquilo porque percibía que mi esposa y mi hijo Pedro Ignacio estaban más seguros y bien protegidos. Por otra parte, al estar situados en la periferia, se hacía más fácil realizar pequeñas excursiones en los lugares y parques próximos a ese sitio. Fue una experiencia interesante porque respiramos aires renovados y tratamos, aunque fuese superficialmente, con un sector de la “affluent society americana”, con valores distintos y otras prioridades. Distinto de la forma de vivir en una gran ciudad. Por cierto que coincidimos con la visita de los Dulcey. Francisco y su esposa Zoila resultaron una inestimable compañía y siendo venezolanos, aprovechábamos para rememorar cosas del pasado de nuestra querida Venezuela. Francisco había hecho Patología en Virginia y estuvo unos meses en el AFIP aprovechando para actualizarse en materias de su interés.<br />En Silver Springs cualquier actividad requería de la utilización de un medio de transporte, usualmente el automóvil. Este se renovaba en un período máximo de tres años, tomando provecho de la improbabilidad de reparaciones costosas y al mismo tiempo con beneficios fiscales a la hora de hacer efectivo el impuesto. Tomé conciencia de que era preferible tener hipotecas y deudas, que encontrarse liberado de esas obligaciones.<br />Ya para ese entonces comenzaban a haber grandes superficies que permitían comprar cualquier cosa a precios más bajos en comparación con las pequeñas tiendas del centro de la ciudad. Lo que ocurrió en Luzón Avenue fue sucediendo en el resto del Distrito de Columbia. Durante nuestra estancia en esa ciudad la población de raza negra no llegaba al 20%, al inicio de este siglo la proporción se ha invertido (es mayor al 80 %) y desafortunadamente con la problemática social (bajos ingresos), el problema de la droga y la existencia de bandas juveniles organizadas, la delincuencia se ha disparado de una forma alarmante. Hoy en día los índices delictivos superan a los de la ciudad de Nueva York.<br />Un último comentario, reafirmado por visitas posteriores a tan espléndida ciudad, entre las imágenes más impactantes que guardo en mi memoria están los Cherry Blossoms durante la primavera y en plena flor, con una fuerza armónica y esperanzadora. La pureza del color blanco de los árboles, en medio del verde del césped, la frescura de los espejos de agua y la hermosura de las edificaciones colindantes, constituyen un espectáculo fascinante. He dicho siempre que los Estados Unidos de Norteamérica son un país de contrastes entre sus gentes y en la diversidad de sus paisajes. Al lado de lo más sublime (un concierto, la visita a un museo, el disfrute de una obra de teatro, la visita a un parque, la solidaridad, las excelencias de la atención médica, la atención que pueda dispensarte una bibliotecaria), está también lo desconcertantemente y cruel (la violencia, la indolencia, la prepotencia, la miseria, el odio racial, el tráfico de drogas, la prostitución y el caos urbanístico).<br />Tuvimos la fortuna de caer en manos de gente atenta y servicial, siempre dispuestos a darnos su apoyo y decididos a facilitar el que guardemos un recuerdo imperecedero de nuestra permanencia en el país del Norte. Si tuviese que sintetizar, puedo hacerlo utilizando un par de vocablos: son generosos.<br /><strong>SAN CRISTOBAL (ESTADO TACHIRA, VENEZUELA)<br />URBANIZACIÓN LAS LOMAS<br /></strong>A mediados de 1962, después de mi regreso de los Estados Unidos de Norteamérica, quedó claro que las posibilidades de quedarme a trabajar en Caracas eran exiguas en virtud del compromiso que tenía de continuar mi carrera profesional al servicio de la entidad que me dió la beca para continuar mi formación. José Ignacio Baldó y Luis Carbonell me tenían reservado incorporarme a un proyecto vinculado con los médicos salidos del postgrado de medicina interna de Caracas asignados al Hospital Central de San Cristóbal. Ese binomio internista-patólogo, contaba con dos profesionales de gran valía en el polo clínico: los Dres. Isaac Abadí e Israel Montes de Oca, y yo tuve el compromiso de encargarme de la parte morfológica. Se pensó, con acierto que esos dos departamentos hospitalarios, el de medicina interna y el de anatomía patológica, habrían de motorizar un cambio sustancial en las reuniones ínter departamentales y docentes que se sumaron vigorosamente a las ya existentes para esa época.<br />Me desplacé a San Cristóbal con mi esposa y mis dos hijos, ambos pequeños; mi segundo hijo Andrés tenía pocos meses y Pedro Ignacio tenía dos años cumplidos. Antes de ese viaje había realizado un par de visitas exploratorias a fin de precisar las condiciones de mi actividad profesional y hacer los contactos para encontrar una vivienda.<br />San Cristóbal es una ciudad “fronteriza” con Colombia, capital del estado Táchira y para esa época contaba con unos 80.000 habitantes. Ciudad pequeña pero con una gran tradición histórica, fundada a mediados del siglo XVI, cuya economía se sostuvo durante mucho tiempo gracias a las plantaciones de café, caña de azúcar y hortalizas, además de la ganadería y de la manufactura de productos diversos. Su proximidad con Colombia propició un intercambio comercial importante. Durante el siglo XX seis de los gobernantes del país han sido tachirenses. Guardo un recuerdo muy especial de todos los colegas y amigos que nos dieron soporte durante el año y medio que estuvimos viviendo allí.<br />En una de mis visitas anticipadas, logré por contactos con médicos del hospital, alquilar una casa en la urbanización Las Lomas De ella recuerdo que era de dos plantas, espaciosa, con terrazas, un jardín arbolado con un frutal productor de guanábanas, fruta exótica de sabor delicioso. Dos particularidades adicionales, una jardinera en la fachada con hojas gigantes de color verde oscuro intenso, expresión de la fertilidad de la tierra y además un pequeño riachuelo de aguas cristalinas y caudal sonoro que atravesaba parte del jardín. Un auténtico privilegio que no he tenido el gusto de disfrutar en ningún otro habitáculo.<br />En San Cristóbal nos tocó atender con premura, una afección de nuestro segundo hijo Andrés, que por fortuna pudimos resolver a tiempo viajando al Children,s Hospital de Boston. Fue providencial la ayuda del hermano de uno de los colegas del hospital (Isaac Abadí) Alberto, quien se entrenaba allí y nos prestó una ayuda por la que debemos nuestro eterno agradecimiento.<br />Pues bien, la actividad frenética al frente del Departamento de Patología del Hospital, pude realizarla gracias a que contaba con un sitio delicioso para vivir. Tenía a mi esposa bien instalada y además, con vecinos amables que le brindaron soporte permanente. En mi empeño de dedicarme al máximo a mis obligaciones profesionales, permanecía muchas horas en el hospital. Esta etapa inicial de mis labores como especialista no eran de bonanza económica pero en cambio me permitieron demostrar mi competencia como patólogo. Venía de un buen entrenamiento en uno de los mejores centros mundiales en patología y por tanto disfruté de la confianza de mis colegas. Por otra parte se me brindó la oportunidad de cumplir con labores organizativas a la vez que docentes.<br />Todo ello lo recuerdo junto a la llegada de la televisión, el asesinato de John F. Kennedy y muy en especial con el transporte utilizado cuando regresamos a Caracas. Un Renault Douphine de dimensiones reducidas, fue el vehículo empleado para el largo recorrido de más de 1000 km., con parte de nuestras pertenencias sobre el techo. Alguien que nos vio partir, no creyó que pudiésemos llegar a cumplir el trayecto sin contratiempos, lo cual afortunadamente pudimos lograr. De hecho no era esta nuestra primera aventura de largo recorrido con ese automóvil; ya habíamos hecho Washington-Mobile (en Alabama, EEUU) sin interrupciones de ningún tipo.<br /><strong>PROVINCIA DE BARCELONA<br />DIAGONAL – SABINO DE ARANA, BARCELONA<br /></strong>Residiendo en Caracas habíamos viajado muchas veces a España y como es natural siempre terminábamos pasándonos días o temporadas cortas en Barcelona. Mis padres tenían un apartamento en La Diagonal (intersección Sabino de Arana), otro en Carrer Amalia en Vilafranca del Penedès y una casita de campo conocida con el nombre de<br />(por las características de su terreno) en las inmediaciones del pueblo San Miquel de Olérdola.<br />Creo que toca aquí dar unas pinceladas sobre Barcelona. La ciudad moderna es la tercera de las Barcelonas. Hay un museo en donde resulta evidente, que sobre la original ciudad romana de Barcino, aún se construyó otra sobrepuesta y por último la actual. Además una parte de la ciudad es el resultado del terreno recuperado del mar. Lo cierto es que la capital de Catalunya constituye hoy en día una ciudad con un atractivo muy especial que no sabría definir con precisión. Que duda cabe que su barrio gótico, el Exaimple, Plaza España, Montjuic, el puerto viejo y más recientemente toda la parte del litoral recuperado para las olimpiadas de 1992 (incluido el puerto nuevo, la villa olímpica y los innumerables hoteles de reciente construcción) se suman a los museos, el Liceo, el Palacio de la Música, a todo el patrimonio arquitectónico que dejo Gaudí, incluida una obra única en el mundo (aunque aun inconclusa): La Sagrada Familia; el Pequeño Palacio de Albeniz, el Ateneo de Barcelona, en fin, sería interminable. Si se quiere tener una idea de lo que es la ciudad en su conjunto, basta irse al Tibidabo o a la Torre de Colserola para disfrutar de una visión panorámica de excepción. El centro de Barcelona tiene edificaciones modernistas de excepcional belleza y trabajos exquisitamente elaborados en hierro forjado que forman parte de multitud de puertas, portones y balcones que son auténticas joyas.<br />Y que no decir de sus avenidas; Citaré solo tres para no extenderme en demasía: las Ramblas, el Paseo de Gracia y la Diagonal, todas con especial prestancia que recorrerlas constituyen una delicia. Ni que decir del Mercado de San José (conocido como el mercado de la Boquería). Habría que darle categoría de museo viviente por la forma en que está dispuesta la mercadería y por el ambiente que se respira. Una experiencia singular.<br />Como rasgo peculiar podría decirse que sus pobladores disfrutan de su ciudad. Es impresionante ver durante un fin de semana, en especial cuando hace buen tiempo, como sus calles se llenan de viandantes de todas las edades, como frecuentemente se pueden ver parejas jóvenes con sus críos recién llegados a este mundo en cochecitos y vestidos con sus mejores “galas”. Se percibe que una parte transeúntes deben ser gentes de recursos sobrantes. Basta dar una vuelta por Sarria, San Gervasio y Pedralbes o por las poblaciones suburbanas para quedar prendado de las residencias ajardinadas que se ven. Sant Cugat, Bellaterra, Matadepera, St. Just Desvern, y si se quiere ir un poco más lejos, El Masnou, Alella, Premiá de Dalt, Sitges y tantas otras. Hay residencias señoriales muy hermosas. Lástima que se tienda a cercar la propiedad con vallas que limitan la visión desde afuera. De cualquier manera hay que dar un vistazo furtivo para disfrutarlas. Algunas son realmente espléndidas. De todas merece mención aparte la residencia que el publicista Víctor Sagi (familiar de los Vallmitjana) ubicada en la avenida Pearson en la parte alta de Barcelona. Una auténtica delicia.<br />Mis padres compraron el apartamento de la Diagonal, mucho antes de que se construyera el Hotel Reina Sofía. De allí hacia el este en dirección a Esplugas del Llobregat no había sino terreno casi todo baldío. Con decir que la Gran Vía Carlos III era para ese entonces el límite este de la ciudad. Ese complejo de edificios lucía solitario y casi “desocupado”. Por decirlo de otra manera no tenían ni gracia, ni un entorno acogedor. Cerca estaban los regios jardines del Palacio de Pedralbes y el magnífico monasterio de Pedralbes. Con los años, la construcción del Nou Camp y de las otras dependencias del Fútbol Club Barcelona, la construcción del Campus de la Universidad de Barcelona, los edificios de la Caixa y del Corte Inglés de la Diagonal, aunado a las dependencias del Opus Dei justo al cruzar la calle y muy al comienzo de la avenida Pedralbes, le sirvieron de apoyo para convertirlo en un sitio particularmente atractivo.<br />Conservo un gratísimo recuerdo de nuestras vivencias en ese piso. Un verdadero privilegio. Servía como base de operaciones para toda la familia sin excepción. Cuando tocaba compartir techo, era ocasión propicia para vivir en armonía y disfrutar de las delicias de la ciudad en buena compañía. La imagen de mi padre metido de lleno entre papeles y la de mi madre atendiendo a sus conocidos y llevando el timón de la casa, pertenecen al pasado y forman parte de mi patrimonio afectivo. Con mi padre, en los momentos que yo percibía que le convenía una buena caminata, salíamos juntos a pasear por los laterales de la Diagonal en dirección a Vilafranca, y al llegar al puente de Esplugas, dábamos media vuelta, contemplábamos un rato las rosas del parque Cervantes y volvíamos a casa.<br /><strong>MONTASPRE - OLÉRDOLA<br />COMARCA DEL PENEDÉS<br /></strong>Hace más de 50 años, mis padres compraron una finca cerca del pluebo de Olérdola a unos tres kilómetros de Vilafranca del Penedés. Terreno pedregoso con algunos almendros y un buen número de pinos que recibieron un cuido irregular y que fueron replantándose en el transcurso de todos esos años. Además, monte bajo alternando con pequeños arbustos de diverso tipo, se apreciaban en especial las plantas de tomillo, romero, orégano, ajedrea e hinojo entre otras.<br />La casa rústica de ese entrañable rincón ha sido sitio de encuentro familiar a lo largo de todos esos años y ha tenido por lo tanto, un significado muy especial. Hay que tomar en cuenta que fue el lugar de convergencia para toda la descendencia del tronco principal de los Grases-Galofré (el Avi y la Mima) y para los familiares y amigos residentes en la comarca y también en Barcelona o en Tarragona.<br />No tengo noticias de que ese terreno seco y con muy escasa tierra vegetal hubiese servido para cultivar ningún tipo de producto agrícola, solo se que los propietarios que nos precedieron eran panaderos. No recuerdo que a ningún miembro de la familia se le hubiese ocurrido en algún momento iniciar allí algún tipo de actividad productiva. Sirvió en cambio, como lugar de veraneo y de remanso en el momento de concluir algún viaje por España y también por las Europas. El entorno inmediato de la vivienda tenía algunos árboles que ofrecían una generosa sombra y que servían para disfrutar armónicas tertulias. No hay que olvidar que una buena parte del atractivo de venir a España desde Venezuela, consistía en poder disfrutar de Montaspre. Como se ve, uno de otros tantos aciertos de mis padres a la hora de invertir en España de cara al futuro.<br />Cuando me casé con Haydée hace ya más de 45 años, iniciamos nuestra luna de miel en Amsterdam, teníamos cierta premura para reunirnos con nuestro padre, como consecuencia de una campaña periodística en Venezuela, que se había orquestado injustamente en su contra, el viaje por carretera entre la capital de Holanda y Olérdola lo realizamos de un solo tirón. Nuestra llegada era esperada con expectativa y nos habían preparado una habitación especial que desde ese entonces, siempre se ha llamado el “cuarto de los novios”.<br />Su proximidad con los puebos de Sitges y Vilanova i la Geltrú le confería un atractivo adicional ya que invitaba a un baño de mar, disfrutar del espléndido sol veraniego y a la vez degustar las especialidades gastronómicas de esos lugares.<br />Había, y continua habiéndolo, un especial interés por ir arreglando cosas de la casa y a la vez mejorar las condiciones de la vegetación y el terreno, podando árboles, construyendo muros de piedra y aprovechando al máximo la escasa disponibilidad de agua para riego.<br />Si tuviese que escoger recuerdos del entorno tendría que comenzar con el restaurante de Senent a pie de carretera y al margen del propio pueblo de Olérdola. (can Senent) Sitio de buen comer con algunos platos muy bien preparados (conejo en salsa de almendras y un pollo tierno asado a la leña). La oferta inicial fue creciendo hasta el punto de que se convirtió en parada obligada para los numerosos turistas que se desplazaban desde la comarca del Alto Penedés hacia la costa y viceversa. A todo ello hay que agregar que tenía buen vino almacenado en grandes toneles y ofrecido a precios irrisorios si se compara con los vinos de ahora, más elaborados y con denominación de origen. La bodega con los toneles conteniendo vino, se había habilitado como comedor con solera y en su momento por allí pasaron personajes importantes incluido el ex-presidente de Venezuela Dr. Rafael Caldera.<br />La otra cosa que merece citarse era la existencia en un recodo de la carretera de una minúscula vivienda en donde se alojaba el encargado de cuidar sus bordes y el entorno cercano. Otros tiempos, porque en la actualidad, esa actividad se ha descuidado inexplicablemente. Quirze, asi se llamaba el cuidador, era un tipo encantador. Buen conversador y siempre dispuesto a una buena partida de dominó. Su esposa María se encargaba de la limpieza y del mantenimiento de nuestra vivienda.<br />Es tanta la gente que ha desfilado por Montaspre que sería interminable mencionarlos a todos. Como muestra bastaría recordar la reunión familiar y de amigos que tuvo lugar hace unos años con motivo de la celebración de los 90 años de mi madre. En ese encuentro se hizo un repaso del presente y pasado de la mayoría de los asistentes con el respaldo de fotos que proyectamos en una de las paredes de la casa y que quedará como un hito histórico de ese lugar.<br />En resumen, sitio de encuentro entrañable, por donde han pasado los hijos, nietos y biznietos, así como los familiares que residen en la comarca y un puñado de amigos muy apegados a nuestros padres. Guardo el íntimo recuerdo de haberles visto felices, contemplando la armonía que reinaba en los múltiples encuentros que tuvieron lugar a lo largo de algo más de medio siglo. También la gratificación de los juegos a pleno sol (de fútbol o de básquet), la algarabía en el momento de refrescarnos con la escasa agua del lugar, los paseos a diversos sitios de la comarca, la búsqueda de caracoles después de una noche lluviosa y en fin el cumplimiento de innumerables tareas para el mantenimiento de la vivienda y el cuidado de la vegetación. No podría terminar sin recordar la veneración que mis padres tenían por las celebraciones de la Fiesta Mayor de Vilafranca del Penedés. Se esperaban con gran expectativa pernoctando en Montaspre o en el piso de la calle Amalia de Vilafranca. No hay que olvidar que los jóvenes de la familia Galofré eran devotos de la actividad castellera del lugar, destacándose por sus ejecutorias en esa arriesgada actividad.<br />El cambio de rumbo de nuestras vidas y otras obligaciones han distanciado nuestras visitas a Montaspre. Esa propiedad a pasado a manos de mi hermano Pepe y son sus hijos Gabriel y José Pablo, los encargados de un cuido más que esmerado. Antes estuvo durante muchos años a cargo del inefable tío José, quien no está ya con nosotros aunque su espíritu deambula por el lugar. Insisto, el recuerdo será imperecedero. El lugar perdurará vinculado a esparcimiento, armonía, sol radiante (y también frío invernal), campo áspero con el olor que desprenden algunas flores y plantas, el recuerdo de un viejo Citroen Strombel de color negro (el coche de “los bandidos”) que servía para trasladarnos al pueblo de Pontons (a 20 Kms de distancia) y jugar una partida de dominó. Era la gran ilusión de mi padre, con quien forme equipo durante muchos años y a quien le costaba mucho resignarse cuando perdíamos por alguna distracción. Tiempos aquellos, que podrían servir de base para retornar a ese ambiente de concordia, tan necesaria en los tiempos que corren.<br /><strong>CARACAS – CAMPO ALEGRE<br />RESIDENCIAS COUNTRY<br /></strong>Al regresar de San Cristóbal, tuvimos la oportunidad de pagar la cuota inicial de un apartamento ubicado en la Urbanización Campo Alegre, muy cerca de la Avenida Francisco de Miranda y colindante con la Urbanización Country Club de Caracas. Aunque no era muy grande, estaba muy bien ubicado y era suficiente para las necesidades de una pareja con dos hijos pequeños.<br />Era nuestra primera experiencia de una propiedad en condominio. El hecho de compartir gastos tenía sentido y la verdad es que funcionó apropiadamente. Era un edificio de construcción no demasiado atractiva y fue uno de los primeros ensayos de combinar el concreto armado con elementos plásticos en la fachada lo cual le daba un colorido muy particular en diversas tonalidades de azul. El jardín frontal, no demasiado espacioso, estuvo siempre bien cuidado y recuerdo gratamente la piscina en la parte posterior, sitio de disfrute para mis dos hijos pequeños durante todo el año aprovechando el clima estable y soleado de la ciudad.<br />Conservo muy gratos recuerdos de dos de los vecinos:. La familia Mazzei vivía en los pisos más altos y disfrutaban de una vista panorámica de los links de golf del Country y de la vegetación frondosa de su entorno. Los otros eran unos familiares de Enrique Merino, un colega patólogo de casi una generación previa a la mía, que años más tarde residió en uno de esos pisos. También recuerdo del piso de arriba, a la viuda de Carlos Pi-Sunyer ex-alcalde de la Ciudad de Barcelona.<br />Con los Mazzei hemos mantenido una amistad muy entrañable debido entre otras cosas a la relación con el hijo mayor Alejandro, compañero de mi hijo mayor Pedro Ignacio. El hermano menor Fernando, falleció en un trágico accidente que comportó graves perjuicios para la estabilidad familiar. Fue un golpe durísimo, inesperado y realmente lamentable. En el otro cuerpo del mismo edificio tenían residencia mi cuñado Jesús Briceño con su esposa Rosi y Elizabeth Ball cuya hija es una destacada colega dedicada a la dermatopatología.<br />Asocio la permanencia en Residencias Country con las etapas iniciales de mi ejercicio profesional en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela y con los esfuerzos para superar una situación económica precaria de una joven familia con hijos que comenzaban su actividad escolar. A mi me resultaba difícil compartir mi actividad docente en el Instituto de la Facultad de Medicina, en donde trabajaba a tiempo completo, con un cargo de médico forense que aún representando un complemento, era casi un suplicio por las pésimas condiciones laborales y por la falta de atractivo que ofrecía esa subespecialidad de la patología.<br />No recuerdo con precisión en qué circunstancias iniciamos gestiones para trasladarnos a una nueva vivienda, pero en cambio tengo presente el apoyo financiero de mis padres al facilitarnos buena parte de la cuota inicial quedándose a cambio con el apartamento de Residencias Country. Con ese fondo y con el aval bancario de ellos, pudimos comprar un terreno en Las Lomas del Club Hípico en condiciones muy favorables. Qué no hacen unos padres por sus hijos, y en especial los nuestros. El piso de Residencia Country quedó en manos de mi hermana María Asunción y años más tarde fue adquirido por mi hermano menor Manuel.<br /><strong><em>MADUREZ<br /></em>LOMAS DEL CLUB HÍPICO (QUINTA L’ AVI)<br /></strong>La ilusión de construir por primera vez una vivienda propia, sobrepasa los inconvenientes que conlleva la misión de llevar a cabo un proyecto con riesgos. Suele comenzarse ponderando las virtudes del lugar escogido y casi siempre tiene que ver con un “golpe de suerte”. En nuestro caso, la ubicación de una parcela en la vieja carretera de Baruta, significaba poder disponer de una vivienda en una colina con una vista atractiva hacia una parte del este de la ciudad, colindante con terrenos baldíos con abundante vegetación silvestre que nos separaban sobradamente (algo más de un kilómetro), de las instalaciones del Club Hípico de Caracas. Con el tiempo esos terrenos fueron urbanizados a pesar de mis esfuerzos para convencer al presidente Rafael Caldera de que los expropiara para destinarlos a un parque vecinal. Cuando pienso en la cifra que obtuvo el propietario de esas hectáreas, una familia de Valera (Estado Trujillo), se me congela la sangre. Casi lo mismo que me ocurre, pero con efectos contrarios, cuando me viene a la mente lo que nosotros pagamos para formalizar el traspaso de esos mil y pico de metros cuadrados en propiedad: cincuenta mil bolívares (de los de la época).<br />El proyecto de nuestra vivienda fue encargado a un arquitecto colombiano especializado en arquitectura “colonial moderna”. Tocó luego decidir los lineamientos generales en función de las necesidades que mi esposa había establecido con esmerado cuidado. Se propuso una casa abierta con niveles escalonados (por exigencias de la propia parcela), con patio central, sala-comedor espaciosa y con techo alto de madera, aunado a corredores y un pasadizo techado con caña amarga. Además, el clima de montaña era propicio para instalar una chimenea aunque existían legítimas dudas sobre su correcto funcionamiento. Fue el maestro de obras quien comprometió su prestigio profesional y aseguró de entrada, que la leña se iba a consumir satisfactoriamente. El jardín requirió terrazas construidas con gaviones de piedra, culminando en un hermoso grupo de frondosos bambúes en la vecindad del lindero inferior.<br />La construcción de la vivienda, tomando en cuenta el costo de la supervisión de la obra por parte del arquitecto, y la indispensable utilización de pilotes para afincar las fundaciones no alcanzó a triplicar el valor del terreno. Debo expresar mi reconocimiento a la eficiencia de mi cuñado Luis Briceño, quien además de construir los pilotes (algunos de más de 20 metros) me cobró la obra a precio de costo. Naturalmente que hago exclusión de algunos acabados que formaron parte de una partida de gastos extras. El techo se construyó en buena parte con madera de pardillo (tanto el machihembrado como las vigas o pares) y alguno de los acabados de madera (escalera y estructura del techo de caña amarga) fueron hechos con cañahuate, sin duda la madera más dura y resistente disponible en el mercado. El patio interior fue construido con piedra rodada de playa, al igual que el bordillo del estacionamiento. Como veremos, ambas cosas sirvieron para una apuesta con el constructor que felizmente se saldó a nuestro favor.<br />Las vigas redondas de cañahuate para sostener el techo de caña amarga no las encontrábamos disponibles en el mercado. La más larga tenía tres metros, con un diámetro aproximado de quince centímetros. No disponíamos de un torno con suficientes dimensiones para lograr redondear las vigas de sección cuadrada y fue necesario solicitar la experta colaboración de un ebanista amigo catalán para poder hacerlo, pero artesanalmente. Lo recuerdo como una tarea ardua que requirió todo el empeño para llevarla adelante. Se dio el caso de que la madera era tan dura que no había forma de clavar nada sin antes preparar el trayecto para el clavo, con broca y taladro. Y así fue. El lote de caña amarga lo conseguimos en Petare, lo transportamos en una vetusta camioneta Wolskwagen y sin esperar a que se secase de un todo, la instalé con muy escasa ayuda y con el máximo grado de alineamiento posible. El problema residió en la paciencia necesaria para que secase y adquiriese el atractivo color amarillo pajizo de la caña seca. Recuerdo que veía con envidia construcciones similares realizadas con caña “madura” y por tanto seca. Cuando la nuestra crujía en días soleados, me dolía en el alma. Por fortuna con el correr del tiempo fue cambiando, aunado a la prestancia que le daba el remate con unos perfiles de cobre que yo mismo instalé con esmero.<br />Como puede verse, la construcción de la vivienda en las Lomas del Club Hípico me permitió disfrutar de actividades que nada tienen que ver con las de un profesional de la medicina. Recuerdo que nuestro empeño de construir el piso del patio interior con piedras de canto rodado requirió un viaje de madrugada a la playa de Choroní, en donde los nativos las recogían en playas cercanas, las cernían y las vendían en sacos de plástico clasificadas por su tamaño. En ese momento yo tenía un automóvil Chevrolet (modelo Corvair) que sirvió para la búsqueda y traslado del material con ayuda de mi hermano menor Manuel. Nos fuimos conversando durante el tiempo del viaje, recogimos los sacos, nos dimos un baño delicioso en la playa y estuvimos de regreso a Caracas para descargar y para que yo participase en una reunión al mediodía en el auditorio del Hospital Universitario de Caracas a la que era ineludible asistir.<br />La Quinta L’Avi me trae no sólo gratos recuerdos, sino también momentos angustiosos. El haber construido en un terreno desnivelado provocó con los años deslizamientos que llevaron al derrumbe de algunos segmentos del gavión de piedra que servia de “muro de contención”. Las épocas lluviosas y las rupturas de tuberías hicieron estragos. Por otra parte, uno de nuestros vecinos de nacionalidad sueca, no hizo gala de su procedencia. Le valoré durante un tiempo como persona civilizada, pero se produjo un desencuentro motivado por un lindero y ardió Troya, al extremo de que fuimos denunciados a las autoridades municipales con todo tipo de improperios. Por fortuna el fallo fue a favor nuestro pero con ellos no logramos restituir una relación armónica. El daño resultó irreparable y vino a juntarse con la actitud de un vecino italiano que le “puso la vista” a la zona verde que nos correspondía por ley, reclamándola sin razón, pero con gran fuerza. No quedó más remedio que acceder a sus requerimientos sin que hasta la fecha haya logrado entender cómo ocurrió todo aquello.<br />Durante esa etapa, llega a este mundo nuestro tercer vastago Pablo (el pelirrojo de la familia) y allí crecieron nuestros hijos hasta la culminación de la carrera universitaria de los dos mayores: Pedro Ignacio y Andrés. Guardo un recuerdo entrañable de esa etapa de nuestra vida familiar. Mi mujer siempre ha tenido afición por la decoración y la verdad es que logró, con las limitaciones presupuestarias de rigor, un hogar realmente acogedor que sirvió durante un poco más de 20 años como lugar de encuentro de familiares y amigos.<br />Una última anécdota que refleja en buena medida cuanto llegué a disfrutar viviendo allí. La chimenea era utilizada con frecuencia durante los meses de diciembre, enero e inclusive febrero. En Caracas se disfruta de un clima benévolo con alternancia de lluvia y sequía. No hay estaciones, pero en los meses mencionados, de noche y de madrugada hace fresco. Disponer de una chimenea requiere de una provisión de leña que yo me aseguraba cada año saliendo muy temprano por las madrugadas del día 25 de diciembre. Los pinos que en Caracas se importaban del Canadá y se vendían para adornar durante los días navideños, perdían todo su valor a partir del día 25. Eran pinos de madera blanca y con abundante resina que al arder impregnaban el ambiente con un delicioso olor. Los recogía en un trailer para motos que permitían su transporte con toda facilidad y al llegar a casa, cortaba las ramas y las dejaba secar para utilizarlas como chamizo. Los troncos eran troceados y apilados para irlos usando poco a poco. Esta operación año tras año, a horas tempranas se convirtió en una actividad furtiva, sin que por ello no hubiese alguno que otro alumno que me preguntaba al regresar a clases. ¿Profesor Ud. por casualidad no andaba en Navidad con un trailer cargado de pinos? Tal como ocurrió lo cuento.<br /><strong>KAPPEL (FRIBURGO - REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA)<br /></strong>Cuando fuimos a Alemania para disfrutar de una beca de la Fundación von Humboldt y de uno de los años sabáticos que me confería la Universidad Central de Venezuela, tuvimos que dejar a nuestros hijos a cargo de mi madre en España temporalmente. En Blaubeuren, pequeño pueblo del sur del país, en donde asistimos a un curso de idioma alemán a cargo del prestigioso Goethe Institut, no había manera de encontrar alojamiento. Curiosamente las parejas de casados, tenían serias limitaciones para encontrar vivienda. En cambio las parejas de hecho, de alguna manera se las ingeniaban para conseguirlo. Una paradoja nos obligó a buscar techo en un pequeño pueblo de las cercanías en donde pasamos nuestras primeras semanas apartados de nuestros hijos. Estando allí, logramos convencer a Herr Illi, el dueño de la pensión, para que nos permitiese que toda la familia estuviese en una misma habitación, hasta que finalizara el curso y nos trasladásemos a Friburgo.<br />En Friburgo los alojamientos inferiores a un año (el nuestro era para 10 meses) no se conseguían a precios razonables. Para períodos más cortos el costo de la vivienda era realmente prohibitivo. Gracias a un contacto en el instituto en donde yo debía trabajar, pudimos encontrar alojamiento en un pequeño caserío vecino a Friburgo llamado Kappel. Era una delicia, pues estaba muy cerca de la Selva Negra y por tanto disponíamos de un bosque de dimensiones imponentes muy cerca de nuestra casa.<br />La vivienda tenía el estilo propio de esa zona del país. Construida de ladrillo y madera, con techos inclinados y de pizarra, como previsión para no acumular de demasiada nieve durante el invierno. Nosotros ocupábamos la planta baja y otros inquilinos la de arriba. El jardín en vez de césped tenía un sembradío de patatas y unas cuantas flores.<br />El entorno era principalmente campo dedicado al cultivo y a pastos para ganado vacuno. La impresión que daba era el de un jardín. La lluvia pertinaz y los días grises, permitían disponer de un paraje con diversas tonalidades de verde. La capa de humus era impresionante. Echábamos de menos los días soleados. De hecho nuestros vecinos, al saber que veníamos de España, no hacían más que dar exclamaciones sobre el sol de la Península Ibérica y contaban los días que faltaban para irse de vacaciones a algún lugar del Mediterráneo (casi todos veraneaban en las islas Baleares).<br />Nuestra permanencia en Kappel fue agradable y recuerdo muy especialmente la ayuda que obtuvimos de Yolanda, una joven andina que ocupó de la limpieza de la casa, colaboraba en la labores de la cocina y se ocupaba del cuidado de los niños. Nuestros dos hijos mayores asistían a sus clases en el Colegio cercano. El trato de los vecinos fue amable y cariñoso, especialmente con nuestro hijo menor Pablo. Era redondo, con tez muy blanca, con pecas y pelirrojo. Cuando le veían no faltaban exclamaciones más bien propias de los italianos. Pedro Ignacio y Andrés iniciaron su año escolar a un nivel por debajo del que les correspondía por su edad, pero esa limitación propia del desconocimiento del idioma alemán, fue superada con creces, logrando ser promovidos al curso superior. A nosotros nos llamaba la atención que cuando estaban en casa hablaban el alemán entre ellos. La despedida que les hicieron sus compañeritos resultó realmente enternecedora, entre otras cosas, les traían un pequeño escrito en un tarjeta y además les regalaban una manzana, un librito usado o una pelota.<br />No puedo dejar de referirme, aunque sea brevemente a Friburgo. Está ubicada en el valle de Brisgovia, en el estado de Baden-Würtemberg (sur este de Alemania), en plena selva negra y en la proximidad de Francia y Suiza. Para esa época contaba con algo menos de 200.000 mil habitantes y casi con 900 años de historia.<br />Existían numerosas y variadas industrias pero en particular se destaca como centro universitario y es la ciudad alemana que posee mayor número de instalaciones medioambientales. De hecho es la ciudad más soleada de todo el país.<br />Contaba para el momento en que estuvimos, con algo más de 20.000 estudiantes universitarios cursando estudios superiores en varias instituciones educativas. El instituto en donde trabajé, el Ludwig Aschoff Patologisches Institut, estaba afiliado a la Universidad Albert Ludwig, fundada en el siglo XV. La Facultad de Medicina tanto y continúa teniendo, un gran prestigio, ya que además de las materias clínicas, mantiene vinculación con centros de investigación biomédica de alto nivel.<br />Durante nuestra permanencia tuvimos la oportunidad de hacer algunas excursiones por la selva negra utilizando senderos muy bien señalizados. Con automóvil se podía subir hasta los montes de Belchem (un ensueño invernal con abundancia de nieve) y recuerdo también las visitas a Breisach (a la vera del Rin) y al famoso lago de Titisee de origen glaciar y hoy en día convertido en un importante centro turístico.<br />Que duda cabe de que fue un verdadero privilegio el haber disfrutado de todo aquello. Tanto el trato académico, como la muy favorable acogida de los colegas, resultaron reconfortantes para una pareja joven en tierras extrañas y con la natural limitación idiomática.<br /><strong>PASADENA (CALIFORNIA, EE.UU.)<br /></strong>En el primer trimestre de 1982 viajamos a Pasadena, ubicada en el Condado de Los Ángeles en el estado de California. Para esa fecha debería tener una población total de algo más de 100.000 habitantes y era el núcleo urbano más poblado del valle de San Gabriel y a la vez su centro cultural. Sus pobladores pertenecen predominantemente a la clase media y clase media alta, con algunas bolsas de pobreza dispersas que totalizaban para ese momento algo más del 10 %, la mayoría de ellos de habla hispana y procedentes de México.<br />Su origen se remonta a grupos indígenas englobados dentro de la misión española de San Gabriel Arcángel. De España, esas tierras pasaron a ser propiedad de México y quedaron en manos de diversos propietarios. La ciudad fue fundada en 1837 por Elliot Thomas y un grupo de inmigrantes procedentes de Michigan, Indiana e Illinois en busca de un clima más benévolo y de tierras baratas.<br />Resulta llamativo para el viajero que no conoce la historia de esas tierras, tomar conciencia de que en el Lejano Oeste era en realidad casi todo desértico y que su conquista dependió en buena medida del espíritu aventurero de sus pobladores, hecho que ha sido escenificado con mayor o menor acierto en multitud de películas producidas en Hollywood. La construcción de la línea férrea dio impulso a esa migración que al comienzo se llevaba a cabo en caravanas a tracción animal con un esfuerzo realmente considerable debido a las enormes distancias que tocaba cubrir para desplazarse de un centro poblado a otro. Existe en Los Ángeles un museo con un recuento de que lo representó esa conquista y lo que fue necesario ir adecuando para convertir una tierra inhóspita en habitable; basta recordar que fue necesario proveerla de agua y de otros recursos para asegurar su desarrollo.<br />En la localidad de San Marino, soberbio paraje del valle de San Gabriel en California del Sur, la familia Huntington, adquirió a comienzos del siglo XX, una finca con la idea de crear un refugio cultural. Los Huntington llegaron a acumular una gran fortuna con los negocios ferroviarios de la región y adquirieron una elegante mansión de estilo georgiano para albergar mobiliario, obras de arte y una magnífica biblioteca. Además contrataron un jardinero que trabajo ininterrumpidamente durante 50 años de su vida para crear y desarrollar el jardín más bello de California. El parque tiene un centenar de hectáreas y los jardines contienen diferentes especies del reino vegetal agrupados según cada tipo e inclusive según el clima más propicio. En el extremo de un prado hay más de mil variedades de camelias y en una pequeña garganta que ofrece la posibilidad de crear estanques, escaleras y un puente de arco, se ha diseñado un jardín japonés con plantas autóctonas trasportadas desde ese país expresamente. Un lugar de ensueño que sirve como enclave turístico y también como un centro científico de botánica.<br />Unas últimas pinceladas sobre la ciudad. Cuenta con un estadio de football americano, el Rose Bowl, en donde tiene lugar el partido de mayor renombre entre los dos mejores equipos de ese deporte en los Estados Unidos. Pasadena es, además, sede de un evento que se celebra el día de año nuevo, el Rose Parade, un despliegue de colorido con carrozas adornadas de flores multicolores y con la vivacidad y estridencia armónica de este tipo de celebraciones en el país del norte.<br />En esas acogedoras tierras tuve la oportunidad de trabajar al lado de un profesional de extraordinaria valía: el Dr. Robert Peters. Acudimos sin haber tomado ningún tipo de previsión en cuanto al sitio en donde habríamos de residir temporalmente. Al comienzo se llegó a plantear la posibilidad de alojarnos en una de las residencias que la Universidad de California del Sur tenía a disposición de profesores invitados, pero lamentablemente se encontraban ubicadas a considerable distancia del Hospital “Rancho de los Amigos” en donde yo tenía que trabajar.<br />La primera cuestión que me llamó la atención fue que el Dr. Peters acudiera al aeropuerto a recibirnos. Eso no me lo esperaba y aún no sé cómo se enteró del número de nuestro vuelo. Lo cierto es que guardo de ese encuentro un recuerdo gratísimo por varias razones. En primer lugar, de entrada tuve la sensación de que le había conocido de siempre. Afable, abierto y con una indumentaria francamente juvenil que propició una empatía muy especial. Cuando nos trasladamos a su residencia en Pasadena, percibí en su justa medida el esfuerzo que había representado para Bob, así quiso que le llamara, desde el mismo momento en que nos conocimos. Debo advertir que quizás en ese entonces era el hombre de más alto vuelo en el mundo en patología del hígado. Así como él era una persona afable y sencilla, su mujer Bell lo era también y debo reconocer sin temor a equivocarme que en ningún sitio nos habían recibido con tanto afecto y con una disposición especial de ayudarnos en todo lo posible.<br />Esa primera noche nos alojaron en un hotel tan especial, que si yo hubiese conocido de antemano el costo de alojamiento por dormir allí, no hubiese podido dormir. Quiero mencionarlo porque muy rápido tomé conciencia de que era perentorio encontrar techo. ¿ Cómo hacerlo sin ayuda? Por fortuna Bell se lo tomó como cosa suya y nos acompañó hasta que logramos encontrar en una vivienda idónea: bien ubicada, acogedora y cercana a mi sitio de trabajo. En el momento de firmar el contrato por tres meses, me pidieron un depósito anticipado y además el pago del primer mes de alquiler. No es lugar para fiarse demasiado de los extranjeros que suelen acudir allí desde todas partes del mundo. Se dio el caso de que en el momento de ir a depositar un cheque en dólares que había comprado en Caracas para abrir una cuenta corriente y cubrir los gastos de nuestra corta permanencia allí, el empleado me dio la noticia de que ese cheque tardaba al menos un par de semanas para poder hacerse efectivo. Aludieron al hecho de que estaba emitido por un banco en Nueva York. Por unos instantes me vi de vuelta al aeropuerto. ¿Podía acaso imaginarme que al instante la Sra. Peters me ofreció de su cuenta en el mismo banco, lo que me hiciese falta? Recuerdo que eran unos 2.000 dólares y aunque parezca increíble, emitió sobre la marcha un “préstamo” que me hizo entrega no sin antes percatarse de mi asombro. Así son las cosas en este mundo, un gesto de solidaridad salvadora que me obliga a contarlo para calibrar la calidad humana de la gente se que va conociendo.<br />¿Qué recuerdos tengo de esa vivienda y de su entorno? Pues recuerdos entrañables. Era un apartamento en un primer piso, más bien pequeño pero en cualquier caso suficiente para una pareja con requerimiento de techo para unos meses. Lugar silencioso, con vecinos amables, un jardín con césped bien cuidado y con una frondosa vegetación propia del clima californiano. Habíamos alquilado un automóvil y disponíamos de una plaza de parking que usaba con grandes precauciones. Yo mantenía en Pasadena la costumbre de madrugar para acudir al trabajo. Con la finalidad de evitar el ruido del encendido del vehículo y de esa manera evitar molestar a mis vecinos, hacía uso de una rampa en bajada que me permitía acceder a un rellano que quedaba a cierta distancia. La maniobra inicial requería un impulso con puerta abierta y hacer uso de mi pierna izquierda a modo de patineta. De esa manera lograba acudir al Laboratorio en donde trabajaba cada día desde muy temprano, sin atascos de tráfico y con un muy alto rendimiento. Se entiende porqué me facilitaron las llaves de la entrada principal y de los ambientes que requería para arrancar mis labores cotidianas. Recuerdo que el Dr. Peters decía: “cuando llego por la mañana, en más de una puerta me encuentro con notas sobre tareas cumplidas y recordatorios que Pedro deja para adelantar faena”. Y así era. Me dieron todas las facilidades y me vinculé abiertamente con un grupo de trabajo de excepcional valía. Parte del compromiso incluía la asistencia a las reuniones de la Unidad de Hígado que tenían lugar en el Hospital General de los Ángeles, una institución con 2.000 camas, en donde estuve revisando archivos para uno de los trabajos que realicé durante ese viaje.<br />Debo reconocer que me respetaban por mi condición de profesional abierto y entusiasta. Reconozco que mi inglés y mi dedicación al hígado durante muchos años me facilitaron el camino. Pero nada como el día en que nos invitaron a una parrillada en casa del jefe del Servicio Clínico, el profesor Reynolds, una casa majestuosa que contaba con una cancha de paddle de dimensiones reglamentarias y me tocó formar parte de uno de los equipos de dobles. En mi juventud había jugado tenis y no resultó demasiado difícil extrapolar y haber logrado una actuación que impresionó a los asistentes. Lo cierto es que mi prestigio después de ese día al aire libre y de haber ganado en buena lid formando pareja con el “jefe” sirvió para que mi valoración, raqueta en mano, fuera considerablemente superior a la de mis conocimientos médicos. Bueno, otra de esas cosas inesperadas que marcan el rumbo. Como se ve, no todo en la vida es ciencia.<br /><strong>OXFORD (INGLATERRA)<br /></strong>En Julio de 1984 llegamos a la ciudad de Oxford con nuestro hijo menor Pablo. Como ya he desglosado separadamente en un libro de reciente aparición, acudimos allí para trabajar en el Green College de la Universidad.<br />La ciudad de Oxford, emplazada en Oxfordshire, Inglaterra, es famosa por ser la sede de una de las universidades más prestigiosas del mundo. Se conoce como la ciudad de las “agujas”, con una línea del horizonte marcada precisamente por “agujas” o torres góticas. La mayoría de los edificios fueron construidos entre los siglos XV y XVII. La mayoría de los colegios universitarios están dispuestos en torno a dos o tres patios internos cuadrangulares, en donde se encuentran el hall, la<br />capilla, la biblioteca y los jardines limitados por una valla de piedra.<br />La ciudad cuenta edificios emblemáticos: la Bodleian Library, el Radcliffe Camera y el Sheldonian Teathre; además tiene un río, numerosos parques y varios museos dedicados predominantemente a historia y arte.<br />Fundada en el año 912, durante el medioevo no difería de cualquier otro mercado provincial, con grandes abadías y ya en el siglo XII se comenzaron a construir los primeros Colegios de la Universidad. La ciudad fue creciendo progresivamente a partir del siglo XIX y hoy en día cuenta además con<br />varios polos de desarrollo industrial producto de su ubicación equidistante de varios puertos que facilitan el intercambio comercial.<br />Cuando acudimos al Green College para instalarnos allí nos encontramos con que nuestra vivienda estaba restaurándose. Tuvimos que abrir un paréntesis hasta que terminaran las obras. Fue así como aprovechamos para una espléndida visita a Escocia (incluida la asistencia al Festival de Edinburgo). De paso dejamos a Pablo en una casa de campo a cargo de una profesora de inglés y nosotros partimos con destino a Yugoslavia..<br />De regreso pudimos instalarnos. Una casita aparejada, típica del lugar, una detrás de la otra, a lo largo de una calle relativamente estrecha. Viviendas de dos plantas, de ladrillo y madera, con un frente más bien estrecho y dispuestas en una parcela que culminaba con un pequeño jardín de difícil mantenimiento por razones climáticas. Lo recuerdo como un sitio acogedor, cercano a las dependencias centrales del Green College, aunque a cierta distancia del Hospital John Radcliffe, en donde trabajaba.<br />El College, situado cerca del caso central de la ciudad, colinda con el Radcliffe Infirmary y ocupa un área algo menor de dos hectáreas. Allí están ubicadas las dependencia administrativas y las oficinas de las autoridades. Hay además lo que era un antiguo observatorio astronómico restaurado, el Radcliffe Observatory, que constituye una verdadera joya arquitectónica. Alberga el comedor, los salones y la biblioteca. Se comunica con el Observers House, en donde entre otras dependencias se encuentra un salón para seminarios. El jardín es una delicia, no sólo el verdor de su césped bien cuidado, sino además pequeños senderos de piedra picada, bancos de madera, pérgolas y varios arbustos (algunos frutales) dispuestos con muy buen gusto.<br />Una de las ventajas de nuestra permanencia en la ciudad fue su ubicación estratégica para visitar numerosos lugares de Oxfordshire (un verdadero jardín), para escaparse a Londres y hacer excursiones con la finalidad de entrar en contacto con otras universidades, especialmente Cambridge. Qué decir del sur de Inglaterra: es una delicia para quienes disfrutan del campo. Mucho sol no hubo, pero debo confesar que llega un momento en que se percibe un gozo especial con los días grises y lluviosos que le confieren cierto aire misterioso al entorno.<br /><strong>CARACAS – ALTA FLORIDA<br />QUINTA DE MONTES DE OCA<br /></strong>Por circunstancias que no viene al caso presentar aquí con detalles, en un momento determinado decidimos vender nuestra casa de Lomas del Club Hípico. No fue fácil ya que allí habíamos vivido durante más de 20 años y ya se sabe lo que cuesta desprenderse de algo, y en especial de la vivienda propia. En la Quinta L’avi “echamos raíces” muy profundas que han quedado en el recuerdo como una de las épocas más felices de la familia. Buscamos y encontramos un apartamento que estuviese bien ubicado y que cumpliese con los requerimientos del momento. Lo logró como siempre mi esposa Haydée, habiéndose enterado a través de unos amigos que participaban en la construcción de un edificio bajo un régimen de administración directa, cuyas peculiaridades describiré más adelante.<br />Lo cierto es que resultaba necesario encontrar una vivienda para vivir varios. Un destacado colega médico, con quien hicimos muy buena amistad en San Cristóbal, el destacado internista Israel Montes de Oca, nos facilitó en régimen de alquiler una casa que tenía en La Florida para que estuviésemos allí el tiempo que hiciera falta. Estaba desocupada aunque con algunos muebles, pero lo importante fue que conseguimos espacio suficiente para llevar una parte de nuestras pertenencias. El grueso quedó depositado en un guardamuebles.<br />Esta urbanización, La Florida, aparece recurrentemente en este relato y es ahora cuando me percato de lo que significó en mi vida, esa zona del este de la ciudad. Debo decir que las casas no tienen ninguna característica en especial. En su estilo corresponden a lo dictado durante esa época por los constructores italianos y operarios portugueses que emigraron a Venezuela, sobre todo durante la década de los años 50. Dos cosas recuerdo de esta vivienda. Por una parte, tenía una enorme cantidad de rejas protegiendo las puertas de entrada, los corredores y las ventanas. Por la otra, su propietario -que no residía allí- se había construido en un ambiente contiguo a la vivienda principal, una biblioteca que contenía meticulosamente ordenadas, colecciones de publicaciones periódicas y libros sobre temas médicos. Esa biblioteca era una verdadera joya. Israel era un soltero empedernido y enamorado de su profesión. Acudía con frecuencia a consultar los temas que escogía meticulosamente y hacía uso de información siempre actualizada en las discusiones clínicas que tenían lugar en el Hospital Clínico Universitario en donde ejercía de profesor de Clínica Médica.<br />Nuestra permanencia en ese sitio estuvo centrada por mis compromisos profesionales y muy en especial por todo lo relativo con la construcción del edificio de Parque Peñón y con las gestiones necesarias para conseguir del permiso de habitabilidad. Concluido esto, nos trasladamos al edificio de la Urbanización El Peñón, también en el este de la Ciudad y relativamente cerca de nuestra casa de las Lomas del Club Hípico.<br /><strong>URBANIZACION EL PEÑON<br />RESIDENCIAS PARQUE PEÑON<br /></strong>El edificio estaba ubicado en unos terrenos que pertenecieron al dictador Marcos Pérez Jiménez. Eran varias hectáreas de terreno arbolado ubicadas entre las urbanizaciones de Prados del Este y del Peñón, colindantes con terrenos que pertenecían a las Fuerzas Armadas. Cuando Pérez Jiménez se fue al exilio en 1958, los gobiernos que ejercieron el poder en Venezuela destinaron la mansión que allí había construido Pérez Jiménez a un centro de atención siquiátrica y a alguna otra dependencia. De todas maneras quedó una considerable cantidad de terreno que fue calificado como urbanizable y las parcelas fueron adquiridas a precio de “gallina flaca” por los “caciques” de turno. De hecho no es infrecuente a lo largo y ancho del país que las cosas se manejen de esa forma. Quienes detentan el poder se encargan de legitimar este tipo de operaciones inmobiliarias otorgando en buena ley y a través de los organismos administrativos del Estado, las recalificaciones pertinentes. También lo he vivido en España, pero de ello no tengo constancia irrefutable.<br />Pues bien, la obra se comenzó a ejecutar siguiendo las pautas de un proyecto arquitectónico en manos de un profesional competente y con muy buen gusto. Se aprobaron en régimen de cogestión los presupuestos para cubrir los gastos de la obra y de entrada se decidió agregar sin permiso todo un piso a dos niveles. Eran cuatro áticos que no figuraban en el proyecto aprobado por la Municipalidad.<br />El administrador y supervisor de la obra, era el dueño de uno de los áticos e hizo uso de su posición de privilegio para asegurarse de que la construcción en su apartamento fuese de la mejor calidad posible. No puede ser de otra forma porque las veces que tuve oportunidad de visitarlo, observaba cosas que no eran iguales en el nuestro.<br />Aparte de este y algún otro entuerto de difícil arreglo, en su conjunto el edificio terminado era muy atractivo y al final cada quien fue haciendo los arreglos puntuales en función de sus necesidades. Nuestro piso estaba ubicado con vista al jardín y a una quebrada arbolada que eran una delicia. Tenía además otra particularidad. Debido a la forma en que fue construido el estacionamiento y la cancha de tenis, esa parte de la estructura (vigas y columnas de hormigón) hizo que la altura del techo tuviese al menos 15 cm de más en comparación con el de otros apartamentos. Digo esto porque al entrar a nuestra vivienda se tenía la sensación de que los ambientes eran más amplios.<br />Allí vivimos mi mujer y yo, con nuestros hijos Pablo y Andrés, hasta nuestro traslado a España en 1990. Después lo alquilamos y posteriormente se trasladó nuestro hijo Andrés con su familia. También ellos lo disfrutaron como lo hicimos nosotros. El entorno era delicioso y con el tiempo se fueron realizando mejoras. Guardamos el recuerdo imborrable de algunos de nuestros vecinos, con quienes mantenemos una relación muy estrecha. En especial con la familias de Leida Bracho y de Ricardo y Mencita Paytuví. A los Bettencourt los vemos con menos frecuencia, pero también son gente entrañable. Casualmente hoy en día están en Barcelona Iván, hijo de Leida y César, el hijo menor de los Bettencourt.<br /><strong><em>VEJEZ<br /></em>PROVINCIA DE BARCELONA<br />PASEO DE LA BONANOVA, BARCELONA</strong><br />Cuando llegué a Barcelona en abril de 1990 con motivo de iniciar gestiones para trabajar en el Instituto Universitario Dexeus, me parecía razonable conseguir una vivienda cerca de la clínica. Estaba sólo, y fue por ello que conseguí un lugar adecuado sin buscar demasiado. Otra cosa hubiese sido si esa decisión la hubiese tenido que hacer junto a mi esposa. Es natural, las mujeres tienen más olfato y paciencia para resolver estos asuntos. A mi me fascinó poder estar residenciado en un apartamento a unos cien metros de mi despacho. Era lo ideal. Nada de tener que desplazarme en coche y además, tenía la posibilidad de realizar una siesta recuperadora cada día. Intenté tener todo listo para que con muy pocos enseres aquel habitáculo luciese atractivo. Era el último piso, y por lo tanto estaba sujeto a la inclemencia del calor en verano y del frió en invierno y no era demasiado espacioso. Lo suficiente para recibir a mi mujer, a mi hijo menor Pablo y a Josefa, nuestra asistenta, quien había trabajado en las labores domésticas en nuestro apartamento del Peñón en Caracas y era el prototipo de una africana con moño permanente y trato respetuoso. De temperamento tranquilo, resultó ser la persona ideal para ayudarnos a cuidar a nuestra perra, era el personaje que me faltaba. Más adelante me referiré a Tutsie más de una vez.<br />Recuerdo que estando solo puse atención en darle un carácter especialmente frondoso a la terraza que daba al frente. Seguro que en ese empeño se me pasó la mano: los recipientes de terracota resultaron ser descomunalmente grandes y por tanto en desproporción con el área disponible. Por otra parte, la variedad de plantas que escogí no resultó la más favorable para aclimatarse al aire disponible en el paseo de la Bonanova, pletórica casi todo el día de vehículos contaminantes de todo tipo. Sin embargo, yo esperaba con gran satisfacción la llegada de mi familia con la seguridad de que les gustaría el pequeño inmueble que había alquilado.<br />Fue así como con espíritu de resignación, tuve que afrontar la llegada de mi gente y de nuestros muebles, en manos de la misma compañía de transportes que ya nos había estafado en el traslado de nuestros enseres desde Alemania a Venezuela. Esta vez yo impuse el castellano y no me marearon como ocurrió antes, con mi precario dominio de la lengua germana.<br />En mi trabajo arranqué con ímpetu y en otros escritos (*), he desglosado con detalle esta fructífera etapa de mi vida. Era un cargo apetecible y competido, que supongo gané en buena lid porque no contaba con recursos ni conexiones para que fuese de otra forma. Claro está, al volcarme sin reservas ni distracciones a la atención del Servicio de Anatomía Patológica no me quedaba demasiado tiempo para otros menesteres. Mi mujer tomó el mando y tuve una vez más la sensación de que fuera de una que otra consulta, sobre algún tema menor, quien llevaba el timón era ella. No era por tanto de extrañar que a los meses ya esuchaba de la conveniencia de trasladarnos a un sitio más tranquilo. Yo me resistí a capa y espada y defendía la proximidad de mi sitio de trabajo.<br />¿Cómo termino? Pues de la única forma razonable. Al cabo de algo más de un año acepté mudarme muy cerca en un apartamento de la calle Emancipación.<br />Debo relatar aquí lo ocurrido con nuestra perra. Estando de viaje, Josefa se hizo cargo de un todo, incluido los paseos de rigor con ella. Un buen día, y como resultado de una maniobra brusca, aparentemente como consecuencia de un gran susto canino, cambió súbitamente de rumbo y se llevó por delante a la propia Josefa, quien resbaló encontrándose con el canto de la acera. Quedó impotente para mantenerse de pie y adolorida como consecuencia de una fractura de la rótula de una pierna. Acudió a la policía y en una ambulancia se la llevaron al Hospital Valle Hebrón. El personal de guardia, al enterarse de que trabajaba en el domicilio de un médico de la Dexeus, la remitieron al Servicio de Emergencia de nuestra Clínica, en donde la creyeron ad verbatim su relato y la intervinieron quirúrgicamente para realizar una osteosíntesis tal como tocaba. Todo ello en nuestra ausencia y sin el beneficio de la telefonía móvil. En esa época no era un servicio tan extendido como lo es ahora. Lo cierto es que la perra había quedado en manos de la policía del barrio, y a los agentes, Josefa les había entregado las llaves del apartamento. Pues bien, los agentes se hicieron cargo de la perra, le servían agua y comida y además mantuvieron especialmente celo para proteger nuestras pertenencias. Realmente es un episodio que se cuenta y cuesta creerlo, pero así fue. A mi regreso indagué de inmediato por la identidad de los dos agentes y en la Comisaría de Iradier, en donde estaban adscritos no me pudieron dar sus nombres. Lo único que permitieron fue la entrega de un escrito en donde les expresaba mi agradecimiento.<br />En nuestra residencia de la Bonanova, no encontramos vecinos demasiado comunicativos exceptuando una familia encantadora, Alicia Ventura, su esposo y sus tres hijos. La mayor con el correr del tempo se inclinó por la biología, el varón por la economía y la más pequeña (pelirroja como mi hijo menor Pablo) se ha dedicado a las artes con especial interés por el cine. Con ellos mantuvimos una relación afectuosa que nos llevó a visitar en plena primavera, la segunda residencia que tenían en Cervià. Una estancia de un par de días que fue una delicia incluida la fiesta popular del pueblo en donde disfrutamos de una cena y de un ameno baile. La familia continúa viviendo en ese mismo lugar, y al ser tan próximo a la Clínica, veo a Alicia de vez en cuando en la calle y de esa manera actualizamos nuestros saludos. Olvidaba señalar que Alicia es una mujer de pluma muy fina y escribe en un catalán delicioso. Debo agradecerle muy especialmente una muy cariñosa crítica a mi libro “A toda vela” haciéndome ver algunas cosas que yo mismo no había ponderado en su justa medida.<br /><strong>SEGUNDA VIVIENDA EN URÚS<br />(LA CERDANYA – PROVINCIA DE LÉRIDA)<br /></strong>Antes de nuestro traslado a Barcelona en 1990, mi hermano menor Manuel había decidido probar fortuna instalándose en España y dedicando una parte de su tiempo al negocio de la construcción de viviendas. Contaba con un socio de apellido Masipe, hijo de un español residenciado en Venezuela que era el gerente de la Editorial Salvat en Caracas. Compraron unos terrenos en Urús de la Cerdanya, muy cerca de la salida del Túnel del Cadi.<br />La primera casa que construyeron para la venta, fue diseñada por un hijo de mi hermana María Asunción, graduado con honores en la facultad de arquitectura de la Universidad de Navarra. Daniel Danés se encargó de proyectar dos casas. Una con un estilo atrevido, ya que era una vivienda estrecha y muy alta y además tenía amplios ventanales con marcos blancos lo que contrastaba con la casa contigua, que se construyó a paso más lento en una parcela de terreno mucho mayor y con un diseño más convencional. En cualquier caso, en una y otra se utilizo la madera de pino (para techos y puertas), revestimientos de piedra para los exteriores y un techo cubierto con tejas de pizarra. Estas dos construcciones se encontraban rodeadas en parte por complejos de casas aparejadas con jardines amplios y profusión de pinos y también por viviendas de alto standing ha juzgar por el tamaño de las casas y por la extensión de sus jardines.<br />Urús a diferencia de otros pueblos de la Cerdanya fue creciendo sin que se construyesen ni edificios ni comercios. Otros pueblos cercanos como por ejemplo Alp han ido crecido de una forma incontrolada al extremo de que ha sido necesario la colocación de semáforos para ordenar el transito de vehículos. De cualquier forma, todo el valle de la Cerdanya, atravesado por el río Segre es espléndido y hay numerosos caseríos y lugares que pueden visitarse. Por otra parte está la capital de la comarca Puigcerdà que aún conserva casa señoriales de gran categoría, como reflejo de cómo vivía la alta burguesía catalana en el pasado.<br />Durante los cinco años que hicimos uso de esta segunda vivienda recuerdo excursiones a diversos parajes de la sierra del Cadí y a diferentes sitios de montaña una vez traspasada la frontera francesa. La luz y frescura de la atmósfera en primavera y la maravilla de una fuerte nevada en invierno son experiencias memorables. La sensación de disfrutar de unos días de descanso, dedicado a la familia y amigos, sin olvidar el cuidado del jardín atendiendo los detalles que requieren atención en cualquier vivienda me traen un gratísimo recuerdo. Debo decir que la distancia, y en particular las dificultades impuestas por un tráfico muy denso, motivaron la decisión de vender la propiedad e invertir en otro sitio. Por fortuna logramos conseguir poco tiempo después una vivienda en la playa (Sitges) que también fue una delicia.<br />No quisiera terminar este apartado sin mencionar que estando en Urús resultaba relativamente fácil visitar Francia y también Andorra haciendo uso del automóvil. De esas excursiones guardo el mejor de los recuerdos y lo hemos considerado toda la familia como un verdadero privilegio, en especial mis hijos Andrés y Pablo, aficionados a los deportes de nieve.<br /><strong>CALLE EMANCIPACION, BARCELONA</strong><br />Nuestra decisión de trasladarnos a un apartamento a sólo tres manzanas de donde residíamos antes, fue producto de que conseguimos una vivienda algo más barata, ubicada en la planta baja y con un espacioso sótano que se había habilitado como estudio. Tenía además una cancha de tenis y un pequeño jardín frontal al que se accedía a través de una terraza cubierta; al menos había un poco de césped y las macetas lucían algo más proporcionadas. Recuerdo que para todos significó una mejora, ya que siendo planta baja, se tenía además la sensación de mayor espacio al sentirse integrado a la calle y a los edificios ajardinados del entorno.<br />Estuvimos felices hasta que comenzamos a tomar conciencia de lo que significaba vivir bajo el régimen de alquiler. Sacando cuentas y valorando lo bajo de los tipos de los intereses hipotecarios, resultaba evidente que era necesario ir pensando en la adquisición de una vivienda. Al indagar sobre el costo de un piso en el vecindario y a pesar de que aún no se había iniciado el boom inmobiliario, las cifras estaban fuera de nuestro alcance. Tengo presente que en una de las visitas a Barcelona de mi hijo mayor Pedro Ignacio, él y mi esposa decidieron convencerme. No costó demasiado. Comenzamos a sacar números y tuvimos la percepción de que si conseguíamos algo en los suburbios, podíamos satisfacer nuestras ilusiones.<br />Mi esposa Haydée, primero sola y más tarde con Pedro Ignacio, fue visitando diversas opciones, hasta que se encontró con un edificio en construcción ubicado en Sant Cugat del Vallés, localidad cercana a la ciudad condal.<br /><strong>CALLE SAN RAFAEL, SANT CUGAT DEL VALLES<br /></strong>El edificio en construcción se encontraba en la calle San Rafael, en la vecindad de otro de mayor tamaño, que había construido un empresario con fama de ser un buen promotor inmobiliario, Francesc Pulido. Cierto es que nos impresionó muy favorablemente su equipo y las instalaciones de la empresa ubicada en la calle Beethoven justo enfrente de Radio Cataluña. Recuerdo las gestiones que realizamos y los trámites para la solicitud de un crédito. Para ese momento aún no había comenzado el alza del costo de la vivienda y la operación en su conjunto lucía razonable. En vista de que la cifra propuesta para la operación de compra y el monto de los intereses eran asumibles, firmamos la opción de compra y velamos con ilusión la terminación de la obra. Como suele ocurrir en estos casos, la aparición de imprevistos (principalmente un par de meses muy lluviosos) retrasaron su entrega, aunque para ser sincero estuvimos siempre complacidos con el ritmo que llevaban y con la calidad de los acabados. Terminamos haciendo “buenas migas” con los obreros y con el maestro de obras, y cualquier disconformidad era solventada por uno de los vendedores de la empresa, el Sr. González. El retraso en la culminación de la construcción y el momento de la entrega fue aprovechado para preparar meticulosamente la mudanza. Ya he dicho antes que nos hemos trasladado de vivienda tantas veces en nuestra vida que ya no sólo domino la operativa del embalaje -definiendo lo que es prioritario y descartando lo superfluo- sino que debo reconocer, que he derivado un deleite un poco extraño, ya que el traslado de todo lo que contiene una vivienda, implica que en algún momento te veas obligado a desplazar muebles y enseres sin estar habituado a ello. Agujetas y algún esguince suelen ser efectos colaterales imprevistos y no deseados, que luego se compensan cuando ya estás instalado a gusto.<br />El edificio de tres plantas y un total de 12 apartamentos, lucía como una edificación armónica, con entradas comunes muy luminosas gracias a la existencia de grandes ventanales. De dimensiones apropiadas y con un jardín común dotado de piscina y una gran palmera que tuvimos la suerte de que estando al frente de nuestra vivienda, fuese replantada en la parte posterior a pocos metros de nuestra terraza. Es curioso, pero en Europa, las plantas bajas, que son las que más nos gustan, tienen un costo inferior a los pisos ubicados en plantas superiores. Se supone que estando arriba hay menos riesgos de contaminación acústica, pero en cambio se corre el riesgo de sufrir más en los días calurosos.<br />De ese piso de la calle San Rafael guardamos un recuerdo muy grato. Hicimos buenos amigos y el conserje, era un soriano muy trabajador y atento que nos dispensó un trato preferencial digno de recuerdo. Aún de vez en cuando llega alguna correspondencia a esa dirección postal y mantenemos con él un trato muy cordial. De los vecinos, debo decir que pertenecían a la clase media y con profesiones muy diversas. Casi todos trabajaban para alguna empresa y uno de ellos era propietario de un colmado-frutería en Valdorreix. Nuestro vecino de arriba era un madrileño empleado en la empresa Nestlé desde hacía años y había sido trasladado a Barcelona desde Suiza. Su esposa era griega y hago hincapié en su procedencia porque tuvieron una niña que con los años y gracias al empeño de sus padres y de los maestros de escuela hablaba con fluidez cinco idiomas (catalán, castellano, griego, francés e inglés). Que duda cabe de que ese es el momento idóneo para aprender idiomas, sin que ello menoscabe la extraordinaria facilidad para los idiomas de la niña. Por cierto, resultaba gracioso que la llevaran al colegio en bicicleta; era una estampa enternecedora: madre dedicada y una hija dispuesta a lo que fuese necesario. La forma de desplazarse no suele ser una situación común en Cataluña a diferencia de lo que ocurre en los países nórdicos o en los países bajos. En Cataluña suelen usarse las motonetas para este fin.<br />Al cabo de un par de años mi esposa comenzó a entusiasmarse con la idea de comprar y trasladarse a un apartamento del edificio “blanco” ubicado al pasar la calle y al cual hice referencia antes. Más grande, espacioso, con tres plazas de parking, un trastero de ensueño y un jardín realmente hermoso. No tardé demasiado en sucumbir a sus continuas insinuaciones. Es cierto que en estos temas mi esposa Haydée me lleva mucha ventaja y dispone de un arsenal bien provisto para diseñar de una forma sutil y convincente, la “estrategia de asalto”. Razón tenía y bien valió el esfuerzo; el nuevo piso era mas espacioso y el jardín más grande y mejor cuidado.<br /><strong>CALLE CAN PICANYOL, SANT CUGAT DEL VALLES<br /></strong>Así con gran habilidad mi esposa convenció al Sr. Pulido para obtener una rebaja sustanciosa. Todavía era fácil conseguir un “techo” con esas características. De hecho, el mercado para la adquisición de viviendas de menor costo ya se había comenzado a modificar al alza. Por fortuna llegamos a tiempo. Entre otras cosas, pudimos elegir, y para colmo logramos adquirir el que tenía el mejor precio en comparación con los otros disponibles, asi como una ubicación muy cercana de la piscina. Lo que podía ser una limitación durante el verano (griterío de la chiquillada disfrutando del agua) era una delicia ornamental el resto del año. Equivalía a tener un espejo de agua casi privado ya que por allí no transitaba casi nadie fuera del paso esporádico de los vecinos que acudían a sus viviendas en el extremo sur del edificio. Debo además mencionar que el trastero más espacioso de los apartamentos disponibles era el nuestro (doble altura del techo) con lo cual yo ya me había hecho la idea de construir un segundo piso, a modo de altillo para que además de trastero funcionase mi taller de herramientas.<br />Una vez tomada la decisión, comenzamos a vender el apartamento de la calle San Rafael, aunque debo reconocer que la ilusión de mudarnos a un sitio más espacioso y lindo, mitigó la angustia y las molestias que generaron el no poder cumplir con nuestros deseos de forma inmediata. Tuvimos suerte, porque durante todo el tiempo que necesitamos para conseguir un cliente y cerrar el trato, el Sr. Pulido mantuvo su palabra e inclusive aceptó alguna pequeña reforma, y además, como habían transcurrido unos años desde el final de la construcción del edificio, renovó íntegramente la pintura dándole nueva vida a la vivienda.<br />El apartamento de San Rafael quedó en manos de unos conocidos encantadores. Laura Aguilar y su esposo Enrique Vilamaña fueron apropiadamente estimulados por mi esposa, para que compraran el inmueble. Haydée les insistió de buena fe y la verdad es que la decisión resultó providencial. Lograron la hipoteca y en estos momentos y como resultado del crecimiento a muy buen ritmo de la empresa constructora de piscinas que llevaba Laura en Sant Cugat, viven allí felices. Por nuestra parte estamos más que complacidos.<br />En Can Picanyol vivimos cuatro años disfrutando de un magnífico ritmo de vida. Al comienzo nuestro hijo menor Pablo estuvo con nosotros, pero luego se casó y montó techo aparte. Disfruté enormemente construyendo con mis manos el altillo del trastero y de esa manera pude dar cabida a una considerable cantidad de herramientas y objetos diversos propios de un taller de bricolaje. Compartían espacio con todas aquellas pertenencias y “trastos” de una vivienda, que no tienen cabida en otro sitio. Es así como puede definirse el contenido de un trastero; es increíble la enorme cantidad de cosas inútiles que un ser humano es capaz de acumular en corto tiempo. Pienso que debe ir ligado a un gen determinado, ya que así como hay gente que lo guarda todo, hay otros que no guardan nada y son igualmente felices. Yo pertenezco al primer grupo.<br />Capítulo aparte, merecen nuestros vecinos. Principalmente tres familias: los Batet, los Boix y los Salas. Con el resto también nos llevamos bien y cuando tocó (por riguroso turno) ejercer funciones de presidente del condominio, la labor estuvo facilitada por la actitud comprensiva del resto. Hay que pensar que tocaba resolver asuntos que implicaba erogaciones importantes, como lo fue la restauración del aparcamiento de vehículos, lo cual fue resuelto favorablemente hacia el final de nuestra estancia en ese sitio. Toca también hacer referencia a la triste desaparición de nuestra perra Tutsie. Enfermó y tuvimos que sacrificarla. Luego fue sustituida por Rommy, una perra labradora propiedad de Pablo y su primera esposa, que cuidamos durante los meses que permanecieron en los Estados Unidos. Una delicia de animal que deleitaba a sus amos con una mirada y conducta realmente excepcional.<br />Pues bien, se cumplió una vez más el ciclo. Llegaron mis dos hijos que residían en Venezuela y lo hicieron con sus respectivas familias. Como es natural y aunque cada uno tenía su vivienda, nuestro piso se llenó de nietos. Creo que fue ese el primum movens para que mi mujer, a raíz de alguna travesura de los niños jugueteando en el jardín y como consecuencia de una reprimenda vecinal que consideró excesiva, comenzó a pensar en la posibilidad de construirse una casa. Coincidió un buen día en el estacionamiento del edificio con Miguel Batet. Ella sabía que era arquitecto, pero lo que no tenía claro era el tipo de construcciones que hacía. Cuando le preguntó consiguió lo que buscaba: “claro que construyo viviendas unifamiliares, sobre todo he construido algunas fuera de Barcelona” le contestó Miguel. Le facilitó un folleto ilustrado de su empresa y allí encontró enseguida el estilo de la casa de sus sueños. Una vez tomada la decisión y después de haber sacado “cuentas” con mi hijo mayor Pedro Ignacio, comienza una etapa especialmente relevante a casi tres lustros de nuestra llegada a Barcelona. Yo insistía en la proximidad de mi jubilación en la Clínica Dexeus y en el hecho natural de que al final de un ciclo vital los planes de vivienda, deben reducirse en vez de ampliarse. Nadie atendió mi llamado y muy pronto entendí que era preferible sumarse a la iniciativa. No puedo ocultar que a mi también me parecía atractivo poder disponer de una casa tal como la tuvimos durante más de 20 años en Caracas. Un apartamento es otra cosa y la vida diaria en un régimen de condominio aunque ventajosa en algunos renglones (compartir gastos, seguridad, etc.) no deja de quitar una porción del quehacer íntimo de cada familia, a la vez que limita algunas iniciativas que requieren más libertad.<br />El primer paso consistió en poner el apartamento en venta y de seguidas conseguir un solar apropiado. Lo primero se consiguió con una rapidez sorprendente. Mi esposa, experta en estos menesteres, logró redactar un aviso que se publicó en una revista de anuncios de la comunidad en “Tot Sant Cugat”, dando las señas de identidad de la vivienda con suficiente gracia y precisión para conseguir de inmediato un comprador. La misma mañana en que fue publicado, se acercó un señor vasco, empleado de una empresa que le había destinado a Barcelona, y después de haber visitado sin demasiada fortuna varios apartamentos de la localidad, dio con el nuestro. Al mediodía del mismo día ya estaba dispuesto a firmar una opción de compra sin regatear el precio que mi esposa había considerado justo. En ese momento yo intervine para advertir que no me parecía sensato entregar el piso hasta que nosotros no resolviéramos el sitio de nuestro traslado. De hecho en ese momento aún no estaba decidido. Habíamos contactado al propietario de un solar en Valdorreix, pero eran apenas gestiones preliminares. El comprador se angustió un poco ya que estaba dispuesto a instalarse tan pronto como fuese posible. Se daba el caso que su mujer, era profesional de la medicina y había conseguido un traslado para ejercer en el propio Sant Cugat. Se abrió un compás de espera y en efecto ocurrieron varios hechos.<br />El vendedor del terreno en Valdorreix, nos ofrecía una porción de 1.000 metros cuadrados que venía a ser la segregación de una parcela mucho mayor en donde residían su esposa y en vivienda aparte un hijo con su familia. Desde un comienzo notamos la presión que ejercía su hijo para que no la vendiese al precio que habíamos convenido. Pero llegó un momento en que las gestiones habían culminado con la firma de un documento de arras por lo cual quedaba comprometido con la formal reserva de la operación. Nuestro arquitecto estuvo en un par de ocasiones sobre el terreno para ir planificando el proyecto y días antes de ir a formalizar la operación de compra, el vendedor nos comunica su decisión de romper el trato y se compromete a devolver, el doble de la cifra que habíamos abonado en el momento de firmar las arras. No nos sorprendió porque era evidente que el hijo en todo momento continuó ejerciendo una fuerte presión para impedir lo que estimaba como una operación desacertada. De todas formas, se habían creado de parte nuestra unas expectativas que resultaron fallidas y como siempre lo que toca decir es: “no hay mal que por bien no venga”.<br />A todas estas se introduce un nuevo elemento que incide en el curso de los acontecimientos. Después de analizar los pros y contras, decidimos vender el apartamento que teníamos en el complejo <strong>PARC DE MAR, en Sitges</strong>. No fue una operación fácil, pero una vez concluida, significó un refuerzo para acometer el proyecto de construcción de la nueva vivienda con mayor disponibilidad financiera. En esa vivienda de Sitges pasamos muchos fines de semana y cortas temporadas de verdadera delicia. El complejo era y continua siéndolo realmente hermoso, muy bien ubicado y con unos jardines de ensueño. Su ubicación en frente del mar y en uno de los extremos del paseo marítimo ofrece la facilidad de realizar paseos en bicicleta y de disfrutar las delicias del sol en un entorno placentero. Mención aparte, merecen nuestros vecinos, muchos de ellos de trato muy cordial y siempre dispuestos a conversar amigablemente. Con el tiempo, las visitas se van distanciando y mantener una segunda vivienda de “alto standing” para su uso esporádico, se cuestiona con preocupación. Llegó un momento en que no se correspondía con nuestro status y decidimos con acierto fusionar los recursos producto de la venta de ambas propiedades.<br />Quedaban tres frentes por cubrir. Por una parte conseguir una parcela de terreno de dimensiones apropiadas (en torno a los mil metros cuadrados) y con un precio asequible, resolver de qué manera debíamos almacenar nuestras pertenencias de Can Picanyol y de Sitges y finalmente, encontrar un sitio para vivir mientras se construía la nueva casa.<br />Mi esposa con la asesoría de mi hijo mayor Pedro Ignacio lograron reducir las alternativas a tres parcelas ubicadas en Bellaterra y me pidieron opinión. Yo me parcialicé por una que se encontraba en una calle sin salida y por tanto muy tranquila, colindante con un frondoso bosque, aunque con características topográficas no del todo claras. Cerramos trato, firmamos los documentos de rigor y la operación de compra quedó concluida para satisfacción de las partes. La limpieza de la vegetación que cubría el suelo se realizó después de comprometernos con las arras y al mismo tiempo fue en ese momento cuando logramos percatarnos de que existía una considerable pendiente, además de la rotura del tubo colector de aguas servidas en terrenos del municipio a pocos metros del borde de nuestra propiedad.<br />El almacenamiento de nuestras pertenencias se resolvió colocándolas en una parte de los galpones de la empresa encargada de nuestra mudanza a la Residencia “Las Lunas”, de Sant Cugat. Los muebles y otros enseres de Sitges los almacenamos en un “loft” de una masía que alquilamos en Valdorreix y en nuestro trastero de “Las Lunas” colocamos lo que cupo. Como puede apreciarse una verdadera aventura que requirió tomar decisiones “logísticas” de cierta magnitud. Al menos así lo percibí en ese momento y mucha gente no entendía qué era lo que estábamos haciendo.<br /><strong>CALLE CLEMENTINA ARDERIU 1 (“LAS LUNAS”)<br />SANT CUGAT DEL VALLES<br /></strong>A la residencia “Las Lunas” llegamos por recomendación de unos amigos y por fortuna el balance de nuestra permanencia allí ha sido muy positivo. Pudimos alquilar un pequeño apartamento con cocina que nos sirvió de residencia temporal en un rincón silencioso del edificio. La residencia consta de unos setenta apartamentos en régimen de condominio, unos más espaciosos que otros y con unos servicios comunes y un jardín muy bien mantenido. A ello hay que agregar un servicio de restaurante en un local amplio, bien amueblado y con utensilios de primera calidad. El servicio es aceptable y contamos con la suerte de que siempre fuimos atendidos muy amablemente. Durante los primeros meses salía más barato comer haciendo uso del variado menú del día que cocinar en casa<br />Lo que cabe destacar de esa etapa tiene que ver con la calidad humana de sus gentes. Tanto el personal de gerencia, recepción, enfermería y mantenimiento como en su conjunto los residentes del complejo, nos trataron con un afecto excepcional. Hemos hecho buenos amigos y con frecuencia nos invitan a compartir la mesa para platicar un rato y casi siempre a continuación de alguna actividad cultural que dice mucho de la sensibilidad de sus residentes. Mensualmente se organizan charlas, recitales de música, foros o se celebra la efemérides de alguno de los residentes. Tantas y variadas han sido las muestras de cariño, que he comentado a mi esposa en más de una ocasión, que todo ello podría considerarse como una modalidad de “adopción”, en el sentido figurado del término. Mi esposa Haydée tiene fama de ser una abuela muy bien conservada (con matices tropicales), dulce y con méritos propios por haberme “aguantado” durante más de 45 años. Yo, en cambio, paso por ser un profesional siempre apurado, locuaz e interesado en cosas muy diversas que se vieron potenciadas por la dedicación a la limpieza del bosque y al bricolaje en la nueva casa en construcción, lo que muchas veces me obligaba a circular por los pasillos del edificio con una indumentaria más bien propia de un obrero.<br />Podría concluirse que “Las Lunas” es un rincón de Sant Cugat de ubicación estratégica, que en su momento significó una inversión inmobiliaria muy acertada, que cuenta con gentes muy conservadas, felices con ese régimen que les ha simplificado sus vidas, que conviven armónicamente y se distraen sanamente. Como toca de vez en cuando, hay a quien se le agravan sus dolencias de una forma irreversible y ello forma parte del acontecer previsible para lo cual no queda más remedio que la resignación.<br /><strong>CALLE MARGENAT 11, BELLATERRA</strong><br />La construcción de nuestra nueva casa en Bellaterra, requirió primero el acondicionamiento del terreno. Resultó evidente que se harían necesarias varias terrazas para disponer de varios niveles. Para ello recurrimos a un estudio de suelos y a la opinión experta de un sobrino hijo de mi hermano Pepe que por fortuna reside en Barcelona y que es experto en esa rama de la ingeniería. Gabriel, a quien reconozco como artífice de esa etapa ineludible, se encargó con gran eficiencia de definir lo que era necesario hacer, conseguir la rocalla granítica de dimensiones adecuadas y poner a nuestro servicio un operario competente en el manejo de un tractor con retroexcavadora. Antonio y su tractor se convirtieron en elementos indispensables para la construcción de los muros de contención, atendiendo las indicaciones de Gabriel, del arquitecto Batet, bajo la mirada experta del constructor Pedro Ruiz y del supervisor de la obra, nuestro hijo mayor Pedro Ignacio.<br />La construcción de las bases y los encofrados para vaciar el hormigón tardó lo que debía, y en esa etapa se tiene la impresión de que la obra no progresa al ritmo deseado. En esos momentos yo dediqué mis mayores esfuerzos en lograr que expertos podasen los árboles del bosque y en persona trabajé muchas horas en las labores de limpieza del terreno subyacente (en catalán el sota bosc). Con el paso de los meses fueron cumpliéndose sucesivamente cada una de las etapas. Colocación de ladrillos, poner en su sitio tubos de muy variado calibre, cavar el foso para la piscina, frisar, colocar los premarcos y decidir las características de los suelos para patios y pasillos externos, para las dependencias internas, las lozas de los baños y la decisión del tipo de material que debía utilizarse para cubrir el techo con un acabado distinto al de las tejas convencionales. Antes de finalizar el año 2003 cumplimos con una tradición que no conocía. Al “coronar”, es decir al finalizar la construcción de la loza correspondiente al techo, los obreros colocaron una bandera catalana (en nuestro caso acompañada por la de Venezuela) y comienzo así el aviso para que el dueño de la casa en construcción invitara a todos aquellos implicados en la obra, a compartir la mesa. La verdad es que guardo un vivo recuerdo de ese ágape que tuvo lugar en un ambiente cordial y que contó entre otros con la asistencia de los obreros con sus respectivas esposas. Piénsese en que si la bandera permanece izada demasiado tiempo, es indicativo de que el propietario está postergando el cumplimiento de esa obligación, o que no hay buen entendimiento entre las partes, en cualquier caso es una situación indeseable.<br />Yo iba mirando la marcha de la construcción sin que nadie prestase atención a mis observaciones. Mi esposa y mi hijo mayor me decían que me limitara a decidir sobre mi estudio en la planta alta. Ni siquiera intervine la hora de decidir sobre la ubicación de mi taller en el área del estacionamiento. Pero se cumplió la palabra y debo reconocer que en su conjunto la obra es espléndida, y que el estudio con su altillo y la escalera de acceso, constituyen hoy por hoy uno de los rincones más atractivos y acogedores de nuestra vivienda. Así como acostumbro a escribir en mi despacho profesional de la Dexeus, bajo el cobijo de “la solitud” que ofrece las horas tempranas del día, éste pequeño ensayo ha sido íntegramente escrito con el estímulo de la vista que tengo del bosque adjunto y, por fortuna a la luz de los espléndidos días que hemos disfrutado durante la mayor parte del otoño del año 2004.<br />Repito, el trío integrado por el arquitecto Miguel Batet, mi esposa Haydée y mi hijo mayor Pedro Ignacio controlaron a su gusto la construcción de una casa hermosa, grande y con acabados de primera, entre otras razones porque se insistía en darle de una vez un valor agregado por tratarse de nuestro principal patrimonio. Mi observación de que en plena madurez, lo que tocaba era limitar el proyecto tal como se hace al cerrar el diafragma de una cámara fotográfica, era refutada con insistencia y con la complicidad de aquellos encargados de manejar los fondos disponibles. También recuerdo el apoyo que mi esposa Haydée en esa materia, recibió de mi hijo menor Pablo. Pues bien, tenemos hasta un puente para llegar a la puerta principal y a la hora de equipar la cocina, los cerramientos con baranda metálica y de decidir el tipo de chimenea lo suficiente atractiva para dividir en dos ambientes nuestra sala de estar, no se escatimaron esfuerzos. También fue fácil entender que el diseño del jardín y la ejecución de las obras necesarias, (incluido el regadío automático), debía dejarse en las expertas manos de un profesional, como lo fue Xavier.<br />Escribo a escasos ocho meses de habernos instalado en la vivienda acabada después de una mudanza que disfruté como otras tantas y de haber colocado en su sitio los ornamentos y complementos que habíamos ido adquiriendo en los últimos tiempos, con la ilusión de poderlos disfrutar colocados en su sitio. La puerta de entrada principal es antigua, adquirida en un anticuario de la Bisbal del Ampordan, y hacia un lado hemos colocado una bomba para el achique de agua restaurada que tiene más de siglo y medio. En el hall de entrada colocamos un banco antiguo obsequio de mi madre y ese ambiente se ilumina de noche gracias a una gran lámpara en forma de araña construida en Sevilla. El comedor lo preside una gran mesa ovalada de onix que necesitó de una docena de hombres para colocarla en su sitio y las lámparas también son antiguas y bien conservadas. Entre el comedor y la sala hemos colocado una reja de hierro forjado con marco de madera que correspondía en posición vertical, a un antiguo ventanal y que ahora divide ambos ambientes pero en posición apaisada. En un pequeño rincón contiguo a la sala de estar, luce un vitral diseñado y confeccionado por un amigo venezolano Frank Buxonat. Cada vez que lo contemplo, me viene a la memoria lo que un artesano tiene que hacer para lograr su obra (tiene más de 400 piezas de vidrio en su gran mayoría horneadas en pequeños grupos para lograr la textura y transparencia apropiada). También compartir la gratificación que experimenta el artista al ver su esfuerzo creativo compensado por la aprobación de quienes le hicieron el encargo. Constituye un acto de complicidad genuinamente gratificante para ambas partes. También merece especial mención una escultura tallada en un tronco de madera de considerable dimensión, obra del escultor español Satial. Preside un patio interno decorado con un criterio minimalista (la escultura, un par de plantas, una garza de madera y una hormiga gigante de bronce, ambas de artistas venezolanos). La vista nocturna del patio con la escultura iluminada es realmente impactante. Mención aparte, aunque no se encuentra muy a la vista, merece una puerta que tiene colgados diversos instrumentos de carpintería utilizados por un ebanista hace algo más de un siglo. Describo esto porque estas piezas fueron adquiridas con la ilusión de verlas instaladas en nuestra nueva casa y significó no sólo un esfuerzo en el momento de comprarlas, sino además una buena dosis de paciencia para ver a cada una de ellas colocadas en su sitio.<br />Si tuviese que relatar aquí lo que significa para nosotros el poder disfrutar de esta nueva vivienda debo decir ante todo que constituye la culminación de un sueño que estamos compartiendo con familiares y amigos. Que duda cabe de que representa un privilegio y, a la vez, hay que aceptar que requiere ayuda para mantenerlo. Hemos contado con dos personas que han quedado a cargo de la ayuda doméstica y cuidado del jardín con eficiencia y esmero. Son de nacionalidad boliviana y ambos (Gladys y su hermano Pedro) llegaron a España como tantos otros inmigrantes, en busca de trabajo para poder mantener a sus respectivas familias en su país de origen. Por fortuna, con nuestra ayuda y la de nuestro apreciado vecino Juan María Carulla, han logrado regularizar su situación para residir y trabajar en España.<br />Nos encontramos en un lugar tranquilo, un poco distante de mi trabajo, aunque ciertamente dispongo de una comunicación vial eficaz. Mi nuevo régimen de trabajo en la Clínica Dexeus me permite disponer de más tiempo libre, lo cual aprovecho para disfrutarla y dedicarme a labores muy diversas. Soy muy sensible al clima frío (aunque sólo esté templado). Disfruto mucho del sol y para mi la luminosidad me vincula al trópico. Desde hace poco contamos con una chimenea funcionando eficientemente (al fin un buen tiraje) y disponemos de una buena reserva de leña de cosecha propia. Escribo estas líneas el primer día del año 2005 y hemos tenido tres encuentros familiares en fechas recientes que reafirman el acierto de poder disfrutar la casa en compañía de los nuestros. Primero, la celebración del onomástico de Pablo, luego la comida del día de Navidad y finalmente la celebración de la Noche Vieja.<br /><br /><strong>A MODO DE CONCLUSIÓN</strong><br />En este año de 2005 esperamos clarificar varias cosas. Por una parte hasta qué momento debo desempeñar al ritmo actual, mis obligaciones en el Institut Dexeus. Desde hace mucho he tenido la convicción de que los profesionales cuando llegan a la edad de jubilación, deben dar paso a las generaciones más jóvenes. En mi caso la circunstancia de haber sido el propietario del laboratorio de anatomía patológica han permitido un acuerdo con la gerencia de la clínica, mediante el cual el traspaso de esa dependencia pudiese verse compensado por mi permanencia en calidad de consultor. Ha habido un par de circunstancias que lo han hecho posible: por una parte la aceptación del Dr. Tresserra de que mi ocupación pudiese cumplirse con un horario flexible y, por la otra, la circunstancia de que en un par de años más, la clínica se traslada a otra sede y ese será el momento idóneo para renovar los equipos y hacer ajustes en el personal.<br />Otra cuestión que requiere esperar un tiempo, tiene que ver con la situación profesional de mis tres hijos. No ha sido nada fácil conseguir acomodo y continuidad en sus respectivas tareas. Dos de ellos vinieron de Venezuela siendo ya adultos maduros y con sus respectivas familias. En cambio mi hijo menor Pablo se graduó de médico y se especializó en Barcelona. Para él ha sido más fácil arrancar con buen paso y en estos momentos es quien disfruta de la situación más estable.<br />De todas maneras, el mundo da muchas vueltas y en ocasiones puede haber un giro que resulta difícil de predecir. Yo mismo, conjuntamente con mi esposa Haydée, tengo incertidumbre sobre qué es lo que resulta más conveniente para todos. A todas luces la casa de Margenat 11 es demasiado grande y difícil de mantener sin ingentes recursos. Era algo previsible y estamos estudiando la posibilidad de ajustar nuestro modus vivendi en una residencia más modesta y por tanto más funcional. Con ello podríamos viajar más frecuentemente e inclusive pasar temporadas más largas en Venezuela en donde aún vive mi madre, así como otros familiares y amigos de toda la vida. Como puede verse, hay alternativas. Estudiarlas, comentarlas y diseñar las acciones a tomar, forman parte de la vida misma y es obligatorio hacer un esfuerzo para que sean gratificantes.<br />En enero de 2007 logramos adjudicar una casa que decidimos construir para venderla al invertir el remanente de nuestros ahorros, ubicada en otro sector de Bellaterra. Siguiendo los lineamientos generales del proyecto elaborado una vez más por Miguel Batet, nos aventuramos con una vivienda de casi 600 mts cuadrados y con muy buenos acabados. Tanto la construcción como el control de la obra, estuvieron a cargo del mismo equipo que trabajó para Bellaterra 1 (en Margenat 11). Tanto nuestro hijo mayor Pedro Ignacio como mi esposa Haydée tuvieron una destacada actuación en la concepción y supervisión de la obra. Hay que reconocer que la operación en su conjunto fue una tarea ardua, muy en especial la consecución de un comprador. Por fortuna coincidió con el momento en que finalizaba el período de carencia del crédito bancario concedido.<br />____________________<br /><br />En marzo de 2008 se completaron los trámites para cerrar la venta de Margenat 11 en Bellaterra. Lo expuesto con anterioridad en relación con la conveniencia de vender esa residencia fue tomando cuerpo en el segundo semestre del 2005. Nótese que fue una decisión que abrió un compás de espera de más de dos años hasta que finalizó cumpliendose nuestras expectativas. Un respiro para unos abuelos que dedicados parcialmente al cuido del nieto menor Daniel (primogénito de Pablo y Rosa), ya que se logro, como veremos, acortar la distancia desde las afueras de la ciudad Condal al centro de la urbe (entre la Sagrada Familia y el Hospital San Pau) en donde ellos residen.<br /><strong>CALLE CONSEJO DE CIENTO (ENTRE RAMBLA DE CATALUÑA Y PASEO DE GRACIA), BARCELONA.<br /></strong>En primavera de 2008 alquilamos un céntrico piso en el Eixample barcelonés. Un cambio notable en todo sentido. De un ambiente tranquilo, silencioso<br />y en íntimo contacto con la naturaleza, ubicado en el Valles Occidental de la Provincia de Barcelona, nos trasladamos a un tercer piso de un Edificio construido ya hace muchos años, dependientes de un vetusto ascensor que nos traslada, cuando funciona, a un nivel equivalente a la quinta planta. Por limitaciones de espacio, de todos nuestros enseres conservamos los más valiosos y hemos ido entrenándonos con inusitada habilidad, a la utilización de un hábitat de dimensiones mucho más reducidas pero en cambio con una ubicación privilegiada, en lo que se ha denominado como El Quadrat d’Or de la Ciudad. Una zona repleta de Galerías de Arte y en medio del bullicio de una metrópoli llena de gente de la más diversa procedencia y tipología. En el diario transitar se escuchan idiomas, gestos y un tono vital de muy diverso tipo. Se tiene la impresión de estar “en donde está la gente”. En Bellaterra pasábamos muchas veces semanas sin topar con transeúntes, fuera de los emigrantes (la mayoría latinoamericanos) acudiendo a sus sitios de trabajo en las residencias del lugar.<br />Estamos recién comenzando esta nueva etapa con expectativas de haber tomado una decisión acertada. Lo que si es indudable es que hemos mejorado nuestra posición para ejercer de “canguros” con gran beneplácito (el nieto menor nos queda ahora mucho más cercano). Hay otras compensaciones que tienen que ver con un ritmo de vida distinto, y quizás por ello, con matices de momento gratificantes.<br />____________________<br /><br />Este ensayo ha sido motivado en buena medida por lo que acabo de relatar y está escrito con la íntima convicción de que todo ser humano, es en buena medida el resultado del hábitat, teniéndose como tal, el conjunto de condiciones ambientales en las que se desarrolla la vida. El techo, es el elemento esencial en la existencia de cualquier individuo o grupo familiar y la morada equivale a la estancia, es decir, el hecho de estar durante cierto tiempo en un lugar. De esa manera puede darse por atinado el título empleado: HÁBITAT, TECHOS Y MORADAS.<br />Para terminar quisiera destacar que en buena medida he disfrutado de todo ello con una compañera de excepción. Mi esposa Haydée ha sido artífice (en el sentido de creadora) de buena parte de lo que aquí he relatado. Percibió desde el comienzo de nuestra relación conyugal, la importancia que tiene para una familia disponer (de ser posible) de una vivienda confortable y de preferencia con la máxima independencia posible. Ha estimado de una forma entrañable a sus hijos con sus familias, pero siempre ha insistido que cada núcleo familiar debe tener techo propio y así ha sido. A pesar de que esa decisión pudiese tomarse como una limitación, debo decir que ha sido ella quien ha mantenido una relación envidiable con “su gente” muy por encima de lo que yo he sido capaz de darles en mis ratos libres. Así ha sido, y quiero por ello concluir, rindiéndole mi natural reconocimiento por tan espléndida contribución. Tengo el presentimiento de que manteniéndonos unidos y ponderando cada una de las decisiones con paciencia e ilusión llegaremos a buen puerto.<br /><br /><br /><strong>EPÍILOGO<br /></strong>A modo de epílogo (parte final añadida a algo ya acabado) quisiera incluir un escrito en catalán, como homenaje a un gesto muy particular, que tuvo a bien brindarme una muy apreciada ex-vecina del paseo de la Bonanova en Barcelona, Alicia Ventura. Se dio el caso de que le hice llegar un ejemplar de mi último libro “A Toda Vela” y en un encuentro casual por la calle, me anticipó lo mucho que le había gustado. “Piense”, me decía Alicia, “que aún no lo he terminado, pero con lo que llevo leído, estoy encantada”. En conocimiento de su afición por la escritura, le pedí que hiciese cuatro líneas con su opinión sobre la obra. Cumplió con su promesa y me entregó el texto en catalán que reproduzco textualmente y en el idioma original. Sirva esta hermosa experiencia para reafirmar mi convicción de que recorriendo el mundo es posible encontrar personas como Alicia capaces de captar y apreciar el sentido de lo que un ser humano es capaz de expresar. No sabe ella que utilizo sus generosas palabras al final de este relato, y por ello, le anticipo muy sinceramente mi agradecimiento.<br />_____________________<br /><br />Estimat Doctor Grases,<br />En primer lloc voldría agrair-li ben sincerament la oportunitat que he tingut de llegir el seu llibre A TODA VELA. Tot un privilegi! Com també ha estat un gran privilegi el fet d’haver conegut, de tan aprop, a una persona extraordinària.<br />S’em fa difícil la tasca d’argumentar sobre una eminència com és vostè Doctor Grases-. Qui sóc jo per donar la meva opinió!? Una simple novel.lista? O potser millor dit, “una novel.era”. com sempre m’ha anomenat i considerat la meva mare?<br />Però com diuen avui dia, em llançaré a la piscina. I malgrat que la profunditat sigui massa per mi, li puc assegurar que els meus arguments han estat ben estudiats per expresar-li el que realment penso y sento.<br />El seu llibre m’ha semblat excel.lent. Ben tractat, de lleguatge culte, d’un estil narratiu contràctil, propi dels grans erudits en discursos científics d’alt nivell. De lectura amena, agradable i puntualment elegant fins al final.<br />Des del començament del text s’hi evidencia una voluntad. Una inquietut per expresar unes vivèncias pròpies, conscient d’haver estat testimoni d’unes realitats entranyables, tan especials, que han esdevingut imprescindibles per sortir a la llum pública.<br />Però dins quin genere literari podríem qualificar A TODA VELA? Es tracta d’una versió autobiogràfica!? Un testimoniatge!? Un estudi científic de gran vàlua!? Un assaig social i alhora una síntesi política!? Tan se val. Qué más dá el género. Lo importante es que la obra del Doctor Grases es un documento imprescindible.<br />L’apartat autobiogràfic resulta molt interessant donat que es tracta d’una persona destacada amb un destí implacable per les imperioses circumstàncias d’una guerra civil. Fill d’un home de gran rellevància dins el marc polític català com a Secretari de l’Alcaldia de Pi Sunyer a finals mitjans dels anys treinta. Quanta tinta podríem emprar per resaltar l’indubtable protagonisme d’aquells grans homes que ho donàren tot per un ideal: “un herois”. Segurament els grans protagonistes del segle XX? Però encara avui dia la Societat no a copsat en tota la extrema profunditat el que tots nosaltres debem a aquells grans catalanistes. Aquí em permeto “robar” l´expressió del Doctor Grases quan parla de “limitacios humanes”. Tenin en compte aquesta breu reflexió, malgrat respirar un cert aire novel.lesc, si més no, captivador, “me sabe a poco” l’apartat auto-biogràfic del Doctor Grases.<br />L’autor ens va endinsant en la seva trajectòria acadèmica i profesional. Un bon alumne que desde el principi es perfila con un bon estudiant. Copsa des del bon començament la gran estima per la docència que el va situant com el gran educador. La persona amb el do inqüestionable de desitjar apendre per després poder ensenyar als altres. Estem davant d’un idealista? Quin dubte hi ha!? Ja ho vèiem més endavant quan vol aconseguir un món millor, sempre compromès amb l’entorn acadèmic, laboral i social que trepitja.<br />L’obra ens va amenitzant amb tota mena d’experièncias personals meravellosas, Europa, USA.... treient tot el substrat dels diferents països visitats i la gent coneguda ..... El professor d’Oxford, l’eficiència d’un Hospital infantil als EEUU. Tot explicat en un vaivé realment “exciting”, com un viatge per la vida...<br />En l’apartat diríem socio-politic, el Doctor ens condueix a una mena d’assaig polític en base a les democràcies. Gairebé un tractat per la seva magnífica descripció i contingut. Enmig d’una miscel.lania de reflexions comunes amb el lector l’autor intenta aconseguir una auto-determinació. Un gest molt comprensible donat el caràcter incisiu del tema. Un apartat que pot donar lloc a determinades controvèrsies segons les ideologies polítiques d’alguns lectors. Que no és el meu. Jo estic d’acord amb totes les consideracions exposadas pel Doctor Grases. Precisament per això mateix, valgui la redundància, perquè són consideracions. I que cadascú en tregui la seva pròpia opinió. L’autor expressament s’esforça en fer-nos adonar dels diferents matisos i vessants. Un estudi molt d’agrair i, per tant, molt lluny de ferir la sensibilitad política de ningú. Deixant apart les democràcies em voldria centrar en el relat sobre Venezuela. El Doctor enterneix quan ens fa adonar del seu gran amor per les terres que acolliren la familia Grases. Quasi commou percebre la dicotomia existent en el seu interior. Es difícil, fins y tot per ell mateix, l’elecció entre les seves dues “mares pàtria” tan estimades. Es obvi la lluita interior quan subratlla les grans possibilitats i recursos naturals de Venezuela. Quan entre líneas s’endevina clarament el desncís cap un país que ell s’estima, on formà una familia i on nasqueren el seus fills. Un desencís per un país pel qual tant a lluitat per afavorir-lo. La culminació del buit interior queda ben palès quan en un dels pàrrafs finals es pregunta a si mateix si hauria o no de tornar a Venezuela i lluitar per la causa fins al final. En llegir-ho em vaig emocionar.<br />Ara voldria parlar de la vessant humana del Doctor Grases y familia Grases reiterant la meva tendència literaria. Em resulta a contracor fer la paràfrasi d’un text sinó és en registre novel.listic. Encara que tots sabem que l’accepció novel.la és ficció, intentaré reflectir en flash-back uns passatges de sentiments i fets absolutament reals.<br />“Corria vertiginós l’any noranta, feia tres anys que vivíem al Passeig de la Bonanova. Bon barri, però no tant en les relacions amb un veinatge imcomprensiblement hostil.<br />Un dia, mentre tancava la porta de l’apartament, sentí una veu amable darrere meu que em féu tombar depressa:<br />- Senyora, sóc el Doctor Grases. Com està?<br />Un senyor molt alt, ben plantat, elegant, prim, m’allargava la mà de la manera més cordial que havia vist mai. No em donà temps a respondre. Fou tant ràpid.... Li vaig estrènyer la mà.<br />- Sóc el nou veí! Senyora té nens!? A mi mágraden els nens. He vingut a l’apartament de moment sol. La meva dona i el nostre fill menor Pablo, s’han quedat a Venezuela. Vindràn d’aquí uns mesos.<br />Això fou tot. Però a mi em sembla fantàstic. Quina persona, quin cavaller, tot un senyor i tan senzill alhora. M’impressionà, intuïa que estaba davant d’algú poc freqüent. Aixi vaig conèixer el Doctor Grases.<br />Haydée em va semblar exquisita, tan elegant, amable i carinyosa. I josefa, tan amable y bona. Recordo com es sincerava amb mi mostrant-me fotografies del seu fill. Es veia que enyorava el seu país. I Tootsi? Jo no he vist mai cap gos que rigui, doncs puc assegurar que aquell quasi ho feia...<br />Amb el temps vam establir una gran amistad amb la familia Grases. Les experiències viscudas foren diverses, pròpies d’una relació basada en el respecte i la consideració.<br />Recordo a un jovenet Pablo Grases, pèl-roig com la meva filla menor, demanant-me un troç de llimona pel seu té de la tarda. Una delicia de noi, tan warm, que semblava de “peli” americana, en el bon sentit. Jo estava enamorada d’ell. Aquí a Catalunya no en tenim com ell, pensava jo. I tan bon estudiant. Jo confiava en el seus diagnòstics mèdics quan jo li demanava consell...<br />I passàrem moments bons i situacions més colpidores. Recordo en una clínica assegudes la Sra. Roig i jo consolant a l’Haydée... acabaven de intervenir el Doctor Grases.<br />I la nostra visita a Urús. I el Doctor Grases conduint el 4x4 per mostra-nos orgullós els pics alts d’aquelles contrades. Ell sempre tan amant dels paratges bells, sempre captant una instantània idílica, etèria...<br />I la seva visita a Cervià. Encara veig al Doctor estirat damunt l’herba tendra de la Primavera, els braços en creu mirant el cel lluminós. I després la visita a l’Escala. I una nit en la festa popular del poble, el Doctor ballant feliçment amb la seva esposa Haydée, i explicant les seves gestes a la taula mentre tothom se l’escoltava embadalit...<br />Lluis i jo vàrem tenir la satisfacció d’assistir a una conferència del Doctor Pere Grases Senior, a Vilafranca del Penedès, el seu poble natal, en una de les seves visites a Catalunya. Recordo perfectament aquella veu càlida, catalana, pròpia d’una escola d’homes com no n’hi haurà mai més. Els meus herois, el catalans il.lustres i mil adjectius més. Quin orador, la sala plena a vessar ni respirava escoltant el discurs d’un home que quasi plorava al referir-se els seus companys d’exili. Un mestre, d’una bonhomia excepcional.<br />I moltes altres vivències totes realment entranyables. A vegades d’una gran qualitat humana quan la crisi econòmica després de les Olimpiades del 92. I moltes altres coses...”<br />Jo conec la vida i obra del Doctor P. J. Grases. On comença la seva vida on acaba la meva novel.la?<br />Per mi A TODA VELA ha estat una constatació, una reafirmació de la figura d’un home savi. Aquí, voldria fer esment a l´afirmacio més alturista emprada pel poble ras en referir-se a unes persones de les seves caraterístiques Doctor Grases. Un savi de debó, millor dit, com diuen a l’Empordà, vostè és “un cap de brot”. El cap de brot és la part millor de la planta, la més tendra, la més gustosa, en definitiva, la millor part. I allí, a la ruralia profunda, on el praticisme i l’empirisme són l’única y veritable filosofia, el definirien com un home savi. Ah! Exclamarien fent un gest irrefutable “EL DOCTOR GRASES ES UN CAP DE BROT”<br />En la meva opinió A TODA VELA defineix la figura d’un gran científic, un mestre, un humanista. Obra imprescindible a l’alçada de les millors i digna d´estar entre les lletres catalanes i estrangeres.<br />Finalment em permeto citar un fragment de la filosofia d’Arthur Schopenhauer. Sempre he estat d’acord que en l’essència de la seva teoria podem trobar la clau de tota actitud i desenvolupament. “En la voluntad está la raíz metafisica de la moral. La voluntad está presente en el fondo de toda realidad, guía el conocimiento, es el deseo de vida, la tendencia, la aspiración, la fuerza que pone en movimiento toda la naturaleza, tanto del animal como del hombre”<br />Gràcies Doctor Grases<br /><br />Alicia<br />Des.2004 </div><div align="justify">___________<br /><br />CRONOLOGÍA<br /></div><div align="justify"><strong><em>INFANCIA<br /></em>PASEO DE SAN JUAN, BARCELONA (1934)<br /></strong>Lugar de nacimiento.<br /><strong>BARRIO DE GRACIA, BARCELONA (1935)<br /></strong>Primer traslado dentro de la propia cuide de Barcelona.<br /><strong>ÉPINAL – LA CHAPÉL au BOIS, FRANCIA (1937)</strong><br />Sitio de acogida en calidad de emigrantes.<br /><strong>VENEZUELA - MARACAY (1937)</strong><br />Vivienda temporal a nuestra llegada a Venezuela<br /><br /><strong><em>NIÑEZ Y JUVENTUD TEMPRANA</em></strong><br /><strong>CARACAS LA FLORIDA</strong><br /><strong>QUINTA COSCORRÓN (1938)</strong><br />Primera vivienda en La Florida.<br /><strong>QUINTA KETTY (1940)</strong><br />Inicio de vivienda compartida con otra familia catalana. </div><div align="justify"><strong>QUINTA ARÁNZAZU (1942)<br /></strong>Consolidación del régimen de vida con compatriotas (incluidos amigos y visitantes catalanes).<br /><strong>VILAFRANCA DEL PENEDES (PROV. DE BARCELONA ESPAÑA)<br />CALLE MÁRTIRES 11 (1945)<br /></strong>Retorno a España debido a la limitación de vivienda en los EE.UU.<br /><strong>CAMBRIDGE (MASSACHUSETTS, EE.UU.) (1946)<br /></strong>Residencia en la ciudad sede de la Universidad de Harvard, sitio de trabajo de mi padre.<br /><strong>ARLINGTON (MASSACHUSETTS, EE.UU.) (1946)</strong><br />Residencia en las afueras de Boston, cedida por el Profesor Amado Alonso durante una parte de su año sabático.<br /><br /><em><strong>ADOLESCENCIA</strong></em><br /><strong>CARACAS - LA FLORIDA<br />- PENSIÓN LOS JARDINES (1946)<br /></strong>Residencia transitoria a nuestro regreso de los EE.UU.<br /><strong>CARACAS - ALTA FLORIDA (AVENIDA SAN MIGUEL)<br />QUINTA JACOSELA (1947)<br /></strong>Reinicio en régimen de vivienda compartida con los Vallmitjana.<br /><br /><strong><em>ADULTEZ</em></strong><br /><strong>CARACAS – LA CASTELLANA<br />AVENIDA MOHEDANO 9 / QUINTA VILAFRANCA. (1948)</strong><br />Casa de nueva construcción, sitio de residencia de los Grases-Galofré en Caracas hasta hoy en día.<br /><strong>BUENOS AIRES (ARGENTINA)<br />CALLE CHACABUCO (1951)<br /></strong>Continuación de la carrera de medicina en La Argentina como consecuencia de la clausura de la Universidad Central de Venezuela.<br /><strong>CARACAS - LA CAMPIÑA<br />APARTAMENTO DE PEPIS (1959)<br /></strong>Residencia temporal a nuestro regreso de la luna de miel.<br /><strong>ELOISE (MICHIGAN, EE.UU.) (1959)<br /></strong>Residencia cercana al Hospital de Wayne, primera etapa de mi entrenamiento de postgrado en los EE.UU.<br /><strong>WASHINGTON (DISTRITO DE COLUMBIA, EE.UU.) (1960)</strong><br />Residencia en las cercanías del Instituto de Patología de la Fuerzas Armadas.<br /><strong>SILVER SPRINGS (MARYLAND, EE.UU.) (1962)<br /></strong>Traslado a los suburbios de Washington hasta la culminación de mi entrenamiento de postgrado en EE.UU:<br /><strong>SAN CRISTOBAL (ESTADO TÁCHIRA) (1962)<br />URBANIZACIÓN LAS LOMAS<br /></strong>Lugar de residencia familiar durante mi trabajo asistencial y docente en el Hospital Central de San Cristóbal.<br /><strong>PROVINCIA DE BARCELONA<br />DIAGONAL – SABINO DE ARANA, BARCELONA</strong> (fechas diversas)<br />Residencia habitual en Barcelona.<br /><strong>MONTASPRE – OLERDOLA<br />COMARCA DEL PENEDÉS<br /></strong>Residencia de campo de la familia Grases-Galofré durante algo más de 50 años.<br /><strong>CARACAS - CAMPO ALEGRE<br />RESIDENCIAS COUNTRY (1964)<br /></strong>Primera vivienda estable de los Grases-Briceño.<br /><br /><strong><em>MADUREZ</em></strong><br /><strong>CARACAS - LOMAS DEL CLUB HÍPICO (QUINTA L’ AVI) (1966)<br /></strong>Vivienda habitual (durante algo más de 20 años) de la familia Grases-Briceño en Caracas..<br /><strong>KAPPEL (FRIBURGO – REP. FED. DE ALEMANIA). (1970)</strong><br />Alojamiento cercano a Friburgo durante la permanencia en el Ludwig Aschoff Pathologishes Institut de la Universidad Albert Ludwig.<br /><strong>PASADENA (CALIFORNIA, EE.UU.) (1982)<br /></strong>Residencia temporal en el Condado de los Ángeles durante mi trabajo en la Universidad de California del Sur, en disfrute de una parte de mi año sabático.<br /><strong>OXFORD (INGLATERRA) (1984)<br /></strong>Estadía en el Green College de la Universidad de Oxford bajo el patrocinio de la Fundación Armando y Anala Planchart.<br /><strong>CARACAS<br />ALTA FLORIDA (QUINTA DE MONTES DE OCA) (1987)<br /></strong>Residencia temporal para poder cumplir con compromisos familiares y profesionales mientras concluía la construcción de nuestra próxima morada en Residencias Parque Peñón<br /><strong>URBANIZACIÓN EL PEÑÓN (1988)<br />RESIDENCIAS PARQUE PEÑÓN<br /></strong>Vivienda en propiedad horizontal, adquirida y equipada con la expectativa de permanecer allí durante muchos años.<br /><br /><strong><em>VEJEZ</em></strong><br /><strong>PROVINCIA DE BARCELONA<br />PASEO DE LA BONANOVA, BARCELONA (1990)<br /></strong>Primera vivienda alquilada durante la etapa de trabajo en el Instituto Universitario Dexeus de Barcelona<br /><strong>SEGUNDA VIVIENDA EN URÚS<br />(LA CERDAÑA – PROVINCIA DE GERONA (1991)<br /></strong>Lugar de esparcimiento en la pequeña población de Urús en el valle de La Cerdaña, al norte de la Provincia de Girona.<br /><strong>CALLE EMANCIPACIÓN, BARCELONA (1992)<br /></strong>Apartamento cercano al lugar de trabajo en un entrono más tranquilo y ubicado en la planta baja de un edificio con un pequeño jardín.<br /><strong>CALLE SAN RAFAEL, SANT CUGAT DEL VALLES (1994)<br /></strong>Primer apartamento en propiedad, ubicado en la población de Sant Cugat del Valles, aprovechando las facilidades de comunicación con Barcelona a través de los Túneles de Vallvidriera.<br /><strong>CALLE CAN PICANYOL, SANT CUGAT DEL VALLES (1996)</strong><br />Nuevo apartamento más espacioso y con un jardín más amplio y mejor mantenido, aparcamientos múltiples y un trastero-taller de ensueño.<br /><strong>SITGES, PARC DE MAR (1997-2001) </strong></div><div align="justify">Lugar de veraneo, espléndido, soleado y acogedor. Allí disfrutamos de un "refugio" en un gran complejo residencial ajardinado con frondosa y muy cuidada vegetación. Los vecinos, gente cálida y receptiva, nos traen recuerdos de muy grata rememoración.<br /><strong>SANT CUGAT DEL VALLES<br />CALLE CLEMENTINA ARDERIU 1 (“LAS LUNAS”) (2002)</strong><br />Sitio de residencia temporal mientras se construía nuestra casa de Bellaterra. Espléndidas instalaciones, aunado a un ambiente humano entrañable.<br /><strong>CALLE MARGENAT 11, BELLATERRA (2004)</strong><br />Nueva vivienda espaciosa y de diseño (arquitecto M. Batet atendiendo los lineamientos generales de mi esposa y bajo la supervisión de mi hijo mayor Pedro Ignacio) Lugar de ensueño colindante con un bosque y en medio de un silencio acogedor. Disfrutamos de sus encantos en compañía de familiares y amigos.<br /><strong>A MODO DE CONCLUSIÓN<br /></strong><strong>CALLE CONSEJO DE CIENTO 302, BARCELONA (2008)<br /></strong>Piso remodelado, en la tercera planta (que es la quinta) de un edificio viejo en pleno Distrito del Eixample de Barcelona. Aunque nos ha obligado a reducir nuestro espacio vital y a prescindir de un buen número de nuestros muebles y enseres, nos sentimos ahora más próximos a nuestro nieto Daniel, por ahora el más pequeño, esperando la llegada del séptimo, una nieta que llamaremos con igual ternura, Claudia. Atenderles desde la cercanía, refuerza nuestra condición de abuelos y ello enriquece nuestra vida afectiva. Que nunca falte.<br /><strong>EPÍLOGO</strong> </div>PEDRO GRASEShttp://www.blogger.com/profile/10788304528564327037noreply@blogger.com4